martes, 13 de septiembre de 2022

Es ley del cruceño la hospitalidad

 

 

Es ley del cruceño la hospitalidad

 Julio Ríos Calderón

Página Siete, Sábado 24 de septiembre de 2022


Santa Cruz se define en el verso de un revelado poema: “Entra con franqueza que un placer nos das, es ley del cruceño la hospitalidad”. La bella tierra, celebra su efeméride departamental que reivindicó Ignacio Warnes, el 24 de septiembre de 1812.  

El 24 es un número cabalístico, son 24 las horas que tiene un día; tiene que ver con los múltiplos de 12, como 24, 60 o 360. Por eso Santa Cruz es pujante, es desarrollo, es abundancia, es futuro.

Santa Cruz está llena de inquietudes y esperanzas de más progreso, en paz y armonía y, que se vienen cumpliendo meteóricamente con cimientos firmes y sólidos. Es el destino favorito de los turistas, que deambulan afanosos por sus parques de diversión, que se alimentan en los mejores restaurantes de comida internacional, que se hospedan en la mejor infraestructura hotelera y, que disfrutan de una colosal oferta de vida nocturna.

Si para los turistas latinoamericanos, Miami ubicada en el sureste de Florida, Estados Unidos, es la ciudad favorita para sus vacaciones, Santa Cruz es el escenario de mayor preferencia, no solamente para sus vecinos del continente, sino para todo el mundo.

Parques de diversión, los mejores restaurantes de comida internacional, un comercio inentendible para el perfil austero del boliviano de hace algunos años, la mejor infraestructura hotelera y una diversa oferta de vida nocturna, hacen de esta capital el lugar al que todos llegan (o desean llegar) en sus vacaciones.

Las pulperías de barrio con los picolés de leche, la gelatina de pata, los bolos de colores y el raspadillo aún son parte de los barrios tradicionales, que conviven sin incomodarse -como todo en el talante del cruceño-, con los modernos condominios.

Pero, junto con esa oferta modernísima y entusiasta a los cánones homogéneos de la globalización, está una ciudad que trata de no perder su identidad.

A Gilberto Rojas, le pertenecen las notas del pentagrama que corea: “Viva Santa Cruz, hermosa tierra donde las estrellas hablan del amor". En sus márgenes se encuentran la Chiquitanía y el imponente Fuerte de Samaipata, ambos reconocidos como patrimonio cultural intangible y natural de la humanidad por la Unesco.

No hay duda alguna que la capital cruceña es una urbe dinámica y emergente, un pueblo brioso, lleno de inquietudes de progreso y esperanzas de paz, con cimientos firmes y sólidos.

Santa Cruz de la Sierra, hoy, es el principal centro comercial, financiero e industrial del país que alberga las mayorías de las sedes de las empresas tanto nacionales como internacionales y, atribuye los salarios más altos de Bolivia.

Su economía se distribuye en varios rubros que son gastronómicos, textiles, espectáculos, bancarios, agroindustriales, feriales, automovilísticos, etc. La ciudad presenta el índice de desarrollo humano más alto del país. Su exposición internacional EXPOTUR, es la llave para el mundo que busca oportunidades e intercambio de negocios.

Es la más productiva de Bolivia. Sus riquezas naturales impulsaron su desarrollo. Pero también primó el carácter de sus habitantes que sin escatimar esfuerzo alguno, lograron consolidar una región de acuerdo a sus propias características.

El crecimiento demográfico, económico y físico presenta un ritmo francamente sorprendente que, en el lapso de una generación, la localidad pasó de ser un pequeño pueblo de cuarenta mil habitantes a una gran ciudad de más de tres millones y medio de habitantes. En la década de 1950, la construcción de la carretera a Cochabamba inició la era del despegue económico cruceño, así como también las luchas cívicas que lograron rescatar los ingresos económicos para el departamento, fruto de la explotación de los hidrocarburos. 

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, la economía de todo el Departamento de Santa Cruz (Producto Interno Bruto) alcanzó los US$ 9.851 millones de dólares. Llega a representar al 28,93 % de la Economía Total de Bolivia (34.053 millones). En cuanto al ingreso por habitante (PIB per cápita), el departamento cerró los últimos años con US$ 3.200 dólares en promedio por cada cruceño. 

Una de las mujeres con nombre y apellido que provocó cambiar el rumbo de la historia en las “luchas cívicas”, fue la Dra. Elffy Albrecht. Expresó una vez en un encendido discurso, desde los balcones de la alcaldía cruceña que las mujeres cruceñas ya estaban hartas de que se les diga que sólo son bonitas.

Hoy con tal indeleble expresión, asoma el gran desafío de las mujeres al conmemorarse su efeméride; salir de las garras del machismo manipulador (que la mayor parte de las veces viene con rostro de mujer), para reafirmar el presente y construir el futuro. La mujer cruceña, sin vacilación, es un apóstol de la caridad.

 

 Julio Ríos Calderón, es escritor y consultor