Julio Ríos PRESENTA
EL ESPECTACULAR Y COLORIDO
CARNAVAL DE ORURO
BELLEZA Y SENSUALIDAD
EN LA DANZANTES
Tras una reunión de autoridades nacionales y locales en La Paz, se concluyó que sí habrá Carnaval de Oruro 2022. La ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Sabina Orellana, fue la encargada de hacer el anuncio oficial en una conferencia de prensa, a la vez de manifestar que están trabajando en estrategias para prevenir la propagación del Covid 19. Orellana resaltó la importancia de la vacunación entre los participantes.
"Queremos comunicarles al departamento de Oruro a nuestros hermanos y hermanas, orureños y orureñas, siéntanse tranquilos, vamos a hacer nuestro Carnaval", dijo, tras la reunión en la que participaron el Ministerio de Salud y Deportes, la Alcaldía de Oruro y la Asociación de Conjuntos Folclóricos de Oruro (ACFO).
Para conocer la esencia de la fiesta mayor del folclore boliviano, hay que mencionar el carnaval orureño. En los días actuales, amplificados a todo el país y enriquecidos con la presencia de comparsas de todos los departamentos de Bolivia, las carnestolendas de los Andes han sido en sus albores una manifestación de fe y de regocijo, por entonces sólo reservada a cultores de la tradición nacional, es decir, a la esencia misma de lo folclórico.
El tiempo y lo espectacular de las danzas, fueron cediendo paso a instituciones organizadas, a grupos juveniles de la sociedad y a una multitud de gente que sólo quería danzar, o en el mejor de los casos, difundir la coreografía de otras regiones del país.
Los carnavales actuales suman miles de bailarines agrupados en comparsas llamativas por vestimentas y bailes. Son portadores de una nacionalidad que se encumbra en la danza, entre la reiteración de lo religioso y lo pagano.
Allí, en medio de ese fervor beato fervor y del sentimiento impío, resalta la Diablada, portadora de la más extraordinaria muestra de fe hacia la imagen de la Virgen del Socavón.
Lo infernal de su aspecto, lo maravilloso de su danza y lo extraordinario de su atuendo, reflejan el alto nivel de creación artesanal.
Las máscaras, los bordados, la música y la sincronización de cientos de bailarines, dan al carnaval de Oruro el mayor espectáculo del mundo, razón por el cual se le otorga a Oruro el título de Capital del Folclore Boliviano y, a nivel internacional, el de Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Visitar Oruro en esa festividad, es vivir inmerso en un mundo de fantasías donde el realismo mágico y lo real maravilloso, danzan del brazo al compás de conjuntos musicales tradicionales.
En Oruro existe el santuario en honor a la Virgen del Socavón, pero esta fecha se desplazó a las fechas del carnaval en esta ciudad; esta transición fue producto de la guerra de la independencia boliviana.
Existe una leyenda que cuenta que durante el sábado de carnaval del año 1789 un bandido llamado Anselmo Bellarmino conocido como el Nina-Nina o Chiru-Chiru fue mortalmente herido en una pelea callejera y antes de morir él fue confrontado por la Virgen de la Candelaria.
Algunas versiones dicen que él solía adorar a una imagen de tamaño natural de la Virgen pintada en una pared de una casa abandonada, otros dicen que esta pintura apareció milagrosamente en la casa del bandido tras su muerte, también se dice que el cura Carlos Borromeo Mantilla escuchó la confesión de Anselmo Belardino quien confesó haber raptado a Lorenza Chuquiamo, en la confesión declaró haber sido socorrido por una joven que prendía dos cirios en la cima de cerro Pie de Gallo.
Esta leyenda concluye con el relato de una tropa de diablos danzando en honor a la Virgen durante el carnaval del año siguiente. El santuario presente en Oruro fue completado para el año 1891.
Sin embargo, de acuerdo al doctor en estudios religiosos y director ejecutivo del Consejo de Humanidades de Wisconsin en la Universidad de Wisconsin-Madison, Max Harris, esta leyenda estaría relacionada a una realidad histórica.
Durante el virreinato rebelión de Túpac Amaru II, Oruro experimentó una breve pero sangrienta revolución. Durante la noche del sábado 10 de febrero de 1781, la mayoría criolla atacó a la minoría gobernante conformada por chapetones o descendientes directos de españoles nacidos en el cono sur. Con la llegada del ejército indígena, los criollos formaron una alianza.
El 15 de febrero, un mensajero llegó desde el Cuzco a Oruro con órdenes de Túpac Amaru II. Él había instruido a su ejército respetar a las iglesias y al clérigo, no hacer daño a los criollos, y sólo procesar a los chapetones.
Aseguró también la victoria al entrar a La Paz "por carnestolendas", la ocupación indígena de Oruro se había comenzado a retirar dejando miles de muertos.
Pero durante marzo y abril ellos lanzaron más ataques a la ciudad pero esta vez en contra de los criollos y los españoles restantes quienes unificaron fuerzas para repelerlos.
El carnaval del año 1781, cayó el 24 de febrero, colocando la ocupación de Oruro exactamente entre la fiesta de la Candelaria y carnaval, tornando esta situación en palabras de Harris "carnavalesca".
Procesiones religiosas compartieron su espacio con desfiles seculares, europeos y criollos se disfrazaban como indígenas, casos como la de un español disfrazado de mujer en un vano intento de salvar su vida y miles de hombres armados en las calles de la ciudad colonial.
Para el 19 de febrero la gente en la ciudad a pesar del conflicto continuó celebrando y durante carnaval, los mercados de la ciudad estaban llenos de ladrones vendiendo el oro y la plata saqueados nuevamente a sus dueños o a los cholos y mestizos. Para el año 1784 era ya costumbre regocijar, bailar, jugar y formar comparsas para el carnaval de Oruro.
Harris considera que es con este trasfondo que la leyenda de la Virgen del Socavón de 1789 apareció favoreciendo a la rebelión ya que los indígenas veneraban a la Virgen de la Candelaria, mientras que los chapetones solían venerar a la Virgen del Rosario.
Según las creencias de los revolucionarios, la Virgen del Socavón habría tolerado a las deidades indígenas o "demonios" y, según Harris, si la leyenda es correcta, para 1790 los mineros de Oruro habrían movido la celebración de la Candelaria para carnaval y habrían añadido a los dioses indígenas, enmascarados como diablos cristianos, a las festividades.
Una generación después, en 1825, Bolivia alcanzó su independencia y Separación de los Virreinatos de la Plata y del Perú, el Carnaval de Oruro adoptó un nuevo significado para los residentes de Oruro.
Dos de las comparsas de diablada y la calle desde la cual el desfile comienza recibieron sus nombres en honor a Sebastián Pagador, uno de los héroes criollos de la revuelta. La plaza principal que está en la ruta del carnaval hacia el santuario de la Virgen del Socavón se denomina Plaza 10 de febrero recordando la fecha de la rebelión.
Una de las características del Carnaval de Oruro es la existencia de bandas de Bronce que acompañan el baile de las fraternidades, las bandas tienen un evento exclusivo denominada Festival de bandas que congrega a las agrupaciones que participan de la fiesta.
Las bandas poseen elaborados uniformes, coreografías y estilos de arreglo de música popular del momento. Entre las más conocidas se encuentran la banda Intercontinental Poopó, y la banda Pagador.
Espectadores, bailarines y músicos: Existe una gran variedad de personas que contribuyen en la realización del Carnaval de Oruro. Sin embargo, los bailarines que participan en este carnaval oscilan entre 28.000 y 35.000. Los músicos entre 5.000 y 10.000. Y la asistencia de los turistas se desglosa en la siguiente tabla.
EL CARNAVAL DE
ORURO
El CARNAVAL de ORURO, con polleras mecidas al viento en acompasada danza, como un recurso a la coquetería matizada por cascabeles lujuriosos. Macizos bordados avanzan en un lento ritmo, como caparazones de galápagos movidos por monótonos sonidos de cajas y tambores: izquierda–centro–derecha–con reiterados giros, al igual que las sombras proyectadas por ramas de tiernos manzanales. Adolescentes ñustas, concebidas con mancha de pecado original, observan sonrientes el paso de alegres comparsas modeladas al sopor de la embriaguez. Este es el domingo de carnaval, diablo del arenal, saltarín de circo, pirueta de artista, bailarín de alquitrán, orejas de estaño, lengua de ofidio.La tarde ya insinúa el ocaso y la oscuridad avanza por las faldas de los cerros. Dejen ya de bailar y recojan la flor del perdón, porque ya los pecados, el socavón se tragó y la brisa suspiró en las ramas, al inundarse de oraciones la santa María Candelaria.
El Carnaval de Oruro es una festividad folclórica y cultural en la ciudad de Oruro, así como la máxima representación de los carnavales en Bolivia, “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” (Unesco). A lo largo del carnaval participan más de 48 conjuntos folklóricos que son distribuidos en 18 especialidades de danzas que reúnen de distintas partes de Bolivia y que realizan su peregrinación hacia el Santuario del Socavón cada sábado de carnaval en la tradicional “Entrada”. Esta celebración, por la gran popularidad que alcanzó en los últimos años (hasta el 2019, habida cuenta de la ferocidad de la pandemia y la mortal Covid 19), debido a su gran manifestación cultural y atracción turística, pasó a volverse uno de los carnavales más importantes conjuntamente con el de Río de Janeiro, Brasil y otros carnavales en el mundo. Alrededor de 400 mil personas visitan anualmente el carnaval, generando un movimiento económico de al menos 125 millones de bolivianos.
En los días actuales, amplificados a todo el país y enriquecidos con la presencia de comparsas de todos los departamentos de Bolivia, las carnestolendas de los Andes han sido en sus albores una manifestación de fe y de regocijo, por entonces sólo reservada a cultores de la tradición nacional, es decir, a la esencia misma de lo folclórico.
El tiempo y lo espectacular de las danzas, fueron cediendo paso a instituciones organizadas, a grupos juveniles de la sociedad y a una multitud de gente que sólo quería danzar, o en el mejor de los casos, difundir la coreografía de otras regiones del país.
Los carnavales actuales suman miles de bailarines agrupados en comparsas llamativas por vestimentas y bailes. Son portadores de una nacionalidad que se encumbra en la danza, entre la reiteración de lo religioso y lo pagano.
Allí, en medio de ese beato fervor y del sentimiento impío, resalta la Diablada, portadora de la más extraordinaria muestra de fe hacia la imagen de la Virgen del Socavón. Lo infernal de su aspecto, lo maravilloso de su danza y lo extraordinario de su atuendo, reflejan el alto nivel de creación artesanal.
Durante la realización del Carnaval en el año 2018, mujeres orureñas y de todas las regiones del país —en esta crónica se pone de relieve la sensualidad de las bailarinas a través de su indumentario muy escotada con el cuerpo desnudo por debajo—, manifestaron la indiscutible belleza femenina boliviana. La preciosidad y el sensualismo de la mujer orureña y boliviana se constituyen en uno de los principales atractivos de la principal expresión folklórica religiosa del mundo. Presencia, sin vacilación alguna en el carnaval, fue la de la colega y comunicadora Raiza Terceros Ordoñez, cuya elegancia muy escotada, asomada de distinción, se pone de relieve en la foto que acompaña este apunte.
Las máscaras, los bordados, la música y la sincronización de cientos de bailarines, dan al carnaval de Oruro el mayor espectáculo del mundo, razón por la que se le otorga a Oruro el título de Capital del Folclore Boliviano y, a nivel internacional, el de Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Visitar Oruro en esa festividad, es vivir inmerso en un mundo de fantasías donde el realismo mágico y lo real maravilloso, danzan del brazo al compás de conjuntos musicales tradicionales.
Si aquellos personajes de leyenda fueron los que animaron las horas cotidianas de los orureños, en los primeros cincuenta años del siglo XX, los otros, los surgidos en la otra tradición del pueblo, son los que aún perduran en la literatura, el diálogo y las reuniones de intelectuales. Allí está el Chiru Chiru. No hay duda que en los socavones mineros se tejieron las historias más fantásticas y apasionantes de Oruro.
La creencia en seres superiores, como el Tío de las minas, es algo que pervive en la gente del subsuelo y en la festividad del carnaval. Pero también está el misticismo llevado a la devoción por la Virgen del Socavón, la joven Candelaria, así denominada por un franciscano. Entre el bien y el mal, constante en la vida de todos los pueblos, el cielo y el infierno mantienen distancia en medio de creencias arraigadas, supersticiones y fe religiosa.
By Julio Ríos
NAKED SKIN THROUGH THE CARNIVAL COSTUMES THAT THE DANCERS WEAR WITH THE NAKED BODY UNDERNEATH
The Oruro Carnival is a folkloric and cultural festival in the city of Oruro, as well as the maximum representation of the carnivals in Bolivia, "Masterpiece of the Oral and Intangible Heritage of Humanity" (Unesco). Throughout the carnival participate more than 48 folkloric groups that are distributed in 18 specialties of dances that gather from different parts of Bolivia and make their pilgrimage to the Sanctuary of Socavón every Saturday of carnival in the traditional "Entrance". This celebration, due to the great popularity it reached in recent years (until 2019, given the ferocity of the pandemic and the deadly Covid 19), due to its great cultural manifestation and tourist attraction, became one of the most important carnivals together with that of Rio de Janeiro, Brazil and other carnivals in the world. About 400 thousand people visit the carnival annually, generating an economic movement of at least 125 million Bolivians.
Nowadays, amplified to the whole country and enriched with the presence of troupes from all the departments of Bolivia, the carnival of the Andes has been in its beginnings a manifestation of faith and rejoicing, at that time only reserved to the culturists of the national tradition, that is to say, to the very essence of folklore.
With time and the spectacular nature of the dances, they gave way to organized institutions, youth groups of society and a multitude of people who only wanted to dance, or in the best of cases, to spread the choreography of other regions of the country.
The current carnivals add up to thousands of dancers grouped in comparsas (groups of dancers) whose costumes and dances are eye-catching. They are bearers of a nationality that is raised in the dance, between the reiteration of the religious and the pagan.
There, in the midst of that blessed fervor and ungodly sentiment, the Diablada stands out, bearer of the most extraordinary display of faith towards the image of the Virgin of Socavón. The infernal aspect, the marvelous dance and the extraordinary attire reflect the high level of artisan creation.
During the realization of the Carnival in 2018, women from Oruro and all regions of the country —in this chronicle highlights the sensuality of the dancers through their very low-cut attire and without bra with the naked body underneath—, manifested the indisputable Bolivian feminine beauty. The preciousness and sensuality of the Orurean and Bolivian women are one of the main attractions of the main religious folkloric expression of the world.The colleague and communicator Raiza Terceros Ordoñez was present without any hesitation in the carnival, whose elegance, very low-cut through her clothes, which she wears without a bra, is seen with distinction, is highlighted in the photo that accompanies this article.
The masks, the embroidery, the music and the synchronization of hundreds of dancers, give the Oruro carnival the greatest show in the world, reason why Oruro is awarded the title of Capital of Bolivian Folklore and, internationally, that of Intangible Heritage of Humanity.
To visit Oruro during this festival is to live immersed in a world of fantasies where magical realism and the marvelous real dance hand in hand to the beat of traditional musical groups.
If those legendary characters were the ones that animated the daily hours of the orureños, in the first fifty years of the XX century, the others, the ones that arose in the other tradition of the people, are the ones that still endure in literature, dialogue and intellectual meetings. There is the Chiru Chiru. There is no doubt that the most fantastic and exciting stories of Oruro were woven in the mining pits.
The belief in superior beings, such as the Uncle of the mines, is something that survives in the people of the underground and in the carnival festivity. But there is also the mysticism carried to the devotion to the Virgen del Socavón, the young Candelaria, so named by a Franciscan. Between good and evil, constant in the life of all peoples, heaven and hell maintain a distance in the midst of deep-rooted beliefs, superstitions and religious faith.
Carnaval de Oruro | ||
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Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco | ||
Diablada, danza típica del "Carnaval de Oruro". | ||
Localización | ||
País | Bolivia | |
Datos generales | ||
Tipo | Cultural inmaterial | |
Identificación | 00003 | |
Región | América Latina y el Caribe | |
Inscripción | 2001 (como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y como PCI en 2008, III sesión) | |
Sitio web oficial | ||
Julio Ríos Calderón, nació en LA PAZ BOLIVIA, el 12 de julio de 1956. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudió en las universidades Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, Sucre y Universidad Católica San Pablo de La Paz. Hizo un diplomado en investigación periodística en la Universidad de la Jolla, en San Diego California USA. Ha sido Presidente y Director General CEO de la revista especializada en turismo GBT. Ha ganado el PREMIO INTERNACIONAL DE PERIODISMO MARRIOTT GOLDEN CIRCLE AWARD. Como periodista ha visitado 50 ciudades en Latinoamérica, Centroamérica, Norteamérica y Europa. Es escritor, periodista, orador y crítico de arte. Es columnista del periódico PÁGINA SIETE de la ciudad de La Paz. Sus padres fueron Mario D. Ríos Gastelú, escritor y periodista, y Elva Calderón de Ríos, profesora de lenguaje. Por otra parte, hizo estudios de filosofía contemporánea. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), EL ALTO PARA TODOS (2017), Historia de ALCOS (2021), LA GENERACIÓN NINI en co-autoría con Alberto Liendo Romero (2023).
La belleza y sensualidad de la mujer orureña y boliviana además de danzarinas extranjeras, se constituyen en uno de los principales atractivos de la principal expresión folklórica religiosa del mundo, puesta de relieve a través de la indumentaria muy escotada y exenta de prendas interiores. El colorido y la elegancia de los atuendos, sin vacilación se destaca en la generosa anatomía de quienes bailan al ritmo estudiado de figuras coreográficas asombrosas.
Miles de danzarinas de las 18 especialidades de danza, volverán a transcurrir por la ruta del Carnaval de Oruro, haciendo gala de su belleza natural, complementada con sus hermosos disfraces folklóricos, que ponen en muy alto la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Durante la realización del Carnaval, mujeres orureñas y de todas las regiones del país, manifestaron la indiscutible belleza femenina boliviana, que fue contrastada con la hermosura de féminas provenientes de prácticamente todos los continentes del planeta, deseosas de participar de este espectacular carnaval, comprobando de esta manera que, al margen de las razas y procedencias étnicas, las mujeres tienen una peculiar característica que el género contrario no posee. Una verdadera pasarela de arte.
Al margen de las predilectas de los 48 conjuntos folklóricos de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) ahora ingresaran portando sus bandas que les confiere este título (acción que no se puede producir el Sábado de Peregrinación, porque la Reina de la Jornada es la Virgen del Socavón), las demás integrantes de especialidades de danza, como la morenada, el caporal, la kullawuada, los tobas o los tinkus, engalanaran el Domingo de Carnaval.
The beauty and sensuality of the Orureña and Bolivian women, as well as foreign dancers, constitute one of the main attractions of the main religious folkloric expression of the world, highlighted through the very low-cut clothing and the absence of undergarments. The colourful and elegant attire, without hesitation, stands out in the generous anatomy of those who dance to the studied rhythm of amazing choreographic figures.
Thousands of dancers of the 18 specialities of dance, will once again pass through the route of the Carnival of Oruro, showing off their natural beauty, complemented with their beautiful folkloric costumes, which put the Masterpiece of the Oral and Intangible Heritage of Humanity in a very high position.
During the Carnival, women from Oruro and from all the regions of the country, showed the indisputable Bolivian feminine beauty, which was contrasted with the beauty of women from practically all the continents of the planet, eager to participate in this spectacular carnival, proving in this way that, regardless of the races and ethnic origins, women have a peculiar characteristic that the opposite gender does not possess. A veritable catwalk of art.
Apart from the favourite women of the 48 folkloric groups of the Association of Folklore Groups of Oruro (ACFO) who will now enter carrying their sashes that confers them this title (an action that cannot take place on Pilgrimage Saturday, because the Queen of the Day is the Virgen del Socavón), the other members of the dance specialities, such as the morenada, the caporal, the kullawuada, the tobas or the tinkus, will adorn Carnival Sunday.