PLASTICA
EN PANDEMIA
LA COVID –
19
La obra
de
LAURA
FRONTINI
PINTURA
ATRACTIVA Y CONTESTARIA
Laura Frontini, artista plástica
nace en el año 1969 en la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.
Su trayectoria, se mantiene inalterable desde 1998 a las fechas contemporáneas,
sus obras y su estilo de pintura se identifican con el expresionismo, la
intensidad de la expresión sincera aún a costa del equilibrio normal.
Defensora de los derechos humanos
e igualdades sociales, Laura a participado en diversos proyectos de
solidaridad, realizando muestras con sus obras, en función de ayudar a
sensibilizar la opinión publica en problemas actuales y de relevancia para
todos.
Desde muy pequeña su inquietud por las obras de famosos pintores de su país Uruguay la llevan a estudiar su arte y sus biografías, tales como Torres Garcia, Blanes, Barradas, etc.
Laura comienza a realizar algunos trabajos, primero para grupos pequeños de personas conocidas, quienes sugieren a la artista a hacer públicos sus trabajos.
Es así que luego de muchos años de recopilación de sus pinturas la pintora decide salir fuera de su país natal. expone primero en la ciudad de Montevideo, luego viaja a Buenos Aires, y un tiempo más tarde visita Brasil, recorriendo así algunos de los estados del Sur, es donde decide vivir actualmente.
Ha participado en varias muestras colectivas e
individuales preocupándose siempre en la realización de obras benéficas para
los más necesitados, su constante preocupación por llevar al lienzo las
diferentes problemáticas socioculturales hacen que encontremos en sus lienzos
la cruda realidad de la que todos somos parte, los derechos de los más
vulnerables son los que caracterizan la pintura de esta artista plástica
Uruguaya denominando que su estilo de pintura se identifique dentro del
expresionismo, la intensidad de la expresión sincera aún a costa del equilibrio
normal.
Con sus exposiciones y otras muestras, Laura
Frontini, intenta llevar al lienzo las vivencias positivas y negativas que un
niño experimenta a lo largo de su vida hasta convertirse en adulto. A las
experiencias sanas y estimuladoras las denomina sumas; mientras que a las
difíciles las llama restas.
Según la
artista “los niños que ayer fuimos, somos hoy la consecuencia de nuestros
triunfos y fracasos. Démosles a nuestros niños, una sana y provechosa
vivencia para que sean individuos felices mañana”.
Ha ganado el Premio ''VICTORIA''2016, y el Premio
''EL FAROL''2018. Recibe por reconocimiento a su trayectoria como artista y su
incansable labor de trabajar en proyectos de carácter socio culturales que
sirvan para sensibilizar la opinión pública, el prestigioso premio ''VICTORIA
'' en el año 2016
La artista viene trabajando incansablemente
intentando que el arte llegara a todos y dando uso de este para sensibilizar la
opinión pública en temas de carácter socioculturales de la actualidad. Pensando
siempre en usar el arte como eslabón para unir ideas, culturas y pueblos
En el corriente año setiembre del 2018 obtuvo
un segundo reconocimiento a su carrera artística recibiendo el premio ''El
Farol'' en el Ateneo de Montevideo.
La búsqueda de sucesivas formas
de ruptura de las convenciones nunca tuvo fin para Laura, porque, cada vez más
rápidamente, lo que era provocador pasaba a ser primero tolerado y después
incluido en el mainstream institucional y del mercado del arte, que era el
verdadero estímulo para que surgieran nuevas provocaciones.
Laura en la línea de los simbolistas o postimpresionistas, especialmente Gauguin y Van Gogh, con el uso de colores vivos, aplicados con gruesas y amplias pinceladas o en superficies relativamente grandes (cloisonismo) hace del color un uso cromático y liberador, abiertamente conectado con el temperamento de las emociones de la artista, que con la idea de que la manipulación del color expresa, no el aspecto de los objetos como se percibe físicamente, sino el estado de ánimo que la lleva a un campo de protesta por las injusticias. Pintura de alto contenido social, el de Laura.
El arte de Laura, sin duda, se proyecta a niveles insospechados en una técnica que se asocia también a la plástica contemporánea, por cuanto suele referirse a obras originadas a partir de la mitad del siglo XX.
En esta realidad, los cuadros y trabajos de Laura, engloban un conjunto muy heterogéneo de prácticas cuya asignación a la contemporaneidad es relevante. Se aborda esta temática, ahondando a menudo en la diferencia con el Arte moderno y su acotación histórica.
El lienzo suyo es singular, cual literatura moderna y literatura contemporánea
que denotan significados diferentes.
De manera mucho más clara, el concepto de la plástica, suele reservarse para
un público moderno (de la industria pictórica de consumo masivo); pero también
su pintura, profundamente contemporánea ella la hace para el observador que goza
de los resultados que asoma a los académicos del siglo XX —aunque también es
común encontrar obras e instituciones que asimilan ambas denominaciones y que
hablan de arte moderno y contemporáneo.
Además de la práctica artística propiamente dicha, el arte de Laura incluye
ámbitos tales como la crítica y teoría del arte, la educación artística con sus
instituciones educativas y escuelas de arte, la curaduría, las publicaciones
sobre arte contemporáneo, los medios de difusión y mediación, el coleccionismo
público y privado, las galerías y las ferias que constituyen su mercado, y por
otra parte el pensamiento filosófico, activista y la poesía
Julio
Ríos
Desde muy pequeña su
inquietud por las obras de famosos pintores de su país, Uruguay, la llevan a
estudiar su arte y sus biografías, tales como Torres García, Blanes,
Barradas, etc. Laura comienza
a realizar algunos trabajos, primero para grupos pequeños de personas conocidas,
quienes sugieren a la artista a hacer públicos sus trabajos.
Es
así que luego de muchos años de recopilación de sus pinturas la pintora decide
salir fuera de su país natal. Expone primero en la ciudad de Montevideo,
luego viaja a Buenos Aires, y un tiempo más tarde visita Brasil, recorriendo
así algunos de los estados del Sur, es donde decide vivir actualmente.
Artista
defensora de derechos e igualdades a participado en varias muestras colectivas
e individuales preocupándose siempre en la realización de obras benéficas para
los más necesitados. Su constante preocupación por llevar al lienzo las
diferentes problemáticas socioculturales hacen que encontremos en sus lienzos
la cruda realidad de la que todos somos parte, los derechos de los más vulnerables
son los que caracterizan la pintura de esta artista plástica Uruguaya,
denominando que su estilo de pintura se identifique dentro del expresionismo,
la intensidad de la expresión sincera aún a costa del equilibrio normal.
La creación y la
imaginación de Laura, se permite entrever en la rebelde industria de producción
de su arte de luz y los lugares en los que se exhiben, se conservan y se
documentan.
La composición del
trabajo de reflejo y luz, fusiona, en el trabajo de Laura, los elementos con la
mayor carga emotiva. El trabajo de mirarse en un cuadro, es uno de ellos,
cuando la artista sentada frente a su caballete mirándose, simboliza el origen
y diversidad de la vida.
Aunque tiene muchos
elementos para pintar, no se puede clasificar puramente como una artista que
sólo especifica esta temática. En mi opinión su pintura es una superficie
cubierta con formas en un cierto orden, pero diversificadas y trabajadas con
gran talento y éxito.
Para mí una pintura
es una superficie cubierta con representaciones de cosas, es el examen sagaz de
la conciencia creadora de la artista, donde la lógica y la ilustración no
tienen importancia, pero sí el símbolo. Así asoma la obra de Laura.
El refinamiento
técnico en el uso del lienzo pincelado se siente en la representación
de la piel humana que la aproxima casi al tacto. Las figuras, sensuales y
fuertes, sobresalen por la gran luminosidad y las transparencias que les dan
realismo. El peso de esas figuras otorga a sus mejores obras un sabor clásico
aun cuando sería difícil clasificarla dentro de esa categoría. Hay un
dramatismo en las sombras que envuelven las tonalidades de la carne que obligan
a situarla en aquella corriente con la que Laura hace culminar los misterios
del expresionismo. Se trata de un arte contemporáneo, donde el contenido
expresa los matices de claroscuro que acentúan la fuerza de una mano o de un
gesto, a veces revestido de acuciosa sensibilidad.
Hay que destacar, en
Laura, las partes del cuerpo porque si le diera a toda la misma importancia
perdería fuerza y se diluiría. La mirada dosificadora de esta artista resulta
en la pintura de cuerpos femeninos una gran sugerencia. En los torsos desnudos
los tonos rojizos de las sombras contrastan con la luminosidad de los tonos más
claros dando relieve a las formas que muestran los aspectos más características
del cuerpo femenino. La luz cae intencionalmente sobre ciertas partes para
expresar la tensión voluptuosa de sus líneas.
Es importante
destacar que estas figuras femeninas de Laura, ocupan ellas solas todo el
espacio; no hay otros personajes ni siquiera un fondo definido que los ubique
en lugares determinados. Es el festejo de la plasticidad del cuerpo femenino en
primeros planos lo que da connotaciones eróticas y sensuales sin excluir
sensaciones de paz y de armonía.
La mujer reclinada en
postura de descanso parece entregada al ensueño o a la meditación. La fuerza
del torso y de las piernas afirma en detalle una presencia física que, en su
tensión muscular niega la pasividad. La oscuridad del trasfondo contrasta con
la luz que cae sobre el torso destacando su belleza escultórica, comparable a
las obras de Maillol y Lipschtiz. En esta pintura de Laura, parecería que hemos
invadido la intimidad de la mujer, en ese punto donde se funden la fuerza y el
lirismo de su naturaleza.
Los desnudos se
caracterizan por una economía de líneas que resulta en retratos más sugerentes
que representativos. Las pinturas de figuras lánguidas sobre trasfondos
elusivos concentran la atención sobre la imagen femenina central. A veces
manifiestan turbulencias que convocan dramas psicológicos.
El carácter de sus
pinturas en tonos violetas, negros y ocres desafían la imaginación. El
espectador queda en libertad para establecer relaciones entre diversas
sensaciones anímicas. Se cubre un amplio espectro de estados que van de lo
puramente físico a lo espiritual en los cuadros de Laura.
La abstracción permite estilizar las imágenes, por ejemplo, de niños en una
silueta apenas definida que evita la mirada del voyeur y todo reduccionismo a
la pura característica de ingenuidad. La cuidadosa elección cromática acentúa
los contrastes entre los colores claros y los oscuros, del blanco al negro, que
pone en relieve una figura por un rostro indefinido que pudiera ser abstracto.
La obra de Laura por
la intimidad que denota se relaciona con otros similares que representan a la
mujer ocupada en su taller cotidiano. Querríamos notar en especial uno en el
que la temática central evoca aves y peces, con un movimiento amalgamado que
denota gran libertad.
Una obra, sin duda,
plausible. Una obra digna de estímulo y aplauso habida cuenta que Laura permite
coexistir, realidad, activismo, protesta y un arte que permite anunciar la
vida. Laura está ahora junto a nosotros en plena pandemia. Asomada de un
barbijo en su rostro, esta mascarilla combina con el muy escotado y elegante
atuendo, ambos de color negro, que la artista lo viste con piel denuda debajo.
By Julio Ríos
CHINSTRAP AND VERY LOW-CUT COMBINED TO LAURA WITH THE BLACK DRESS WITH BARE SKIN UNDERNEATH
From a very young age, her interest in the works of famous painters of her country, Uruguay, led her to study their art and their biographies, such as Torres García, Blanes, Barradas, etc. Laura began to make some works, first for small groups of known people, who suggested the artist to make her works public.
Thus, after many years of collecting her paintings, the painter decides to leave her native country. She exhibited first in the city of Montevideo, then she traveled to Buenos Aires, and some time later she visited Brazil, traveling through some of the southern states, where she decided to live at present.
Artist defender of rights and equality, she has participated in several collective and individual exhibitions, always concerned in the realization of charitable works for the needy. Her constant concern to bring to the canvas the different socio-cultural problems make us find in her canvases the harsh reality of which we are all part, the rights of the most vulnerable are those that characterize the painting of this Uruguayan artist, calling her style of painting is identified within the expressionism, the intensity of sincere expression even at the expense of normal balance.
The creation and imagination of Laura, is allowed to glimpse in the rebellious production industry of her light art and the places where they are exhibited, preserved and documented.
The composition of the work of reflection and light, fuses, in Laura's work, the most emotionally charged elements. The work of looking at herself in a painting is one of them, when the artist sits in front of her easel looking at herself, symbolizing the origin and diversity of life.
Although she has many elements to paint, she cannot be classified purely as an artist who only specifies this theme. In my opinion her painting is a surface covered with forms in a certain order, but diversified and worked with great talent and success.
For me a painting is a surface covered with representations of things, it is the shrewd examination of the creative conscience of the artist, where logic and illustration are not important, but the symbol is. This is how Laura's work emerges.
The technical refinement in the use of the brushed canvas is felt in the representation of human skin that brings it almost to the touch. The figures, sensual and strong, stand out for the great luminosity and transparencies that give them realism. The weight of these figures gives her best works a classical flavor even though it would be difficult to classify her in that category. There is a dramatism in the shadows that envelop the tonalities of the flesh that force us to place her in that current with which Laura makes the mysteries of expressionism culminate. It is a contemporary art, where the content expresses the shades of chiaroscuro that accentuate the strength of a hand or a gesture, sometimes coated with acute sensitivity.
It is necessary to emphasize, in Laura, the parts of the body because if she gave the same importance to all of them, she would lose strength and would be diluted. The dosing gaze of this artist results in the painting of female bodies a great suggestion. In the naked torsos, the reddish tones of the shadows contrast with the luminosity of the lighter tones, giving relief to the forms that show the most characteristic aspects of the female body. The light falls intentionally on certain parts to express the voluptuous tension of their lines.
It is important to emphasize that these feminine figures of Laura, occupy the entire space by themselves; there are no other characters or even a defined background that places them in certain places. It is the celebration of the plasticity of the female body in close-ups that gives erotic and sensual connotations without excluding sensations of peace and harmony.
The woman reclining in a resting posture seems to be in a state of reverie or meditation. The strength of the torso and legs affirms in detail a physical presence that, in its muscular tension, denies passivity. The darkness of the background contrasts with the light that falls on the torso highlighting its sculptural beauty, comparable to the works of Maillol and Lipschtiz. In this painting by Laura, it would seem that we have invaded the intimacy of the woman, at that point where the strength and lyricism of her nature merge.
The nudes are characterized by an economy of lines that results in portraits more suggestive than representative. The paintings of languid figures on elusive backgrounds concentrate attention on the central female image. Sometimes they manifest turbulences that summon psychological dramas.
The character of his paintings in shades of violet, black and ochre challenge the imagination. The viewer is left free to establish relationships between various moods. A wide spectrum of states ranging from the purely physical to the spiritual is covered in Laura's paintings.
The abstraction allows stylizing the images, for example, of children in a barely defined silhouette that avoids the voyeur's gaze and any reductionism to the pure characteristic of naivety. The careful chromatic choice accentuates the contrasts between light and dark colors, from white to black, which highlights a figure by an undefined face that could be abstract.
Laura's work, because of the intimacy it denotes, is related to other similar works that represent the woman busy in her daily workshop. We would especially like to note one in which the central theme evokes birds and fish, with an amalgamated movement that denotes great freedom.
An undoubtedly plausible work. A work worthy of encouragement and applause, considering that Laura allows reality, activism, protest and an art that allows to announce life to coexist. Laura is now with us in the middle of the pandemic. With a chin mask on her face, this mask combines through the very low-cut and elegant attire, both in black, which the artist wears with a naked body underneath.
Julio Ríos, escritor y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor, asesor de seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO (1986), la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017), LA GENERACIÓN NINI en co-autoría con Alberto Liendo Romero (2023), UNA HISTORIA PARA CONTAR (2024).