CINE HOMENAJE EN PANDEMIA
COVID – 19
In memoriam, SEAN CONNERY
UNA PELÍCULA DE TERENCE YOUNG
THUNDERBALL
OPERACIÓN TRUENO
PROTAGONISTAS
Sean Connery / Claudine Auger
Luciana Paluzzi / Adolfo Celi
Thunderball (título en español:
Operación Trueno), es una película británica del género espionaje de 1965,
dirigida por Terence Young y protagonizada por Sean Connery como James Bond,
agente ficticio de MI6, y co-protagonizada por Adolfo Celi, Claudine Auger,
Luciana Paluzzi, Bernard Lee, Desmond Llewelyn y Lois Maxwell en los papeles
principales. Es la cuarta entrega de la serie dedicada al agente secreto
británico James Bond y la tercera dirigida por Terence Young.
El guion está basado en la novela Operación Trueno (Thunderball, en inglés), escrita por el autor británico Ian Fleming en el año 1961, siendo también una historia original entre Kevin McClory, Jack Whittingham, y Fleming. El guion original fue escrito por Jack Whittingham, con guion de Richard Maibaum y John Hopkins. La película fue galardonada con el premio Óscar a los mejores efectos visuales. La película habría sido la primera de la serie Bond si no fuera por disputas legales sobre derechos de autor.
La película sigue la misión de Bond de encontrar dos bombas atómicas OTAN robadas por SPECTRE, que mantiene al mundo por un rescate de £100 millones en diamantes bajo su amenaza de destruir una metrópolis no especificada en el Reino Unido o en el Estados Unidos (más tarde se revelaría que era Miami).
La búsqueda lleva a Bond a las
Bahamas, donde se encuentra con Emilio Largo, el #2 de SPECTRE que juega a las
cartas y lleva un parche en el ojo. Respaldado por el agente de la CIA Felix
Leiter y la amante de Largo, Domino Derval (Domino Vitali en la novela), la
búsqueda de Bond culmina en una batalla submarina con los secuaces de Largo. La
compleja producción de la película comprendía cuatro unidades y aproximadamente
una cuarta parte de la película estaba compuesta por escenas submarinas.
Operación Trueno fue la primera película de Bond filmada en pantalla panorámica Panavisión y la primera en tener una duración de más de dos horas.
Operación Trueno se asoció con
una disputa legal en 1961 cuando los ex-colaboradores de Ian Fleming, McClory y
Whittingham, lo demandaron poco después de la publicación de la novela en 1961,
alegando que se basó en el guion que el trío había escrito para una adaptación
cinematográfica fallida de James Bond.
La demanda se resolvió fuera de los tribunales y los productores de la serie de películas Bond Albert R. Broccoli y Harry Saltzman, temiendo una película rival de McClory, le permitieron conservar ciertos derechos de pantalla sobre la historia, la trama y los personajes de la novela, y McClory recibiría el crédito de productor exclusivo de esta película; Broccoli y Saltzman en cambio sirvieron como productores ejecutivos.
La película tuvo un éxito excepcional: sus ingresos de taquilla en todo el mundo de 141,2 millones de dólares superaron no solo a los de cada uno de sus predecesores, sino a los de cada una de las cinco películas de Bond que le siguieron. "Thunderball" es la película de mayor éxito financiero de la serie en Norteamérica cuando se ajusta a la inflación del precio de las entradas. En 1966, John Stears ganó un Óscar por Mejores Efectos Visuales y el diseñador de producción Ken Adam ganador del BAFTA, nominado para un premio.
Algunos críticos y espectadores elogiaron la película y la tildaron de una adición bienvenida a la serie, mientras que otros encontraron la acción acuática repetitiva y la duración excesiva de la película. Es la película, tras Skyfall,9 más exitosa de la saga con una taquilla estimada de 616 millones de libras esterlinas a 2012. En 1983, Warner Bros. lanzó una segunda adaptación cinematográfica de la novela bajo el título Nunca digas nunca jamás, con McClory como productor ejecutivo.
En la secuencia pre-créditos James Bond (Sean Connery) y su acompañante Madame LaPorte (Maryse Mitsouko) asisten al entierro del coronel Jacques Bouvar (Bob Simmons), #6 de la Organización SPECTRE y responsable de la muerte de varios agentes británicos. Bond observa a la viuda Boitier (Rose Alba) del fallecido, pero ve que al ir a su coche es ella la que abre la puerta y no su chofer, la sigue hasta su residencia. Bond desenmascara a la viuda desvelando que es el mismo coronel Bouvar.
Tras una pelea, Bond mata definitivamente a Bouvar estrangulándolo y huye de la residencia, primero en su Jet Pack y luego en su coche Aston Martin, usando mangueras a presión contra los secuaces de Bouvar que le perseguían.
Bond resulta lastimado por su pelea con Bouvar y es enviado a un hospital para recuperarse. Allí va a pasar momentos buenos, sobre todo con su terapeuta Patricia Fearing (Molly Peters), además de investigar algunos extraños sucesos que han sucedido dentro de la clínica. Bond será presentado al Conde Lippe (Guy Doleman) y asiste a la cirugía plástica realizada a Angelo Palazzi (Paul Stassino).
Ambos son, según la investigación de Bond, agentes de SPECTRE. Lippe (#4 de SPECTRE y ex-miembro del sindicato criminal Tong) intenta matar a Bond en una máquina de tracción de la columna vertebral, siendo Bond salvado por Fearing quien posteriormente es seducida por Bond, más tarde este encierra a Lippe en una máquina de baño de vapor como retaliación. Mientras, Fiona Violpe (Luciana Paluzzi), asesina al servicio de SPECTRE, da muerte al Mayor François Derval (Paul Stassino de nuevo), de las Fuerzas Aéreas de la OTAN. Angelo será el encargado de suplantar al Mayor, tras la operación de cirugía estética que se le había realizado. Bond nota movimientos raros y descubre al verdadero Derval envuelto en vendajes y tras neutralizar a un agente de SPECTRE hace sonar la alarma de incendios para que así llegué la policía al lugar.
En esta ocasión, la siniestra organización SPECTRE (Servicio Para la Evasión, Contraespionaje, Terrorismo, Revancha y Extorsión), al mando de su agente número dos, el villano Emilio Largo (Adolfo Celi), hace capturar dos bombas atómicas y amenaza al Primer Ministro británico con detonarlas en alguna ciudad de Gran Bretaña o Estados Unidos, exigiendo a los gobiernos del mundo el pago de un millón de libras esterlinas.
Tras comprobar los avances de SPECTRE provocando el caos a nivel mundial, Ernst Stavro Blofeld, #1 de la Organización, asesina brutalmente al #9 para intimidar al #10, tras comprobar que estaba robando dinero en el tráfico de opio. El plan de Largo se lleva a cabo mientras Largo cuenta su plan a los demás miembros de SPECTRE, con el falso Mayor Derval guiando el avión de la Real Fuerza Aérea con las dos bombas, las cuales son robadas por Largo y la tripulación de su Yate El Disco Volante.
Angelo (el falso Derval) es asesinado por querer chantajear a Blofeld para subir sus honorarios, y el avión es ocultado entre plantas acuáticas y estrellas de mar en una zona llena de tiburones. Las bombas son ocultadas en el yate y Largo se lo comunica a Blofeld, quien pone en marcha la fase de extorsión. Bond no se ha recuperado por completo, pero ante la gravedad de la situación recibe un aviso urgente de sus jefes para acudir a una reunión de todos los agentes doble cero. Bond acude a la reunión, siendo perseguido por Lippe, pero este es asesinado por Violpe desde su motocicleta siguiendo órdenes de Blofeld por ser culpable de contratar a Angelo y casi comprometer el plan de Largo.
Bond llega a la reunión con los agentes 00, donde se les alerta de la situación y son enviados a distintos lugares cercanos a la ruta original del avión Vulcan que transportaba las bombas. M (Bernard Lee), el jefe del MI6 (Servicio de Inteligencia Británico) envía a Bond a Florida, Estados Unidos, pero Bond solicita interrogar a la hermana del Mayor Derval (luego de reconocerlo en una fotografía) y pide ir a Nassau, pero M se niega y astutamente Bond hace que Moneypenny (Lois Maxwell) lo haga ir a las Bahamas. Bond llega a Nassau acompañado de Paula Caplan (Martine Beswick), agente del MI6 que lo acompañará en la misión y localiza a Dominique Domino Derval (Claudine Auger), la hermana del Mayor Derval. Domino lleva a Bond a Coral Bay, siendo vigilados secretamente por Quist (Bill Cummings) un agente de SPECTRE quien en palabras de Domino trabaja para su tutor. Cuando almuerza con Bond, Domino decide irse al ver el yate de Largo, evadiendo los encantos del agente.
Esa noche, Bond se dirige al casino, donde se encuentra con Largo, a quien lanza indirectas sobre su relación con SPECTRE y gana a Largo en una partida de Bacará y después invita a cenar a Domino, quien le cuenta su relación con Largo y su parentesco con el mayor Derval. Largo invita a cenar a Bond como modo de aceptar su derrota en el juego.
Bond regresa a su hotel, donde descubre que Paula está ausente y en una pequeña grabación descubre en ese momento que alguien está en la habitación, y se encuentra con su amigo y colega Felix Leiter (Rik Van Nutter) y neutraliza a Quist, que había entrado en la habitación para emboscarlo. Bond le quita su arma y le pide contar a sus superiores su fracaso de intentar matarle. A la mañana siguiente el agente llega a Palmyra, la casa de Largo, donde este, sabiendo de su fracaso, ordena que se le arroje a una piscina que contenía dos tiburones.
Al rato Bond y Leiter se encuentran con Paula, y acompañados de Pinder (Earl Cameron), agente de la CIA, llegan a un pequeño mercado pesquero. Encuentran a Q (Desmond Llewelyn) quien le da sus respectivos gadgets: un reloj con contador geiger integrado, una cámara submarina con rayos infrarrojos y posibilidad de tomar 8 fotos instantáneas, una pistola de bengalas, un minirespirador que permite sumergirse durante cinco minutos y una pastilla radioactiva para dar su localización a la CIA. Bond y Leiter establecen su base en un catamarán, mientras que en Londres se prepara el dinero que SPECTRE exige a cambio de no detonar las bombas atómicas robadas.
Bond y Leiter reciben un aviso desde Londres y Bond se sumerge a investigar el Disco Volante, siendo interceptado por hombres de Largo. Bond sostiene una lucha submarina en la que da muerte a un sicario de Largo, para después abandonar el lugar aparentando haber muerto atropellado por un bote manejado por los sicarios. Bond llega a una playa, donde sube a un auto conducido por la mortífera agente Violpe, quien lleva a Bond de vuelta a Nassau, acelerando la velocidad del vehículo y asustando un poco al agente. Bond muestra al día siguiente las fotos tomadas al yate, donde se ve que este tenía puertas submarinas donde se ocultaron las bombas.
Leiter y Bond continúan vigilando el Disco Volante en el que se encuentra el segundo líder de SPECTRE. En el yate, Largo y Violpe discuten quien matará a Bond y Violpe le garantiza a Largo asesinar al agente. Luego de vigilar, Bond acepta la invitación de Largo y este lo presenta con sus escoltas Vargas (Philip Locke) y Janni (Michael Brennan), Largo pone a prueba a Bond, quien niega conocer a Vargas después de lo sucedido la noche anterior. Largo y Bond practican el tiro disparando a platos con una escopeta y Largo le muestra sus tiburones, una rara especie salvaje y su yate El Disco Volante que alcanza más de 15 nudos. Largo le pide a Domino acompañar a Bond por la noche al carnaval en la ciudad.
Mientras, en el hotel, Paula es secuestrada por Violpe y sus sicarios por orden de Largo y obteniendo además las fotos que había tomado Bond al Disco Volante. Ya de noche, Bond y Domino presencian el Junkanoo, Leiter comunica a Bond que Paula ha desaparecido.
Bond se infiltra en casa de Largo, donde sabe que tienen a Paula, y Pinder corta la energía de la isla. Bond logra introducirse en un sótano, donde escucha una conversación entre Vargas y Janni, por la que descubre que Paula se habría suicidado ingiriendo cianuro para evitar delatar a Bond o a Leiter. Bond hace sonar la alarma, llamando la atención de los sicarios y del mismo Largo, Bond lucha contra un sicario en la piscina de los tiburones, de la que escapa luego de haber matado al hombre y evadir a los escualos.
Bond regresa al hotel, donde descubre a Violpe bañándose y descubre además su membresía con SPECTRE. Ambos tienen relaciones y Bond le pide además ir al Junkanoo. Cuando se disponen a salir, Bond es atrapado por sicarios de Largo y obligado a ir con Violpe a casa de Largo.
Durante el carnaval, Bond hace que un transeúnte borracho derrame su botella dentro del auto para así incendiar el mismo y escapar en medio del carnaval. Bond intenta esconderse de Largo y sus secuaces y, metiéndose en un carro de comparsa, logra perderles de vista temporalmente y esconderse entre la multitud. Bond entra en un bar con una pierna herida por un disparo, se da cuenta de que los sicarios de Largo están en el mismo lugar, para disimular invita a una chica a bailar, pero desafortunadamente se encuentra con Violpe quien lo incita a bailar y, cuando los sicarios se preparaban para dispararle a Bond detrás del escenario, Bond usa a Violpe de escudo humano para salvarse.
Leiter y Bond continúan vigilando el yate Disco Volante en el que se encuentra el líder de SPECTRE. Mientras, en la sede de la OTAN en Londres, se preparan para pagar el rescate y M pide un poco más de tiempo para que Bond rescate las bombas. Bond y Leiter llegan a la Gruta dorada, un sitio lleno de tiburones en medio del mar. Tras sospechar que el avión hundido esta en el lugar, Leiter mata a un tiburón para distraer a los demás y dejar a Bond sumergirse para investigar. Una vez en el agua descubre el avión, cubierto de una red que contenía algas marinas y el cadáver de Angelo en el lugar del Mayor Derval. Saca las placas militares del mismo y su reloj, y posteriormente cuenta a Leiter su descubrimiento, con la sospecha de que las bombas aún estaban en el yate Disco Volante de Largo.
Bond se encuentra con Domino y
ésta le pide irse, pero Bond le muestra el reloj y las placas de la OTAN
pertenecientes a su hermano asesinado y le pide a Domino que la ayude a vencer
a Largo, esta acepta ayudar a Bond usando la cámara submarina para buscar las
bombas que prepara SPECTRE. Vargas vigila a ambos, pero Bond logra acabar con
este disparándole con un arpón.
Domino le menciona una construcción cercana a la casa de Largo. Una vez en ella, Bond alerta a la CIA tomando la pastilla radioactiva. Largo y sus secuaces se preparan para sacar las bombas mientras que Leiter y la CIA reciben la señal de Bond, quien se infiltra entre los secuaces de Largo y descubre la localización de las bombas en una gruta secreta submarina. Las bombas son puestas en un pequeño submarino, Bond es descubierto y lucha contra un buzo al servicio de Largo hasta matarlo.
Bond continua siguiendo la pista de las bombas, al tiempo que Largo descubre que Domino está ayudando a Bond y por ello la tortura. Ladislav Kutze (George Pravda), científico nuclear al servicio de Largo, pide a este preparar las bombas. Mientras, Leiter y los marines rescatan a Bond de un pequeño islote, donde Bond les avisa de que la primera bomba será lanzada a Miami. Para frustrar los planes de Largo son lanzados varios marines para evitar el transporte de la bomba y se desencadena una batalla entre los marines y los sicarios de SPECTRE. Bond se sumerge usando una unidad de propulsión submarina de Q y lucha contra los hombres de Largo, que acaban siendo derrotados.
Bond persigue a los pocos sobrevivientes de SPECTRE, mientras que el submarino que contenía las bombas es rescatado por los marines. El Disco Volante intenta huir desacoplando su popa, pero Bond logra entrar al puente del yate, donde accidentalmente sube la velocidad del barco y se enfrasca en una batalla contra Largo, mientras que Kutze libera a Domino. Tras una pelea con Largo, éste logra tomar un arma y se dispone a matar a Bond, pero Domino mata a Largo disparándole un arpón, vengando así la muerte de su hermano. Ante una inminente colisión, Bond y Domino saltan del yate junto con Kutze (usando este un salvavidas) y el Disco Volante se estrella, explotando con el cadáver de Largo, Janni y unos pocos sicarios que estaban con él. La película termina con Bond y Dómino siendo rescatados por un avión, usando el "sky hook" o gancho del cielo.
Julio
Ríos
Spectre, la organización que da
quebraderos de cabeza a James Bond en la nueva película dirigida por Sam
Mendes, es citada por primera vez en la novela ‘Thunderball’ (1961) de Ian
Fleming, cuya adaptación cinematográfica supone todo un punto de inflexión en
la famosa saga. Estamos ante la película de mayor éxito de toda la serie
—teniendo en cuenta la inflación, evidentemente—, con mucha diferencia.
‘Operación Trueno’ (‘Thunderball’, Terence Young, 1965) supuso toda una
revolución en el momento de su estreno.
Para el cuarto título, en el que el escocés Sean Connery se vistió el smoking del agente secreto por excelencia, no se tuvieron en cuenta reparos de ningún tipo. Su presupuesto superaba el de las tres películas previas juntas. Se tiró la casa por la ventana en una jugada comercial de lo más inteligente; además la película se filmó en formato scope, estrenando nuevas lentes Panavision que hicieron del mundo del espía un lugar de ensueño aún mayor. Todo en esta película está hecho a lo grande, y Connery demuestra una vez más que es el mejor actor para un personaje como Bond.
Tanto se quisieron hacer las cosas a lo grande que, ante la negativa de Guy Hamilton para repetir dirección tras ‘James Bond contra Goldfinger’ (‘Goldfinger’, 1964) —expresó cansancio, que es lo que deben sentir todos los directores que aceptan un encargo como éste—, le ofrecieron la silla de director a nada menos que Alfred Hitchcock. Ante la evidente negativa de éste se pensó en el que había estrenado la saga, el solvente Terence Young, quien ratifica su talento puesto de relieve en los dos primeros títulos de la serie y se convierte como el director de orquesta de la producción.
De todas las CHICAS BOND, sin duda, la que más aparece en un rol no secundario, Luciana Paluzzi (Fiona Violpe), con quien Bond protagoniza una escena muy sensual. Ella le quita la camisa mojada y al instante une sus labios con los de 007, a través de un beso apasionado y fogozo que concluye en la recámara, haciéndole el agente secreto, el amor a la voluptuosa actriz.
En el gráfico que ilustra esta crónica, observamos a la hermosa Luciana vestida a través de la transparencia de una camisa floreada que la artista la luce con piel desnuda debajo. Muy escotada revela su generosa anatomía traducida en el cuerpo desnudo de la actriz cubierto con la prenda muy abierta que permite entrever el nacimiento turgente de sus hermosos pechos, sin prenda interior alguna. No usa ningún top, tampoco usa camiseta, no usa brasier. Es la presencia sutil de una talentosa artista en el rol de la principal villana.
El argumento como siempre en una película sobre 007 es lo de menos, a nadie debería importarle, habida cuenta que si los analizamos todos, salvo casos muy concretos, están llenos de interesantes narrativas. Lo que verdaderamente importa es ver al agente 007 enfrentándose a cuantos peligros pueda, seducir a cuantas mujeres pueda —hay en uno de los diálogos de Luciana Paluzzi una clara crítica a una reseña sobre el film anterior, acusando de machista el universo Bond—, todo al son de los acordes de John Barry, que aquí es el compositor de la banda sonora, en la que se incluye un jugoso tema interpretado por Tom Jones.
A Connery, que se desenvuelve por todo el film con una soltura que asusta, demostrando que el personaje le queda como un guante, se le suma la belleza de la citada Paluzzi, Claudine Anger y Martine Beswick, unos cuantos gadgets, exóticos paisajes, elegancia en grandes cantidades, mucha ironía, y el espectáculo está servido. Sin embargo, tanta fastuosidad visual termina por afectar un poco al ritmo del film, que en su segunda mitad se resiente un poco. Tramos demasiado largos en los que aparentemente no pasa nada preceden a un clímax submarino de lo más ingenioso y atrevido.
Las referidas secuencias, de características submarinas, filmadas por Ricou Browning —experto en filmar bajo el mar— suponen lo mejor de una película que nunca termina de apasionar, pero que encuentra en ese momento algo de gloria. Ver a los secuaces de Largo (Adolfo Celi) enfrentarse con cuchillos y arpones a los agentes del gobierno, cual sangrienta batalla al estilo de otras realizadas “sobre tierra”, es todo un goce para los sentidos y los amantes de los films de Bond, entre los que me encuentro a ratos. El resto es más de lo de siempre, servido con más gusto del que vino en etapas posteriores.
‘Operación Trueno’ es la única película Bond que, entre otras curiosidades, reúne a todos los agentes 00 en un mismo plano, aunque el único al que vemos el rostro, lógicamente, es Bond. Un majestuoso plano con el que Young muestra más pericia en el uso del formato scope que en la mayoría de los instantes, en los que parece no estar a gusto, incomodidad visible en mucha de la planificación —el momento tiburones—. La saga seguiría filmándose en pantalla ancha hasta la entrada de Roger Moore y los dos primeros títulos que protagonizó.
En 1983 y como producto de una frase dicha por el propio Sean Connery, éste protagonizó el remake de ‘Operación Trueno’ a las órdenes de un experto en secuelas, Irvin Kershner.
By Julio Ríos
BARE SKIN UNDER THE VERY LOW-CUT
SHIRT LUCIANA'S VERY LOW-CUT SHIRT REVEALS HER NAKED BODY
Spectre, the organization that
gives headaches to James Bond in the new film directed by Sam Mendes, is
mentioned for the first time in the novel 'Thunderball' (1961) by Ian Fleming,
whose film adaptation is a turning point in the famous saga. This is by far the
most successful film of the whole series -taking into account inflation,
obviously-. Operation Thunderball' ('Thunderball', Terence Young, 1965) was a
revolution at the time of its release.
For the fourth title, in which
the Scottish Sean Connery wore the tuxedo of the secret agent par excellence,
there were no qualms whatsoever. Its budget exceeded that of the three previous
films combined. The house was thrown out the window in a very smart commercial
move; in addition, the film was shot in scope format, premiering new Panavision
lenses that made the spy's world an even bigger dream place. Everything in this
film is done in a big way, and Connery proves once again that he is the best
actor for a character like Bond.
So much they wanted to do things
big that, after Guy Hamilton's refusal to repeat direction after 'James Bond
vs. Goldfinger' ('Goldfinger', 1964) -he expressed tiredness, which is what all
directors who accept a commission like this must feel-, they offered the
director's chair to none other than Alfred Hitchcock. In the face of the latter's
evident refusal, they thought of the man who had premiered the saga, the
solvent Terence Young, who ratifies his talent highlighted in the first two
titles of the series and becomes the orchestra conductor of the production.
Of all the BOND GIRLS, undoubtedly
the one who appears most in a non-secondary role, Luciana Paluzzi (Fiona
Violpe), with whom Bond stars in a very sensual scene. She removes his wet
shirt and instantly joins her lips with those of 007, through a passionate and
passionate kiss that concludes in the bedroom, making love to the voluptuous
actress.
In the graphic that illustrates this chronicle, we observe the beautiful Luciana dressed through the transparency of a flowered shirt that the artist wears with bare skin underneath. Very low-cut reveals her generous anatomy translated in the naked body of the actress covered with the very open garment that allows to glimpse the turgid birth of her beautiful breasts, without any undergarment. She wears no top, no t-shirt, no bra. It is the subtle presence of a talented artist in the role of the main villain.
The plot, as always in a movie
about 007, is the least of it, nobody should care, considering that if we
analyze them all, except in very specific cases, they are full of interesting
narratives. What really matters is to see agent 007 facing as many dangers as
he can, seducing as many women as he can - there is in one of Luciana Paluzzi's
dialogues a clear criticism of a review of the previous film, accusing the Bond
universe of being sexist -, all to the sound of John Barry's chords, who here
is the composer of the soundtrack, which includes a juicy theme performed by
Tom Jones.
To Connery, who moves throughout
the film with an astonishing ease, demonstrating that the character fits him
like a glove, we add the beauty of the aforementioned Paluzzi, Claudine Anger
and Martine Beswick, a few gadgets, exotic landscapes, elegance in large
quantities, a lot of irony, and the show is served. However, so much visual
lavishness ends up affecting the pace of the film, which suffers a bit in its
second half. Overly long stretches in which apparently nothing happens precede
a most ingenious and daring underwater climax.
The aforementioned sequences, with underwater characteristics, filmed by Ricou Browning -an expert in filming under the sea- are the best of a film that never ends up exciting, but that finds in that moment some glory. Seeing the henchmen of Largo (Adolfo Celi) face the government agents with knives and harpoons, a bloody battle in the style of others made "on land", is a real pleasure for the senses and Bond film lovers, among whom I find myself at times. The rest is more of the usual, served with more taste than came in later stages.