miércoles, 23 de diciembre de 2020

 


CONCIERTO EN PANDEMIA

COVID – 19

Rhapsody in blue

George Gershwin

PIANO SOLISTA

Yuja Wang

DIRECTOR

Lionel Brinquier

Camerata Salzburg

Yuja Wang, nació en Pekín, el 10 de febrero de 1987. Es una pianista clásica china. Comenzó a estudiar piano a la edad de seis años. Ingresó en el Conservatorio Central de Música de Pekín un año después. A la edad de 21 años ya era internacionalmente reconocida y daba recitales alrededor del mundo. Tiene contrato de grabación con Deutsche Grammophon. En una entrevista con LA Times dijo: "Para mí, tocar música es transportarme a otro modo de vida, otra forma de ser. Una actriz hace eso”.

El director de la orquesta es, Lionel Bringuier, nacido el 24 de septiembre de 1986 en Niza , Francia. El es un director de orquesta, violonchelista y pianista francés.

Bringuier es el cuarto hijo de una familia de músicos, incluido su hermano Nicolas Bringuier, pianista. A los 5 años, Bringuier comenzó sus estudios musicales en el conservatorio de Niza, donde ganó varios primeros premios. A los 13 años, en febrero de 2000, ingresa en el Conservatoire national supérieur de musique et de danse de Paris, donde continúa sus estudios de violonchelo y dirección. Entre sus maestros se encuentran Philippe Muller. En el Conservatorio de París, luego comenzó a realizar estudios, donde entre sus maestros se encontraba Zsolt Nagy. Bringuier se graduó cum laude del Conservatorio de París con diplomas en estudios de violonchelo y dirección en junio de 2004. Bringuier ha actuado en un dúo de violonchelo y piano con su hermano Nicolas.

Yuja Wang, interpretó, como solista en el piano, junto a la orquesta, la célebre obra, Rhapsody in Blue, que es una composición creada por George Gershwin para piano solo y banda de jazz, escrita en 1924, en la que se combinan elementos de música clásica con efectos de influencia jazzística.

La obra se estrenó el 12 de febrero de 1924 en el Aeolian Hall de Nueva York, en un concierto titulado "Un experimento en música moderna" (An Experiment in Modern Music), dirigido por Paul Whiteman y su banda, con Gershwin al piano. En el título, la palabra "blue" se refiere tanto al estilo musical blues (canción de este típico género musical estadounidense) como al estado de ánimo blue, que significa en inglés "triste, melancólico". La versión para piano y orquesta sinfónica, arreglada por Ferde Grofé en 1946, se ha convertido en una de las obras más populares de la música clásica de los Estados Unidos.

Gershwin logró aunar en su Rhapsody in Blue tres elementos fundamentales de la música de su país: la tradición popular pianística, el tratamiento armónico de la música del teatro de variedades y toda la atmósfera del blues afroamericano. Frecuentemente se suele clasificar a Gershwin como un sinfonista del jazz; tal planteamiento es tan simple como clasificar a Falla como un sinfonista del flamenco.

Lo cierto es que Gershwin enraizó su música en la tradición de su país y aprovechó la riqueza rítmica, armónica y melódica que tuvo a su alrededor en función de una mayor y más moderna expresividad sinfónica. La obra no está concebida como un concierto para piano y orquesta, pues la función del piano, aunque de claro carácter solista, no sigue la línea concertante clásica, ya que Gershwin lo sitúa unas veces como solista y otras como mero acompañante.

Wang proviene de una familia de músicos. Su madre, Zhai Jieming, es bailarina y su padre, Wang Jianguo, es percusionista. Ambos viven en Beijing. Wang empezó a estudiar piano a la edad de 6 años. ​ A los 7 años empieza tres años de estudio en el Conservatorio Central de Música de su ciudad. A los 11 años Wang participa como alumna en el Morningside Music Bridge International Music Festival (en Mount Royal University en Calgary, Alberta), del que resulta ser la estudiante más joven.

A los 15 años Wang ingresa en el Instituto de Música Curtis de Filadelfia, dónde estudia cinco años con Gary Graffman y se gradúa en 2008. Graffman dijo que la técnica de Wang le impresionó durante su audición, pero que "es la inteligencia y el buen gusto" de sus interpretaciones lo que la distingue.

En 1998, Wang ganó el 3r. premio en la Ettlingen Competition Internacional para Jóvenes Pianistas, en Ettlingen, Alemania.​ En 2001 ganó el Tercer Premio y el Premio Especial del Jurado (otorgado al finalista de menos de 20 años) en la Sección de Piano de la Primera Sendai International Music Competition en Sendai, Japón.

Wang ha recibido atención tanto por su glamurosa presencia (sus vestidos ceñidos y escotados, sus clamorosas minifaldas) como por su forma de tocar el piano. En una crítica de un concierto en el Hollywood Bowl, en Los Ángeles Times, el crítico de música clásica Mark Swed escribió:

Pero quizá sea su vestido naranja la razón por la que la noche del martes probablemente puede ser recordada. Su vestido del martes era tan corto y apretado que el Bowl podría haber sido forzado a restringir la admisión a cualquier amante de la música por debajo de los 18 años no acompañado por un adulto. Sus tacones eran demasiado altos para caminar así que qué vamos a decir de un pedaleo sensato. Swed fue ampliamente criticado por este aspecto de su crítica. ​

George Gershwin (nacido Jacob Gershovitz; Brooklyn, 26 de septiembre de 1898 – Beverly Hills, 11 de julio de 1937) fue un compositor y pianista estadounidense. Es reconocido, popularmente, por haber logrado hacer una amalgama perfecta entre la música clásica y el jazz, lo que se llega a evidenciar en sus prodigiosas obras.

Hijo de una familia de inmigrantes rusos de origen judío, su talento para la música se manifestó a temprana edad, cuando, mediante un voluntarioso aprendizaje autodidacta, aprendió a tocar el piano.

Ante su entusiasmo, su padre decidió hacerle estudiar con un profesor, Charles Hambitzer, quien le descubrió el mundo sonoro de compositores como Franz Liszt, Frédéric Chopin o Claude Debussy. Su gran sueño era el de triunfar como compositor en las salas de concierto, aunque latente entonces, no tomaría forma hasta años más tarde. ​





















Así, abandonó en 1914 sus estudios para trabajar en una editorial de música en los que, sentado al piano, presentaba al público las melodías de moda. Pronto se animó él mismo a componer sus primeras canciones, algunas de las cuales consiguieron cierta popularidad y, sobre todo, le valieron la oportunidad de escribir su primer musical para Broadway, "La, la, Lucille".

Su inmediato éxito significó el verdadero comienzo de su carrera como compositor, siempre junto a su hermano Ira Gershwin como letrista. A este siguieron otros títulos como "Lady Be Good", "Oh Kay!", "Funny Face", "Girl Crazy" y "Of Thee I Sing", que contribuyeron a cimentar su fama y a convertirlo en un personaje aún más popular que sus admirados Kern y Berlín.

A partir de la década de los veinte, inició también la composición de otros trabajos destinados a las salas de concierto. Fecha señalada en este sentido fue la del 12 de febrero de 1924, cuando estrenó en el Aeolian Hall de Nueva York su célebre Rhapsody in Blue.

La obra despertó cierta polémica, cosa bastante común en los estrenos de las obras de muchos compositores del siglo XX, pero en poco tiempo consiguió hacerse con un puesto en el repertorio de los mejores solistas y las más destacadas orquestas. El éxito no hizo olvidar a Gershwin sus numerosas lagunas técnicas, por lo que prosiguió sus estudios musicales con la intención de enriquecer su estilo y abordar metas más ambiciosas. En 1925 compuso su Concierto para piano en fa.​

George Gershwin, con mínimos estudios formales, quiso profundizar en la composición, ya que sus conocimientos eran más bien intuitivos. Las respuestas de los maestros que Gershwin consultó hablan por sí mismas, ya que ninguno de ellos consideró que su conocimiento intuitivo de la música fuera un obstáculo para él. Aunque el especialista en música del siglo XX Alex Ross cree que es una leyenda, se cuenta que intentó ser discípulo de Ígor Stravinski.

Este le preguntó: «¿Cuánto dinero ganó usted el año pasado?». «200 000 dólares», respondió el joven Gershwin. «Entonces yo debería tomar clases con usted», respondió el maestro. Ravel se negó a darle clases, argumentando lo siguiente: «Usted perdería su gran espontaneidad melódica para componer en un mal estilo raveliano. ¿Para que quiere ser un Ravel de segunda, cuando puede ser un Gershwin de primera?». Entretanto, escribió la pieza sinfónica Un americano en París, y al poco tiempo decidió volver a América.

La culminación de su carrera como compositor llegó en 1935 con la ópera Porgy and Bess, convincente retrato de la vida de una comunidad negra en el sur de Estados Unidos, en la que el autor, fiel a su estilo, sintetizó las dos tradiciones que conocía: la estadounidense, representada por el jazz y el espiritual, y la sinfónica europea.

A pesar de algunas dificultades iniciales, Porgy and Bess se impuso rápidamente en los escenarios de todo el mundo,​ hasta el punto de que hoy es la ópera estadounidense por antonomasia.

Gershwin, sin embargo, no pudo disfrutar durante mucho tiempo de su éxito: un tumor cerebral truncó prematuramente su vida, privando a la música estadounidense de uno de sus compositores más representativos y universales.


 Julio Ríos

Lionel Bringuier, el joven director de la orquesta que acompañó a Yuja, la espera en la antesala del escenario sinfónico. Aparece la sensual pianista, vistiendo su cuerpo desnudo a través de una ceñida ropa, muy escotada, con lugares en los que destacó piel desnuda. Es característico en esta gran pianista su estilo glamoroso. Sus escotes son parte de su personalidad y preferencia, así como la textura apretada al cuerpo libre de prendas interiores: no usa camisetas, tampoco sujetador. El vestido minifalda y los tacones, asomaron la elegancia y libertad de esta talentosa y aclamada concertista.

Desde la pieza de apertura, un preludio sincopado iniciado con un melodioso y prolongado a cargo del clarinete, Wang tocó esta música, llena de figuras de la mano izquierda y líneas melódicas soñadoras, con una gran delicadeza, atención y gracia poética en los detalles musicales interiores.

Ofreció una interpretación rapsódica, infrecuente y matizada de la formidable obra de Gerswing. Pero lo más revelador fue su interpretación canaliza por algunas bárbaras y propulsivas explosiones quebradizas dentro de la estructura formal. En otros momentos, resulta asombroso oír música de tal modernismo agresivo dentro de los constreñimientos clásicos. Wang reconcilió estos elementos contradictorios a través de una interpretación de un detalle y claridad impresionantes.

Wang es sencillamente la pianista de concierto mejor dotada de hoy día en el mundo y no hay que hacer nada más que sentarse, escuchar y maravillarse con su arte.

La liquidez de su fraseo en los solos, evocó el sonido de un clarinete en diálogo con los arpegios de Wang. Yuxtapuso colores fuertes y tamizados con un efecto brillante antes de cerrar la composición con una versión pianística acentuando las líneas expresivas de los matices jazzísticos del blues.

El virtuosismo de Wang va mucho más allá de la extraordinaria facilidad. A través de esta interpretación de Gesrwing, ella sacó maravillosamente detalles intrincados, voces internas y colores armónicos. El primer detalle de la melodía característica de la Rapsodia, tuvo elocuencia y audacia. El final saltó junto con la picardía y la mordedura rítmica. Gran movimiento lento, tocó con moderación y patetismo. Ella te mantenía en el borde durante la esquiva transición a la excelente, enrabietada tonada, que entonces ella despachó con insoldable destreza. Este fue un inquisitivo o profundo "Hammerklavier". Admiré la combinación de la energía juvenil y la integridad musical de Wang.

  

 By Julio D. Ríos

THE SENSUALITY OF WANG THROUGH HIS NAKED

BODY DRESSED BY A VERY LOW-CUT CLOTHING

Lionel Bringuier, the young conductor of the orchestra that accompanied Yuja, is waiting for her in the anteroom of the symphonic stage. The sensual pianist appears, dressing her naked body through a very low-cut clothing, with places where naked skin stands out. Characteristic of this great pianist is his glamorous style. His necklines are part of his personality and preference, as well as the tight texture to the body free of underwear: he does not wear T-shirts, nor a bra. The mini-skirt dress and the heels showed the elegance and freedom of this talented and acclaimed concert performer.

From the opening piece, a syncopated prelude initiated by a melodious and prolonged clarinet, Wang played this music, full of left-hand figures and dreamy melodic lines, with great delicacy, attention and poetic grace in the interior musical details.

He gave a rhapsodic, rare and nuanced interpretation of Gerswing's formidable work. But the most revealing was his interpretation channelled by some barbaric and propulsive brittle explosions within the formal structure. At other times, it is amazing to hear music of such aggressive modernism within the classical constraints. Wang reconciled these contradictory elements through an interpretation of impressive detail and clarity.

Wang is simply the most gifted concert pianist in the world today, and there is nothing to do but sit, listen and marvel at her art.

The liquidity of her phrasing in the solos evoked the sound of a clarinet in dialogue with Wang's arpeggios. He juxtaposed strong, sifted colours with a brilliant effect before closing the composition with a piano version accentuating the expressive lines of the jazz nuances of the blues.

Wang's virtuosity goes far beyond extraordinary ease. Through this interpretation of Gesrwing, she brought out wonderfully intricate details, inner voices and harmonic colours. The first detail of the characteristic melody of the Rhapsody, had eloquence and audacity. The ending jumped along with the rhythmic biting and mischievousness. Great slow movement, played with moderation and pathos. She kept you on the edge during the elusive transition to the excellent, ragged tune, which she then dispatched with unwavering skill. This was an inquisitive or deep "Hammerklavier". I admired the combination of Wang's youthful energy and musical integrity.


















A CERCA DEL AUTOR

Julio Ríos, escritor, periodista y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor privado, asesor de seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO y la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera y segunda edición 2008 y 2017. EL ALTO PARA TODOS (2017), es su última publicación relacionada con información cultural y turística de la ciudad boliviana. Ha escrito desde 1975 hasta la fecha más de 15 mil artículos, entre editoriales, entrevistas, análisis políticos, crítica de arte, filosofía, literatura y música. Es columnista del periódico Página Siete de La Paz, Bolivia y crítico de arte. Ha ganado premios como periodista, y ha visitado 50 ciudades en Latinoamérica, Norteamérica y Europa. Dirige la publicación "Artistas en el pincel", dedicada a pintores contemporáneos del mundo. Escribe comentarios sobre cine en su Blog que se publican en su cuenta de Twitter. Su hijo Juan-Cristóbal Ríos Violand, es cineasta y guionista de las películas: Quien mató a la llamita blanca, Norte Estrecho junto a Omar Villarroel, y la Virginia de los bolivianos.

  

JULIO RÍOS ES ESCRITOR Y CONSULTOR