miércoles, 5 de enero de 2022

LOS REYES MAGOS EN TIEMPOS DE LA Covid - 19


LOS REYES MAGOS EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19


VIERON SU ESTRELLA Y

VINIERON A ADORARLE

GASPAR MELCHOR BALTAZAR

¿Dónde está Jesús que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. Ellos, los Reyes Magos, después de oír estas expresiones, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 

Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Jesús, nos invita ahora a este rato de meditación para contemplarte y adorarte, como aquellos magos de Oriente. Ayudémonos a encontrarle, como ellos lo hicieron, en los brazos de María.

En esta realidad la Navidad (o nacimiento), es el acontecimiento más importante de la humanidad. Es el recuerdo de la venida del Maestro Jesús. 

La Navidad no se trata sólo de algo emotivo, sentimental; nos conmueve porque dice la realidad de lo que somos: somos una humanidad en camino, y a nuestro alrededor –y también dentro de nosotros– hay tinieblas y luces. 

Y en la noche que se avecina, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: la humanidad en camino ve una gran luz. Una luz que nos invita a reflexionar en este misterio: misterio de caminar y de ver.

Ante el pesebre, porque allí observamos la ternura de Dios; allí contemplemos la misericordia divina que se ha hecho carne, y que enternece nuestra mirada.

En el universo asomó la estrella más brillante del cielo, con una luminosidad cercana al Sol. Se la conoce con el nombre de SIRIO, y la persiguieron los tres Reyes Magos.

 

¿Y dónde se detuvo la estrella? Fue un 6 de enero en Belén, 12 días después del nacimiento de Jesús. Esa estrella iluminó el escenario más amoroso de la historia. Las circunstancias del alumbramiento no fueron otras que el propio AMOR. Los tres reyes llevaron la naturaleza real, llevaron lo que representa su naturaleza divina, llevaron un compuesto embalsamador que se explica en el sufrimiento y muerte futura de Jesús.

Más allá de la leyenda, Gaspar, Melchor, Baltasar, los reyes magos encontraron el verdadero AMOR en un mensaje para todo nuevo año, donde debemos dar vuelta la página para iniciar una vida nueva llena de optimismo. Tratar de ser felices con lo poco o con lo mucho que la vida nos ha dado.

Recordemos que cada año hacemos un recuento de todo lo que hemos hecho en un año, nadie sabe lo que pasará mañana en nuestras vidas, por eso es necesario lidiar con todos los imprevistos, todos vamos pisando terrenos desconocidos, pero tarde o temprano todas esas preguntas que nos hacemos hoy, tendrán sus respuestas.

Recordemos siempre que somos seres humanos, que siempre vamos a tratar de descubrir el porqué nos suceden todas las cosas que vivimos, aquí vamos a tratar de aprender, a renacer de nuevo.

Tengamos sueños que se pueden realizar, a disfrutar de lo bueno y de lo malo, recuerden que todos somos aprendices de la vida, y algo bueno nos tiene que pasar por muy oscuro que veamos el camino. Los reyes magos persiguieron AMOR.

Ese amor que rompe las barreras y se expresa humildemente, como lo han hecho muchos personajes que se entregaron al servicio del prójimo.

Todos sentimos el amor, pero difícilmente nos pondríamos de acuerdo en la forma como se percibe. Algunos dirán, que es una felicidad interna inmensa que supera cualquier imaginación, y otros se referirán al amor como el dar y recibir en forma continua y permanente. El amor es caridad, es entrega y dedicación, es empatía y pensar en el prójimo.


Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos que persiguieron a la estrella que los guio a Belén) es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los «magos» —denominación que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente— que, según el evangelio de Mateo, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

En los evangelios canónicos solo el Evangelio de Mateo habla de estos «magos», sin precisar sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Fue en el siglo iii d. C. cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que, hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes.

Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.

Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo vi d. C., en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres escritos encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo xv d. C., para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas de la Edad Media. Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.

En España a partir del siglo XIX se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche anterior a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para los niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás. Fue en 1866 cuando se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, tradición que se extendió al resto del país y posteriormente a otros países, especialmente a países de cultura hispana.

 

En Bolivia, la festividad de los Reyes Magos entrevera la continuación al nacimiento de Jesús y la espera del Año Nuevo. El 6 de enero se celebra en la intimidad del hogar, más aun este año que vivimos con la pandemia en el aire, y se relata el culto a la estrella que persiguieron para llegar a Belén.

 Un padre crea una web para probar que los Reyes Magos existen | El Diario  Vasco

 

Julio Ríos

Los Reyes Magos, persiguieron a la estrella Sirio que los condujo al pesebre donde nació el niño; le regalaron a Jesús, oro, incienso y mirra, y el niño regaló a toda la tierra amor, esperanza, paz y alegría. Venían de Oriente. Persiguieron el rumbo de una misteriosa estrella. Llegaron a Belén y ofrecieron al Niño tres regalos: oro, incienso y mirra.

Melchor ofrece el oro, el metal más precioso y perfecto que, por su color se relaciona con el sol, con Dios, con la perfección, con la iluminación y, por su valor, ilumina la oscuridad con su luz y rige nuestras vidas con verdad y amor.

El incienso, es el símbolo de la ofrenda de uno mismo, de la purificación por el fuego, de la oración que asciende a los cielos como el humo, el perfume, la paz y el sosiego que produce al ser humano la conexión con lo divino. Gaspar, con su presente, reconoce el camino que une lo de arriba con lo de abajo, la materia y el espíritu, lo divino y lo humano.

La mirra, de naturaleza simbólica, la ofrece Baltasar y deja constancia de que Jesús, ayuda a la débil humanidad. La vía que nos lleva de la muerte a la vida eterna, de la imperfección a lo perfecto, de la piedra bruta y la alquimia del plomo transformado en oro.

Sigamos a la estrella y descubramos al nuevo sol que nace por Oriente, y que nos permite el encuentro con Jesús en nuestro interior y, con el gozo de ese encuentro, buscamos esa misma mirada divina en los ojos de quienes nos rodean.

El amor está en el aire, Dios está en el aire, Dios está en nosotros. ¿Dónde está Jesús que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.

Ellos, los Reyes Magos, después de oír estas expresiones, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Jesús, nos invita ahora a este rato de meditación para contemplarte y adorarte, como aquellos magos de Oriente. Ayudémonos a encontrarle, como ellos lo hicieron, en los brazos de María.

En esta realidad la Navidad (o nacimiento), es el acontecimiento más importante de la humanidad. Es el recuerdo de la venida del Maestro Jesús. 

La Navidad no se trata sólo de algo emotivo, sentimental; nos conmueve porque dice la realidad de lo que somos: somos una humanidad en camino, y a nuestro alrededor –y también dentro de nosotros– hay tinieblas y luces. 

Y en la noche que se avecina, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: la humanidad en camino ve una gran luz. Una luz que nos invita a reflexionar en este misterio: misterio de caminar y de ver.

Ante el pesebre, porque allí observamos la ternura de Dios; allí contemplemos la misericordia divina que se ha hecho carne, y que enternece nuestra mirada.

By  Julio Rios

The Wise Men followed the star Sirius who led them to the manger where the child was born; they gave Jesus gold, frankincense and myrrh, and the child gave the whole earth love, hope, peace and joy. They came from the East. They followed the path of a mysterious star. They arrived in Bethlehem and offered the Child three gifts: gold, frankincense and myrrh.

Melchior offers gold, the most precious and perfect metal which, because of its colour, is related to the sun, to God, to perfection, to illumination and, because of its value, illuminates the darkness with its light and governs our lives with truth and love.

Incense is the symbol of the offering of oneself, of the purification by fire, of the prayer that ascends to the heavens as smoke, perfume, peace and calmness that the connection with the divine produces in human beings. Gaspar, with his present, recognises the path that unites the above with the below, matter and spirit, the divine and the human.

The myrrh, symbolic in nature, is offered by Balthasar and shows that Jesus helps the weak humanity. The path that leads us from death to eternal life, from imperfection to perfection, from crude stone to the alchemy of lead transformed into gold.

Let us follow the star and discover the new sun rising in the East, which allows us to encounter Jesus within ourselves and, with the joy of that encounter, seek that same divine gaze in the eyes of those around us.

Love is in the air, God is in the air, God is in us, where is Jesus who is born? For we saw his star in the East and have come to adore him.

When the Wise Men heard these words, they set out, and behold, the star which they had seen in the East went before them, until it came and stopped over the place where the child was. When they saw the star, they were filled with great joy. They went into the house, saw the child with Mary his mother, and fell down and worshipped him; then they opened their coffers and offered him gifts of gold, frankincense and myrrh.

Jesus, invite us now to this time of meditation to contemplate and adore you, like those wise men from the East. Let us help ourselves to meet you, as they did, in the arms of Mary.

In this reality, Christmas (or birth) is the most important event of humanity. It is the remembrance of the coming of the Master Jesus.

Christmas is not only emotional, sentimental; it moves us because it tells the reality of who we are: we are a humanity on the way, and all around us - and also within us - there is darkness and light.

And in the coming night, when the spirit of darkness covers the world, the event that always amazes and surprises us is renewed: humanity on the way sees a great light. A light that invites us to reflect on this mystery: the mystery of walking and seeing.

Before the manger, for there we observe God's tenderness; there we contemplate the divine mercy that has become flesh, and which touches our gaze.

 Un padre crea una web para probar que los Reyes Magos existen | El Diario  Vasco

 

 Un padre crea una web para probar que los Reyes Magos existen | El Diario  Vasco

Julio Ríos, escritor y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).

© 2021. Todos los derechos reservados. Condiciones de uso y Política de Privacidad.

Reyes Magos de Oriente
Adoración de los Reyes Magos, retablo mayor de la Seo o Catedral del Salvador de Zaragoza, España.jpg
Adoración de los Reyes Magos, retablo mayor de la Seo o Catedral del Salvador de Zaragoza, España.
Información personal
ApodoSantos Reyes
Magos de Oriente
Sabios de Oriente
Reyes Magos
Información profesional
Información religiosa
Festividadnoche del 5 al 6 de enero
AtributosRepresentados normalmente con oroincienso y mirra en las manos.
Venerado enIglesia católica,[1]​ Iglesia ortodoxa,[2]​ Iglesias antiguas orientales[3]
PatronazgoBandera de México Los ReyesLa Paz y Pueblo de Los ReyesTlalnepantla de Baz.
Estado de México.

  Grandes personajes de la humanidad: Los Reyes Magos