JULIO RÍOS
PRESENTA
MIAMI VICE
2006
Michael Mann
DIRECTOR
By Ramiro Seijas
Dirigida por Michael Mann, con Colin Farrell, Jamie Foxx, Gong Li, Naomie Harris, Ciaran Hinds, MIAMI VICE, Estados Unidos, 2006, está digida por Michael Mann, e interpretada por Colin Farrell, Jamie Foxx, Gong Li, Naomie Harris y Ciaran Hinds.
Uno se sienta en la butaca del cine, se apagan las luces y espera el comienzo del film. Luego del logo de la Universal y cuando uno espera los típicos títulos del comienzo, ya arranca la acción. En una discoteca, la gente baila, pero en el medio del tumulto, Sonny Crockett (Colin Farell) y Ricardo Tubbs (Jaimie Foxx), junto a sus compañeros del escuadrón “Antivicios” de Miami, observan atentamente el panorama. No se sabe qué buscan; qué esperan. Sólo el transcurrir de la acción nos irá dando pistas, pero uno debe acomodarse solo, como si fuera un infiltrado en la vida de estos personajes.
Así arranca Miami Vice, el nuevo film de Michael Mann (Fuego contra fuego, El informante, Colateral), basado en la famosa serie de los ochenta División Miami, de la que Mann fue productor ejecutivo: poniendo a prueba al espectador, obligándolo a usar su inteligencia, sin presentarle las cosas ya digeridas. Es que Mann posee una extraña fe en el espectador, o una conciencia de su función como realizador, que implica que sus películas no deben ser sólo entretenimientos pasatistas sino lecciones de (y sobre) cine.
La trama deriva de un operativo antidrogas del FBI en el que todo salió mal; alguien de adentro vendió a tres agentes que acabaron muertos. Es por eso que mandan a Sonny y Ricardo a infiltrarse en una organización criminal, con el objetivo de exponer al traidor y llevar a los narcos a la Justicia. Rápidamente las cosas comienzan a complicarse: Crockett se enamora de la esposa del jefe colombiano de la banda (Gong Li), mientras Tubbs ve cómo la vida de su compañera es puesta en la línea de fuego.
Miami Vice es distinta, y al mismo tiempo muy similar, a la serie en que se inspira. Lamentablemente, el imaginario popular sólo parece haberse quedado con los trajes vistosos, Don Johnson y esa famosa presentación, con el emblemático tema musical y las superficiales imágenes de la ciudad. Pero “División Miami” era una serie policial oscura que reflejaba cómo –detrás de la opulencia– se escondía lo peor del modelo reaganiano: corrupción, droga, prostitución, traición, muertes.
La película es una actualización de ese espíritu. Por eso la mayor parte del metraje transcurre en locaciones distantes (aunque no siempre tan diferentes a Miami): Ciudad del Este, Haití, Colombia. Pero la historia no cae en el lugar común de culpar a Latinoamérica por los problemas de
Estados Unidos; en estos parajes sucede exactamente lo mismo que en Miami, sólo que está más a la vista (lo que de paso acota bastante la hipocresía). Incluso unos cuantos minutos tienen lugar en Cuba, pero, vaya sorpresa, se reinvindica indirectamente al régimen castrista.
Mann pinta un mundo en el que el crimen se ha globalizado. Los mismos que se dedican a traficar drogas, incorporan a sus negocios las armas y la alta tecnología. Ya no hay lealtades sólidas, sólo dinero en juego. El delito se ha convertido en la empresa más rentable y, como tal, tiene a su disposición la mejor tecnología. En este contexto, la situación de los protagonistas es bastante paradojal.
Son profesionales absolutos (como en todos los films de Mann), leales entre sí y con sus compañeros y manejan con inteligencia –ellos también– teléfonos satelitales y modernísimas armas de un poder increíble. Sin embargo, parecen destinados a ganar pequeñas batallas pero a perder la guerra: sus virtudes pueden volverse en su contra, el amor no cabe en sus vidas y, para desbaratar una estructura criminal, tienen que actuar como criminales. Son, en cierta manera, vencedores vencidos.
Mann sigue siendo el mismo en muchos aspectos esenciales. La misma pulsión en la cámara, siguiendo los movimientos de los personajes; la misma atención en cada detalle de los procesos y ritos; la misma exploración de los paisajes urbanos; la misma violencia, doblemente impactante a través del sonido.
Sorprende con un relato que retrasa las esperadas escenas de acción para concentrarse en los climas, y en el que los buenos no necesariamente ganan. Un relato que, implícitamente, y por si fuera poco, se permite reflexionar sobre la dinámica de la “lucha contra el terrorismo”. Sí, Miami Vice es también una película política, que sugiere que el horror tiene múltiples escondites y rostros. Y que siempre se reproduce. Apuesta arriesgada la de Mann. El fracaso de público del film en Estados Unidos lo confirma.
Directed by Michael Mann, with Colin Farrell, Jamie Foxx, Gong Li, Naomie Harris, Ciaran Hinds, MIAMI VICE, United States, 2006, directed by Michael Mann, and performed by Colin Farrell, Jamie Foxx, Gong Li, Naomie Harris and Ciaran Hinds.
You sit in the cinema seat, the lights go out and you wait for the film to begin. After the Universal logo and when one waits for the typical titles at the beginning, the action begins. In a nightclub, people are dancing, but in the middle of the tumult, Sonny Crockett (Colin Farell) and Ricardo Tubbs (Jaimie Foxx), along with their companions from the Miami “Anti-Vice” squad, carefully observe the scene. It is not known what they are looking for; What do you expect? Only the passing of the action will give us clues, but one must settle in alone, as if one were an infiltrator in the lives of these characters.
This is how Miami Vice begins, the new film by Michael Mann (Fire on Fire, The Informant, Collateral), based on the famous eighties series Miami Division, of which Mann was executive producer: testing the viewer, forcing him to use his intelligence, without presenting him with things already digested. The thing is that Mann has a strange faith in the viewer, or an awareness of his function as a filmmaker, which implies that his films should not be just leisurely entertainments but lessons in (and about) cinema.
The plot derives from an FBI anti-drug operation in which everything went wrong; Someone inside sold three agents who ended up dead. That is why they send Sonny and Ricardo to infiltrate a criminal organization, with the aim of exposing the traitor and bringing the drug traffickers to justice. Things quickly begin to get complicated: Crockett falls in love with the wife of the gang's Colombian boss (Gong Li), while Tubbs sees his partner's life put in the line of fire.
Miami Vice is different, and at the same time very similar, to the series from which it is inspired. Unfortunately, the popular imagination only seems to have remained with the showy costumes, Don Johnson and that famous presentation, with the emblematic musical theme and the superficial images of the city. But “Miami Division” was a dark police series that reflected how – behind the opulence – the worst of the Reagan model was hidden: corruption, drugs, prostitution, betrayal, deaths.
The film is an update of that spirit. That's why most of the footage takes place in distant locations (although not always so different from Miami): Ciudad del Este, Haiti, Colombia. But history does not fall into the commonplace of blaming Latin America for the problems of
USA; In these places exactly the same thing happens as in Miami, only it is more visible (which incidentally limits the hypocrisy quite a bit). Even a few minutes take place in Cuba, but, what a surprise, the Castro regime is indirectly vindicated.
Mann paints a world in which crime has gone global. The same people who are dedicated to drug trafficking incorporate weapons and high technology into their businesses. There are no longer solid loyalties, only money at stake. Crime has become the most profitable enterprise and, as such, has the best technology at its disposal. In this context, the situation of the protagonists is quite paradoxical.
They are absolute professionals (as in all of Mann's films), loyal to each other and to their colleagues and they intelligently handle – they too – satellite phones and very modern weapons of incredible power. However, they seem destined to win small battles but lose the war: their virtues can turn against them, love has no place in their lives and, to disrupt a criminal structure, they have to act like criminals. They are, in a way, defeated victors.
Mann remains the same in many essential ways. The same drive in the camera, following the movements of the characters; the same attention to every detail of the processes and rituals; the same exploration of urban landscapes; the same violence, doubly shocking through sound.
He surprises with a story that delays the expected action scenes to focus on the climate, and in which the good guys do not necessarily win. A story that, implicitly, and if that were not enough, allows itself to reflect on the dynamics of the “fight against terrorism.” Yes, Miami Vice is also a political film, suggesting that horror has multiple hiding places and faces. And it always plays. Mann's risky bet. The film's public failure in the United States confirms this.
Julio Ríos
Desnuda Gong Li artista china a través de un enterizo celeste metálico muy escotado sin sostén transparentando sus pechos desnudos debajo el vestido y con el cuerpo pelado por debajo
Miami Vice (Corrupción en Miami en España) es una película de 2006 basada en la serie homónima y dirigida por Michael Mann. Los detectives Sonny Crockett (Colin Farrell) y Ricardo Tubbs (Jamie Foxx) trabajan en la unidad antivicio del Departamento de Policía de Miami. En medio de una operación menor reciben un "soplo" sobre los posibles culpables de la muerte de dos agentes federales y la masacre de una familia. En el caso están implicados miembros del propio departamento.
Autorizados por el teniente Castillo (Barry Shabaka Henley), y con la ayuda del agente federal John Fujima (Ciarán Hinds), los dos detectives se infiltran bajo una nueva identidad en una red de tráfico de drogas para averiguar quiénes son los responsables de la muerte de sus amigos e investigar el Nuevo Orden del Crimen Organizado.
Para ello Sonny no duda en usar, intimar y enamorar a Isabella Gong Li –la artista nacida en Shenyang, Liaoning, China ilustra, esta crónica a través de una blusa celeste metálica sin sostén, muy abierta hasta la cintura con mucha piel, con el torso y los pechos desnudos por debajo; no usa sujetador ni camiseta interior, viste la prenda con piel desnuda debajo–, a la amante de uno de los mafiosos intermediarios para poder penetrar en la entramada red que conducirá al cruel y refinado Montoya (Luis Tosar), quien es protegido por peligrosos matones sin escrúpulos quienes no dudaran en atacar a la familia de Tubbs como venganza.
La película está adaptada al cine, basándose en la conocida serie de TV de los años ochenta. Sonny Crockett (Colin Farrell) y Ricardo Tubbs (Jamie Foxx) son una pareja de agentes de la Brigada Antivicio del Departamento de Policía de Miami. En medio de una operación menor, ambos se enteran de que un soplo en las altas esferas ha causado la muerte de dos agentes federales y la masacre de una familia por un asunto de drogas. Autorizada por el teniente Castillo.
El asunto "antivicio" prometía. Y era casi un tema personal. Por fin es adaptada al cine. "Corrupción en Miami" nos regalaba el trailer del año, un prodigio de atracción de minuto y medio con estilo de videoclip que inteligentemente se fundía con un tema del grupo de moda de los jóvenes de comienzos de siglo, Linkin Park. No era cosa de atraer sólo a los nostálgicos treintañeros. El reparto lo componen el gran Jaime Foxx y el interesante macarra Colin Farell acompañados por el sueño oriental representado por la sensual artista china Gong Li.
La película permite entrever escenas eróticas, donde Gong Li y Sonny Crockett muestran la sensualidad de la circunstancia. Particularmente la parte vinculada al restaurante donde Isbelita (Gond Li), se besa apasionadamente con el detective, chapando con ardor, primero con un beso de ella tierno y húmedo y luego fogoso, moviendo ambos sus labios y entrelazando sus lenguas.
Miami, es la ciudad que asoma coches, drogas, chicas, vicio y corrupción. Aparentemente nos daba lo esperado, lo prometido modernizado. El guión era previsible y concreto. "Miami Vice", se comenta que le faltó el espíritu de la serie, que falló la verdadera intención de actualizar al siglo XXI lo que Sonny Crocket, Ricardo Tubbs y el teniente Castillo habían supuesto para toda una generación: la serie nos hizo soñar con la soleada Florida de día y la lujosa Miami de noche. La película, sin vacilación y dentro de lo práctico, es muy entretenida. Por unos instantes nos hizo perder todo posible contacto con la desvaída realidad que nos rodea.
By Julio Ríos
Gong Li, Chinese artist, is nude in a very low-cut light blue metallic jumpsuit without a bra, trough her naked breasts under the dress and with her body bare underneath
Miami Vice (Miami Vice in Spain) is a 2006 film based on the series of the same name and directed by Michael Mann. Detectives Sonny Crockett (Colin Farrell) and Ricardo Tubbs (Jamie Foxx) work in the vice unit of the Miami Police Department. In the middle of a minor operation, he receives a "tip" about the possible culprits of the death of two federal agents and the massacre of a family. Members of the department itself are involved in the case.
Authorized by Lieutenant Castillo (Barry Shabaka Henley), and with the help of federal agent John Fujima (Ciarán Hinds), the two detectives infiltrate a drug trafficking network under a new identity to find out who is responsible for the death, of their friends and investigate the New Organized Crime Order.
To do this, Sonny does not hesitate to use, intimidate and make Isabella Gong Li fall in love with her –the artist born in Shenyang, Liaoning, China illustrates this chronicle through a light blue metallic blouse without a bra, very open, with her torso and breasts naked. below; she does not wear a bra or an undershirt, she wears the garment with bare skin underneat – to the lover of one of the mafia intermediaries to be able to penetrate the red network that will lead to the cruel and refined Montoya (Luis Tosar), who is protected by dangerous thugs. unscrupulous who will not hesitate to attack Tubbs' family as revenge.
The film is adapted to the cinema, based on the well-known TV series from the eighties. Sonny Crockett (Colin Farrell) and Ricardo Tubbs (Jamie Foxx) are a couple of agents in the Vice Squad of the Miami Police Department. In the middle of a minor operation, they both learn that a tip in high places has caused the death of two federal agents and the massacre of a family over a drug deal. Authorized by Lieutenant Castillo.
The "anti-vice" thing was promising. And it was almost a personal issue. It is finally adapted to film. "Miami Vice" gave us the trailer of the year, a minute and a half prodigy of attraction in the style of a video clip that intelligently merged with a song by the fashionable youth group at the beginning of the century, Linkin Park. It wasn't just a matter of attracting nostalgic thirty-somethings. The cast is made up of the great Jaime Foxx and the interesting badass Colin Farell accompanied by the oriental dream represented by the sensual Chinese artist Gong Li.
The film allows us to glimpse erotic scenes, where Gong Li and Sonny Crockett show the sensuality of the circumstance. Particularly the part linked to the restaurant where Isbelita (Gond Li) kisses passionately with the detective, passionately kissing her, first with a tender and wet kiss and then fiery, moving both of her lips and intertwining their tongues.
Miami is the city that shows cars, drugs, girls, vice and corruption. Apparently it gave us what we expected, what was promised, modernized. The script was predictable and concrete. "Miami Vice", it is said that it lacked the spirit of the series, that it failed the true intention of updating to the 21st century what Sonny Crocket, Ricardo Tubbs and Lieutenant Castillo had meant for an entire generation: the series made us dream of sunny Florida by day and luxurious Miami by night. The film, without hesitation and within practicality, is very entertaining. For a few moments it made us lose all possible contact with the faded reality that surrounds us.
Gong Li, muy sensual con una blusa blanca muy escotada sin sostén, transparentando los pechos de su torso desnudo por debajo. Una gran actriz nacida en China que le da a la película un especial adimento precisamente por tratarse de una mujer oriental, sin duda, talentosa y con un rol estelar en Miami Vice versión 2006.
Gong Li, very sensual in a very low-cut white blouse without a bra, revealing the breasts of her naked torso underneath. A great actress born in China who gives the film a special addition precisely because she is an oriental woman, undoubtedly talented and with a starring role in Miami Vice version 2006.
SONY E ISABELITA
KISSES
Miami Vice 2006, sin duda es una historia de amor entre Corin Farrel (Sony Crockett) y Gong Li (Isabelita). Podría decirse que se desarrolla la actriz en un marco de hilo conductor, por su misión personal de aliarse al detectiva y destruir el grupo corrupto dedicado al narcotráfico.
Tres esenas permiten entrever relaciones de tine erótico. Escenas sensuale de ambos desnudos, escenas de besos, y una particular forma de concluir de dos protagonistas que ya son pareja.
Como indica el título del programa, la mayoría de los episodios se centran en la lucha contra el tráfico de drogas y la prostitución. Los episodios suelen terminar en un intenso tiroteo, que se cobra la vida de varios delincuentes antes de que puedan ser detenidos. Una corriente subterránea de cinismo e inutilidad subyace a toda la serie.
Miami Vice (en España: Corrupción en Miami; en Hispanoamérica: Miami Vice, Miami: Policía Especial, División Miami o Vicio en Miami) es una serie de televisión estadounidense producida por Michael Mann para la NBC. La serie se caracterizó por su novedosa integración de música y efectos visuales para narrar la historia.
Tubbs dispara a Yero mientras intenta abrirse camino a tiros hacia un lugar seguro. Después del tiroteo, Crockett lleva a Isabella a un refugio policial e insiste en que tendrá que irse sin él. Isabella le dice que "el tiempo es suerte", y tiene la esperanza de que la aventura pueda continuar, pero él le dice que "se les acabó el tiempo".