martes, 23 de noviembre de 2021

En el día INTERNACIONAL DEL NIÑO

 


En el día INTERNACIONAL

DEL NIÑO


JULIO RÍOS CALDERÓN

Página Siete, martes 23 de noviembre de 2021 


A los niños se les encuentra dondequiera: encima, debajo, dentro, trepando, colgando, corriendo o brincando. Las mamas los adoran, las niñas los detestan, los hermanos mayores los toleran, los adultos los ignoran y el cielo los protege. Un niño es la verdad con la cara sucia, la belleza con una cortada en el dedo, la sabiduría con el chicle en el pelo, y la esperanza del futuro con una rana en el bolsillo.

Cuando estas ocupado, un niño es un carnaval de ruido desconsiderado, molesto y entrometido. Cuando quieres que de una buena impresión, su cerebro se vuelve de gelatina o se transforma en una criatura salvaje y sádica orientado a destruir el mundo y a sí mismo.

Un niño es una combinación: tiene el apetito de un caballo, la digestión de un traga-espadas, la energía de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador, la imaginación de Julio Verne, la vergüenza de una violeta, la audacia de una trampa de fierro, el entusiasmo de una chinampina y cuando hace algo tiene cinco dedos en cada mano.

Le encantan los helados, las navajas, las sierras, las navidades, los libros de historietas, el chico de enfrente, el campo, el agua (pero no en la regadera), los animales grandes, papa, los trenes los sábados por la mañana y los carros de bomberos.

Le desagrada las clases de doctrina, estar acompañado, los colegios, los libros sin ilustraciones, las clases de música, las corbatas, los peluqueros, las niñas, los abrigos, los adultos y la hora de acostarse. Nadie más se levanta tan temprano, ni se sienta a comer tan tarde. Nadie más se divierte tanto con los árboles, perros y la brisa.

Nadie más puede traer en el bolsillo, un cortaplumas oxidado, media manzana, un metro de cordel, un saco vacío, dos pastillas de chicle, seis monedas, una honda, un trozo de sustancia desconocida y un auténtico anillo supersónico con un compartimento secreto. Un niño es una criatura mágica.

Puedes cerrarle la puerta de tu despacho, pero no puedes cerrarle la puerta del corazón. Puedes sacarlo de tu estudio, pero no puedes sacarlo de tu mente. Mejor ríndete, es tu amo, tu carcelero, tu jefe y tu maestro, una carita sucia corretea gatos, un manojito de ruido. Pero cuando regresas a casa por las noches, con tus sueños y esperanzas hechas trizas, él puede remediarlas y dejarlas como nuevas con dos mágicas palabras: Hola Papi.

JULIO RÍOS, ES ESCRITOR Y CONSULTOR