MODA EN PANDEMIA
LA COVID – 19
LA REVOLUCIÓN DE LA MODA
Y LA BELLEZA NATURAL
Braless
ARTISTAS Y REDES SOCIALES
DESTACAN LA TENDENCIA
La moda braless consiste en no llevar sujetador y vestir chaquetas, vestidos o camisas que dejan gran parte de los encantos femeninos a la vista. Esta llamativa tendencia arrasa en las redes sociales como “braless” y famosas y anónimas se han animado a compartir sus looks presumiendo de escote.
La Tendencia ‘braless’, donde el sujetador ya no se quema, simplemente se prescinde de él. Si en los 70 el sujetador era el enemigo público número uno, símbolo del patriarcado, que había que incinerar; la tendencia braless juguetea hoy entre la reivindicación y el erotismo.
El Wonderbra de los 90 fue el accesorio de la superwoman. Era raza de mujeres que lo hacían todo bien: profesionales eficientes intentando agrietar el techo de cristal (con cuidado de no hacerse daño con los cristales): madres, solteras o casadas, pero con hijos deseados; expertas en sexo que leían Cosmopolitan, cultas, divertidas, estilosas. Demasiado trabajo para llevar los pechos a la altura de la garganta, convertidos en un solo bloque de carne. Un día me probé un Wonderbra que habían enviado a la redacción y al cuarto de hora me produjo un horroroso dolor de espalda.
Por el contrario, la tendencia ahora parece ser imbuir a los sostenes de una ética feminista. Convertirlos a la causa, para usarlos cuando nos convenga. Neon Moon es una de las marcas de lencería pioneras en este concepto. Para Hayat Rachi, CEO y fundadora de la firma “el mejor momento del día de una mujer no debería ser cuando llega a casa después del trabajo y, finalmente, se quita el sujetador. La lencería tradicional se hace desde la perspectiva masculina, lo que ellos quieren ver o lo que la mujer debe llevar para ser sexy.
Neon Moon es un equipo de mujeres que hace ropa interior para mujeres y que, más que resaltar o acentuar las formas femeninas, las acepta, las abraza. Nuestras telas y materiales son suaves y confortables, elegidos para sujetar y no apuntalar el cuerpo femenino. Nuestros productos y campañas están libres de Photoshop, explotación laboral, sexualización y objetivación. Muchas firmas presumen de ser feministas pero explotan a trabajadoras del tercer mundo y luego pretenden empoderar a las del primero. Nosotras cuidamos y damos poder a las mujeres desde el proceso de fabricación hasta el momento en que alguien se pone una de nuestras prendas”.
Médicos y profesionales de la salud optan también por una filosofía más laxa, en cuestión de sujeción. “El sujetador es una decisión personal. Si tenemos una masa muscular desarrollada y no tenemos una mama grande, no es imprescindible”, dice Mª Ángeles López Marín, médico especialista en medicina estética, con doctorado en ginecología y obstetricia, del Centro Médico Rusiñol, en Madrid.
“Las deportistas (ya que el movimiento puede romper las fibras de colágeno que sustentan la mama), las que tienen mucho pecho (para evitar problemas de espalda, ya que el sujetador actúa como las cintas de sujeción de una mochila) y las embarazadas deberían llevarlo y, generalmente, se sienten más cómodas con él”, señala esta doctora, que insiste en que es importantísimo elegir bien la talla y el modelo, ya que un modelo inadecuado puede producir dolor en las mamas, durezas o marcas en la piel.
En Dama de Copas, tiendas especializadas en bra fitting y asesoramiento de lencería, tienen claro que es mejor no llevar sostén a llevar uno inadecuado. Según Nayade S. Pérez, coordinadora de marketing para España de la firma, “los errores más comunes a la hora de comprar un sujetador son, básicamente, tres: elegir mal el contorno (generalmente se tiende a buscar uno más grande), tender a buscar copas pequeñas y darle demasiado trabajo a los tirantes.
Lo ideal es que el 70% de la sujeción del pecho recaiga en el contorno y en los tirantes solo el 10%, pero si se elige mal la talla, éstos últimos tendrán que hacer todo el trabajo y esto afectará a hombros y cervicales. El contorno debe ser el adecuado, sin oprimir pero sin que la parte de atrás se suba, lo que indica que es mayor del que necesitamos. Hasta hace poco las copas no se tenían en cuenta en España, pero nosotros tenemos desde la A a la K. Cada vez más mujeres vienen a asesorarse, porque llevar lencería inadecuada es peor que no llevarla”.
¿Cuándo Bella Hadid, Jennifer Aniston, Emikly Ratajkowski, Gwyneth Paltrow, Selena Gómez, Victoria Beckham, Pamela Anderson, Rita Ora, Jennifer Connelly, entre otras muchas, pasean por la calle en plan ‘comando’, es decir, mostrando sus pechos libres y hasta marcando el pezón, lo hacen con afán de lanzar un mensaje o, simplemente, pretenden ‘sentirse libres’, provocar o atraer la atención de los paparazzi?
Si la masculinidad se ha identificado siempre con el pene, la feminidad no lo hace (como correspondería) con los genitales femeninos, sino con el busto; ya que, como el antropólogo inglés Desmond Morris apuntaba en su libro La mujer desnuda (2005, Planeta), “los pechos femeninos han recibido más atención erótica por parte de los varones que ninguna otra zona del cuerpo. Enfocar una atención extrema sobre los genitales sería excesivo y hacerlo sobre otras partes de la anatomía es insuficiente. Los pechos son, en cambio, el perfecto término medio: una zona tabú, pero no demasiado escandalosa”.
De hecho, la raza humana es la única que tiene una relación tan estrecha y poderosa con los senos. A diferencia de lo que ocurre con la mujer, que desarrolla sus mamas al llegar a la pubertad, al resto de las primates solo le crecen los pechos mientras amamantan a sus crías. Algunas hipótesis científicas indican que esta situación puede ser un indicador de la capacidad reproductiva, aunque Morris tiene otra versión más interesante. Él daba prioridad a la función sexual sobre la maternal, al dibujar la teoría de que al empezar a caminar erguida nuestra especie, las nalgas perdieron el protagonismo de reclamo para el macho y la evolución favoreció el desarrollo de los senos como sustitutivo.
Prueba de que los pechos femeninos son zonas reservadas, información de dos rombos o material inflamable es la pacata actitud de las redes sociales ante ellos. Los pechos no son solo órganos erógenos, sino que encierran también un espíritu de rebeldía, de desobediencia, de revolución que las integrantes de FEMEN conocen y explotan al grito de “nuestros pechos son más peligrosos que sus piedras”. Afrodita, la robot rosa que ayudaba a Mazinguer Z en su lucha contra el mal, también utilizaba su artillería pesada, en su caso, sus proyectiles mamarios.
Según dice Lorena Sánchez en su blog Homínidas, para la revista Quo,“durante la Revolución Francesa el pecho de la mujer se convirtió en un símbolo contra la burguesía. La madre que amamanta a su bebé se identificó con la “ciudadanía responsable”, en oposición a la costumbre de pagar a nodrizas que alimentaban a los hijos de la aristocracia. Los ideales igualitarios de la Ilustración se representaban con la imagen de una mujer que ofrece sus múltiples senos a todos los ciudadanos, y La República fue representada por una mujer con gorro frigio y, ocasionalmente, con el pecho desnudo”.
Para Delfina Mieville, socióloga,
sexóloga y experta en género y derechos humanos, con consulta en Madrid, “el
olvidarse del sujetador no tiene ya las mismas connotaciones que en los años
70. Ahora ya no se los quema, sino que se prescinde de ellos, momentáneamente,
por diferentes cuestiones. La comodidad; la seducción, ya que en los juegos
eróticos mediatizados, dentro de la lista de las 10 cosas que hay que hacer
para excitar a tu pareja, está la táctica de presentarse a una cita sin ropa
interior. Y luego, no hay que olvidar la parte reivindicativa, en la que tiene
que haber una intención. Como dijo la feminista Kate Millett, ‘lo personal es
político’, la revolución empieza en casa y la primera casa es el cuerpo.
Ponerse algo en los pechos para sujetarlos, resaltarlos o aplastarlos, según la moda y los convencionalismos sociales y religiosos de la época, es una práctica tan antigua como la historia de la humanidad y parece que este concepto existió desde el año 4.500 a.c. Las griegas y las romanas usaban una faja que permitía sujetar los senos, lo mismo que las vikingas y otras pobladoras del norte. En la Edad Media y el Renacimiento, los corsés oprimían la cintura y aplastaban o subían los pechos a voluntad hasta límites insospechados.
Cada vez son más las celebridades que se suman a la tendencia braless, que consiste en no utilizar sostén. Esta nueva moda no solo busca reivindicar la silueta femenina, sino también devolverle a las mujeres la comodidad y la libertad a la hora de vestir.
Cada vez más personas se atreven a mostrar la otra cara de la belleza en las redes sociales. Con hashtags como honormycurves y nomakeup, Instagram se ha convertido en un repositorio de movimientos que buscan empoderar a las mujeres a mostrarse cada vez más “al natural”.
Uno de los movimientos más recientes es freethenipple, que cuestiona el tabú que existe en torno a los salientes y los pechos de la mujer, en contraposición al torso del hombre, que puede estar expuesto sin reparos.
Junto a ese movimiento, también ha cobrado impulso la tendencia braless, que invita a las mujeres a salir a las calles sin sostén. ¿En qué se sostiene esta nueva moda? Kim Kardashian es una de las celebridades que exhibe sin tapujos sus escotes sin sostén en Instagram.
Según cuenta el diario Clarín de Buenos Aires, el movimiento braless se originó en los años setenta como parte del movimiento feminista.
Como sostiene el portal Malvestida, “al estar hipersexualizado, el pecho femenino debe cubrirse y lucir de cierta forma para ser aceptado”. Por ello, la tendencia braless busca que las mujeres lleven sostén por convicción y no porque es lo “socialmente correcto”.
Un movimiento en auge, habida cuenta que cada vez hay más personas que desafían las normas sociales al caminar por la calle sin sostén.
Heidi Klum suele compartir fotografías sin sostén y al natural en Instagram. Sin embargo, podría haber otra razón que impulsa la tendencia braless: la comodidad. Y es que algunos sostenes pueden ocasionar fuertes dolores en la espalda.
Como dice el portal ABC: “Un sostén de tallaje equivocado, ya sea de talla menor a la necesaria o demasiado grande, puede provocar molestos dolores de cabeza, espalda, indigestión y en los casos más extremos, colon irritable”.
En esa línea, los bralettes se encuentran en auge, pues son opciones más cómodas para el cuerpo femenino porque no tienen copas ni varillas. Esa podría ser una de las razones por las que el negocio de Victoria’s Secret tambalea en estos días.
Las mujeres han hablado: hoy apuestan por la libertad. Tanto en el terreno de las redes sociales como en el universo de las marcas que consumen.
Una de las celebridades que ha sabido escucharlas es Rihanna, quien viene cosechando elogios con su marca de lencería body positive, Savage x Fenty.
¿Estás harta de usar sujetador? Te tenemos buenas noticias: la moda “braless” ha vuelto. Es una tendencia que tuvo su origen en los años setenta como un símbolo del movimiento feminista. Te contamos en qué consiste esta moda que usan casi todas las celebrities.
¿Estás harta de usar sujetador? Te tenemos buenas noticias: la moda “braless” ha vuelto. Es una tendencia que tuvo su origen en los años setenta como un símbolo del movimiento feminista. Te contamos en qué consiste esta moda que usan casi todas las celebrities.
Dos actrices en dos Las alfombras rojas que abandonan el sujetador mientras usan una camiseta sin mangas negra no pueden ser una coincidencia, ¿verdad? Jennifer Lawrence echó un vistazo a CinemaCon el martes, luego Ashley Tisdale lo repitió en el estreno de la noche anterior Día de la Madre. Ahora nos queda esperar una tercera estrella para demostrar la máxima que un trío hace una tendencia, porque, en serio, es una moda de moda de primavera que no vimos venir?
Ambas mujeres se pusieron sin sujetador en tanques negros, aunque es posible que haya cierta modestia adicional gracias a las fundas de silicona para los pezones (Ashley compartió una foto de sus empanadas en Instagram, y apostamos que J.Law empleó un truco similar). Dado que la parte superior es una declaración bastante descarada, cada uno mantuvo sus partes bajas relajadas, con un midi flojo para Jennifer y pantalones anchos para Ashley.
También observamos una influencia Kardashian en juego. Cada una de las hermanas ha tenido un momento con un top negro transparente que muestra un poco de escote, aunque la exposición del sujetador es parte de todo el look (Khloé incluso me recomendó amablemente el estilo perfecto para usar). Con o sin lencería en exhibición, es un atuendo sexy, y la opción de ir sin soporte podría ser una elección tan práctica como un estilo personal. Las mujeres con bustos más grandes a menudo descubren que no pueden tirar el sujetador: Christina Hendricks acaparó los titulares por decir que nunca puede elegir un vestido sin espalda porque se requiere apoyo para sus damas.
Hay quienes consideran que el bra es una invención absurda, otros como un simple diseño de moda. Pero científicamente hablando, una investigación muy notoria sobre los bras salió hace tres años. Jean-Denis Rouillon, investigador del deporte y profesor de la Universidad de Franche-Comte llevó a cabo un estudio de 15 años sobre el efecto de los bras en 330 mujeres de 18 a 35 años de edad.
En su investigación utilizó una regla de cálculo y un calibrador para registrar los cambios en los senos de las mujeres año tras año. Los resultados fueron que el uso de un brassiere a una edad temprana no hizo nada para ayudar a sostener el pecho, reducir el dolor de espalda o prevenir la flacidez de mama.
Y sostiene que las mujeres jóvenes se beneficiarían más a través del ejercicio diario. En el estudio, las mujeres que dejaron de usar bra a voluntariamente, no como una exigencia del estudio tenían un ascenso de 7 milímetros en sus pezones cuando se compara con las usuarias regulares. Además, según el investigador, podrían obstaculizar la circulación y reducir el tono de mama con el tiempo.
Vemos por todas las redes fotos de actrices, cantantes, bloggers de moda y figuras públicas usando ropa incluso transparente sin llevar bra. Se ha puesto muy de moda, aunque como te muestra tal como eres, tal vez no todas se animen.
La modelo
Emily Ratajkowski presumió su nuevo look durante su regreso a la ciudad de
Nueva York, luego de pasar gran parte de la pandemia de coronavirus en
California.
La actriz, de 30 años de edad, optó por un atuendo fresco para un día soleado en la Gran Manzana. Utilizó unos jeans holgados, con corte a la cintura, y una blusa de tirantes delgados, de color gris, con la que se unió a la tendencia braless y dejó ver un poco de su abdomen tonificado.
Ratajkowski también portó unos tenis oscuros con agujetas blancas, lentes oscuros y unas arracadas de oro escondidas debajo de la cabellera rubia que sorprendió a sus fanáticos.
La celebridad disfrutó de un paseo por las calles de Nueva York con su esposo Sebastian Bear-McClard y su perro Colombo. Emily Ratajkowski y su esposo pasaron el inicio de la pandemia de Covid-19 en la ciudad de Nueva York, pero cuando se convirtió en el foco rojo de la emergencia sanitaria, viajaron a California para aislarse en la residencia que tienen en Los Ángeles.
En cuanto los casos en California aumentaron con cifras récord y Nueva York comenzó con su reapertura, la pareja regresó a su casa.
Durante
sus primeros días en la ciudad, Emra ha causado sensación al presumir los
últimos diseños de su marca de ropa Inamorata en cada caminata que realiza.
Este fin de semana utilizó un traje, de tonos tierra y tela traslúcida, con el que mostró su ropa interior. La modelo estrenó su nuevo look rubio tras una colaboración con Karastase, una subsidiaria de L’Oreal de la que es imagen desde el año pasado.
Durante la cuarentena, la actriz de Gone Girl dedicó gran parte del tiempo del cuidado de su cabello de su piel y de su cabello. También invitó a sus más de 26 millones de seguidores a practicar el autocuidado para relajarse.
Habla una lectora relatando su experiencia y en testimonio a ella expresa: Quise escribir esta experiencia desde que llevaba una semana de hacerlo, pero era una de las barreras que tenía que romper: hablar de mis boobies en público.
Me puse el desafío de aprovechar octubre, el mes rosa, en que hablamos y difundimos el cuidado de los senos contándoles cómo les demuestro amor a los míos, agrega.
Desde que tenía 13 años ya despreciaba usar bra. Vivía en Asunción, Paraguay, cuya media de temperatura es de 36ºC, un brassier simplemente me “daba más calor”, puntualiza.
En mi “época de colegio” comencé con los tops, si bien eran calurosos no tenían armazones, eran relativamente cómodos, relata.
Ya cuando estaba en la universidad, tengo que reconocer que veía a todas las mujeres super producidas y con sus pechos bien puestos, que me sentía un poco menos, expone.
En el 2013, comencé mi empresa y “tuve” que comenzar a considerarlo ya que no era “profesional” que se vea los pezones parados en medio de una reunión, subraya.
Así fue que ingresé al mundo de los corpiños y sostenes. Los odié desde el primer día. Sentía que no podía respirar bien, que todo el tiempo estaba tensa porque algo me sujetaba y me salía sarpullido (por el calor principalmente), explica.
Como casi todas las mujeres el mejor momento del día era cuando llegaba a casa y me sacaba el maldito bra, manifiesta.
Este año había comenzado a probar que esa libertad dure más tiempo y los fines de semana no usaba bra, hasta iba al supermercado así, me sentía toda una rebelde y al vez que todo el mundo se iba a dar cuenta de mi osadez, enfatiza.
"Era una de las cosas que me gustaba de mi fin de semana, estar libre. Entonces pensé: ¿por qué no ir más allá e intentar andar una semana, revela.
Una semana sin bra: Luis, mi novio, me había enviado un video que hablaba de los beneficios de no usar bra. Me hizo pensar, significaría sentir la libertad de los fines de semana todo el día, pero ¿ir a trabajar sin bra? ¿salir con amigos así? Y sin embargo había mujeres que lo hacían, ¿y si probaba?, manifiesta.
Un martes de junio me dije: “Hoy no voy a usar bra”, me puse una remera (playera), un chaleco y salí a la calle, cuenta.
Andaba con miedo de que la gente se quedara mirando, de que alguien dijera algo. Pero no, ese día pasó como si nada, confiesa.
Ese martes no sentí la opresión del bra, no tenía que suspirar tanto. Me sentía de alguna forma: libre, explica.
Y al otro día decidí que iba a experiemntar una semana entera. El siguiente martes simplemente supe que mis bras ya eran cosa del pasado, añade.
No usar bra me hizo romper más tabúes, mitos y barreras mentales de los que pensaba, indica, subraya.
Cuando comencé a contar mi experiencia con amigas cercanas, una de las primeras cosas que me decían era: “pero Gi, se te van a caer después”, refiere, puntualiza.
Pues, depende mucho de cada una, pero sin los sujetadores mis boobies tienen que hacer todo el esfuerzo, es decir tienen que sujetarse a sí mismas. Desde junio hasta ahora he sentido cómo los músculos de mis senos se han fortalecido, aclara.
Además leí que en realidad tiene mas que ver con la genética, las glándulas mamarias y otros factores, relata.
"La verdad es que no pasa nada. Esta fue de mis mayores barreras. ¿Qué pasaba si se me paraban los pezones y alguien se daba cuenta? Me pasó y la verdad es que no me di cuenta si alguien me vio, pero sí me di cuenta de que todo estaba en mi cabeza, es algo totalmente natural, es como cuando se te eriza la piel cuando hace frío", añade.
El problema es que vivimos en una sociedad tan sexualizada que tenemos ese tabú bien fuerte en la cabeza. Pero al final del día es esto: no pasa nada si se paran los pezones y se notan; todo está en nuestra cabeza, sostiene.
"Lo positivo; Ni suspiros, ni dolor de espalda. Para mí fue un cambio notorio para mi espalda, al pasar dos semanas sin usar bra noté que ya no suspiraba y que no me dolía la espalda. No creía que usar un sujetador todos los días era el responsable de eso, pero efectivamente ese fue un gran cambio", explica.
Así como se fortalecieron mis músculos, también vi cambios en mi piel. Mucho más tersa, sin sarpullido en la espalda, sin las marcas del sujetador, refiere.
"Creo que si tuviera que elegir un punto positivo sería este. Conozco mejor a mis boobies, todos los días las siento más presentes que nunca. Las mimo más, veo si hay alguna anormalidad, si están sanas", aclara.
Sí, no es todo perfecto. No es que una deja de usar bra y ya. Hay que poner esfuerzo, principalmente sacándonos esos tabúes que nos impone la sociedad de cómo tenemos que vestirnos y vernos las mujeres, convence.
"Unos pezones bien formados (con sujetador) son más femeninos. Que no se te noten los pezones es más delicado. No. Cada una es dueña de su estilo y se puede ser braless y mantener un estilo propio al vestir"; puntualiza.
Tengo que reconocer que me tocó correr braless en alguna ocasión y no me veía como WonderWoman, pero sí me sentía así", confiesa.
Para mí fue cuestión de ser más consciente al momento de vestirme. Verme con los diferentes colores de blusas, usar algunos chalecos y bufandas. Pero al final del día saber que si estoy cómoda conmigo misma, todo está bien, agrega.
"Anécdotas Braless: En una reunión de mujeres les conté a todas sobre mi experiencia y todas simplemente decidieron probar por esa noche, fue una noche de libertad sin bra para todas", cocluye.
Era una de las primeras semanas, estaba en una junta de equipo y hacía frío en la sala. Mis pezones estaban ahí… parados y yo no podía concentrarme. Me tocó hablar y en vez de decir algo relacionado a lo que estábamos hablando dije “parados”, me miraron raro pero nadie se dio cuenta", puntualiza.
Tengo algunas blusas que tienen motivos interesantes o divertidos y la gente los nota, entonces me dicen que bonita blusa y la atención se dirigen a mis pezones braless. Pues, solo espero que no se paren en ese momento, porque me pondría muy roja, pone de relieve
¿Cómo empezar? Lo hablé con varias amigas y muchas me decían, yo nunca podría. En realidad todas podemos, pero es cuestión de querer.El primer paso es preguntarte: ¿por qué hoy usas bra/sujetador? se pregunta.
¿Porque siempre lo hiciste? ¿porque todas lo usan? ¿porque tus ropas quedan mejor? Lo segundo es darte la oportunidad, podés comenzar un fin de semana, ir al super sin bra, probar un día de la semana, animarte a no usar bra una semana y luego un mes. ¿Quién te dice quizás olvides tus bra un día?, dice.
Algunos tips para el pudor que nos queda; usar chalecos, bufandas para tapar a los pezones parados. Para vestidos muy ajustados yo uso: Nippits, agrega.
Ir probando qué es más cómodo para las boobies, quizás no usar bra, quizás usar tops o bras sin armazón, ni varillas. Lo importante es cuidarnos y amarnos en estas pequeñas cosas, señala.
Esta es mi experiencia de no usar bra, de amar a mis boobies a mi manera, sin lo que la sociedad me dice que tengo que hacer. Es mi forma de quererme tal cuál soy, concluye el relato.
"Espero que les sirva a las mujeres para animarse al menos a probar esta forma de vivir, a los hombres que vean que las mujeres no deberíamos tener esta imposición por que sí".
En la sociedad occidental, hay una tendencia creciente hacia el bralessness entre un número de mujeres, especialmente millennials, que han expresado su oposición y están renunciando a usar sujetadores.
En 2016, la directora de moda de la revista Allure, Rachael Wang, escribió: "El braless es tan antiguo como el feminismo, pero parece estar saliendo a la superficie más recientemente como una respuesta directa a los momentos de la Tercera Ola, como la campaña del hashtag freethenipple, el aumento de la visibilidad trans, como la portada de Vanity Fair de Caitlyn Jenner... y el programa Girls de Lena Dunham". El braless, que durante muchos años se consideró una declaración política, se ha puesto de moda en los últimos años.
Las mujeres eligen el braless por su incomodidad, por cuestiones de salud, por su coste y por razones sociales, que a menudo tienen que ver con la autoaceptación y la expresión política. Las mujeres han protestado durante muchos años contra las restricciones físicas y culturales que imponen los sujetadores. Una protesta feminista en el concurso de Miss América de 1968 se considera a menudo como el inicio del movimiento contra el sujetador, lo que llevó a los fabricantes a comercializar nuevos diseños que creaban un aspecto más suave y natural.
Las mujeres rechazan las expectativas culturales de que sus pechos deben "permanecer firmes y en la posición correcta", o que ir sin sujetador significa que la mujer es promiscua. Nada más falso.
Los sujetadores son cada vez más un problema para las mujeres y las niñas. Mujeres y niñas en edad escolar de China, Malasia, Canadá, Inglaterra y Estados Unidos han sido acosadas y perseguidas por no llevar sujetador. Las mujeres han demandado a sus empleadores tanto por intentar exigirles que no lleven sujetador, como por acoso e incluso despido como consecuencia de haber elegido no llevar sujetador.
Las jóvenes de los institutos han sido sancionadas por no llevar sujetador. Las jóvenes suelen criticar a los administradores y al profesorado por no educar a los chicos en que las chicas no deben ser acosadas o recibir una atención indebida por no llevar sujetador. También se quejan de que la exigencia de llevar sujetador es un trato desigual, dado que a los chicos no se les exige que se cubran los pechos o los pezones.
Kim Kardashian, se preparó, el 2020, para las fiestas de Navidad y los paparazzis la captaron haciendo algunas compras mientras lucía sus impactantes curvas en California.
La empresaria de 39 años se dejó ver en la tienda A Beautiful Mess de Agoura Hills haciendo alarde de su figura de reloj de arena, enfundada en un ajustado top braless semitransparente color naranja, diseñado con un escote asimétrico y manga larga por Opera Sport.
Caminó por el lugar con pantalones de látex rosa salmón sobre zapatillas color arena. Limitó el uso de accesorios a su teléfono celular y a una cuidada manicura oscura.
Kardashian West se dejó ver con su nuevo corte de cabello bob clásico con puntas hacia adentro en tono negro, característico de la reality star.
En cuanto maquillaje, Kim destacó su piel bronceada con el popular contouring, ojos ahumados, extensas pestañas negras, labios nude y blush dorado.
Al salir de la tienda, se mostró glamorosa mientras sostenía un par de bolsas grises con regalos dentro.
Antes de su paseo, la líder del clan Kardashian Jenner dio algunos detalles de la planeación del cuarto cumpleaños de su hijo Saint, bajo temática de Jurassic Park, en redes sociales.
“La fiesta de los dinosaurios de Saint es hoy”, dijo en sus stories de Instagram mientras daba un recorrido por su patio trasero ambientado con un parque de dinosaurios, excavaciones, fósiles, tesoros y una mesa de collares.
Dentro de la publicación, Saint se mostró feliz mientras compartía tiempo con sus hermanas Chicago y North.
Durante el reciente capítulo de Keeping Up With The Kardashians, Kim volvió a enfrentarse a su hermana mayor Kourtney. Esta vez por negarse a mostrar su vida personal en el reality que ha catapultado a la familia a la fama mundial desde el 2007.
“Nuestro trabajo es ser abiertas y honestas y compartir mucho sobre nosotros”, dijo Kim en las entrevistas personales del programa. “Y parece que en los últimos años, Kourtney realmente no ha sido abierta sobre su vida personal en cámara”.
A lo largo del capítulo, se retomó el tema de Tristan Thompson y sus infidelidades hacia Khloé y lo compararon con la negación de Kourt sobre participar más en el programa y ser más abierta.
“Todos los días que Kourtney no está filmando, Khloé y yo estamos tomando el relevo”, señaló Kim. “Si no estamos compartiendo nuestras vidas, entonces, ¿cuál es el espectáculo?”.
Esta no es la primera vez que ambas celebridades explotan en televisión nacional. Hace poco más de un año, las hermanas mayores del clan discutieron sobre el poco interés de Kourtney en participar en actividades familiares, por su mal carácter y por no tener un trabajo.
By Julio Rios
La actual pandemia que soportamos a consecuencia de
la Covid,19, sin vacilación asoma caminos de consuelo. En mi labor de escritor
y admirador de la mujer y defensor de la mujer en sus derechos, investigué una
tendencia muy particular. Mi gusto por la modelo británica Emily Ratajkowski, abrió
mi curiosidad. Soy claro en expresar que no existe en la noble tarea de escribir,
especialización y, al contrario, escribir de temas de moda muchas veces
atribuido a intelectuales mujeres, es una incursión interesante.
Antecede a este comentario, mis lecturas y referencias extractadas de medios de comunicación, como Voge, Revista Mía, Cosas, El Clarin, El Universal, y otras compañías periodísticas internacionales. No obstante todo parte de mi observación a esta bella modelo y actriz Emily Ratajkowsi, quien me abrió los ojos a este escenario que con el nombre de BRALESS, ella me daba cuenta de la tendencia de no usar sujetador.
En efecto, la fotografía que más impacto me produjo, fue la que publico en mi comentario en inglés. Emily es cuerpo desnudo, a través de la muy escotada camisa de tela de jean, que la artista la viste con piel desnuda debajo. No existen prendas interiores, vale decir que Emily introduce el BRALESS con naturalidad, libertad, sutileza y belleza. Emily no usa ninguna camiseta interior, tampoco top, es piel desnuda que deja fuera al sujetador. Emily no usa sostén. Esta confianza y liberación se destaca por la superación de la mujer y por el referente de cuanto extraña la naturaleza femenina.
Es verdad que para ingresar a la tendencia del BRALESS, tiene previamente existir un estado físico prolijo, y una filosofía de vida de convencer que la existencia del sujetador de pronto no es relevante. Algo similar, pero en otra realidad, le sucede al hombre.
Desde la película SUCEDIÓ UNA NOCHE, Citaré tan sólo algunos ejemplos especialmente memorables, todos ellos relacionados con el mundo de la moda. En 1934, Clark Gable produjo un daño considerable a los fabricantes de ropa interior masculina cuando apareció sin camiseta en la película. Esa memorable escena recoge el momento en que, al llegar a un motel en una de las paradas del interminable viaje en autobús, se quitaba la camisa para así intimidar a la joven Claudette Colbert, que no estaba decidida a irse de la habitación. Que un ídolo como Gable vistiese -al menos en el cine- sin camiseta interior motivó que millones de americanos dejaran de usarla y, por tanto, de comprarla.
Sin embargo, hay mercado para todo, lo que importa es ir contra la discriminación y no capitalizar el tabú, pues la mujer en una sensual desnudez por intermedio del BRALESS, no hace nada malo. Sería injusto censurarla, porque motivo legal jamás existió, estando vigente aquello de que la costumbre se hizo ley. Hoy afortunadamente países sudamericanos, norteamericanos y europeos principalmente se han liberado de estos prejuicios moralinos y equivocadamente pudorosos.
No se olvide que el hombre está dirigido por la belleza y seducción femenina. Los hombres a quienes esto no sucede son hombres sin influencia. Para algunos escenarios, ayunos en todo, es un verdadero crimen el despilfarro que se hace del talento, la sensibilidad, la moda y todo aquello que encierra el alma y la mente de la mujer condenada al ostracismo, en su propio medio. Mientras la mujer no desarrolle en plenitud e independencia todas sus potencialidades, nuestras sociedades no saldrán de su atraso.
BRALESS, sin duda es elegancia y superación. Hoy el traje sastre de dos piezas, con pantalón o minifalda, destaca prendas muy escotadas y abiertas, y es precisamente el cuerpo desnudo que matiza la generosa anatomía de la mujer digna de admirar y que se traduce en la piel desnuda, a través de estos trajes sastres que son las prendas fundamentales para la tendencia BRALESS, exenta de prendas interiores.
Nacemos desnudos, nos vamos diluyéndonos entre una
ropa prestada para finalizar en una ceremonia luctuosa. El hombre es el único
animal que va requiriendo pieles según los cánones de las políticas del
mercado. A cada momento una tela nueva. Se nos ha hecho anti naturales, “anti”
ver la realidad celular de nuestro instinto y esencia. Cada época se cubrió,
desde que el hombre se manifestó en contra del frío con una piel de bisonte o
lobo.
Desde que nos manifestamos como existencia histórica, el estudio de nuestro propio organismo ha surgido como una vertiente necesaria para entender la mecánica biológica que nos acompaña. Entonces la desnudez deja la tela, el velo, la piel y se convierte en libro, en área literaria y en tecnología de uso para nuestro propio conocimiento.
Julio Ríos
THE BRALESS TREND IS THE NAKED BODY THROUGH A VERY LOW-CUT AND OPEN GARMENT WITH BARE SKIN UNDERNEATH
The current pandemic that we endure as a result of
Covid, 19, without hesitation appears ways of comfort. In my work as a writer
and admirer of women and defender of women in their rights, I investigated a
very particular trend. My liking for British model Emily Ratajkowski, piqued my
curiosity. I am clear in expressing that specialization does not exist in the
noble task of writing and, on the contrary, writing about fashion issues often
attributed to female intellectuals, is an interesting foray.
This comment is preceded by my readings and references taken from the media, such as Voge, Revista Mía, Cosas, El Clarin, El Universal, and other international journalistic companies. However, all part of my observation of this beautiful model and actress Emily Ratajkowsi, who opened my eyes to this scenario that with the name of BRALESS, she realized the trend of not wearing a bra.
Indeed, the photograph that had the most impact on me was the one I publish in my comment in English. Emily is a naked body, through the very low-cut jean shirt, which the artist dresses with naked skin underneath. There are no undergarments, that is to say that Emily introduces BRALESS with naturalness, freedom, subtlety and beauty. Emily does not wear an undershirt, nor a top, it is bare skin that leaves the bra out. Emily doesn't wear a bra. This confidence and liberation is highlighted by the overcoming of women and by the reference of how much feminine nature misses.
It is true that to enter the BRALESS trend, a neat physical state must previously exist, and a philosophy of life to convince that the existence of the bra is suddenly not relevant. Something similar, but in another reality, happens to man.
From the movie IT HAPPENED ONE NIGHT, I will cite just a few particularly memorable examples, all of them related to the world of fashion. In 1934, Clark Gable did considerable damage to men's underwear manufacturers when he appeared shirtless in the film. This memorable scene captures the moment when, upon arriving at a motel at one of the stops on the endless bus ride, he would take off his shirt to intimidate young Claudette Colbert, who was not determined to leave the room. The fact that an idol like Gable dressed -at least in the cinema- without an undershirt caused millions of Americans to stop wearing it and, therefore, to buy it.
However, there is a market for everything, what matters is to go against discrimination and not capitalize on the taboo, since women in sensual nudity through BRALESS do nothing wrong. It would be unfair to censor it, because a legal motive never existed, being in force that of which the custom became law. Today, fortunately, South American, North American and European countries have mainly freed themselves from these moralistic and mistakenly modest prejudices.
Don't forget that man is driven by feminine beauty and seduction. The men to whom this does not happen are men without influence. For some scenarios, fasts in everything, the waste that is made of talent, sensitivity, fashion and everything that encloses the soul and mind of the ostracized woman, in her own environment, is a true crime. As long as women do not fully and independently develop all her potentialities, our societies will not emerge from her backwardness.
BRALESS, without a doubt is elegance and improvement. Today the two-piece tailored suit, with trousers or miniskirts, highlights very low-cut and open garments, and it is precisely the naked body that nuances the generous anatomy of the woman worthy of admiration and that is translated into the naked skin, through these tailored suits that are the fundamental garments for the BRALESS trend, free of undergarments.
We are born naked, we are diluted between borrowed
clothes to end in a mourning ceremony. Man is the only animal that requires
skins according to the canons of market policies. Every moment a new cloth. It
has made us unnatural, "anti" to see the cellular reality of our
instinct and essence. Each era was covered, since man manifested himself
against the cold with a bison or wolf skin.
Since we manifest ourselves as a historical
existence, the study of our own organism has emerged as a necessary aspect to
understand the biological mechanics that accompany us. Then nudity leaves the
cloth, the veil, the skin and becomes a book, a literary area and a technology
of use for our own knowledge.