AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD
On Her Majesty's Secret Service
George Lazenby
On Her Majesty's Secret Service (titulada 007 al servicio
de su Majestad México y Al servicio secreto de su Majestad en España, Argentina
y Chile) es una película británica de espionaje y la sexta película de la serie
oficial de James Bond para el cine. Pese
a que su contrato era por 7 entregas, durante la realización de la película,
Lazenby anunció que interpretaría el papel de Bond solo una vez. Connery
regresaría dos años después para protagonizar Diamonds Are Forever.
En esta entrega, Bond enfrenta a su archienemigo Blofeld
(Telly Savalas), que está planeando retener al mundo mediante la amenaza de
hacer infértiles todas las plantas alimenticias y el ganado a través de las
acciones de un grupo de "ángeles de la muerte" con el cerebro lavado,
a menos que sus demandas de una amnistía internacional, el reconocimiento de su
título como Conde De Bleuchamp (la forma francesa de Blofeld) y el ser
permitido retirarse a la vida privada sean satisfechas. En el camino, Bond se
encuentra, se enamora y finalmente se casa con la Condesa Teresa di Vicenzo
(Diana Rigg).
Es la única película de Bond dirigida por Peter R. Hunt,
quien antes había sido editor y director de la segunda unidad en las anteriores
películas de la saga. Hunt, junto a los productores Albert R. Broccoli y Harry
Saltzman, decidieron producir una película más realista que siguiera de cerca
la novela. Se rodó en Suiza, Inglaterra y Portugal desde octubre de 1968 hasta
mayo de 1969.
En la secuencia precréditos M (Bernard Lee), Q (Desmond
Llewelyn) y Moneypenny (Lois Maxwell) buscan a James Bond (George Lazenby),
quien cuando iba por una carretera le salva la vida a una hermosa mujer que
intentaba suicidarse tirándose al mar. Después la mujer huye mientras Bond se
enfrenta a varios matones que la persiguen.
Bond, aún de viaje, se hospeda en un hotel donde ve el
mismo automóvil de la mujer a la que salvó. Esa noche en el casino del hotel
Bond juega al bacará y descubre de nuevo a la mujer que salvó, cuyo nombre es
Teresa di Vicenzo (Diana Rigg).
Bond pretende pasar una noche con ella luego de salvarle la vida por segunda vez (ya que no podía pagar lo que perdió jugando al bacará) y a la mañana siguiente abandona el hotel, después de lo cual varios matones, entre ellos uno con el que se había encontrado la noche anterior al principio, llevan a Bond a la oficina de Marc Ange Draco (Gabriele Ferzetti), mafioso líder sindical de la Union Corsa y dueño de una constructora.
Draco se entera de las hazañas con que Bond ha salvado a su
hija Tracy di Vicenzo y le propone casarse con ella a cambio de descubrir el
paradero de su archienemigo Ernst Stravro Blofeld (Telly Savalas), y Bond
acepta pese a que solo quiere seguir su vida de soltero sabiendo que ella ha
pasado por momentos difíciles.
Después se dirige al cuartel del MI6, donde M lo releva de la misión de buscar a Blofeld: Bond le asegura que Blofeld ya está en sus manos, pero no consigue disuadir a su jefe de su decisión. Enojado, abandona la oficina de M, pide a Moneypenny que redacte su renuncia al MI6 y va a su despacho para recoger sus objetos personales.
Al salir se entera que Moneypenny no redactó la renuncia, pero sí un permiso aceptado por M. Bond se reúne con Tracy di Vicenzo y su padre Marc Ange Draco (quien cumplía años), y además de darle un millón de dólares este lo compromete con su hija. Bond estando enamorado por segunda vez domina a Tracy e inician una relación.
Más tarde Bond, buscando información de Blofeld, llega a
una pequeña oficina en Berna perteneciente a un abogado llamado Gebrüder
Gumbold (James Bree), este sale de su oficina y Bond se infiltra en ella donde,
ayudado por Shaun Campbell, (Bernard Horsfall), miembro de la constructora
Draco y aliado del agente, logra robar documentos de su caja fuerte que
vinculaban a Blofeld con el Colegio de Armas de Su Majestad y con un
genealogista del mismo llamado Sir Hillary Bray: sirviéndose de una copiadora
(la misma máquina que usó para abrir la caja fuerte) Bond logra copiar los
documentos antes de que llegue Gumbold.
Más tarde Bond se dirige a la residencia de M donde, en su
despacho, le habla de los documentos: M exige a su agente que obedezca la orden
de seguir fuera de la misión pero Bond lo convence mostrándole los documentos y
al rato Bond se entrevista con Sir Hillary Bray (George Baker) quien, sabiendo
de su misión, le pide suplantarlo para poder llegar a Blofeld mientras se iba
de vacaciones, aprovechando también que ni Bray ni Blofeld se conocían
personalmente.
Bond sigue el rastro de Blofeld hasta Suiza donde Blofeld, bajo la identidad de Conde Balthazar De Bleauchamp (título que pide al Colegio de Armas), dirige una clínica para investigación de alergias en Piz Gloria. Guiado por la asistente de Blofeld, Irma Bunt (Ilse Steppat) Bond llega a la clínica (aún vigilado por Campbell) donde mantiene su falsa identidad y gana confianza en las instalaciones del villano. Más tarde Bond llega a una pequeña sala donde varias hermosas mujeres, pacientes de la clínica, reciben con entusiasmo al supuesto genealogista.
Bond descubre además que las pacientes han sido curadas de
sus alergias a distintos alimentos y dos de ellas expresan interés hacia Bond:
Ruby Barlett (Angela Scoular) y Nancy (Catherina von Schell). Bond es llevado
con Blofeld quien asumiendo su identidad de conde recibe a Bond (creyendo que
era Sir Hillary Bray) y le da documentos para que estudie sus ancestros y poder
así asumir definitivamente el título nobiliario.
Esa noche, además de estudiar los ancestros de Blofeld,
Bond escapa de su habitación herméticamente cerrada para mantener un romance
con Ruby, alegando prestarle un libro sobre heráldica, donde a la vez el agente
se da cuenta de que Blofeld la hipnotiza con su voz grabada y llenando la
habitación con luces de colores.
Bond vuelve a su habitación sin ser visto donde mantiene
otro romance, esta vez con Nancy. Al día siguiente Campbell, preocupado porque
Bond no hubiese salido de la clínica, se acerca al teleférico donde le dicen
que Piz Gloria es propiedad privada.
Mientras Bond se encuentra con las chicas para jugar
Curling, Campbell por su parte intenta escalar al Piz Gloria vestido como
alpinista, pero es detenido por orden de Blofeld (cuyo soldado había reconocido
a Campbell en el teleférico) y su equipo decomisado, Bond le pide a Blofeld
viajar a Augsburg (donde Blofeld sería arrestado sin violar la soberanía suiza)
para investigar a sus ancestros y secretamente promete a Ruby y a Nancy verse
con ellas en la noche en distinta hora ya que las mujeres abandonarían la
clínica.
Esa noche Bond entra a la habitación de Ruby pero encuentra
a Bunt quien junto con un guardia secuestran a Bond, quien al rato despierta en
la oficina de Blofeld quien había reconocido su identidad ya que comúnmente el
verdadero Sir Hillary no coquetea con mujeres, hace a la perfección su trabajo
y sabe que los ancestros de Blofeld están enterrados en otro sitio.
Blofeld confiesa que su clínica entrena mujeres a las que llama "Ángeles de la Muerte" para dispersar un virus capaz de extinguir plantas y animales necesarios para la economía del mundo y así presionar a la ONU haciéndole pagar un enorme rescate para evitar una guerra biológica y que mantendrá al agente como rehén para demostrar que sus intenciones son serias.
Bond es llevado al cuarto de máquinas del teleférico y Blofeld le muestra al agente el cadáver colgante de Campbell. Mientras tanto las chicas descubren que Blofeld les ha dado regalos, los cuales contienen cosméticos, un frasco de perfume con el virus y un pequeño radio para que obedeciesen la voz de Blofeld y dispersaran el virus.
Bond con dificultad logra
salir del cuarto y entrar de nuevo a la clínica y observa el proceso planeado
por Blofeld quien con su voz da las instrucciones de cómo usar el
"regalo".
Bond baja al primer piso donde neutraliza a un guardia y
escapa del edificio en el armario de esquís. Los guardias percatarse del escape
se dan a la persecución de Bond junto con Blofeld. Con dificultad Bond
neutraliza a algunos guardias y luego llega Lauterbrunnen donde intenta eludir
todavía más a Irma Bunt y varios guardias que lo buscaban, Bond se encuentra
con Tracy quien lo ayuda a escapar pero no logra eludir todavía la persecución.
Confiados en que les habían perdido el rastro, Tracy da tiempo a Bond para que contactase a M en Londres pero es interceptado por los secuaces de Blofeld y tras otra persecución, Bond y Tracy los pierden en medio de una carrera de coches y con dificultad logran salir de la carrera dejando el coche de Bunt y sus secuaces en llamas, aunque con estos escapando.
Bond y
Tracy continúan, pero tras una tormenta de nieve se esconden en un pequeño
granero donde pasan la noche y Bond le promete buscar otro trabajo y le propone
matrimonio y Tracy acepta.
Al día siguiente los secuaces de Blofeld llegan al granero
para ver que Bond y Tracy habían escapado, ellos huían esquiando en un momento
efímeramente romántico; Blofeld y sus soldados los perseguían y Bond y Tracy
huyen hasta un punto peligroso de avalanchas donde el villano provoca un gran alud
que entierra a Bond y a su prometida. Convencido de haber matado a Bond,
Blofeld toma a Tracy como rehén.
Bond pide a M ir a Piz Gloria y
destruir el complejo, pero M se niega diciendo que la operación había
terminado. Bond no se queda de brazos cruzados y llama a Draco para organizar
una operación para rescatar a Tracy y vencer a Blofeld.
Bond y Draco llegan a Piz Gloria camuflados desde
helicópteros de la Cruz Roja mientras que Blofeld le ofrece a Tracy todo para
conquistarla, con cazas persiguiendo a los helicópteros de Draco.
Tracy reconoce la voz de su padre y conlleva a
Blofeld a que la lleve al comedor para ver como los helicópteros bombardeaban
el complejo de Blofeld, Tracy por su parte se enfrenta a Gunther (Yuri
Borienko), un guardia de Blofeld y difícilmente logra vencerlo y Draco saca a
Tracy de la batalla.
Bond logra destruir el centro con la ayuda de Draco
y se da a la persecución de Blofeld una vez destruye el complejo. Blofeld huye
hacia un bobsled de carreras en una batalla a muerte con Bond, cuando este se
enfrasca en una pelea en el mismo bobsled y Blofeld queda colgando del cuello
en un árbol, aparentemente rompiéndose el cuello, y Bond supone que ha acabado
con su enemigo.
Unos días después Bond y Tracy se casan, Q le desea
lo mejor a Bond y M y Draco sostienen una pequeña entrevista.
Bond se despide de Monneypenny para ir a su luna de
miel, pero finalizando la fiesta de bodas en plena carretera cuando discutían
cuántos hijos tendrían y Bond quitaba las flores del coche, la ayudante de
Blofeld Irma Bunt lanza una ráfaga de metralla contra Bond y Tracy desde un
coche manejado por su jefe, quien lleva un collarín cervical.
Bond, que planeaba ir tras Blofeld, descubre que
Tracy ha muerto a causa de los disparos y decide tener en sus brazos a su
esposa muerta a la vez que le dice a un policía de tránsito que pasaba por el
lugar que ella solo está descansando.
Julio Ríos
James Bond (George Lazenby), con el objetivo de encontrar a Ernst Stavro Blofeld (Telly Savalas), conoce y se enamora de Tracy (Diana Rigg), la hija de un constructor que también se dedica a asuntos pandilleros (Gabriele Ferzetti).
Aunque es apartado del caso, Bond encuentra a Blofeld en los alpes suizos, lugar en donde ha creado una clínica con propósitos poco saludables.
Lazenby se vistió de esmoquin —usó una camisa totalmente ceñida al cuerpo (entonces de moda en la alta costura) de material de algodón delgado y transparente con volados sobre el pecho desnudo debajo—, jugó en el casino, tuvo romances y momentos sexuales, lució falda escocesa, esquió y bebió martinis en esta sexta aventura de James Bond. Se inicia una segunda etapa en la saga dentro de una película significada por la ausencia de un Sean Connery que regresó al personaje que le dio fama internacional poco después para rodar “Diamantes Para La Eternidad”.
Al margen de la desvinculación con la serie 007 de Connery, esta película se convierte en una historia de amor, acompañada de las notas musicales en la voz del célebre y famoso trompetista de jazz, Louis Armstrong, y la canción “We have All the time in the world”. Sin vacilación alguna, es importante en norte de los productores y autores de la saga en asomar mayor sensibilidad al otrora imperturbable y desenfadado héroe británico y eludir un final convencional, dotándole de aspectos taciturnos y trágicos sin perder dosis de humor negro. Es el filma, el romance, el matrimonio y la viudez de 007.
Lazenby exhibe capacidad para las artes marciales y, aunque más solemne y parco que Sean Connery, concede presencia y sobriedad al personaje. Peter Hunt maneja con artesanía y ritmo las secuencias de acción, principalmente las desarrolladas en escenarios suizos.
Tiene fuerza y total entretenimiento para resultar disfrutable, en especial para los seguidores más vigorosos de Bond. Aparecen partes de suspenso y acción, mostrando a un Bond que sabe pelear y tiene dominio de las artes marciales, y la intriga no deja de ser menor, incluso con actitudes amorosas para la base romántica del film.
James Bond (George Lazenby) continúa su investigación, siguiendo el paradero de Ernst Stavro Blofeld (Telly Savalas). Para esto contara con la ayuda del líder criminal Marc-Ange Draco (Gabriele Ferzetti), y de paso, conocerá a su hija, la bella —que ilustra esta crónica vestida con un cinturón negro grueso y una camisa muy escotada y desabotonada sin sujetador a través de la piel muy desnuda de la artista, prensa que la luce con el cuerpo desnudo debajo— pero aparentemente inalcanzable Condesa de Vicenzo (Diana Rigg). Más tarde, Bond descubrirá la intención de Blofeld de amenazar la salud y la economía global utilizando a un grupo de mujeres o “ángeles de la muerte”.
Otra obra maestra dentro de la serie Bond, dirigida por Peter Hunt, el antiguo editor de la serie, quien logra el más fiel acercamiento a la novela de Ian Fleming, con guión de Richard Maibaum, y presentando por primera vez un nuevo rostro para el agente 007, el antiguo modelo masculino y vendedor de autos australiano George Lazenby, sin una formación dramática previa, pero llenando los zapatos del gran Sean Connery con una acertada interpretación, que para el epilogo requirió una emotividad jamás vista en el personaje.
La bella protagonista de la serie “The Avengers” Diana Rigg se une al reparto de esta cinta, en la que interpreta a Teresa “Tracy” De Vicenzo, la hermosa, rica, rebelde e impredecible hija de Marc-Ange Draco, el líder de la organización criminal Corsa.
Sin el regreso de Donald Pleasence, Telly Savalas hace lo suyo como un resquebrajado Ernst Stavro Blofeld, luego de que sus anteriores planes fuesen frustrados por James Bond, y la organización criminal SPECTRE sucumbiese frente a la oportuna acción del 007 y sus aliados.
John Barry compone tal vez su mejor partitura hasta la fecha, contando con una versión instrumental para los memorables títulos de Maurice Binder y escribiendo junto a Hal David la bellísima e imperecedera balada romántica que simboliza perfectamente la unión del solitario James Bond y su atormentada amante Tracy
Michael Reed consigue una de los mejores trabajos fotográficos en la serie, apoyado por el fastuoso diseño de producción de Syd Cain y la fotografía aérea de Johnny Jordan, veterano de la serie, quien perdería una pierna en la secuencia “Little Nellie” del anterior film. Regresa John Stears como supervisor de efectos visuales, y como nueva adición se encuentra John Glen, a cargo de la elaborada segunda edición y montaje. Más tarde, Glen se convertiría en director de cinco filmes Bond.
Los momentos memorables son incontables en esta cinta, destacando el fascinante prologo, donde hace su entrada el nuevo Bond, quien no solo se presenta con la mítica frase “Bond, James Bond” sino que además observa directamente a la cámara y pronuncia un rotundo: “This never happened to the other fellow”, haciendo una jocosa referencia al cambio de actores; la renuncia de Bond al servicio secreto; o el, por mucho, devastador epilogo, en que el pasado de James Bond, el misterioso, melancólico, encantador, volatil, cauteloso pero erróneamente catalogado como “insensible” espía británico, regresa para cobrar la abominación a la que deberá acostumbrarse por los días que le queden de vida, indiferente al dolor abismal que experimente su atormentada y recóndita alma.
Al margen de las extraordinarias e increíbles escenas de acción a las que estamos acostumbrados, esta es la cinta más impresionable y humana que se conoce sobre el personaje más grande de todos los tiempos.
James Bond un personaje de sueños y placeres improbables, pero no imposibles, un 007 arquetípico héroe de la modernidad, y de todos los tiempos, un agente británico cuyo trabajo es apostar su vida bajo el acoso de ambiciosas mentes pérfidas.
Bond, el hombre, el comandante de la marina, es quien suracará miles de peligrosas aventuras alrededor del planeta, salvando el día sin que se le premie, y besando fogozamente a una hermosa mujer desnuda en una confortable cama, y bebiendo champagne Bollinger, o un Martini, agitado, pero no revuelto. "My name es Bond, James Bond".
By Julio Ríos
LOW-CUT AND BRALESS, THE BEAUTIFUL TRACY WEARS AN UNBUTTONED SHIRT THROUGH THE NAKED BODY UNDERNEATH
James Bond (George Lazenby), in order to find Ernst Stavro Blofeld (Telly Savalas), meets and falls in love with Tracy (Diana Rigg), the daughter of a gangland builder (Gabriele Ferzetti).
Although taken off the case, Bond finds Blofeld in the Swiss Alps, where he has set up a clinic for unhealthy purposes.
Lazenby dressed in a dinner jacket —he wore a tight-fitting shirt, no underwear, no t-shirt (then fashionable in haute couture) of thin, sheer cotton material with ruffles over the bare chest underneath— gambled in the casino, had romances and sexual moments, wore a kilt, skied and drank martinis in this sixth James Bond adventure. A second stage in the saga began in a film marked by the absence of Sean Connery, who returned to the character that made him internationally famous shortly afterwards to film "Diamonds For Eternity".
Apart from the dissociation with Connery's 007 series, this film becomes a love story, accompanied by the musical notes in the voice of the famous jazz trumpeter Louis Armstrong and the song "We have All the time in the world". Without hesitation, it is important for the producers and authors of the saga to bring a greater sensitivity to the once unflappable and carefree British hero and to avoid a conventional ending, giving him taciturn and tragic aspects without losing a dose of black humour. It is 007's film, romance, marriage and widowhood.
Lazenby exhibits martial arts skills and, though more solemn and spare than Connery, gives the character presence and sobriety. Peter Hunt handles the action sequences with craftsmanship and pace, mainly those set in Swiss locations.
It has the power and sheer entertainment to be enjoyable, especially for the more vigorous Bond fans. There is suspense and action, showing a Bond who knows how to fight and has a mastery of martial arts, and the intrigue is not without some minor, even amorous attitudes to the film's romantic underpinnings.
James Bond (George Lazenby) continues his investigation, following the whereabouts of Ernst Stavro Blofeld (Telly Savalas). He is assisted by criminal leader Marc-Ange Draco (Gabriele Ferzetti) and meets his daughter, the beautiful —who illustrates this chronicle dressed in a very sexy and very developed (undoubtedly naked skin) with a thick black belt and a very low-cut and unbuttoned shirt without a bra (she does not wear a basic or vest) through the very naked skin of the artist, a garment that she wears with her naked body underneath— but apparently unattainable Countess de Vicenzo (Diana Rigg). Later, Bond discovers Blofeld's intention to threaten global health and the global economy using a group of women or "angels of death".
Another masterpiece in the Bond series, directed by Peter Hunt, the series' former editor, who achieves the most faithful approach to Ian Fleming's novel, scripted by Richard Maibaum, and featuring for the first time a new face for Agent 007, the former Australian male model and car salesman George Lazenby, with no previous dramatic training, but filling the shoes of the great Sean Connery with a fine performance, which for the epilogue required an emotionality never before seen in the character.
The beautiful star of "The Avengers" series Diana Rigg joins the cast as Teresa "Tracy" De Vicenzo, the beautiful, wealthy, rebellious and unpredictable daughter of Marc-Ange Draco, the leader of the Corsa criminal organisation.
Without the return of Donald Pleasence, Telly Savalas does his thing as a broken Ernst Stavro Blofeld, after his earlier plans are foiled by James Bond, and the SPECTRE criminal organisation succumbs to the timely action of 007 and his allies.
John Barry composes perhaps his finest score to date, including an instrumental version for Maurice Binder's memorable titles and co-writing with Hal David the beautifully timeless romantic ballad that perfectly symbolises the union of the lonely James Bond and his tormented lover Tracy.
Michael Reed achieves some of the best photographic work in the series, supported by Syd Cain's lavish production design and the aerial photography of series veteran Johnny Jordan, who would lose a leg in the "Little Nellie" sequence of the previous film. John Stears returns as visual effects supervisor, and a new addition is John Glen, in charge of the elaborate second editing and editing. Glen would later go on to direct five Bond films.
The memorable moments are countless in this film, with the fascinating prologue standing out, where the new Bond makes his entrance, who not only introduces himself with the mythical phrase "Bond, James Bond" but also looks directly into the camera and pronounces a resounding "This never happened to the other fellow", jokingly referring to the change of actors: "This never happened to the other fellow", making a jocular reference to the change of actors; Bond's resignation from the secret service; or the, by far, devastating epilogue, in which James Bond's past, the mysterious, brooding, charming, volatile, cautious but wrongly labelled "insensitive" British spy, returns to collect the abomination to which he must become accustomed for the remaining days of his life, indifferent to the abysmal pain experienced by his tormented and recondite soul.
Apart from the extraordinary and unbelievable action scenes we are used to, this is the most impressionable and human film ever made about the greatest character of all time.
James Bond a character of improbable but not impossible dreams and pleasures, an archetypal 007, an archetypal hero of modernity, and of all time, a British agent whose job it is to gamble his life under the harassment of ambitious perfidious minds.
Bond, the man, the naval commander, is the one who will go on a thousand dangerous adventures around the globe, saving the day without being rewarded, and fiercely kissing a beautiful naked woman in a comfortable bed, and drinking Bollinger champagne, or a Martini, shaken, but not stirred. "My name is Bond, James Bond".
Julio Ríos, escritor y crítico de arte, licenciado en ciencias de la comunicación, es asesor en proyectos de redacción. Escribió el libro DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017). En la fecha trabaja una novela basada en la vida y obra de W.A.Mozart. Estudió en la Universidad Mayor Real y Pontifica de San Francisco Xavier de Sucre y en la Universidad Católica de La Paz. Hizo un diplomado en investigación periodística en la Universidad de La Jolla en San Diego, California.
George Lazenby, 007 James Bond
Al margen de las extraordinarias e increíbles escenas de acción que asoma la saga de JAMES BOND, “Al servico secreto de su Majestad, sin vacilación alguna, esta es la película más impresionable y humana que se conoce sobre 007, el más grande de todos los tiempos, un personaje de sueños y placeres improbables, pero no imposibles, un arquetípico héroe de la modernidad, y de todos los tiempos, un hombre cuyo trabajo es apostar su vida bajo el acoso de ambiciosas mentes pérfidas, y de surcar miles de peligrosas aventuras alrededor del planeta, salvando el día sin que se le premie, y besando con pasión a una hermosa mujer desnuda en una confortable cama, y bebiendo champagne Bollinger, o un Martini, agitado, pero no revuelto.
El tema, tan lejos, en realidad único en toda la saga de JAMES BOND, es el del fallecimiento de la esposa de 007, cuya lápida con el nombre de Teresa Bond, se entrevera en la película “Sólo para tus ojos”, en la que 007 visita la tumba de su esposa con un hermoso ramo de flores. Entonces, “Al servicios secreto de su Majestad”, no tiene el final de todas las cintas de 007: un final feliz, de triunfo, de misión cumplida. Aquí no —la foto muestra al matrimonio Bond Tracy; él con la clásica vestimenta de matrimonio el día de su boda; y ella con un singular atuendo calado y transparente con el cuerpo desnudo debajo—; definitivamente el final no es feliz, es trágico, es triste, es el epílogo de una producción Bond, que nos sacó lágrimas.
Aside from the extraordinary and incredible action scenes that JAMES BOND's saga, "On Her Majesty's Secret Service, without hesitation, this is the most impressionable and humane film ever made about 007, the greatest of all time, a character of improbable but not impossible dreams and pleasures, an archetypal hero of modernity and of all time, a man whose job it is to gamble his life under harassment from ambitious and perfidious minds, and to navigate thousands of dangerous adventures around the planet, saving the day without hesitation, and of all time, a man whose job it is to gamble his life under the harassment of ambitious perfidious minds, and to sail thousands of dangerous adventures around the globe, saving the day without being rewarded, and passionately kissing a beautiful naked woman in a comfortable bed, and drinking Bollinger champagne, or a Martini, shaken, but not stirred.
The theme, so far, actually unique in the whole JAMES BOND saga, is that of the death of 007's wife, whose tombstone with the name of Teresa Bond, is interwoven in the film "For Your Eyes Only", in which 007 visits his wife's grave with a beautiful bouquet of flowers. So "On Her Majesty's Secret Service" does not have the ending of all 007 films: a happy ending, of triumph, of mission accomplished. Not here —the picture shows the Bond couple Tracy; he in the classic wedding dress on their wedding day; and she in a unique openwork and transparent attire with her naked body underneath— the ending is definitely not happy, it is tragic, it is sad, it is the epilogue of a Bond production, which brought tears to our eyes.