A TODO NAIF EN TIEMPOS DE
LA COVID – 19
El Arte pictórico de
CARMEN ESQUIVEL
CREATIVIDAD
Entre la fantasía y la inocencia
ESCRIBE: Ana Paula de la Torre Diaz / Periodista / Politóloga
COMENTARIOS. Julio Ríos C. / ESCRITOR / CONSULTOR
La artista naíf que comenzó a pintar “sin querer” e inauguró un estilo en México. La historia de Carmen Esquivel, una mujer que empezó a pintar a los 32 años y nunca más pudo parar; su estilo pertenece a la corriente naíf, entre la fantasía y la inocencia.
De niña no pintaba, nada, siempre reprobaba en pintura. Los dibujos con los que les ayudaba a mis hijos quedaban mal… Y empecé a pintar a los 32 años, me dio la loquera.
Hay personas que se topan con las artes de una manera accidental, y encuentran ahí un refugio tan propio, que no pueden soltar su nuevo universo, uno que se ha convertido en parte imprescindible de su manera de estar en el mundo. Lo anterior desde una labor cuyo sentido más profundo, es que, sobre todo, lo hacen para sí mismos.
La historia de la pintora Carmen Esquivel embona enormemente en un comienzo y en una vida inmersa en lo anterior. Fue, sin darse cuenta, parte de la "Generación de la Ruptura en México"; descubierta por el maestro Raúl Gamboa Cantón (alumno de Diego Rivera), y arropada por grandes de la plástica mexicana como Rufino Tamayo y José Luis Cuevas.
A su estilo, inédito en México hasta ella (al menos oficialmente), se le conoce como arte naïf, que significa un arte ingenuo, inocente, aunque también cumple con una serie de requerimientos como el estar altamente vinculado con la fantasía y el detallado minucioso (casi obsesivo) en los aspectos de los objetos.
En esta entrevista Carmen Esquivel nos habla de su historia. Su pintura es un legado que confluye entre la influencia mexicana y lo más hondo de sus fantasías y mundo interno:
Sobre tu historia en la pintura:
Yo no estudié. Yo no sabía que un artista naíf (o es naif auténtico, o no lo es). Yo no sabía ni lo que estaba haciendo, entonces, empecé a pintar con un grupo de amigas porque queríamos ayudar a un maestro, un excelente paisajista y muy buen pintor, que siempre andaba ofreciendo sus clases. Entonces nos juntamos con él y ahí empecé a pintar.
Pero yo lo que veía es que yo no podía hacer nada, lo que hacía eran cosas como de niños de 4 años. Y dije, bueno ¿qué es esto?, vi lo que estaban haciendo todos, y dije ¿Qué estoy haciendo aquí? Entonces fui con el maestro Raúl Gamboa Cantón y me dijo, ¿sabe qué? usted ya no va a venir a aprender aquí, por que usted tiene una corriente muy especial: usted está dentro de una corriente, una tendencia, yo no sabía nada de eso, y me dijo: naíf. Me dio taanto coraje, le dije, sabe qué, el naíf será usted. ¿Por qué?, ¿Qué me está diciendo?
Después de eso entendí un poco más, y seguí pintando. Luego vino un director de Bellas Artes y le gustó mucho mi obra, y yo solo tenía unos 6, 7 cuadritos. Entonces llegó Don Antonio Rodríguez, el crítico de arte, venía de París, y también vio mi obra, y desde entonces estuvo viendo todo lo que estuve haciendo. Luego el maestro Tamayo se interesó mucho por lo mío y me pidió que le pintara un cuadro; él y la señora Olga (su esposa) me hicieron el favor de recomendarme en algunas galerías pero pues no a todas les gustaba el arte naíf, y sí me recibían, pero hasta ahí. Luego José Luis Cuevas me pidió que lo pintara y todos esos cuadros pertenecen al acervo del museo Cuevas.
¿Qué significa México para ti?
Para mí, hasta me dan ganas de llorar: México es todo. Adoro mi país, sé que hay muchos problemas pero es un país hermoso. Es un país maravilloso, tenemos una historia desde la época prehispánica hasta la Revolución, que creo que pocos países tienen y debemos de estar todos los mexicanos muy orgullosos de este país, y no estar criticando tanto; más bien proponer, involucrarnos.
¿Cómo describe su obra? ¿Se considera una artista naíf?
Es muy difícil responder eso. Cuando la gente me criticaba de por qué me quedé en Bellas Artes (por que el maestro Gamboa me apoyó mucho pero no me dejaba tomar clases de pintura ni nada), yo me sentía muy contenta con lo que estaba haciendo, y les decía: hay, me está quedando “rebonito”. Y siempre me decían, eres el primer pintor que le dice al maestro Gamboa que le está quedando bonito, y pues sí, a mi me gustaba mucho todo lo que estaba haciendo. Entonces que te puedo decir, me siento muy a gusto haciéndolo, y no te puedo decir que soy la maravilla ni nada pero sí me gusta mucho y el trabajo diario, te va dando ideas, ideas, ideas?
¿Qué recomienda a los artistas jóvenes mexicanos?
Que si les gusta el arte, que si es una necesidad de expresarse, lo hagan. No todos pretendemos que vamos a ser grandes artistas, es una cosa muy particular de uno. Y es necesario para los niños, para los jóvenes, y desde cualquier rama del arte, no solo la pintura, necesitan expresarse.
No es solamente pensar que en esta carrera me va a ir muy bien porque voy a ganar mucho dinero, qué bueno que lo hagan y que lo tengan, pero no, tiene que tener algo más que los llene, que sea espiritual. Te digo que a mi la pintura no sabes todo lo que me dio. Entonces sí es muy importante que sea algo que sea muy de ellos, que se estén expresando.
Recomendaciones para los que buscan que su trabajo sea más auténtico:
Creo que la autenticidad tiene que empezar por ti, que estés relatando realmente lo que tú eres, por que si estás en otras cosas que no son, si quieres imitar, se pierde lo auténtico. Que sean ellos, por que todo mudo critica, pero ojalá que estén haciendo algo que les este nutriendo más que a todo a su espíritu.
Exposiciones Individuales
2005, "El misterio de la creación", Galería II, Centro de Difusión Cultural "Raúl Gamboa" del IPBA, 7 de mayo de 2005.
1974, Sala Germán Genovius, San Luis Potosí
1977, Casa de la Cultura, San Luis Potosí
1977, Alianza Franco Mexicana, San Luis Potosí
1978, Casa de la Cultura Monterrey Nuevo León
1979, Instituto Politécnico Nacional, México DF
1981, Galería "Argeman-Baños", México, DF
1982, Instituto Francés para América Latina, México, DF
1984, Centro de Difusión Cultural IPBA, San Luis Potosí
1985, Alianza Franco-Méxicana, México, DF
1985, Servicios Coordinados de Salud Pública, San Luis Potosí, México
1987, Instituto Politécnico Nacional, México, DF
1987, Museo del Parque Tangamanga, San Luis Potosí, México
1989, Galería Estela Shapiro, México, DF
1990, Museo de las Culturas Populares del Centro Cultural Mexiquense, Toluca, Estado de México
1991, Centro Cultural Nigromante, San Miguel de Allende, Guanajuato
1992, Sala Germán Gedovius, San Luis Potosí
Exposiciones colectivas
Sf, "Intuitivos con ángel", Galería "El Taller", México, DF
Polyforum Siqueiros, México, DF
Palacio de Bellas Artes, México, DF.
1976, "50 años de pintura mexicana", México, DF
1977, Confrontación de Pintores Mexicanos, San Luis Potosí
1978, Galería Tierra Adentro, México, DF
1979, Cámara de Diputados, México, DF
1981, Polyforum Siqueiros, FONAPAS, México, DF
1985, La casa del arte, Brno, Checoslovaquia
1985, Galería Misrachi, México DF
1985, Galería Lourdes Chumacero, México, DF
1986, Galería de Arte Mexicano, México, DF
1987, Palacio de Bellas Artes, México, DF
1987, Casa de la Cultura "Jesús Reyes Heroles", México, DF
Premios y distinciones
"Un día en el mercado", Certamen 20 de Noviembre, mención honorífica
"El pastorcito", mención honorífica San Luis Potosí [sic. Palau, 1991]
Por Julio Ríos C.
Carmen Esquivel, es la pintora naíf que fue apadrinada por grandes artistas como Rufino Tamayo. Considerada como "ingenua en su pintura, como en sus actitudes ante la vida, Carmen Esquivel pinta infiernos hacia los que remite a sus maestros, o canales de Xochimilco, sobre cuyas aguas flotan milagrosamentes vendedoras de flores y tacos.
"Pintores de corazón sagrado", son quienes asoman la corriente ingenua, candorosa o "naif”. Esas solas palabras, así de simples, serían suficientes para describir a Carmen Esquivel, sin que hubiese necesidad de agregar nada más. Todo lo expresa su creación pictórica. Sulenguaje directo nos convence de que la vida puede ser maravillosa si, despojándonos de prejuicios y arquetipos artificiosos. La contemplamos a través de sus cuadros, donde las formas adquieren el pleno amor por la dimensión onírica. Mira con ojos nuevos, lo que observamos con ojos atufados en la angustia de sobrexistir. Nos devuelve la facultad de ver la vida en su mayor amplitud. Quienes contemplamos sus logros artísticos, quedamos limpios de toda soberbia, y aptos para lo hermoso, desde la totalidad de tus sueños.
Sólo aquellos seres dotados de sentimiento y vitalidad pueden recoger en significativa obra plástica toda la ternura desprendida de los seres humanos que, en el caso de Esquivel, no significa sólo candor de niñez, sino dibujo figurativo de niños enamorados a los que pinta con sentimiento amoroso y primoroso.
Los colores elegidos, magistralmente, pintan sus imágenes. Flores, parejas, aves, animales refinadamente elaborados, cautivan la mirada del espectador. Su pintura más allá de considerarse espléndida, puede recepcionarse de muy bonita para unos, bella para otros, genial para mí.
En Carmen, hay dos razones especiales que llevan a seguir con admiración su arte: por un lado el dibujo, y por el otro, los motivos plasmados en sus cuadros. La temática permite entrever como hábilmente se sumerge en una meticulosa imaginación que hace del detalle un relato fantástico.
Pintar la figura humana es sutil y se hace más graciosa la imagen, más seductora, al extremo que un cuadro suyo es el sueño de un amante del arte, que quiere ya verlo colgado en su hogar, ya sea en la sala o en la biblioteca. Es mi caso, porque amo esta pintura.
En su colección aparece un cuadro suyo en que los protagonistas son una pareja que quiza emula el Edén con Adán y Eva, a los que pinta a través de sus cuerpos desnudos; la mujer está cubierta por un tul transparente, que trasluce sus pechos con la piel desnuda. Verde vegatación y rosas azules y rojas, adornan en bellísima perspectiva el entorno de mujeres desnudas o desarropadas. El dibujo, en cuya técnica asoma prolijo el estilo, su pincel traza la línea para dar forma a la ideal. A medida que se van creando las imágenes, éstas trascienden sencillez y fuerza, capaces de impresionar en una exposición pública.
Puede ser que en cada pincelada haya una bendición. También puede ser el comienzo de la vida donde van el pan y la plegaria. Sin embargo, en el arte de Carmen Esquivel, lo místico está frenado por el candor de los animalitos, de sus niños y niñas o parejas ingenuas. Ellos no llevan la carga belicosa de los arcabuces porque su obra se hace poema cuando menciona al sentimiento más puro que es el amor.
By Julio Ríos C.
Carmen Esquivel, is the naive painter who was sponsored by great artists such as Rufino Tamayo. Considered as "naive in her painting, as in her attitudes towards her life, Carmen Esquivel paints hells to which she refers to her teachers, or channels of Xochimilco, on whose waters float miraculously vendors of flowers and tacos.
"Painters with a sacred heart" are those who show the ingenuous, candid or "naive" current. Those single words, as simple as that, would be enough to describe Carmen Esquivel, without the need to add anything else. Everything is expressed by her creation pictorial. His direct language convinces us that life can be wonderful if, stripping us of prejudices and artificial archetypes. We contemplate it through his paintings, where forms acquire full love for the dreamlike dimension. Look with new eyes, what we observe with eyes filled with the anguish of overexisting. He gives us back the ability to see life in its greatest breadth. Those of us who contemplate his artistic achievements, are cleansed of all pride, and fit for the beautiful, from the totality of your dreams.
Only those beings endowed with feeling and vitality can collect in significant plastic work all the tenderness detached from human beings which, in the case of Esquivel, does not only mean childhood innocence, but figurative drawing of children in love whom he paints with loving sentiment and gorgeous.
The colors chosen, masterfully, paint the images of her. Flowers, couples, birds, and finely crafted animals captivate the viewer's gaze. Her painting, beyond being considered splendid, can be received as very pretty for some, beautiful for others, great for me.
In Carmen, there are two special reasons that lead us to follow her art with admiration: on the one hand, her drawing, and on the other, the motifs captured in her paintings. Her theme allows us to glimpse how skillfully she immerses herself in a meticulous imagination that makes a fantastic story out of detail.
Painting the human figure is subtle and the image becomes more graceful, more seductive, to the extent that one of his paintings is the dream of an art lover, who wants to see it hanging in his home, either in the living room or in the library. . It is my case, because I love this painting.
A painting of hers appears in her collection in which
the protagonists are a couple that perhaps emulates Eden with Adam and Eve,
whom she paints through their naked bodies; the woman is covered by a
transparent tulle, which reveals her breasts with her bare skin. Green
vegetation and blue and red roses adorn the surroundings of naked or unclothed
women in a beautiful perspective. The drawing, in whose technique the style appears
neat, his brush traces the line to shape the ideal. As the images are created,
they transcend simplicity and strength, capable of impressing in a public
exhibition.
It may be that in each brushstroke there is a blessing. It can also be the beginning of life where bread and prayer go. However, in the art of Carmen Esquivel, the mystical is held back by the candor of the little animals, their children or naive couples. They do not carry the bellicose charge of the harquebuses because her work becomes a poem when she mentions the purest feeling that is love.
A neat brush, he inscribes on the canvas the sagacious examination of her artist's creative conscience, where her heart is above all else. Marina with surprised eyes, enormously open to reality in a face illuminated by inner peace, make the images of such a loving artist, a very particular reason for attraction.
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Por Júlio Ríos C.
Carmen Esquivel, é a pintora ingênua que foi patrocinada por grandes artistas como Rufino Tamayo. Considerada "ingênua em sua pintura, como em suas atitudes diante da vida, Carmen Esquivel pinta infernos aos quais remete seus professores, ou canais de Xochimilco, em cujas águas flutuam milagrosamente vendedores de flores e tacos.
"Pintores de coração sagrado" são aqueles que mostram a corrente ingênua, cândida ou "ingênua". Só essas palavras, simples assim, seriam suficientes para descrever Carmen Esquivel, sem a necessidade de acrescentar mais nada. Tudo é expresso por sua criação pictórica. Sua linguagem direta nos convence de que a vida pode ser maravilhosa se, despojando-nos de preconceitos e arquétipos artificiais. Nós a contemplamos através de suas pinturas, onde as formas adquirem pleno amor pela dimensão onírica. Olhar com novos olhos, o que observamos com olhos cheios da angústia de superexistir. Ele nos devolve a capacidade de ver a vida em sua maior amplitude. Aqueles de nós que contemplam suas realizações artísticas, são limpos de todo orgulho e aptos para o belo, da totalidade de seus sonhos.
Só os seres dotados de sentimento e vitalidade podem recolher em obra plástica significativa toda a ternura desprendida dos seres humanos que, no caso de Esquivel, não significa apenas inocência infantil, mas desenho figurativo de crianças apaixonadas que ele pinta com sentimento amoroso e linda.
As cores escolhidas pintam com maestria suas imagens. Flores, casais, pássaros e animais finamente trabalhados cativam o olhar do espectador. Sua pintura, além de ser considerada esplêndida, pode ser recebida como muito bonita para alguns, bonita para outros, ótima para mim.
Em Carmen, há duas razões especiais que nos levam a seguir com admiração a sua arte: por um lado, o desenho e, por outro, os motivos refletidos nas suas pinturas. O tema nos permite vislumbrar com que habilidade ele se submerge em uma imaginação meticulosa que faz do detalhe uma história fantástica.
Pintar a figura humana é sutil e a imagem torna-se mais graciosa, mais sedutora, na medida em que uma de suas pinturas é o sonho de um amante da arte, que quer vê-la pendurada em sua casa, seja na sala ou na biblioteca. . É o meu caso, porque adoro esta pintura.
Sua
pintura aparece em sua coleção em que os protagonistas são um casal que talvez
emule o Éden com Adão e Eva, que ele pinta através de seus corpos nus; a mulher
é coberta por um tule transparente, que revela seus seios com a pele nua.
Vegetação verde e rosas azuis e vermelhas adornam o entorno de mulheres nuas ou
despidas em uma bela perspectiva. O
desenho, em cuja técnica o estilo aparece nítido, seu pincel traça a linha para
dar forma ao ideal. À medida que as imagens são criadas, elas transcendem a
simplicidade e a força, capazes de impressionar em uma exposição pública.
Pode ser que em cada pincelada haja uma benção. Também pode ser o início da vida onde vão o pão e a oração. No entanto, na arte de Carmen Esquivel, a mística é contida pela candura dos bichinhos, seus filhos ou casais ingênuos. Não carregam a carga bélica dos arcabuzes porque sua obra vira poema quando menciona o sentimento mais puro que é o amor.
Pincel certeiro, ele inscreve na tela o exame sagaz de sua consciência criativa como artista, onde seu coração está acima de tudo. Marina de olhos surpresos, enormemente abertos à realidade em um rosto iluminado pela paz interior, fazem das imagens de uma artista tão amorosa, um motivo de atração muito particular.
Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación UCB y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).
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CONTRATAPA
Politóloga de carrera, periodista y escritora, ANA PAULA DE LA TORRE DIAZ, colabora para diversas publicaciones. Es pintora y bordadora. Nació en México, y se convirtió en una comunicadora social de mucho éxito y trascendencia en los medios escritos, digitales y televisivos. En la segunda fotografía que ilustra esta CONTRATAPA, la joven intelectual aparece realizando un despacho de prensa.
Según Ana Paula, el arte naíf es una corriente artística cuya cualidad primordial es la ingenuidad y la espontaneidad, muy cercano al arte infantil, lejos de los cánones académicos. En la única entrevista que hallé en internet hecha a Carmen Esquivel por la galería Elsa Castillo habla sobre este tema (lo que además muestra su atrayente ingenuidad) y dice: Cuando me decían que pintaba naíf yo no sabía ni qué cosa era esa palabrita naíf, y no sabía que era una corriente de pintor. Se oía feo, cuando el maestro Gamboa me dijo qué era naíf me dio hasta coraje y le dije que naíf sería él, porque yo no sabía ni lo que estaba diciendo.
El maestro Tamayo pidió que lo pintara a él y a su esposa Olga. En palabras de Esquivel, ese cuadro lo tuvieron colgado durante mucho tiempo en su recámara. Por su parte José Luis Cuevas también quedó encantando cuando Esquivel lo pintó luego de que este le contara sobre cuando estuvo en un prostíbulo en Panamá y luego "cuando estuvo en Chapultepec en su cama inglesa".
CARMEN ESQUIVEL
