ARTE SONORO EN PANDEMIA
COVID – 19
CONCIERTO PARA PIANO Y
ORQUESTA No. 1
COMPOSITOR: P.I. TCHAIKOVSI
SOLISTA EN EL PIANO
YUJA WANG
DIRECTOR
LUDOVIC MORLOT
NYO-China ORQUESTA
Piotr Ilich nacfió en Vótkinsk el
25 de abril de 1840 y falleción en San Petersburgo, eo 6 de noviembre de 1893.
Fue un compositor ruso del período del Romanticismo. Es autor de algunas de las
obras de música clásica más famosas del repertorio actual, como los ballets El
lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces, la Obertura 1812, la
obertura-fantasía Romeo y Julieta, el Primer concierto para piano, el Concierto
para violín, sus sinfonías Cuarta, Quinta y Sexta y la ópera Eugenio Oneguin y
La dama de picas.
Nacido en una familia de clase media, Chaikovski fue el segundo hijo de lliá Petróvich Chaikovski, su padre era director de una fábrica minera, sus padres eran aficionados a la música, la formación que recibió Chaikovski estaba dirigida a prepararle como funcionario, a pesar del interés musical que mostró.
En contra de los deseos de su familia, decidió seguir una carrera musical y en 1862 accedió al Conservatorio de San Petersburgo, graduándose en 1865. La formación que recibió, reglada y orientada a la música occidental, lo apartó del movimiento contemporáneo nacionalista personificado en el «Grupo de los Cinco» conformado por un grupo de jóvenes compositores rusos, con los cuales Chaikovski mantuvo una relación profesional y de amistad a lo largo de su carrera.
Mientras desarrollaba su estilo, Chaikovski escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por crisis personales y períodos de depresión.
Como factores que quizá contribuyeron a esto, pueden mencionarse su homosexualidad reprimida y el miedo a que se revelara su condición, su desastroso matrimonio que contrajo con Antonina Miliukova en 1877, que duró menos de un mes, y su asociación de catorce años con la rica viuda Nadezhda von Meck.
En medio de esta agitada vida personal, la reputación de Chaikovski aumentó; recibió honores por parte del zar, obtuvo una pensión vitalicia y fue alabado en las salas de conciertos de todo el mundo. Su repentina muerte a los cincuenta y tres años en el año 1893 suele atribuirse generalmente al cólera, pero algunos lo atribuyen a un suicidio.
A pesar de ser popular en todo el mundo, Chaikovski recibió a veces duras críticas por parte de críticos y compositores. Sin embargo, su reputación como compositor es hoy en día segura, y ha desaparecido por completo el desdén con el que los críticos occidentales a principios y mediados del siglo XX catalogaban su música como vulgar y falta de pensamiento.
De hecho, Chaikovski está considerado actualmente como el más destacado músico de Rusia y una de las figuras más importantes de la cultura de ese país a lo largo de su historia.
De 1874 data la primera versión del Concierto N° 1 para piano y orquesta de Piotr Ilich Tchaikovski. A esa altura de su vida, 34 años, y pese a sus crisis nerviosas, Piotr ya se había consolidado definitivamente como compositor.
De modo que no le hicieron ninguna gracia los comentarios que recibió del virtuoso del teclado Nikolai Rubinstein cuando tocó ante él su primer concierto para piano. Nikolai era su amigo, era quien había acompañado al provinciano Piotr Ilich en sus primeros años en Moscú, mostrándole la ciudad y abriendo para él, posteriormente, muchas puertas difíciles de franquear.
Era navidad de 1874, y Piotr y Nikolai habían sido invitados a esperar al Papá Noel ruso en casa de un amigo común. Pero Nikolai había sugerido a Piotr que llevara su nueva partitura para que, camino a casa del amigo, pasaran al Conservatorio a examinar el concierto que acababa de terminar. Piotr accedió encantado pues deseaba escuchar la opinión de un virtuoso, conocer su parecer técnico sobre algunos pasajes muy arduos de la ejecución, que en ese momento los tenía y sigue teniendo.
Julio Ríos
Yuja Wang, deslumbra, embelesa a un público que aplaude a la talentosa y
famosa pianista china. Vestida con una muy corta minifalda y un abierto y muy
escotado traje que lo usa sobre piel totalmente por debajo, es admirada por su
sensualidad y glamur. La artista es cuerpo totalmente desnudo a través del
conjunto calado de una sola pieza y muy escotado en la espalda, hasta la
cintura. Sólo el diminuto, vaporoso y elegante atuendo, cubre su presencia
exenta de prendas interiores, camisetas. La artista no usa brasier.
Arranca el Allegro non troppo e molto maestoso,Allegro con spirito. El movimiento, inusualmente largo, que dura 20 minutos, lo abre toda la orquesta, luego entra el tema principal llevado por las cuerdas acompañadas por los magníficos acordes de Wang en su piano que ratifican como lo han hecho célebre al concierto completo.
El movimiento, una especie de duelo entre el piano y la orquesta, presenta considerables dificultades al solista, pero no para Wang, quien, con sorprendente dominio técnico, excelente digitación, seguridad, sentimiento y talento, permite transmitir el espíritu del compositor y sumergirse afanosa en la obra.
Ahora viene el Andantino semplice, Prestissimo. Se inicia con un tema de gran delicadeza que expone primero la flauta siendo recogido luego por el piano de Yuja. Una parte central –prestissimo– sirve de contraste por su liviandad y su ritmo de tres cuartos.
Finalmente el Allegro con fuoco. Está construido sobre temas basados en danzas o ritmos populares rusos. El primer tema, rítmicamente, muestra un marcado carácter ruso. En la coda final vuelve a escucharse el primer tema, para conducir a un final fragoroso y de enorme vigor, algo efectista talvez, que exige Yuja Wang en el piano, la realización del célebre "pasaje de octavas" que como gran virtuosa logra abordarlo con éxito.
Concluye el concierto. Cada vez que la pianista Yuja Wang sube al escenario del Carnegie Hall, asombra al público. Esta vez lo hizo con el clarinetista Andreas Ottensamer, para interpretar el Concierto para Piano Nº 1 de Tchaikovsky con el NYO-China y el director Ludovic Morlot. Los aplausos ovacionaron a todo el auditorio que agotó las butacas. Casi finalizando el concierto y con vehemente sentimiento, tanto el director sosteniendo a la orquesta en un bravo final, Wang lo concluye poniendo en alto la figura de los difíciles acordes en una magistral y prolija interpretación que provoca, inclusive, a que Yuja levante el cuerpo de la silla y concluya a través de la señal de la batuta tan famoso concierto. Se acerca a Ottensamer, lo abraza, y luego saluda al primer violín, mientras el público continúa aplaudiendo.
Yuja Wang es una pianista china de veintisiete años de edad aclamada mundialmente. Nació en Pekín y empezó a estudiar piano a los seis años y continuó estudios a los siete en el Conservatorio Central de Música de Pekín durante tres años.
A los once fue aceptada como la estudiante más joven en la Royal University en Calgary, Canadá. Más tarde, a los quince años, estudió durante cinco años con Gary Graffman en el Instituto Curtis de Filadelfia y se graduó en mayo de 2008. Graffman dijo que la técnica de Wang le había impresionado durante su examen de audición pero que fue su inteligencia y buen gusto en sus interpretaciones lo que la distinguió definitivamente. A los veintiuno Yuja ya era una concertista reconocida internacionalmente.
NAKED BODY THROUGH A VERY LOW-CUTUSED WANG'S GARMENT WITH BARE SKIN UNDERNEATH
Yuja Wang, dazzles, enthralls an audience that applauds the talented and famous Chinese pianist. Dressed in a very short miniskirt and an open and very low-cut suit that she wears on skin completely underneath, she is admired for her sensuality and glamour. The artist's body is completely naked through the openwork set of a single piece and very low-cut at the back, up to the waist. Only the tiny, vaporous and elegant attire covers her presence free of underwear, T-shirts. The artist does not wear a bra.
She takes off the Allegro non troppo e molto maestoso,Allegro con spirito. The unusually long movement, which lasts 20 minutes, is opened by the whole orchestra, then the main theme enters, carried by the strings accompanied by the magnificent chords of Wang on his piano, which confirm how they have made the whole concert famous.
The movement, a kind of duel between the piano and the orchestra, presents considerable difficulties for the soloist, but not for Wang, who, with his surprising technical mastery, excellent fingering, confidence, feeling and talent, makes it possible to transmit the spirit of the composer and to immerse oneself eagerly in the work.
Now comes the Andantino semplice, Prestissimo. It begins with a theme of great delicacy which first exposes the flute and then is picked up by Yuja's piano. A central part - Prestissimo - serves as a contrast for its lightness and its three-quarter rhythm.
Finally, the Allegro with a firework. It is built on themes based on Russian folk dances or rhythms. The first theme, rhythmically, shows a marked Russian character. In the final coda, the first theme is heard again, to lead to a final that is loud and extremely vigorous, perhaps a little effective, which requires Yuja Wang on the piano, to perform the famous "passage of octaves" which, as a great virtuoso, she manages to tackle with success.
The concert ends. Every time the pianist Yuja Wang takes the stage in Carnegie Hall, she astonishes the audience. This time she did so with clarinetist Andreas Ottensamer, to perform Tchaikovsky's Piano Concerto No. 1 with the NYO-China and conductor Ludovic Morlot. Applause greeted the entire auditorium, which sold out. Almost at the end of the concert and with vehement feeling, both the conductor holding the orchestra in a brave finale, Wang concludes it by raising the figure of the difficult chords in a masterful and tidy interpretation that even provokes Yuja to raise the body of the chair and conclude through the signal of the baton so famous concert. She approaches Ottensamer, embraces him, and then greets the first violin, while the audience continues to applaud.
Yuja Wang is a twenty-seven year old Chinese pianist acclaimed worldwide. She was born in Beijing and began studying piano at the age of six and continued her studies at seven at the Beijing Central Conservatory of Music for three years.
At eleven she was accepted as the youngest student at the Royal University in Calgary, Canada. Later, at the age of fifteen, she studied for five years with Gary Graffman at the Curtis Institute in Philadelphia and graduated in May 2008. Graffman said that Wang's technique had impressed her during her hearing test but that it was her intelligence and good taste in her performances that definitely set her apart. At twenty-one Yuja was already an internationally recognized concert performer.
A CERCA DEL AUTOR
Julio Ríos, escritor, periodista y crítico
de arte, en la actualidad se desempeña como consultor privado, asesor de
seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO
CRÓNICAS Y UN RELATO y la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera y segunda
edición 2008 y 2017. EL ALTO PARA TODOS (2017), es su última publicación
relacionada con información cultural y turística de la ciudad
boliviana. Ha escrito desde 1975 hasta la fecha más de 15 mil artículos,
entre editoriales, entrevistas, análisis políticos, crítica de arte, filosofía,
literatura y música. Es columnista del periódico Página Siete de La Paz, Bolivia
y crítico de arte. Ha ganado premios como periodista, y ha visitado 50 ciudades
en Latinoamérica, Norteamérica y Europa. Dirige la publicación "Artistas
en el pincel", dedicada a pintores contemporáneos del mundo. Escribe
comentarios sobre cine en su Blog que se publican en su cuenta de Twitter. Su
hijo Juan-Cristóbal Ríos Violand, es cineasta y guionista de las películas:
Quien mató a la llamita blanca, Norte Estrecho junto a Omar Villarroel, y la
Virginia de los bolivianos.