PIANO EN EPOCA DE PANDEMIA
LA COVID – 19
SOLISTA EN EL PIANO
MARIA LINARES
JOVEN ORQUESTA LEONESA
CONDUCE
Carmen Más Aroca
CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA
EDVAR GRIEG
María Linares, nace en Valencia, España, el año 2000. Tiene 21 años, pero su trayectoria se inicia con el descubrimiento de una niña prodigio.
Estudia desde los siete años en el Conservatorio José Iturbi de Valencia tutelada por el profesor Juan Lago y recibe clases de maestros como Paul Badura-Skoda, Edith Fischer, Lang Lang, Cyprien Katsaris, Jean-Marc Luisada y Ramzi Yassa.
Ha sido galardonada en numerosos concursos nacionales e internacionales como Ruperto Chapí, Ciutat de Carlet, Marisa Montiel, Jacinto Guerrero, Ciutat de Xàtiva, Pequeños Grandes Pianistas de Sigüenza, Vila de Xàbia, Ciutat de Llíria, Ibiza, Antón García Abril y María Herrero, entre otros.
Desde su primer recital para la Fundación Eutherpe, ha actuado en renombrados festivales de música como Chopin de Valldemosa, Campillos, Segovia, VIPA, Orihuela y Torre de Canyamel en España y WSL en Alemania.
Auditorios de Barcelona, Josep Carreras y Manuel de Falla. Teatro Rossini Gioia del Colle en Italia, Theather am Ring Saarlouis y las prestigiosas salas de las universidades de música de Leipzig y Manheimn en Alemania, Carole Nash Room de Manchester, Centro de Musica Hindemith en Suiza, Centro Cultural Bancaja y C.C La Beneficiencia de Valencia son algunos de los escenarios.
La pianista María Linares, fue alumna del Conservatorio Municipal de Música José Iturbi, ha recibido esta mañana el premio al mejor expediente académico, dotado con 1.500 euros, y el premio para estudios superiores en el extranjero, dotado con 10.000 euros.
El Ayuntamiento de València, a través de la concejala de Educación, Maite Ibáñez, le ha otorgado ambos reconocimientos por su “progresión y esfuerzo”.
María Linares, quien comenzó sus estudios en el Conservatorio Municipal José Iturbi a los 6 años, se ha alzado hoy con los dos reconocimientos que la institución municipal concede a la excelencia a lo largo del año.
El Ayuntamiento de València, a través de la concejala de Educación, Maite Ibáñez, le ha otorgado ambos reconocimientos por su “progresión y esfuerzo”.
María Linares, quien comenzó sus estudios en el Conservatorio Municipal José Iturbi a los 6 años, se ha alzado hoy con los dos reconocimientos que la institución municipal concede a la excelencia a lo largo del año. Hace unos meses dejó el centro municipal en el que fue alumna desde la temporada 2008-2009 para enrolarse en el Royal Birmingham Conservatoire, donde estudia ahora. La concejala de Educación, Maite Ibáñez, ha sido la encargada de brindarle los dos premios, el de mejor expediente académico dotado con 1.500 euros, y el de para estudios superiores en el extranjero dotado con 10.000 euros.
Su primer recital fue a los doce años para la fundación Eutherpre en León. Asimismo, ha ofrecido gran cantidad de recitales en salas de España, Italia, Alemania y Francia. Ha participado en importantes festivales internacionales como el 18º Festival Joven de Segovia, VIPA, Internacional Vila-Seca Piano Festival en Tarragona e Internacional ClaviCologne Piano Festival y Klavierabend Fórum Junger Künstler en Alemania. Igualmente, desde el año 2016 es pianista titular de la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana.
Linares ha completado sus estudios en el conservatorio con un “éxito abrumador” según sus profesores. Ha protagonizado audiciones, intercambios, conciertos en solitario, en grupos de cámara, como solista con orquesta, concursos, clases magistrales, y en definitiva, una serie de actividades en las que “ha destacado” y por tanto “ha representado al conservatorio colocándolo en primera línea a nivel nacional e internacional”.
El Ayuntamiento de València persigue con estos premios “reforzar y fomentar la formación integral del alumnado que ha finalizado sus estudios en el exterior”. “Estos trofeos son una inversión social y de futuro que repercutirá en beneficio de la sociedad valenciana, pero también en el estímulo de los 600 alumnos y alumnas que se forman en el centro municipal”, ha manifestado la concejala Ibáñez.
Su implicación con el conservatorio le ha llevado a obtener las máximas calificaciones en cada una de las asignaturas, comprometiéndose firmemente tanto con profesores como con compañeros de clase y llevando a cabo un extraordinario trabajo con todos ellos.
Todo ello ha contribuido a la formación global de esta joven pianista que a su edad ya posee una sólida y amplia cultura musical que posibilita el estudio de cualquier obra musical independientemente de su estilo y dificultad.
La actuación más importante, en mi opinión, a partir del concierto apreciado en la Red YouTube, es el Concierto para piano y orquesta de Edvar Grieg.
Como solista ha interpretado los Conciertos para Piano y Orquesta de E. Grieg Op.16 y F. Chopin Nº1 Op.11 en la Sala Iturbi del Palau de la Música de Valencia bajo la dirección de Carmen Más Arocas y en el Auditorio Ciudad de León junto a la Joven Orquesta Leonesa.
Activa también en música de cámara y guiada por la profesora Belén Navarro, ha sido premiada en el XXI y XII Concurso de Cámara Ximen d´Urrea, XIII Concurso Vila de Betxí y ofreciendo recitales en el Auditorio de Girona, Ateneo Mercantil de Valencia y diversas salas de la Comunidad Valenciana.
Desde el año 2016 forma parte de la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana. En la actualidad recibe el apoyo y mecenazgo del filántropo lingüista y escritor neozelandés Dr. Jack C. Richards.
Edvard Hagerup Grieg [ˈɛdʋɑʁd ˈhɑːgəʁʉp ˈgʁɪg] (Bergen, Noruega; 15 de junio de 1843-ibídem, 4 de septiembre de 1907) fue un compositor y pianista noruego, considerado uno de los principales representantes del romanticismo musical.
Adaptó muchos temas y canciones del folclore de su país, contribuyendo así a crear una identidad nacional noruega, al igual que hicieran Jean Sibelius en Finlandia o Antonín Dvořák en Bohemia. Sus obras más importantes son: el concierto para piano en la menor, las intimistas Piezas líricas (para piano) y especialmente Peer Gynt, música incidental que escribió por encargo del escritor Henrik Ibsen para su drama del mismo nombre.
Nació en Bergen (Noruega) el 15 de junio de 1843, descendiente de una familia de escoceses cuyo apellido original era Grieg. Después de la batalla de Culloden (1746), su bisabuelo había emigrado a varios lugares, para finalmente asentarse como comerciante en Bergen alrededor de 1770.
Creció en un ambiente musical. Su madre, Gesine, fue su primera profesora de piano. Más tarde, en el verano boreal de 1858, Grieg conoció al legendario violinista noruego Ole Bull, amigo de la familia y cuñado de Gesine. Bull descubrió el talento del muchacho de quince años y convenció a sus padres de enviarlo al Conservatorio de Leipzig para que lo desarrollase.
Ingresó en el conservatorio, centrando su interés sobre todo en el piano, aunque se resentía tanto de la disciplina impartida en el conservatorio como de las clases, demasiado técnicas, que no se ajustaban a su gran sensibilidad.
Una excepción fue la clase de órgano, asignatura obligatoria para los estudiantes de piano. La estancia en Leipzig le ofreció, sin embargo, la oportunidad de escuchar una gran cantidad de las mejores producciones de música de cámara y sinfónica de la época.
En la primavera de 1860, sobrevivió a una grave enfermedad pulmonar, una pleuritis complicada con tuberculosis. Como consecuencia, su salud quedó dañada de por vida. Sufrió diversas infecciones respiratorias, por lo que eran frecuentes sus visitas a los balnearios, tanto en Noruega como en sus viajes al extranjero; además, contaba con varios médicos entre sus amistades.
En 1861 hizo su debut como concertista de piano en Karlshamn (Suecia). Al año siguiente, finalizó sus estudios en Leipzig y realizó su primer concierto en su ciudad natal, donde ejecutó algunas obras técnicamente complejas, incluyendo la sonata Patética de Beethoven.
Julio Ríos
Muy joven, en los años más primaverales de su existencia, María Linares, solista en la obra, ejecutó con increíble maestría, el Concierto en La menor Op.16 para piano y orquesta de E. Grieg, en el Palau de la Música de Valencia, España, bajo la dirección de Carmen Más Aroca y, más tarde, en el Auditorio Ciudad de León junto a la Joven Orquesta Leonesa.
Una presentación encomiable, digna de estímulo y aplauso que ha quedado grabada en mi observación; vale decir, en mi propia retina, y por otra parte, indeleble en mi memoria. Dedos de una joven en pleno desarrollo como mujer, y en un remarcado arte consolidado en todas las enseñanzas, prácticas y otros detalles que exige el noble instrumento del piano.
De rostro angelical y dulce sonrisa, la talentosa pianista privilegió mi atención al seguir de cerca su interpretación de la obra de Grieg en la red YouTube. Vestida con un traje de dos piezas color negro, María se mostró muy elegante y sutilmente distinguida con éste muy escotado smoking, usándolo con piel desnuda por debajo. Me sorprendió su notable digitación, mas la técnica de alto nivel, permitió entrever la presencia de una iluminada, quien acariciando el teclado, deleitó con tan fascinante composición.
El Concierto para piano en la menor de Edvard Grieg consta de los tres movimientos tradicionales de los que en el concierto pianístico de María, fueron puestos de relieve.
Inició el Allegro molto moderato, luego de que el concierto comenzó con un impetuoso redoble de timbal y una serie de acordes de gran esfuerzo asomaron expresivos por parte de la pianista, María Linares. Este primer movimiento está escrito en forma de sonata. El primer tema es presentado por el clarinete, y recogido luego por María en el piano, con numerosos embellecimientos; el segundo tema, encomendado a los violonchelos, es de inequívoco sabor noruego. Durante el amplio desarrollo, María tuvo muchos momentos para lucir las cualidades líricas y virtuosísticas, del mismo, con una soberbia cadencia y bellísimos pasajes en los que comparte Linares protagonismo con la flauta y la trompa.
Viene luego el Adagio. Hermoso, de carácter intimista y soñador. Prescinde de los metales, a excepción de las dos trompas. El delicado tema principal es expuesto por la cuerda en sordina y tomado después por el piano de María, que con sus trinos parece reflejar un estado de beatitud primaveral. Un pasaje de transición da paso al movimiento final.
Y es el Allegro moderato molto e marcato, Quasi presto, Andante maestoso, con el que María finaliza el concierto que está construido sobre un tema de danza popular, alegre y rítmica, que contrasta con un segundo tema de gran lirismo presentado por la flauta. El concierto retoma el brío inicial y, tras la cadencia en el piano de María, concluye de manera majestuosa y brillante, asomando a la directora de la orquesta, Carmen Más Aroca, una magistral conducción, revestida de talento, sentimiento y notable elegancia en su rol, destacado por la magia de su batuta.
By Julio Ríos
AN INDELIBLE CONCERT IN THE MEMORY
Very young, in the most spring years of her existence, María Linares, soloist in the work, performed with incredible mastery, the Concerto in A minor Op.16 for piano and orchestra by E. Grieg, at the Palau de la Música in Valencia, Spain, under the direction of Carmen Más Aroca and, later, at the Auditorio Ciudad de León together with the Joven Orquesta Leonesa.
A commendable performance, worthy of encouragement and applause, which has remained engraved in my observation, that is to say, in my own retina, and on the other hand, indelible in my memory. Fingers of a young woman in full development as a woman, and in a remarkable art consolidated in all the teachings, practices and other details that the noble instrument of the piano demands.
With an angelic face and a sweet smile, the talented pianist caught my attention as I closely followed her performance of Grieg's work on YouTube. Dressed in a black two-piece suit, Maria looked very elegant and subtly distinguished in this very low-cut dinner jacket, wearing it with bare skin underneath. I was surprised by her remarkable fingering, but the high-level technique allowed me to glimpse the presence of an illuminated, keyboard-caressing performer who delighted with such a fascinating composition.
Edvard Grieg's Piano Concerto in A minor consists of the three traditional movements that were highlighted in Maria's piano concerto.
It began with the Allegro molto moderato, after which the concerto began with an impetuous timpani roll and a series of effortless chords peeped out expressively from the pianist, Maria Linares. This first movement is written in sonata form. The first theme is introduced by the clarinet, and then picked up by Maria on the piano, with numerous embellishments; the second theme, entrusted to the cellos, is of unmistakable Norwegian flavour. During the broad development, Maria had many moments to show off the lyrical and virtuosic qualities of the piece, with a superb cadenza and beautiful passages in which Linares shares the limelight with the flute and horn.
Then comes the Adagio. Beautiful, intimate and dreamy in character. It dispenses with the brass, with the exception of the two horns. The delicate main theme is introduced by the strings on mute and then taken up by Maria's piano, whose trills seem to reflect a state of springtime bliss. A transitional passage gives way to the final movement.
And it is the Allegro moderato molto e marcato, Quasi presto, Andante maestoso, with which Maria ends the concerto which is built on a lively and rhythmic folk dance theme, which contrasts with a second theme of great lyricism presented by the flute. The concerto resumes the initial brio and, after María's piano cadenza, concludes in a majestic and brilliant manner, with the orchestra's conductor, Carmen Más Aroca, a masterful conducting, clothed with talent, feeling and remarkable elegance in her role, highlighted by the magic of her baton.
Julio Ríos, escritor y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor, asesor de seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).