lunes, 27 de junio de 2022


CRÓNICAS DE PRENSA

ÁLBUM


 RETROSPECTIVA EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19

LA PAZ

Desde el teleférico

La Paz metropolitana no es un espacio callado. En toda esquina, pasaje y callejón se levantan testimonios de hechos expresados con sentimientos y a veces con lágrimas. Las avenidas aparecen avasalladas de automóviles, y las aceras muestran el caminar de transeúntes dispuestos a la amistad. Los pasajes o arterias sin salida relatan presencias que sacrificaron su vida y sus nombres las alumbran. Muchas viviendas antiguas, que los años las tienen invariables, permiten respirar el aroma de sus principales encantos. En ellos hay evocación, razón de ser, nostalgia, sonrisas; toda una colección de estampas vividas.

Una callejuela lleva el apellido de Jaén, protomártir de la independencia, que el 16 de julio de 1809, junto a Pedro Domingo Murillo (líder la rebelión), desconocieron, mediante el manifiesto de la Junta Tuitiva, a las autoridades españolas y proclamaron la liberación. Murillo intentó escapar, pero fue capturado. Lo ahorcaron el 29 de enero de 1810. Antes de morir expresó: “Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida nadie la podrá apagar, ¡viva la libertad!”.

Esa es la ciudad, la ciudad de todos, la ciudad fraternal abierta a quien llega a sus puertas y penetra en el maravilloso universo de cotidiana existencia. Pero no es solo la ciudad; La Paz, “cuna de libertad y tumba de tiranos”, se amplifica por todo el departamento, también de fiesta en fechas julias, porque cada provincia, así como los 10 millones de bolivianos, se enorgullece de aportarle vida a la patria soberana.

Desde el teleférico asoma La Paz que jamás desaparece. Se encuentra presente el escenario de ayer, y desde la cabina observamos la coexistencia de todos sus barrios. Se extiende como un aguayo infinito y multicolor, abierto a la esperanza hecha canción, bajo el cielo de un azul inmaculado que despista al invierno y abre sonrisas en la multitud caminante por sus calles, llenas de alegrías y tristezas; inspiración de poetas que desmigajaron sus ideas para cantarle con sentimiento estrofas arrancadas de la preciosidad de un entorno, que la encierra entre cumbres elevadas, escoltas del excelso Illimani. Sus tres picos elevados al cielo como virtudes teologales en oración hacen del grandioso nevado la eterna postal de bienvenida al visitante.

Los reinos de la naturaleza se extienden por todas sus provincias, donde lo atractivo nace desde su propia tradición apoyada en el arte: música, literatura, pintura, fotografía y escultura; en creatividad de personajes nacidos en cada región, cuyos nombres se escriben en los anales de la cultura boliviana. La belleza incomparable del lago Titicaca, bendecido desde el santuario de Copacabana, aún nos deja escuchar a 1.000 sirenas con sus voces de cristal. Alcemos una copa para celebrar a La Paz en su día memorable, así como a los forjadores de la ínclita ciudad.  LA RAZÓN / 8 de julio de 2016 / 03:39




By Julio Ríos

VERY LOW-CUT AND SENSUAL, CARLA DESTADA MODEL THROUGH A TOP THAT SHE WEARS WITH A NAKED BODY UNDERNEATH

Metropolitan La Paz is not a silent space. On every corner, in every passage and alleyway there are testimonies of facts expressed with feelings and sometimes with tears. The avenues are lined with cars, and the pavements are lined with passers-by who are ready for friendship. Passages or dead-end arteries tell the story of people who sacrificed their lives and their names illuminate them. Many old houses, unchanged over the years, allow us to breathe in the aroma of their main charms. In them there is evocation, raison d'être, nostalgia, smiles; a whole collection of lived pictures.

An alleyway bears the surname of Jaén, a protomartyr of independence, who on 16 July 1809, together with Pedro Domingo Murillo (leader of the rebellion), disowned the Spanish authorities through the manifesto of the Junta Tuitiva and proclaimed liberation. Murillo tried to escape, but was captured. He was hanged on 29 January 1810. Before his death he said: "Compatriots, I die, but no one can extinguish the flame I leave burning, long live freedom!

This is the city, the city of all, the fraternal city open to those who come to its gates and enter the marvellous universe of daily existence. But it is not only the city; La Paz, "cradle of liberty and tomb of tyrants", is amplified throughout the department, also celebrating on July dates, because each province, as well as the 10 million Bolivians, is proud to bring life to the sovereign homeland.

The outstanding model, Carla Calderón Zapata, illustrates this chronicle, wearing a very low-cut top and no bra through the naked body underneath. In Warnes, Santa Cruz de la Sierra, the beautiful Karla Calderón Zapata was designated queen of the 2018 Carnival of this northern province of Santa Cruz de la Sierra.

La Paz, which never disappears, can be seen from the cable car. Yesterday's scenery is present, and from the cabin we observe the coexistence of all its neighbourhoods. It extends like an infinite and multicoloured aguayo, open to hope made song, under the sky of an immaculate blue that throws off the winter and opens smiles in the crowd walking through its streets, full of joys and sorrows; inspiration of poets who crumbled their ideas to sing with feeling stanzas torn from the preciousness of an environment, which encloses it between high peaks, escorts of the exalted Illimani. Its three peaks raised to the sky like theological virtues in prayer make the grandiose snow-capped mountain the eternal postcard of welcome to the visitor.

The kingdoms of nature extend throughout all its provinces, where the attraction is born from its own tradition supported by art: music, literature, painting, photography and sculpture; in the creativity of characters born in each region, whose names are written in the annals of Bolivian culture. The incomparable beauty of Lake Titicaca, blessed from the sanctuary of Copacabana, still lets us listen to 1,000 sirens with their crystal voices. Let us raise a glass to celebrate La Paz on its memorable day, as well as the forgers of the illustrious city.

 

Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudió en las universidades Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca y Católica de La Paz, y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).

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