PELÍCULAS DVD 007 EN TIEMPOS DE
LA COVID – 19
SEAN CONNERY
IAN FLEMING JAMES BOND 007
DIAMANTES PARA LA ETERNIDAD
Diamonds Are Forever
Diamonds Are Forever (titulada Diamantes para la eternidad en España y Los diamantes son eternos en Hispanoamérica) es una película de espionaje de 1971 y la séptima película de James Bond producida por Eon Productions, la sexta interpretada por Sean Connery como Bond y con Guy Hamilton como director.
Es la sexta y última película de Bond protagonizada por Connery, quien regreso para interpretar a James Bond agente secreto británico del MI6, luego de haber rechazado protagonizar Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969).
La película está basada en la novela homónima de Ian Fleming, escrita en 1956 y la segunda película de Bond dirigida por Guy Hamilton. La película tiene a Bond haciéndose pasar por un contrabandista de diamantes para infiltrarse en una red de contrabando y pronto descubre un complot de su antiguo enemigo Ernst Stavro Blofeld para usar los diamantes para construir un arma láser espacial. Bond tiene que luchar contra su enemigo para detener el contrabando y paralizar el plan de Blofeld de destruir Washington, D.C. y extorsionar al mundo con supremacía nuclear.
Después de que George Lazenby abandonara la franquicia, los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli probaron a otros actores, pero United Artists quiso traer a Sean Connery de vuelta, pagándole la cifra récord de entonces; un salario de $1.25 millones para que regresara.
Los productores se inspiraron en Goldfinger igual que con esa película, Guy Hamilton fue contratado para dirigir, y Shirley Bassey interpretó voces en el tema principal. Las locaciones incluyeron Las Vegas, California, y Ámsterdam. Fue nominada al Premio de la Academia al Mejor Sonido. Es la última película oficial de Connery como Bond, que volvería a interpretarlo posteriormente en un film no oficial de la saga, Nunca digas nunca jamás en 1983.
En la historia, Bond se hace pasar por un traficante de diamantes para infiltrarse en una red de contrabando y pronto descubre un complot de su antiguo némesis Ernst Stavro Blofeld para utilizar los diamantes para construir un láser gigante. Bond tendrá que luchar contra su némesis por última vez, con el fin de detener el contrabando y evitar el plan de Blofeld de destruir Washington DC y extorsionar al mundo con supremacía nuclear.
En la secuencia precréditos James Bond (Sean Connery) comienza la película buscando a su enemigo, Ernst Stavro Blofeld (Charles Gray). Tras interrogar y torturar a varios contactos, finalmente lo encuentra en una instalación donde se están creando dobles de Blofeld a través de cirugía para evitar a sus enemigos. Bond mata a una sujeto de prueba ahogándolo en barro antes de que el sujeto lo matase y más tarde observa a Blofeld acompañado de sus guardias a quienes derrota y luego a Blofeld arrojándolo a una fosa de barro caliente.
Una vez que lo ha eliminado, Bond inicia un nuevo trabajo para investigar un contrabando de diamantes. M (Bernard Lee) le enseña a Bond varias muestras de diamantes y le recuerda que Blofeld está muerto luego de ver la mirada retraída del agente.
Ambos son recibidos por Sir Donald Munger (Laurence Naismith), un experto en joyería quien le ofrece jerez a Bond y a M, quien lo rechaza por problemas de salud, Munger le dice a Bond que la gran mayoría de diamantes son extraídos de minas en Sudáfrica, sin embargo, los trabajadores de las minas son muy honestos y cumplen con el estricto sistema de seguridad el cual contiene la seguridad social y el buen pago a ellos.
Mientras tanto dos asesinos; el Sr. Wint y el Señor Kidd (Bruce Glover y Putter Smith) dan muerte al doctor Tynan (Henry Rowland), un dentista que debía entregar diamantes y al piloto de un helicóptero (Ray Baker) encargado de recibir los diamantes.
Sir Donald advierte que todo sistema de seguridad no es perfecto y que además de enfrentarse a un caso de contrabando existe la posibilidad de que alguien está acaparando los diamantes con el fin de reducir el precio o imponer un chantaje, el presunto acaparador tiene como secuaces al señor Wint y el señor Kidd.
Bond asume la identidad de un experto contrabandista llamado Peter Franks (Joe Robinson), el cual es distraído por guardias de seguridad en favor de Bond quien viaja a Ámsterdam, durante una travesía por los canales observa como recogen el cadáver de la señora Whistler (Margaret Lacey), una anciana que esconde algunos diamantes y muerta a manos de Wint y Kidd.
Bond al rato acude a un departamento donde conoce a la contrabandista Tiffany Case (Jill St. John), dueña de una joyería del mismo nombre. Tiffany comprueba su huella dactilar hasta creer que Bond es Franks, Tiffany le informa a Bond de su operación para contrabandear 50 quilates de diamantes.
Bond tras quitarse la falsa huella dactilar proporcionada por Q (Desmond Llewelyn) y este le comunica que el verdadero Peter Franks se ha escapado de la aduana del aeropuerto, luego de asesinar a un guardia, y se dirige también a Ámsterdam. Bond sigue a Franks al departamento de Tiffany donde ambos luchan en el ascensor y Bond lo asesina ahogándolo con un extintor y le hace creer a Tiffany que ha matado a Bond luego de intercambiar sus documentos con los del muerto.
Escondiendo los diamantes en el cadáver y con documentos que hacían pasar al muerto como su hermano y a su vez Bond manteniendo su identidad de Franks; Tiffany y Bond llegan a Las Vegas con el cadáver y los 55 quilates de diamantes y Bond es recibido por Felix Leiter (Norman Burton), su colega y viejo amigo de la CIA quien aparenta como guardia aduanero y quien le avisa a Bond que hombres de la Funeraria Slumber lo esperan.
Bond los acompaña haciéndoles creer que el muerto es su hermano y una vez cremado por el dueño de la funeraria Morton Slumber (David Bauer) se dirige a un nicho para poner las cenizas con los diamantes y recibir el dinero en un sobre pero aun así sobrevive a un intento de asesinato por parte de Wint y Kidd quienes intentan cremar vivo a 007. Slumber y hombre llamado Shady Tree (Leonard Barr) le reclaman a Bond que los diamantes son falsos pero Bond asegura que los diamantes son reales y los abandona para alojarse en el Hotel Tropicana.
Bond en el hotel se entera por Leiter que los diamantes en el cadáver si eran falsos aunque a su vez se entera que Q enviraría la verdadera mercancía.
Posteriormente Bond acude al Hotel-Casino Whyte House, propiedad del multimillonario Willard Whyte, a un espectáculo cómico ofrecido por Tree, espectáculo al que acuden también Wint y Kidd quienes luego dan muerte a Tree y cuyo cadáver observa luego Bond, este se dirige al casino para jugar craps llamando la atención de Plenty O'Toole (Lana Wood), una atractiva mujer.
El crédito del casino y la presencia de Bond en los camerinos llama la atención del gerente Burt Saxby (Bruce Cabot) quien llama a Willard Whyte pidiéndole autorización para matar a Bond, luego de avisarle de la muerte de Tree y creyendo que Bond es Franks, pero Whyte pide dejarlo con vida.
Bond gana dinero y comparte 5 mil dólares a Plenty y la lleva a su suite donde fallidamente tratan de tener relaciones ya que los hombres de la funeraria los interrumpen y arrojan a Plenty por la ventana hasta caer en la piscina, Bond golpea a uno de los hombres obligándoles a irse sabiendo que buscaban los diamantes.
Luego Bond encuentra a Tiffany quien le advierte del peligro que corre además de tener relaciones con Bond además de pedirle los diamantes llegando los dos a un acuerdo; los diamantes a cambio de pasajes a Hong Kong junto con un coche rentado.
Al día siguiente Tiffany acude al Circus Circus siendo vigilada por Bond y Leiter, este desconfiando de la estrategia de Bond para llegar al cabecilla del contrabando.
Luego de intentar jugar blackjack, el tallador con disimulo le da una carta en la que le pide jugar con los globos de agua, Tiffany juega y gana (ya que la máquina estaba arreglada) teniendo como premio un perro de peluche, Tiffany al ver que es vigilada por agentes de la CIA los despista en una atracción del terror y consigue huir.
Leiter encuentra a Bond con el auto rentado avisándole del escape de Tiffany, Bond la encuentra en su hogar y ambos descubren el cadáver de Plenty, ahogada presuntamente por Wint y Kidd siendo confundida por Tiffany siendo la siguiente después del médico y el obrero en Sudáfrica, la señora Whistler en Ámsterdam, Tree en el Whyte house mientras que con Bond ya habían fallado; toda la gente involucrada en el asunto del contrabando de diamantes es asesinada.
Bond interroga a Tiffany sobre los diamantes (que también está tras la pista de los diamantes y confundida con los hechos), intuyendo que éstos estaban en el perro de peluche que había ganado Tiffany, el cual es depositado en una camioneta, la cual es seguida por Bond y Tiffany.
La camioneta es conducida por Saxby quien se detiene en una estación de gasolina y Tiffany advierte a Bond que Willard Whyte no había salido de su Penthouse en 3 años y nadie sabía de él.
Por orden de Bond, Tiffany obstruye el paso a la camioneta fingiendo una caprichosa situación en la estación, así permitiendo que Bond entrase en la parte trasera de la camioneta. Tiffany sigue la camioneta hasta una empresa de tecnología de Whyte mientras que Bond aun dentro de la camioneta baja al subnivel 3 del lugar.
Bond observa que desde la estación la camioneta había cambiado de chófer y accede a un área restringida junto con Klaus Hergersheimer (Ed Bishop), encargado de los blindajes contra la radiación.
Luego de entablar una conversación con Hergersheimer, Bond toma su identidad accediendo a un laboratorio dirigido por el doctor Metz (Joseph Fürst), el segundo chofer de la camioneta quien saca del perro de peluche los diamantes que había en su interior, al entrar Bond ve varios diamantes pero Metz con enojo le exige irse, en el momento que Metz atendía una llamada de Whyte observa un casete de marchas militares lo echa del laboratorio.
En el momento que Bond sale, entra el verdadero Hergersheimer lo cual da la alarma a las instalaciones, Bond es interceptado en un campo de pruebas aeroespaciales robándose un vehículo lunar, dándose a la fuga y siendo perseguido por guardias de seguridad a quienes logra vencer y huir. Al llegar a Las Vegas son perseguidos por el sheriff de la ciudad, llamado por los guardias de seguridad, y tras una persecución, Bond logra evadirlo junto con varios policías.
Bond y Tiffany se hospedan en la suite nupcial de Whyte House donde luego Leiter les avisa que Whyte está limpio y para evitar más problemas los encerraría en la suite siendo vigilados por agentes de la CIA, Bond sale por la ventana para subir al Penthouse y negociar con Whyte.
Nadie sabe por qué Whyte está acaparando diamantes, pero todo el que se envuelve en la operación de contrabando acaba muerto. Con dificultad Bond sube por la fachada del edificio y se cuela en el Penthouse de Whyte quien obliga a Bond a desarmarse e ir a su oficina.
Allí recibe una desagradable sorpresa: descubre que no había matado a Blofeld, sino a un impostor, Blofeld le muestra a Bond un aparato cambiador de voz con el que emula ser Whyte. Bond observa el emporio de Whyte y Blofeld cuenta que mantiene prisionero al verdadero Whyte, donde en ese mismo instante mata a otro impostor que era otro doble del villano, ya que se había confundido con el característico gato de Blofeld aunque el verdadero poseía un collar de diamantes.
Blofeld obliga a Bond a abandonar el lugar, una vez en el ascensor es aturdido con gas somnífero y secuestrado por Wint y Kidd queriendo matarlo, ambos asesinos abandonan a Bond en un oleoducto en construcción, al despertar Bond nota un desagradable olor de colonia, perteneciente a Wint, Bond logra salir del tubo evitando morir por el soldador del mismo.
Posteriormente Bond fingiendo la voz de Saxby, gracias a otro cambiador de voz esta vez creado por Q, llama a Blofeld avisándole que el agente sigue vivo y con más agentes y pide trasladar a Whyte, Blofeld responde que Whyte está como prisionero en su casa de verano a 10 millas del lugar y ordena asesinarlo, a su vez Blofeld llama a Metz para adelantar sus planes.
En la casa de Whyte Bond se encuentra con lindas y letales mujeres; Bambi (Lola Larson) y Thumper (Trina Parks), las cuales golpean a Bond hasta que el agente domina la situación en la piscina de la casa luego de evitar ser ahogado por ambas mujeres. Bambi da la ubicación de Whyte (Jimmy Dean) y tras ser rescatado son tiroteados por Saxby el cual cae abatido.
Tiffany tras conversar con Q, quien ganaba dinero en las máquinas tragamonedas trucándolas, observa a Blofeld vestido de mujer con su gato y lo sigue siendo secuestrada y llevada en el mismo que Blofeld acompañado de los choferes de Slumber.
Bond y Leiter acuden junto con Whyte a la instalación que Bond había visitado antes descubriendo que su antiguo enemigo ha construido un satélite con la ayuda de Metz, que si bien no estaba en la nómina de Whyte pero era un reconocido científico experto en refracción láser y dicho satélite había sido enviado a una estación espacial, pero ya siendo tarde; el satélite ya había sido puesto en órbita y en vano intento de detener el satélite por parte de los empleados de Whyte.
Bond y Whyte intuyen que el satélite contiene un generador láser gigante que se encuentra en órbita alrededor de la tierra, que usa diamantes para intensificar su energía, consiguiendo que cabezas nucleares, submarinos o cohetes se autodestruyan espontáneamente.
El satélite destruye comienza destruyendo una base de misiles en Dakota del Norte, un submarino soviético y una base militar china. Whyte es alertado por el gobierno de haber recibido un mensaje de Blofeld pidiendo rescate por sus ataques con el satélite y con plazo de 24 horas para pagar, Whyte advierte que el satélite es manejado por computadora usando un codificador de voz teniendo como base un casete. Whyte, Bond y Leiter organizan un plan para atacar el escondite de Blofeld y rescatar a Tiffany secuestrada por Blofeld.
Tras investigar las propiedades de Whyte en su penthouse descubren que Blofeld se esconde en una central de petróleo que no pertenecía a Whyte en Baja California.
Bond llega al lugar y una vez ahí Blofeld le muestra que el satélite funciona con un casete que tiene grabada su voz pretendiendo usar su invento para extorsionar a las potencias mundiales bajo la amenaza de la destrucción total, en vano Bond intenta cambiar la cinta y luego cae prisionero de Blofeld junto con Tiffany. El satélite es fijado con objetivo a Washington D. C.
Antes de caer prisionero Bond da la señal de ataque a los marines comandados por Leiter, quienes atacan el escondite desencadenándose una gran batalla, Metz idealista de la paz mundial ve que a Blofeld solo le interesa causar solo el caos mundial. Bond y Tiffany logran escapar y el agente evita que Blofeld escape estrellando su minisubmarino (con el adentro) al complejo donde solo quedan menos de 5 minutos para destruir Washington. Cumplida la misión Tiffany y Bond huyen de la base.
Poco después Tiffany y Bond van en un crucero por cortesía de Whyte, mientras se despiden ignoran que los asesinos Wint y Kidd estaban también dentro del barco.
Esa misma noche los dos asesinos se hacen pasar por chef y mesero del crucero justo en ese mismo momento descubre que son los asesinos que frustradamente lo habían intentado matar; al notar que Wint no sabe de vinos y por su fuerte olor de loción. En otro intento por matarlo, Bond mata a Kidd incendiándolo y a Wint con una bomba que los asesinos tenían para matar al agente y a la contrabandista.
Después de ser
neutralizados los asesinos, Bond y Tiffany ven las estrellas sabiendo que los
diamantes se quedaron para siempre en el satélite.
Julio Ríos
James Bond (Sean Connery) es enviado a Holanda para investigar junto a Tiffany Chase (Jill St. John), un robo de diamantes procedentes de Sudáfrica.
Connery, sustituido por George Lazenby en “007 Al Servicio Secreto De Su Majestad”, volvió a interpretar al famoso espía británico de Ian Fleming en esta película que mezcla la aventura, el romance y el humor con destacados resultados.
Alterna momentos memorables de frenética persecución motorizada, situaciones límite y confrontación de personalidades entre dos personajes carismáticos, héroe (Bond) y villano (un Blofeld encarnado por Charles Gray); con otros más farragosos, arrítmicos y formulistas dentro de una trama entretenida con varias localizaciones (Las Vegas, los canales de Amsterdam) y la habitual comicidad carismática e irónica de su protagonista.
Jill St. John, “la hermosa Bond Girl” de la película (su acercamiento con Bond asoma en la película una sutil relación, dónde sólo se los ven acostados desnudos y el romance se realiza de manera discreta); aparece en la mitad de la película ligeramente vestida (casi desnuda) en bikini –la fotografía que ilustra esta crónica muestra a la bella Jill mostrando más piel que ropa, está desnuda y muy escotada a través del atuendo y sin ropa interior, no usa sujetador y viste la vaporosa y elegante prenda color negro con el cuerpo desnudo por debajo– destacándose sobre todo en exposición carnal. John asoma chispa y por otra parte es muy graciosa la participación de las luchadoras Pluto y Bambi (Trina Parks y Lola Larson), quienes le adhieren un repaso de sus artes marciales, dándole duro a 007, quien finalmente las controla y las escarmienta en la piscina.
James Bond (Sean Connery) está buscando venganza contra Blofeld (Charles Gray). En Sudáfrica y Holanda se contrabandean diamantes masivamente. El gobierno británico, en su preocupación, decide asignar la investigación a Bond con el fin de seguir la ruta de los diamantes y averiguar el eventual propósito del enigmático hombre detrás de la operación, un magnate de las Vegas llamado Willard Whyte (Jimmy Dean).
Sean Connery regresa para encarnar, en la saga de los productores originales por última vez (en los hechos penúltima; oficialmente concluye como Bond en “No digas nunca jamás”), al personaje que lo condujo al estrellato, luego de la cinta previa y la renuncia de George Lazenby, quien solo calzaría los zapatos del 007 por una ocasión.
También regresa el director francés Guy Hamilton, luego de llevar al cine Goldfinger, la tercera entrega de la serie. Esta vez Hamilton se enfoca más en el humor y deja a un lado la psicología del personaje de Fleming, a excepción del misterioso prólogo, en el que James Bond acecha a varios personajes en busca de venganza.
John Barry compone una admirable banda sonora, contando por segunda vez con la inigualable Shirley Bassey en el tema principal. Ken Adam vuelve a lograr un óptimo trabajo en los decorados, al igual que Ted Moore en la fotografía y Maurice Binder en los créditos principales.
A Richard Maibaum en el guión se le une Tom Manckiewicz, quien volvería a escribir los textos de dos cintas más del espía británico. Ambos descartan la mayor parte de la trama de la novela de Fleming, de la que solo comparten algunas locaciones, pero parten curiosamente de un sueño que tuvo el productor Albert Broccoli, en el que James Bond tenía un encuentro con el misterioso magnate Howard Hugues, amigo intimo de Broccoli; también se adiciona a Blofeld, suprimiendo a los villanos de la novela, los hermanos Spang; pero mantienen a la hilarante y malvada pareja de homosexuales Mr. Kidd y Mr. Wint, quienes protagonizan algunas de las escenas más memorables de la cinta.
Regresa por tercera vez consecutiva el siniestro Ernst Stavro Blofeld, esta vez encarnado con carismática villanía por Charles Gray, quien se luce en el papel, a pesar de que ya había participado en un rol secundario de un filme anterior de Bond.
Las chicas Bond de esta aventura son la contrabandista pelirroja Tiffany Case y la exuberante Plenty O’Toole (hay una escena sensual con ella luego de jugar en el casino besándola apasionadamente en la entrada a su habitación del hotel), quienes dan así inicio a una serie de Girls Bond de carácter siempre sensual, al igual que las anteriores coestrellas, quienes destacaban no solo por una apabullante belleza, sino también por alguna destreza intelectual o instintiva.
Diamonds are forever mantiene un ritmo ágil, lúdico y entretenido, exaltando a Connery como el Bond original, y conteniendo momentos dignos de mención, como las andanzas de Mr. Wint y Mr. Kidd, el encuentro de Bond con Blofeld y su clon, la visita a la funeraria de Morton Slumber, la lucha cuerpo a cuerpo con Peter Franks en el elevador, la presentación de Bambi y Thumper, el ya mencionado prologo, y la explosiva y jocosa escena de clausura a bordo del Queen Mary.
By Julio Ríos
VERY LOW-CUT WITH BARE SKIN AND NO BRA THROUGH THE DRESS THAT JILL WEARS WITH HER NAKED BODY UNDERNEATH
James Bond (Sean Connery) is sent to Holland to investigate with Tiffany Chase (Jill St. John), a theft of diamonds from South Africa.
Connery, replaced by George Lazenby in "007 On Her Majesty's Secret Service", reprised his role as Ian Fleming's famous British spy in this film that mixes adventure, romance and humour to outstanding effect.
It alternates memorable moments of frenetic motor chase, extreme situations and confrontation of personalities between two charismatic characters, hero (Bond) and villain (a Blofeld played by Charles Gray); with others more rambling, arrhythmic and formulaic within an entertaining plot with various locations (Las Vegas, the canals of Amsterdam) and the usual charismatic and ironic comedy of its protagonist.
Jill St. John, the film's "beautiful Bond Girl" (her rapprochement with Bond appears in the film as a subtle relationship, where they are only seen lying naked and the romance is carried out discreetly); she appears in the middle of the film scantily clad (almost naked) in a bikini –the photograph illustrating this chronicle shows the beautiful Jill showing more skin than clothes, she is naked and very low-cut through the outfit and without underwear, she does not wear a bra and wears the vaporous and elegant black garment with the naked body underneath– standing out above all in carnal exposure. John shows some sparkle, and the participation of the female wrestlers Pluto and Bambi (Trina Parks and Lola Larson), who give him an overview of their martial arts, giving 007 a hard time, who finally controls them and chastises them in the swimming pool, is very funny.
James Bond (Sean Connery) is seeking revenge against Blofeld (Charles Gray). Diamonds are smuggled on a massive scale in South Africa and Holland. The British government, in its concern, decides to assign the investigation to Bond in order to follow the route of the diamonds and find out the eventual purpose of the enigmatic man behind the operation, a Vegas tycoon named Willard Whyte (Jimmy Dean).
Sean Connery returns to play, in the saga of the original producers for the last time (in fact the penultimate time; he officially concludes as Bond in "Never Say Never Again"), the character that made him a star, after the previous film and the resignation of George Lazenby, who would only wear the shoes of 007 for one occasion.
French director Guy Hamilton also returns, after bringing to the screen Goldfinger, the third instalment of the series. This time Hamilton focuses more on humour and leaves aside the psychology of Fleming's character, except for the mysterious prologue, in which James Bond stalks several characters in search of revenge.
John Barry composes an admirable soundtrack, featuring for the second time the incomparable Shirley Bassey on the main theme. Ken Adam again does a fine job on the sets, as does Ted Moore on the cinematography and Maurice Binder on the main credits.
Richard Maibaum on the screenplay is joined by Tom Manckiewicz, who would return to write the texts for two more films of the British spy. Both discard most of the plot of Fleming's novel, of which they only share some locations, but curiously start from a dream that the producer Albert Broccoli had, in which James Bond had a meeting with the mysterious tycoon Howard Hughes, a close friend of Broccoli; Blofeld is also added, deleting the villains of the novel, the Spang brothers; but they keep the hilarious and evil homosexual couple Mr. Kidd and Mr. Wint, but keep the hilarious and evil couple of homosexuals Mr. Kidd and Mr. Wint, who are the main characters of the novel. Mr. Kidd and Mr. Wint, who star in some of the film's most memorable scenes.
Returning for the third consecutive Bond film is the sinister Ernst Stavro Blofeld, this time played with charismatic villainy by Charles Gray, who excels in the role, despite having played a supporting role in a previous Bond film.
The Bond girls in this adventure are the red-haired smuggler Tiffany Case and the exuberant Plenty O'Toole (there is a sensual scene with her after gambling in the casino, kissing her passionately at the entrance to her hotel room), who kick off a series of consistently sensual Bond girls, like the previous co-stars, who were noted not only for stunning beauty, but also for some intellectual or instinctive prowess.
Diamonds are forever maintains a brisk, playful and entertaining pace, exalting Connery as the original Bond, and containing noteworthy moments, such as the wanderings of Mr. Wint and Mr. Kidd, Bond's encounter with Blofeld and his clone, the visit to Morton Slumber's funeral home, the hand-to-hand fight with Peter Franks in the elevator, the introduction of Bambi and Thumper, the aforementioned prologue, and the explosive and jocular closing scene aboard the Queen Mary.
Julio Ríos, escritor y crítico de arte, licenciado en ciencias de la comunicación, es asesor en proyectos de redacción. Escribió el libro DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017). En la fecha trabaja una novela basada en la vida y obra de W.A.Mozart. Estudió en la Universidad Mayor Real y Pontifica de San Francisco Xavier de Sucre y en la Universidad Católica de La Paz. Hizo un diplomado en investigación periodística en la Universidad de La Jolla en San Diego, California.
UN ANTES UN DESPUÉS. Jill St. John, La “Bond Girl”, en “Diamantes para la eternidad 007”, es una mujer muy hermosa y de un rostro bellísimo. Nació en Los Ángeles, California USA, en 1940, en una familia judía con el nombre de Jill Arlyn Oppenheim. Sus mayores éxitos en el cine tuvieron lugar durante la década de 1960 y comienzos de la de 1970, incluyendo el primer y segundo episodios de la serie de televisión Batman y la referida película Diamonds are Forever de la saga James Bond.
En un ANTES, Jill –en la primera foto está con una toma que ha recorrido revistas, portadas, periódicos y retrospectiva en redes sociales; se la ve a pecho desnudo detrás de una camisa abierta sin sostén asomando sus atributos anatómicos–, es conocida por tener un cociente intelectual de 162 y por haber sido admitida en la Universidad de UCLA a los catorce años.
La segunda foto ratifica su belleza y su elegancia. Muy escotada viste una indumentaria ligera a través de sus pechos desnudos, habida cuenta que la usa sin sujetador ni prenda alguna, y la viste con el cuerpo totalmente desnudo por debajo.
La tercera foto, Jill –se la observa con un pijama de seda muy transparente, sin prendas interiores debajo, especialmente no usa sujetador y la vaporosa prenda viste su cuerpo desnudo por debajo– da autenticidad a su rol como “Bond Girl”. Las películas de James Bond se caracterizan por emplear mujeres atractivas en papeles clave de la narración, pero siempre secundarios al del propio Bond, y no repiten en otra película. El prototipo de una Chica Bond en Jill es acercar a una mujer con clase, sofisticada, independiente, que habla claro y de forma interesante, que no muestra su miedo, valiente, con confianza en sí misma y buena actitud, desinteresada, que siempre aparece realzando sus rasgos sutilmente con un poco de maquillaje y haciendo que su cabello luzca. Sin ser exigente ni recargada en el vestuario, pero notablemente sensual. Es una mujer con fluidez de idiomas y sobre todo, una mujer inteligente y con un equilibrio entre una actitud distante y un interés potencial.
La cuarta foto muestra a Jill en la tendencia braless, que aunque cubierta marca sutilmente sus pechos desnudos por debajo de la prenda cerrada. Una foto de sus mejores momentos en que se la conocía como una sexy pelirroja.
La quinta foto es una toma muy famosa y muy característica en referencias escritas. Es una muestra gráfica muy profesional y de calidad en retratar a Jill que se muestra en una piscina con una camisa celeste muy delgada y transparente y más traslucida en la fotografía por mostrar la piel desnuda de la artista, destacándose sus pezones en una forma revestida de arte.
Jill en un DEPUÉS, está veterana y bella. Tiene 80 años vividos con filosofía, acatando dócilmente el consejo de los años y abandonando con donaire las circunstancias de la juventud. Aparece son su esposo, Robert John Wagner Jr. (Detroit, 10 de febrero de 1930); tiene 91 años y es un actor estadounidense del cine clásico y televisión. En los años 50 fue una estrella juvenil de cine, en los 60 con papeles secundarios más adultos y en los 70 y 80 una estrella televisiva con las series Ladrón sin destino (1968-1970) y Hart to Hart (1979-1984). Está casada con bella Jill St. John.
Jill St. John, the "Bond Girl" in "Diamonds for Eternity 007", is a very beautiful woman with a beautiful face. She was born Jill Arlyn Oppenheim in 1940 in Los Angeles, California, USA, into a Jewish family. Her biggest film successes came during the 1960s and early 1970s, including the first and second episodes of the Batman TV series and the James Bond film Diamonds are Forever.
In a BEFORE –in the first photo she is in a shot that has been featured in magazines, covers, newspapers and social media retrospectives; she is seen bare-chested behind an open shirt with no bra showing off her anatomical attributes– is known for having an IQ of 162 and for having been admitted to UCLA University at the age of fourteen.
The second photo confirms her beauty and elegance. Very low-cut, she wears a light garment through her bare breasts, given that she wears it without a bra or any other garment, and she wears it with her body completely naked underneath.
The third picture, Jill –she is seen wearing sheer silk pyjamas, with no undergarments underneath, especially no bra, and the sheer garment drapes her naked body underneath– lends authenticity to her role as a "Bond Girl". James Bond films are characterised by the use of attractive women in key narrative roles, but always secondary to Bond himself, and not repeated in another film. The prototype of a Bond Girl in Jill is to portray a classy, sophisticated, independent, plain-spoken, interesting, fearless, courageous, self-confident woman with a good attitude, selfless, who always appears to subtly enhance her features with a little make-up and make her hair stand out. Not fussy or overdressed, but remarkably sensual. She is a woman fluent in languages and above all, an intelligent woman with a balance between aloofness and potential interest.
The fourth photo shows Jill in the braless trend, which although covered subtly shows her bare breasts underneath the closed garment. A photo from her best moments when she was known as a sexy redhead.
The fifth photo is a very famous shot and very characteristic in written references. It is a very professional and quality graphic display of Jill shown in a swimming pool with a very thin and transparent light blue shirt and more translucent in the photograph by showing her bare skin, highlighting her nipples in an artfully coated form.
Jill in an AFTER, she is old and beautiful. She is 80 years old, lived philosophically, meekly heeding the advice of the years and gracefully abandoning the circumstances of youth. She appears with her husband, Robert John Wagner Jr. (Detroit, 10 February 1930); he is 91 years old and is an American actor in classic films and television. In the 1950s he was a youth film star, in the 1960s in more adult supporting roles, and in the 1970s and 1980s a television star in the series Thief Without a Destiny (1968-1970) and Hart to Hart (1979-1984). She is married to the beautiful Jill St. John.
Sean Connery es 007
JAMES BOND