lunes, 22 de marzo de 2021


MODA EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19


FILOSOFÍA DE LA MODA

BRALESS

EL TRAJE SASTRE CON

PIEL DESNUDA DEBAJO

 

Es un hecho:

 2021 se llevará sin nada debajo

Escribe: Clara Ferrero


Clara Ferrero PERIODISTA

Kim Kardashian vende en su marca una cinta adhesiva para fijar el busto, la modelo Emily Ratajkowski agota sus nuevas americanas vistiéndolas a pecho descubierto y la alfombra roja se llena de esta forma de llevar el clásico dos piezas. Cada vez más 'celebrities' se suman al traje sin nada debajo.

Googlear ‘cómo llevar un traje sin nada debajo’ no solo devuelve un buen surtido de celebrities vistiendo la tendencia, también varios tutoriales que enseñan los trucos para hacerlo sin sustos. Kim Kardashian, máximo exponente de la fiebre por dejar entrever el pecho bajo una chaqueta formal, incluso acaba de lanzar en la página web de su firma Skins una cinta adhesiva que ofrece sujeción y cobertura. El invento, que ella misma hace tiempo confesó utilizar para elevar el busto y evitar que se mueva, ya está agotado en los tres tonos disponibles. Con la promesa de no caerse con el sudor y aguantar hasta 12 horas, la reina de la telerrealidad incluso ha colgado un vídeo en el que detalla, paso a paso, cómo debe colocarse el adhesivo.

El truco interesa cada vez a más mujeres en la medida en que el número de celebrities que se atreven a vestir chaqueta sin nada debajo va en aumento. No es algo que no se haya hecho antes (Gwyneth Paltrow, por ejemplo, lució una de las versiones más extremas en 2013), pero cada vez gana más adeptas. Miley Cyrus, Lady Gaga, Amber Valletta, Zendaya o Kristen Stewart son algunos de los rostros que se han apuntado a la combinación en la alfombra roja. No solo es una forma de hacer más femenina una prenda que tradicionalmente perteneció al armario de ellos, sino una reivindicación del pecho capaz de escapar a la censura de Instagram. Y, por qué no, también es un truco efectivo para transformar cualquier traje en una versión más festiva y sensual; razón por la cual la versión abunda en los looks de firmas como Zara o Mango de cara a Navidad.

Si en los 80, con la ascensión de la mujer a cargos de poder, triunfó el power dressing; en los 90 arrasaron los conjuntos oversize y en los 2000 el chándal fue su sustituto, de cara a la década que está por comenzar parece que la chaqueta sin nada más marcará la pauta.

La moda es una nueva versión de aquel furor por marcar pezón que arrasó en 2017. Aunque ir sin sujetador tiene, sin lugar a dudas, connotaciones feministas y políticas, muchas de las celebrities que prescinden de él probablemente lo hagan por una mera cuestión estética. La propia Kendall Jenner lo dejó claro cuando lo definió como algo «cool y sexy». Para ella y otras modelos como Bella Hadid o Emily Ratajkowski pasar del sostén resulta una opción tan idónea para el día a día como ponerse unos vaqueros.

Y al mismo tiempo se suben al carro de encumbrar el cuerpo femenino y despojarlo de las convenciones sociales que abogan por taparlo. Tras la muerte del ‘push up’ y la proliferación de los sujetadores triangulares de tejidos suaves que pasan del relleno, el siguiente paso es prescindir de él.











Precisamente Emily Ratajkowski no solo ha hecho viral el look ‘chaqueta sin sostén’ posando ante sus 24 millones de seguidores en Instagram cubierta solo por una americana, también ha logrado agotar la prenda en cuestión. 

Los trajes que luce son la última incorporación a su firma de moda Inamorata, que hasta ahora solo despachaba prendas de baño. Ella misma posa en el lookbook de la marca luciendo todos los conjuntos de blazer y falda de la misma manera: sin nada debajo. Su exuberante figura probablemente haya tenido mucho que ver en el éxito de ventas.

Además de en alfombras rojas, grandes cadenas y redes sociales, la combinación ha triunfado en las últimas semanas de la moda. Muchas asistentes a los desfiles han actualizado el ubicuo traje llevándolo sin nada debajo.

Para ellas la clave está en elegir modelos ligeramente amplios, abrochar los botones (al contrario que algunas celebrities que han posado ‘a pecho descubierto’) y, a buen seguro, fijar el busto con algún tipo de invento adhesivo como el de Kim Kardashian. No es una tendencia fácil de lucir en el mundo real, pero es posible hacerlo, por ejemplo, de cara a las próximas fiestas navideñas, eligiendo americanas que no sean demasiado escotadas.

Teniendo en cuenta que la fiebre por los trajes para mujer ha ido en aumento los últimos meses y seguirá creciendo las próximas temporadas (la agencia de estudios de mercado Euromonitor estima que el mercado global de los conjuntos femeninos rozará los 23.600 millones de euros en 2022), parece que toca explorar todas sus posibilidades.

De cara a la próxima temporada primavera-verano 2020 varias firmas como Givenchy o Saint Laurent también han subido a la pasarela esta opción. Ahora que Kim Kardashian podría acatar la imposición de su marido, Kanye West, de no vestir tan sexy, quizá deje de ser la mejor embajadora de la tendencia. Pero todo apunta a que no le faltarán sustitutas.








 

UNIVISIÓN, por intermedio de su equipo de redacción escribe: “La nueva tendencia de no llevar nada debajo de la chamarra, destaca que desde Kendall Jenner en la portada de septiembre de Vogue, pasando por la alfombra roja de los Premios MTV, un nuevo atrevimiento parece estar conquistando la moda: dejar tu camiseta en casa.”

Llevar el dorso desnudo fue una constante en la alfombra roja de los MTV Video Awards. En el mundo de las portadas de las revistas ha sido muy común ver que la modelo o la celebridad de turno ostenta una grandiosa chaqueta que se convierte en la única prenda que cubre la desnudez.

Así apareció Rihanna en la portada de W Magazine, así Keira Knifhtley en Interview, y así recientemente lo ha hecho Kendall Jenner para protagonizar la voluminosa edición de septiembre de la revista Vogue Nueva York, en donde en una pose sutil, nos insinúa con su dorso descubierto que basta una chamarra coloreada para encarnar la verdadera tendencia de la temporada.

Pero ir sin camisa, sin camiseta, en el mundo fantasioso de las portadas de las revistas resulta muy diferente a hacerlo en una alfombra roja, o eso pensábamos antes de la alfombra roja de los MTV Video Awards 2016 en donde el atrevimiento de Kendall Jenner se hizo real y se trajo literalmente a la calles.

La cantante y modelo Cassie arribó a los premios vestida con nada más que un blazer verde de abotonadura dorada que apenas cubría su busto. Como para no dar la sensación de no tener nada, accesorizó su piel con una sutil pieza de lencería en forma de joya. Su apuesta habría pasado más desapercibida, de no ser porque otra de las invitadas escogió ir por su misma ruta.

Laura Perlongo, la novia del presentador de 'CatFish', no solo quiso destacar de ir por la vida sin camiseta sino que además dejó que su panza de buenos meses de embarazo fuera la protagonista de la velada. Su escogencia de estilo era una vez más una chamarra, una tipo bomber, luego piel, piel, piel, y finalmente un accesorio que delineaba el busto y luego se enredaba en la cintura.

No es que esta moda del shirtless (como se le conoce en inglés) sea la primera vez que aparece en una alfombra roja pero si bien habíamos visto blazers de escotes profundos que revelaban piel o que insinuaban un bello brasier, lo que si no habíamos visto es que las celebridades optaran por llevar el saco desapuntado casi tentando a la vida y a los ojos que escrutaban el estilo de los MTV a toparse de repente con la desnudez absoluta.

Es cierto que estamos en un momento en el que las mujeres claman cada vez más por desmontar tanto secretismo y tabú ante sus senos, y también es cierto que la intimidad de la ropa interior cada vez se hace más explícita (basta recordar a Susan Sarandon con su arriesgada apuesta en los Premios SAG o la misma Amber Rose en los MTV) pero de lo que no estamos muy seguras es de que esta apuesta haga que sus valientes embajadoras se cuelen en la lista de las mejor vestidas.

Mientras tanto, en Instagram otras más osadas han incluso prescindido de la chamarra y preferido militar en esta tendencia topless solo cubriéndose con un pescado. Tan extraño como suena. 


 

Julio Ríos

La actual pandemia que soportamos a consecuencia de la Covid,19, sin vacilación asoma caminos de consuelo. En mi labor de escritor y admirador de la mujer y defensor de la mujer en sus derechos, investigué una tendencia muy particular. Mi gusto por la modelo británica Emily Ratajkowski, abrió mi curiosidad. Soy claro en expresar que no existe en la noble tarea de escribir, especialización y, al contrario, escribir de temas de moda muchas veces atribuido a intelectuales mujeres, es una incursión interesante.

Antecede a este comentario, mis lecturas y referencias extractadas de medios de comunicación, como Voge, Revista Mía, Cosas, El Clarin, El Universal, y otras compañías periodísticas internacionales. No obstante todo parte de mi observación a esta bella modelo y actriz Emily Ratajkowsi, quien me abrió los ojos a este escenario que con el nombre de BRALESS, ella me daba cuenta de la tendencia de no usar sujetador.

En efecto, la fotografía que más impacto me produjo, fue la que publico en mi comentario en inglés. Emily es cuerpo desnudo, a través de la muy escotada chaqueta negra que forma parte del traje sastre color negro, que la artista viste con piel desnuda debajo y una exquisita anatomía que permite entrever la prenda muy abierta, y en consecuencia, muy desnuda. No existen prendas interiores, vale decir que Emily introduce el BRALESS con naturalidad, libertad, sutileza y belleza. 

Emily no usa ninguna camiseta interior, tampoco top, es pecho desnudo que deja fuera al sujetador. Emily no usa sostén. Esta confianza y liberación se destaca por la superación de la mujer y por el referente de cuanto extraña la naturaleza femenina.

"Emily Ratajkowski agota sus nuevas americanas vistiéndolas a pecho descubierto y la alfombra roja se llena de esta forma de llevar el clásico dos piezas. Cada vez más 'celebrities' se suman al traje sin nada debajo", escribe Clare Ferrero.

Es verdad que para ingresar a la tendencia del BRALESS, tiene previamente existir un estado físico prolijo, y una filosofía de vida de convencer que la existencia del sujetador de pronto no es relevante. Algo similar, pero en otra realidad, le sucede al hombre.

Desde la película SUCEDIÓ UNA NOCHE, Citaré tan sólo algunos ejemplos especialmente memorables, todos ellos relacionados con el mundo de la moda. En 1934, Clark Gable produjo un daño considerable a los fabricantes de ropa interior masculina cuando apareció sin camiseta en la película. Esa memorable escena recoge el momento en que, al llegar a un motel en una de las paradas del interminable viaje en autobús, se quitaba la camisa para así intimidar a la joven Claudette Colbert, que no estaba decidida a irse de la habitación. Que un ídolo como Gable vistiese -al menos en el cine- sin camiseta interior motivó que millones de americanos dejaran de usarla y, por tanto, de comprarla.

Sin embargo, hay mercado para todo, lo que importa es ir contra la discriminación y no capitalizar el tabú, pues la mujer en una sensual desnudez por intermedio del BRALESS, no hace nada malo. Sería injusto censurarla, porque motivo legal jamás existió, estando vigente aquello de que la costumbre se hizo ley. Hoy afortunadamente países sudamericanos, norteamericanos y europeos principalmente se han liberado de estos prejuicios moralinos y equivocadamente pudorosos.

No se olvide que el hombre está dirigido por la belleza y seducción femenina. Los hombres a quienes esto no sucede son hombres sin influencia. Para algunos escenarios, ayunos en todo, es un verdadero crimen el despilfarro que se hace del talento, la sensibilidad, la moda y todo aquello que encierra el alma y la mente de la mujer condenada al ostracismo, en su propio medio. Mientras la mujer no desarrolle en plenitud e independencia todas sus potencialidades, nuestras sociedades no saldrán de su atraso.

BRALESS, sin duda es elegancia y superación. Hoy el traje sastre de dos piezas, con pantalón o minifalda, destaca prendas muy escotadas y abiertas, y es precisamente el cuerpo desnudo que matiza la generosa anatomía de la mujer digna de admirar y que se traduce en la piel desnuda, a través de estos trajes sastres que son las prendas fundamentales para la tendencia BRALESS, exenta de prendas interiores.

Nacemos desnudos, nos vamos diluyéndonos entre una ropa prestada para finalizar en una ceremonia luctuosa. El hombre es el único animal que va requiriendo pieles según los cánones de las políticas del mercado. A cada momento una tela nueva. Se nos ha hecho anti naturales, “anti” ver la realidad celular de nuestro instinto y esencia. Cada época se cubrió, desde que el hombre se manifestó en contra del frío con una piel de bisonte o lobo.

Desde que nos manifestamos como existencia histórica, el estudio de nuestro propio organismo ha surgido como una vertiente necesaria para entender la mecánica biológica que nos acompaña. Entonces la desnudez deja la tela, el velo, la piel y se convierte en libro, en área literaria y en tecnología de uso para nuestro propio conocimiento.


By Julio Ríos

EMILY WEARS A VERY LOW-CUT, BARE-BREASTED TAILOR SUIT.

The current pandemic that we are enduring as a result of Covid,19, without hesitation, looks like avenues of consolation. In my work as a writer and admirer of women and defender of women's rights, I investigated a very particular trend. My liking for the British model Emily Ratajkowski, opened my curiosity. I am clear in expressing that there is no specialisation in the noble task of writing and, on the contrary, writing about fashion topics often attributed to female intellectuals, is an interesting incursion.

This commentary is preceded by my readings and references extracted from the media, such as Voge, Revista Mía, Cosas, El Clarin, El Universal, and other international journalistic companies. However, it all starts from my observation of this beautiful model and actress Emily Ratajkowsi, who opened my eyes to this scenario that with the name of BRALESS, she made me aware of the trend of not wearing a bra.

In fact, the photograph that had the greatest impact on me was the one I am publishing in my commentary in English. Emily is a naked body, through the very low-cut black jacket that forms part of the black tailored suit, which the artist wears with bare skin underneath and an exquisite anatomy that allows a glimpse of the very open garment, and consequently, very naked. There are no undergarments, which means that Emily introduces BRALESS with naturalness, freedom, subtlety and beauty. Emily wears no underwear, no top either, she is bare-breasted, leaving out the bra. Emily wears no bra. This confidence and liberation stands out for the overcoming of women and for the reference of how much she misses the feminine nature.

"Emily Ratajkowski wears her new blazers bare-breasted and the red carpet is filled with this take on the classic two-piece. More and more 'celebrities' are going for the suit with nothing underneath," writes Clare Ferrero.

It is true that in order to join the BRALESS trend, there must first be a neat physical condition, and a philosophy of life to convince that the existence of a bra is suddenly not relevant. Something similar, but in a different reality, happens to men.

Since the film HAPPENED ONE NIGHT, I will cite just a few particularly memorable examples, all of them related to the world of fashion. In 1934, Clark Gable did considerable damage to men's underwear manufacturers when he appeared shirtless in the film. That memorable scene captures the moment when, arriving at a motel at one of the stops on the endless bus journey, he removed his shirt in order to intimidate the young Claudette Colbert, who was reluctant to leave the room. The fact that an idol like Gable wore - at least in the cinema - no vest caused millions of Americans to stop wearing it and, therefore, to stop buying it.

However, there is a market for everything, what matters is to go against discrimination and not to capitalise on the taboo, because the woman in sensual nudity through BRALESS does nothing wrong. It would be unfair to censure her, because there has never been a legal reason, since custom has become law. Today, fortunately, South American, North American and European countries have freed themselves from these moralistic and wrongly modest prejudices.

Don't forget that men are driven by female beauty and seduction. Men to whom this does not happen are men without influence. For some scenarios, fast in everything, it is a real crime to squander talent, sensitivity, fashion and all that encloses the soul and mind of the ostracised woman in her own milieu. As long as women do not fully and independently develop all their potential, our societies will not emerge from their backwardness.

BRALESS is undoubtedly elegance and self-improvement. Today the two-piece tailored suit, with trousers or mini-skirt, highlights very low-cut and open garments, and it is precisely the naked body that shades the generous anatomy of the woman worthy of admiration and that translates into bare skin, through these tailored suits that are the fundamental garments for the BRALESS trend, free of undergarments.

We are born naked, we are diluted in borrowed clothes to end up in a mournful ceremony. Man is the only animal that requires fur according to the canons of market politics. Every moment a new fabric. We have been made unnatural, "anti" to see the cellular reality of our instinct and essence. Every epoch has covered itself, ever since man manifested himself against the cold with a bison or wolf skin.

Ever since we manifested ourselves as a historical existence, the study of our own organism has emerged as a necessary aspect to understand the biological mechanics that accompany us. So nudity leaves the cloth, the veil, the skin and becomes a book, a literary area and a technology of use for our own knowledge.











 


Julio Ríos, escritor y crítico de arte, licenciado en ciencias de la comunicación, es asesor en proyectos de redacción. Escribió el libro DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017). En la fecha trabaja una novela basada en la vida y obra de W.A.Mozart. Estudió en la Universidad Mayor Real y Pontifica de San Francisco Xavier de Sucre y en la Universidad Católica de La Paz. Hizo un diplomado en investigación periodística en la Universidad de La Jolla en San Diego, California.