jueves, 27 de enero de 2022

 


FERIAS EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19


Alasita o ¡cómprame!

Alasita, sin vacilación alguna, se ha constituido en una feria singular que a lo largo de su existencia conquistó el interés de la población. Celebrada en la ciudad de La Paz, los objetos exhibidos en diferentes sectores muestran todo lo material que existe en el mundo, trabajado a escala.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) asomó la declaratoria de la Feria de la Alasita como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La fe particular de hombres y mujeres, hace en la compra "de las miniaturas" un acto de fe para que algún día se hagan realidad en su verdadero tamaño y proporción. Se compran los buscados "billetitos", para considerar que nunca nos falte dinero, que da lugar a adquirir nuestras primeras necesidades, y con el tiempo, hacer realidad nuestros sueños materiales.

Los visitantes obtienen objetos en miniatura que representan lo que desean, como casas, alimentos, títulos profesionales y demás. Estos objetos se conocen como alasitas y en su mayoría son realizados por artesanos. La palabra alasita viene del aymara y significa cómprame.

Muchos dicen que compraron una casita de estuco, que luego de proceder a la bendición de la misma, un día tuvieron casa propia. Es el resultado de la fe en esta feria de las miniaturas. Algún conductor de los vehículos de transporte conocidos con el nombre de "micro" o "colectivo", depositaron sus esperanzas al comprar en la Alasita uno en miniatura. Hoy lo tienen de verdad.

Por otra parte, es el Ekeko que ingresa en los predios de los aristócratas y se mete en las buhardillas de los pobres y atraviesa salones de la clase media y fija su temporal residencia en los hogares de la clase privilegiada. Ricos y pobres aspiran el aroma del incienso con el fin de "santificar" las compras y llevarlas al "altar" del Dios andino para que él devuelva esas ofrendas en un lapso no mayor a doce meses.

Miles de creyentes del legendario diosito se vuelcan a la feria principal de Alasita, tendida en extensos espacios donde los puestos de venta ofrecen todo lo que el consumidor busca, para que allí, sus esperanzas sean envueltas en un papel de ilusiones y esperanzas.

Esta fiesta popular era hace muchos años, una gran feria instalada en un solo lugar determinado por la Alcaldía. Ahora el Ekeko se pasea por toda la ciudad y extiende su poder hasta otras latitudes. Casi en todos los barrios de La Paz, el bonachón mestizo sonríe al comprador.

La costumbre se arrima a ciertas reglas impuestas por la experiencia, pues se dice que, para lograr resultados en las peticiones al Ekeko, los objetos deben ser comprados a las doce del día 24. El tiempo que transcurre después, no resta el poder del Dios autóctono, aunque puede disminuir el efecto en algunos casos, sin embargo, entre la picardía del vendedor y la ingenuidad del comprador, a mayor consumo mayor posibilidad de materializar ilusiones.

Los sueños más lejanos parecen cobrar realidad en la búsqueda de la felicidad. Se concretan amores increíbles, se levantan inmuebles, se realizan viajes, se abren cuentas bancarias y las despensas se surten con todo aquello que es primordial para la existencia de cada familia.

Doña Mercedes Ergueta Vda. de Nardín, conocida por sus familiares más allegados como “Bulún” fue una personalidad que la ciudad de La Paz recuerda con especial cariño. Persona interesada en la tradición de la Alasita, logró poseer una asombrosa colección de miniaturas que las exhibía en un museo instalado en su propia residencia.


Alasita, without any hesitation whatsoever, has become a singular fair that has conquered the interest of the population throughout its existence. Held in the city of La Paz, the objects exhibited in different sectors show all the material that exists in the world, worked to scale.

The United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation (Unesco) declared the Alasita Fair an Intangible Cultural Heritage of Humanity.

The particular faith of men and women makes the purchase of "miniatures" an act of faith that one day they will become real in their true size and proportion. The sought-after "billetitos" are bought, to consider that we will never be short of money, which gives us the means to acquire our first necessities, and in time, to make our material dreams come true.

Visitors get miniature objects that represent what they want, such as houses, food, professional titles and so on. These objects are known as alasitas and are mostly made by artisans. The word alasita comes from the Aymara language and means buy me.

Many say that they bought a little stucco house, and after blessing it, one day they had a house of their own. This is the result of faith in this miniature fair. Some drivers of the transport vehicles known as "micro" or "colectivo" pinned their hopes on buying a miniature one at Alasita. Today they have a real one.

On the other hand, it is the Ekeko that enters the estates of the aristocrats and enters the garrets of the poor and crosses the halls of the middle class and takes up temporary residence in the homes of the privileged class. Rich and poor alike inhale the scent of incense in order to "sanctify" purchases and bring them to the "altar" of the Andean God so that he will return these offerings within a period of no more than twelve months.

Thousands of believers of the legendary god turn to the main fair of Alasita, spread out in vast spaces where the stalls offer everything the consumer is looking for, so that there, their hopes are wrapped in a paper of illusions and hopes.

Many years ago, this popular festival used to be a large fair set up in a single place determined by the Mayor's Office. Nowadays, the Ekeko walks all over the city and spreads its power to other latitudes. Almost in every neighbourhood of La Paz, the mestizo bonachón smiles at the buyer.

The custom follows certain rules imposed by experience, for it is said that, in order to achieve results in the petitions to the Ekeko, the objects must be bought at twelve o'clock on the 24th. The time that elapses after this does not detract from the power of the native God, although it may diminish the effect in some cases. However, between the naivety of the seller and the naivety of the buyer, the greater the consumption, the greater the possibility of materialising illusions.

The most distant dreams seem to come true in the search for happiness. Incredible loves are realised, real estate is built, trips are made, bank accounts are opened and pantries are stocked with everything that is essential for the existence of each family.

Doña Mercedes Ergueta Vda. de Nardín, known by her closest relatives as "Bulún" was a personality that the city of La Paz remembers with special affection. A person interested in the Alasita tradition, she managed to possess an amazing collection of miniatures which she exhibited in a museum installed in her own residence.

ecorridos rituales en la ciudad de La Paz durante la Alasita
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Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco
Alasitas desde el teleférico.jpg
Vista de Las Alasitas desde el teleférico de La Paz
Localización
PaísFlag of Bolivia.svg Bolivia
Datos generales
TipoCultural inmaterial
Identificación01182
RegiónAmérica Latina y el Caribe
Inscripción2017 (XII sesión)

Julio Ríos, escritor y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).

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