ARTE EN TIEMPOS DE
LA COVID – 19
EL PINCEL DE
Elisa Insúa
POP ART
EGIPTO
Elisa Insúa nació en Buenos Aires en el año 1990. En el 2008 entró a la Universidad Torcuato Di Tella para estudiar Economía Empresarial, carrera que finalizó con éxito a los 21 años. En 2010 se ganó una beca para estudiar en la Universidad de Amsterdam (UvA), donde se rodeó de jóvenes artistas y acentuó su gusto por el dibujo.
En el 2011 realizó su primera exposición en San Telmo en la galería ArtE y en el mes de Septiembre fue convocada para la feria anual Arte Espacio, como artista emergente. En 2012 recibió una mención especial en el Premio para Artistas Emergentes de la Escuela de Bellas Artes Regina Pacis, y en 2013 ganó la segunda mención en el Premio Adquisición Municipalidad de San Isidro.
Si bien comenzó su carrera como una artista autodidacta, en los últimos años ha estudiado escultura con Miguel Harte y ha asistido a clínicas de obra con Fabiana Barreda, Diego Bianchi y Ernesto Ballesteros.
En 2014 realizó su primera muestra individual de tipo sitespecific en la galería Plataforma (Córdoba, Argentina). En 2013 y 2014 participó en la feria anual Arte Espacio y en 2016 realizó su primera muestra individual en Buenos Aires titulada Más es más en Espacio Modos.
En los 2015, 2016 y 2017 expuso en la feria ArteBA con la galería María Casado HG. Vive y trabaja en Madrid actualmente.
En el siguiente ensayo analizaré la obra Hecho en China de la artista plástica Elisa Insúa. Para comenzar, elegí esta obra ya que me llamó la atención la cantidad de colores fuertes que utiliza la artista. Se puede observar que esta obra posee gran valor del color, una enorme fuerza visual, ya que de por sí llama la atención la técnica de la artista, como está realizado y de esta manera logra captar las miradas del público.
En comparación con los movimientos artísticos vistos en clase, la obra de Elisa Insúa se puede comparar con el Pop Art. Elisa comenzó en una época de artística Pop que la llevó a trabajar con objetos que encontraba en su casa y a crear obras inspiradas en piezas de basura de Berni y en las técnicas de sobre tela de Jorge de La Vega.
Jorge de La Vega, fue un artista plástico pop y surrealista de formación autodidacta argentino. Se relaciona mucho con los trabajos de Elisa, y se nota la inspiración que saco, ya que el realizaba constantemente obras con muchos colores, dinámicas, composiciones abstractas y muy interesantes con respecto a su estructura.
El arte pop (Pop Art) fue un importante tipo de arte del siglo XX que se caracteriza por el empleo de imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación, tales como anuncios publicitarios, comic books, objetos culturales. El arte pop, como la música pop, buscaba utilizar imágenes populares en oposición a la elitista cultura existente en las Bellas Artes, separándolas de su contexto y combinándolas con otras, además de resaltar el aspecto banal o kitsch de algún elemento cultural, a menudo a través del uso de la ironía. Los artistas más reconocidos de la época fueron Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Jasper Johns, entre otros.
En este caso, la artista, utiliza una imagen cultural muy reconocida, como lo es el billete Chino de 100 yuanes, con la figura de Mao, el Ex Presidente de la República Popular China. A partir de esta, decide representarlo a través de pequeñas partículas que representan la cultura China. Además de utilizar una imagen popular, se relaciona a este movimiento por la utilización de colores vivos que vibran al observar la obra. A su vez, Elisa cuenta que realizó esta obra ya que viajó a China y se impresionó por la cantidad de “cositas, cositas y cositas” que había por todos lados. Es por esto que ella decide utilizar esta técnica de reconstruir una imagen a través de elementos tan pequeños. Lo que ella quería mostrar en esta obra son todas esas cosas plásticas hechas en China para mostrar esa economía de producción de bienes de baja calidad.
Al analizar la composición, se utiliza una técnica de collage a través de materiales cotidianos, reciclables, que a partir de sus colores y formas logran reconstruir la imagen entera. Esto conforma una obra muy original e interesante, ya que es algo fuera de lo común.
También, luego de analizar los detalles de la obra, tales como los objetos utilizados tan pequeños, podemos asumir una relación de la obra con el simbolismo, un movimiento de artes plásticas que se originó en Francia en la década de 1880, paralelo al postimpresionismo, y que surgió como reacción al enfoque realista implícito en el Impresionismo.
Para los simbolistas, el mundo es un misterio por descifrar, y el poeta debe para ello trazar las correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles. Los simbolistas creían que el arte debía apuntar a captar las verdades más absolutas, las cuales solo podían ser obtenidas por métodos indirectos y ambiguos. De esta forma, escribieron con un estilo altamente metafórico y sugestivo.
A partir de esto podemos analizar la obra de Elisa como un mensaje visual de la economía del país, paso a paso, cosa por cosa. Se ve perfectamente la figura del billete, tal cual es, el color y las pinceladas en una paleta vibrante quedan en un primer plano y además se logra comprender ese mensaje que es enviado indirectamente.
A su vez, al utilizar la imagen de un billete, se revaloriza la idea de mostrar la economía china, ya que metafóricamente se está enviando un mensaje acerca de esto, utilizando como figura principal lo esencial dentro de la economía, como lo es el dinero.
Por otro lado, al observar cómo la artista utiliza los colores, se puede interpretar la técnica del fauvismo. Ya que Elisa no respeta los colores de la realidad, sino que los distorsiona para resaltar la importancia del color dentro de su obra. Ella describe que el color es algo importantísimo dentro de sus obras le “fascina el poder del color, sus matices, las diferentes combinaciones, las texturas, etc”. Además, se puede observar que no hay detalles en la composición, ya que al estar realizado con objetos resulta complejo detallar dentro de la estructura. También, se relaciona con Henri Matisse ya que realiza una composición muy dinámica, plástica y completamente decorativa.
Luego de desarrollar este ensayo, en conclusión, la obra de la artista plástica, Elisa Insúa, se encuentra fuertemente influido por el movimiento de arte pop, y en parte también por las características del simbolismo y el fauvismo.
Julio Ríos
Elisa Insúa, es una artista argentina, nacida en Buenos Aires. Sus obras suelen transformarse en una pasión ilimitada, ajena a todo razonamiento y susceptible a las reacciones más insólitas. El Pop Art, las imágenes egipcias, los collares, los faraones, el legendario guerrillero, animales caricaturizados, asoman en sus lienzos por lo general de tamaño muy grande.
Observo a la artista y grafico su presencia en mi crónica en inglés, al observarla vestida con indumentaria que hace juego con su creación, Una prenda ligera, vaporosa y muy delgada, hace juego con la escalera y se destaca por su transparencia, puesta de relieve, en una blusa que ella usa con piel desnuda debajo.
Óscar Manrique Ares, comentarista de arte escribe: Si buscamos en Google la palabra “recolectora” una de las primeras definiciones que aparece en internet es la de “persona que se dedica a la recolección de los frutos de la tierra”. Creo que no hay palabras más acertada para hablar del trabajo de Elisa Insua, una artista de origen argentino que literalmente trabaja con todo lo que se encuentra tirado en el suelo. Cualquier objeto puede ser susceptible de formar parte de alguna de sus composiciones: baratijas rotas, latas vacías, monedas perdidas, todo lo que ya haya sido usado y por ende desechado.
Manrique Ares agrega: Los iconos que vemos en sus obras son totalmente reconocibles por cualquier tipo de espectador, pues lo que busca es indagar profundamente en la conciencia de ese consumidor voraz en el que nos hemos convertido. Como todo buen artista pop que se precie, decide tomar estos iconos de nuestro tan anclado imaginario popular, jugando e invirtiendo sus significados con cierto aire irónico y burlón. Así, nos encontramos con una máscara de Darth Vader recubierta totalmente de joyas que ya poco temor nos puede transmitir, o quizá al contrario, quizá nos muestre hasta dónde puede llegar la vanidad de los líderes más ricos y crueles del mundo. O los grandes tableros de juegos como el Monopoly, siendo este una de las demostraciones más sarcástica de cómo el capitalismo mueve nuestras vidas. Jugamos a ser millonarios.
Sin embargo, yo digo, que es precisamente ahí donde radica el valor de sus obras concretadas, sean ellas de característica utilitaria o artística. La pasión, por tanto, es una fuerza incontenible, a veces convertida en idea fija, dirigida a materializar las figuras con imágenes preciosas, amorosas y llamativas, o las concebidas a través del pensamiento. La admiración por algo que estimuló la llama del ingenio, llega a transformar lo incierto en tangible, a riesgo de mantenerse en los límites de la utopía.
De esa manera, su mente de artista crea sus fantasías e ilumina su inteligencia hasta dar forma a imágenes atractivas, situándolas en un escenario real, lugar en el cual cobran vida, al sólo trazo de pinceles manejados por hábiles manos, como una certificación de los alcances del arte.
Nadie que no sea admirador de un genio, puede imaginar una visita de la figura enigmática de un ídolo a una ciudad jamás conocida por él. Esa utópica posibilidad concentró la atención y el talento de Patricia en una manifestación de carga emocional destinada a la imagen en un mosaico, una tabla, una mesa.
Es así como la producción pictórica, fue dedicada íntegramente a evocar lo extraordinario de ella y que surge de la ilimitada admiración por lo genial. Por aquella hermosa obra que ella va poco a poco entregando a la humanidad. Por tanto, la práctica de Elisa Insúa, incubó la inusual idea de ubicar las imágenes en escenarios y objetos no convencionales en diferentes ciudades y escenarios, particularmente Egipto de dónde ella se sumerge afanosa en una serie cromática de cíclicos episodios.
En un recorrido visual, seguimos la presencia de sus obras y su recorrido por su inspiración. Silencio y ruiso, en medio de un espacio destinado a labores cotidianas con personajes envueltos en multicolores vestimentas.
Sin vacilación, alucinantes imágenes para una simbología del mayor talento, desplegada en una pintura enriquecida por las ideas de Elisa. Así logra su cometido. La luminosidad de un color y otro es dominante y contrasta con la delicadeza de los lienzos que de pronto ya no son lienzos, destinados a objetos transmisores de sentimientos alegres dirigidos al público que la admira y al que día a día podrá admirarla.
Así como el bullicio y el movimiento festivo motivan una meditación frente a los cuadros, el silencio y la quietud despiertan un especial razonamiento capaz de encender la llama viva de la imaginación dirigida a otro horizonte, tal vez distante a la primigenia inspiración de Elisa, pues el brillante y destacado colorido de la imagen nos entrega un resultado inmerso en la obra a ser creada.
Frente al caballete de trabajo, que es la tabla, la mesa, un objeto, una pared, está la idea aún ya materializada. Está la atmósfera del universo del arte. La realidad de la plástica y la quimera de un modelo evocado en alas de la admiración personal.
Los pasajes de la vida de Elisa, las inquietudes artísticas y el gran escenario donde transcurre la visita imaginaria, se multiplican en sus obras, en una secuencia testimonial de trayectoria extraordinaria, no ajena al drama de la existencia.
El logro de Elisa surgido de la ilusión, en una gama de visiones perpetuadas en sus cuadros, se mantendrá indeleble, como la cola del peinado de una dama que se muestra allanada de simpatía, sobre la cual descansan la paleta, los pinceles y otros instrumentos de trabajo de esta artista tarijeña.
La fuerza de la creación artística se hace contagiosa. Metamorfosis alimentada por las ideas y el fervor a los colores, pues pertenecemos a un escenario de realidades ávidas de ser pintadas. A veces preferimos sumarnos a los sueños de los artistas (cualquiera sea la especialidad) así todo repose en la imposibilidad de testimoniar las fantasías.
By Julio Ríos
ELISA COMBINES HER WORK OF THE STAIRCASE WITH THE BLOUSE SHE WEARS WITH BARE SKIN UNDER IT
Elisa Insúa, is an Argentine artist, born in Buenos Aires. Her works are often transformed into an unlimited passion, alien to any reasoning and susceptible to the most unusual reactions. Pop Art, Egyptian images, necklaces, pharaohs, the legendary guerrilla fighter, caricatured animals, appear in her canvases, usually of very large size.
I observe the artist and I graph her presence in my chronicle in English, observing her dressed in clothing that matches her creation. A light, vaporous and very thin garment matches the staircase and stands out for its transparency, highlighted in a blouse that she wears with bare skin underneath.
Óscar Manrique Ares, art commentator writes: If we Google the word "recolectora" one of the first definitions that appears on the internet is "person who is dedicated to the harvesting of the fruits of the earth". I think there are no more accurate words to talk about the work of Elisa Insua, an artist of Argentine origin who literally works with everything she finds lying on the ground. Any object can be susceptible to be part of one of her compositions: broken trinkets, empty cans, lost coins, everything that has already been used and therefore discarded.
Manrique Ares adds: The icons we see in his works are totally recognizable by any type of spectator, because what he seeks is to probe deeply into the conscience of the voracious consumer we have become. Like any good pop artist worth his salt, he decides to take these icons from our so anchored popular imaginary, playing and inverting their meanings with a certain ironic and mocking air. Thus, we find a Darth Vader mask covered entirely with jewels that can transmit little fear, or perhaps the opposite, perhaps it shows us how far the vanity of the richest and cruelest leaders in the world can go. Or the great game boards like Monopoly, one of the most sarcastic demonstrations of how capitalism moves our lives. We play at being millionaires.
However, I say, that is precisely where the value of their concrete works lies, whether they are utilitarian or artistic in nature. Passion, therefore, is an uncontainable force, sometimes turned into a fixed idea, directed to materialize the figures with precious, loving and striking images, or those conceived through thought. The admiration for something that stimulated the flame of ingenuity, comes to transform the uncertain into tangible, at the risk of remaining at the limits of utopia.
In this way, his artist's mind creates his fantasies and illuminates his intelligence to give shape to attractive images, placing them in a real scenario, a place where they come to life, with the mere stroke of brushes handled by skillful hands, as a certification of the scope of art.
No one who is not an admirer of a genius can imagine a visit of the enigmatic figure of an idol to a city never known by him. This utopian possibility concentrated Patricia's attention and talent in an emotionally charged manifestation destined to the image in a mosaic, a board, a table.
This is how the pictorial production was entirely dedicated to evoke the extraordinary in her and that arises from the boundless admiration for genius. For that beautiful work that she is gradually giving to humanity. Therefore, Elisa Insúa's practice incubated the unusual idea of placing the images in unconventional settings and objects in different cities and scenarios, particularly Egypt, where she eagerly immerses herself in a chromatic series of cyclical episodes.
In a visual tour, we follow the presence of her works and her journey through her inspiration. Silence and noise, in the middle of a space destined to daily tasks with characters wrapped in multicolored clothes.
Without hesitation, hallucinating images for a symbolism of the greatest talent, deployed in a painting enriched by Elisa's ideas. This is how she achieves her goal. The luminosity of one color and another is dominant and contrasts with the delicacy of the canvases that suddenly are no longer canvases, destined to objects transmitting joyful feelings addressed to the public that admires her and to the one that day by day will be able to admire her.
Just as the hustle and bustle and the festive movement motivate a meditation in front of the paintings, the silence and stillness awaken a special reasoning capable of igniting the living flame of the imagination directed to another horizon, perhaps distant from Elisa's original inspiration, since the bright and outstanding coloring of the image gives us a result immersed in the work to be created.
In front of the working easel, which is the board, the table, an object, a wall, there is the idea already materialized. There is the atmosphere of the universe of art. The reality of the plastic arts and the chimera of a model evoked on the wings of personal admiration.
The passages of Elisa's life, the artistic concerns and the great scenario where the imaginary visit takes place, are multiplied in her works, in a testimonial sequence of extraordinary trajectory, not alien to the drama of existence.
Elisa's achievement arisen from illusion, in a range of visions perpetuated in her paintings, will remain indelible, like the tail of the hairstyle of a lady who shows herself flattened with sympathy, on which rest the palette, the brushes and other work instruments of this artist from Tarija.
The force of artistic creation becomes contagious. Metamorphosis fed by ideas and fervor for colors, because we belong to a scenario of realities eager to be painted. Sometimes we prefer to join the dreams of artists (whatever the specialty) so everything rests on the impossibility of witnessing the fantasies.
Julio Ríos, escritor y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor, asesor de seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017), LA GENERACIÓN NINI en co-autoría con Alberto Liendo Romero (2023), UNA HISTORIA PARA CONTAR (2024).
Elisa Insúa, artista plástica argentina