lunes, 29 de agosto de 2022

ROMINA LERDA


ARTISTAS PLÁSTICOS EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19

El arte de

ROMINA

ROMINA LERDA CREÓ UNA

 IMAGEN ÍCONO DE NI UNA MENOS

"Los artistas tenemos mucho que aportar"

ESCRIBE: Mara Derni / PURO DISEÑO

COMENTARIOS: Julio Ríos / ESCRITOR

Romina Lerda

La artista plástica cordobesa Romina Lerda dibuja y pinta imágenes de mujeres desde hace años. Pero hay una que impactó con fuerza en las primeras marchas feministas, allá por 2015.

"No se detiene y el temor es constante. Las mujeres, de todas las edades, tenemos que estar continuamente atentas a lo que nos pueda pasar. Como si no fuéramos libres. Y lo peor es que no hay nadie que nos cuide" comparte y recuerda como surgió aquella imagen.

"Cuando se hizo la primera marcha en 2015 me pidieron una imagen que corresponde a una de mis obras para pasarla a negro y rosa y poder usarla con el hashtag #ni una menos. Tenía que ser una imagen simple porque ese día iban a estampar remeras en la plaza de Carlos Paz, en Córdoba de manera gratuita. Y en 2016 con la convocatoria de una de las marchas más fuertes (Miércoles Negro) fue casi la única imagen que circulaba", cuenta.

El lugar del arte es clave. Romina pinta desde muy chica. Lo hizo toda su vida. Y aunque nació en Laborde (Córdoba), hace tiempo que mudó su taller a City Bell (Buenos Aires). Las obras de Romina Lerda se enfocan en las miradas. Estudió Diseño Gráfico y se considera una artista autodidacta. Siempre enfocada en sus obras que intentan inspirar cambios.

"Creo que los artistas tenemos mucho que aportar desde nuestro lugar. Si bien una imagen no va a cambiar la realidad, hace que al verla el tema siempre esté latente"

Pintar para transformar: Muchas veces el arte sana. Es una forma de comunicación.En los colegios se le debería dar más importancia. Las artes comunitarias pueden crear un espacio seguro que nos permite la confianza y la apertura al cambio. 

¿Qué intentás que transmitan tus diseños?

El arte para mí es la expresión más sana del ser humano. Cuando estoy creando una obra lo primero que deseo es que al verla genere una sensación positiva: un sentimiento de alegría, de paz. Intento que las miradas hablen por sí solas. Cada uno siente de manera distinta cuando las ve. La mayoría me habla de las miradas y lo que transmiten. Cuando me dicen "tu obra me hace bien", no necesito nada más. Siento que lo logre. 

¿Con qué técnicas trabajás?

En un principio pintada en óleo pero ya hace más de 6 años que comencé a pintar con acrílico. Me gustan las técnicas variadas: soy de incorporar apliques y distintos materiales.

En este momento estoy utilizando muchos relieves, piedras, metales y varias cosas más. Casi siempre pinto sobre bastidor de lienzo porque cuando tengo que enviar una obra al exterior tiene que ir enrollada en un tubo. Ahora estoy trabajando en dos proyectos a la vez y en la realización de un libro más.

                                                                              Romina Lerda             

Para alguien que no tiene dotes de artista puede parecer muy difícil lograr dibujar solo mujeres y que cada día tenga la inspiración para hacer una nueva, pero para ella no es tan así y casi siempre encuentra nuevas ideas aprovechando sus estados de ánimo como disparador para hacerlas. «Creo que las mejores obras que tengo las pinté en los momentos que estaba más triste», reflexiona.

Y el recuerdo muy cercano, surge vívido. El 5 de noviembre del año pasado la ciudad de La Plata, donde ahora vive, amaneció enlutada por la tragedia de la muerte de una nena de 12 años, Abril, cuando dos delincuentes intentaron robar un auto a sus padres y ella se encontraba en el asiento trasero.

«Ese día me pasó algo particular porque yo venía compartiendo lo de Justina, la nena que estaba esperando el trasplante de corazón. Yo lo tengo de contacto a Juan Carr y estamos siempre ahí con eso y me dolía, me sentía triste, pensaba que tenía la misma edad que mi hija, lo ves, sos mamá». 

Llegué esa mañana me puse a pintar y se me ocurrió hacerle alitas de angelito. Nunca había hecho un ángel nunca, nunca.

Cuando ya lo tenía dibujado agarro el celu y me llega una notificación con lo que había pasado con Abril y me agarró una angustia. Luego me entero que los papas decidieron donar el corazón a Justina y que no era compatible y la angustia era cada vez más y más. 

A la noche, con el corazón triste y el trabajo terminado habló con Carlos su marido, le mostró la nena alada, su primer angelito y le consultó como siempre, qué nombre ponerlo. El no lo dudó y le dijo que tenía que ponerle Abril. «Ese día me sentí muy rara, por todo lo que pasó estaba shokeada y me pareció lindo ponerle el nombre».

Los momentos de alegría también son disparadores, a veces se siente poseída y no puede dejar de pintar y otras comienza desganada pero al acomodar el atril y los pinceles todo se pone en marcha.

Pero si hay una característica que le es propia a esta mujer es su ansiedad, no puede estar quieta y necesita todo el tiempo tener un nuevo proyecto en marcha, por esto hace años creó y diseño sus libros de Color-Terapia que ya están en venta desde hace meses: Mujeres del Mundo y Mujeres del Zodíaco y, en breve nos anticipa el tercero más relacionado a las niñas, los juguetes y las mascotas.

En su espacio SpaceGallery Art, además de los cuadros también hay láminas, vinilos, termos con sus imágenes, mates, cajas, cuadernos, agendas, anotadores, una oferta variada para que nadie se quede sin un original de Romina Lerda.

En ese espacio mágico habitan también emociones, corazones, sentires, latidos, sueños y, sobre todo mucha esperanza.

En la vida de todo artista sumado al esfuerzo y al talento hay seguramente un momento en que la magia aparece y todo da un vuelco. En el caso de Romina Lerda sin duda esto ocurrió durante el 2016.

Una marca de indumentaria cordobesa, Moi Diseño le había pedido prestada una imagen para estamparla en remeras y repartirlas gratuitamente durante la primera marcha de Ni Una Menos, en 2015.

Al año siguiente en la segunda edición de la marcha Romina vio que su obra la había trascendido y se había viralizado hasta convertirse en un símbolo y logo contra la violencia de género.

Miles de mujeres y hombres habían compartido esa imagen en sus celulares, en sus computadoras adhiriendo al pedido de que cesen los hechos de femicidio.

Ese acto altruista, muy común en ella, de ceder una de sus imágenes, la recompensó sin siquiera imaginarlo con una popularidad inaudita dentro y fuera del país.

La realidad es que ese retrato de esa mujer fue elegido por la marca de ropa dentro de los 600 retratos de mujeres que hice porque les gustó.

Ellos le cambiaron algunos trazos para hacerla más sencilla para la estampa, la pasaron a blanco y negro y le agregaron una mano. La original está llena de color, tiene sueños en su pelo, y está más trabajada.

De repente el celular se me llenó de mensajes preguntándome si era mi dibujo. Yo cedí esa ilustración sin imaginar en lo que se iba a convertir. Fue superfuerte: veo esa cara y pienso que la hice en un momento íntimo, personal, importante de mi vida, en mi taller.

Y ahora es de todos y se resignificó. Me llena de orgullo por la causa. Fue movilizante desde lo social hasta lo individual. 


Esta actitud de las mujeres de unirse, de salir a la calle y reclamar asegura que es porque «la mujer se dio cuenta que tiene mucho más fuerza de lo que tenía antes, la mujer puede lograr lo que quiera y lo que se proponga en la vida», asegura.

Por Julio Ríos C.

Romina Lerda, pone con el pincel apoyado por la espátula, un trazo muy particular al producir lienzos con imágenes naive que brotan del campo anímico de la inocencia y la sencillez. Pinta mujeres con rostro de paz, mediante la interpretación personal y espontánea de esta talentosa y joven artista.

La página de Romina, mas los apuntes y comentarios en torno a su obra, nos permite observar admirados el proceso de toda una evolución entregada al escenario del arte, cuya protagonista (Romina Lerda), es posesora de un espíritu que mora en lo profundo y que se manifiesta en cada cuadro que asoma a nuestra mirada.

La joven artista boliviana, ha conseguido plasmar con elegante colorido, otro escenario, diferente y novedoso, que permite entrever un alejamiento (más bien una pausa) de los rostros amorosos y atractivos, para ingresar en un área donde cada imagen asoma primorosamente elaborada. Es una maestra de la expresión del desnudo; las imágenes permiten entrever piel desarropada con ternura. Pinta una mujer sexy, a veces con un muy escotado vestido, otras veces con indumentaria que en su imaginario la visten con el cuerpo desnudo por debajo.

Su trabajo da rienda suelta a su imaginación y concibe otras pinturas: varias mujeres en diferente expresión, ojos, tatuajes en las mujeres, vírgenes, santas y otros cuadros de creación propia provista de una variedad de detalles, quizá filigranas, estructuradas mediante la agrupación de superficies y colores contrastantes.

Romina, sin duda de ninguna clase, está enamorada de los ojos. Hace de este sentido de la vista una variación en exposiciones, formas, detalles y más estructuras que impactan al observador, al extremo de hacerle perder todo posible contacto con la desvaída realidad que le rodea. Romina, en esta perspectiva. le quita el estrés al mundo y lo aparta de su sobrecargada angustia por sobreexistir. El “naive”, al no incluirse en el vaivén de los estilos, se manifiesta como un arte sometido a sus propias leyes. No es un arte contra los barrocos, los clásicos, los modernos, los impresionistas, etc. No. Se trata de la parcela de Romina, eminentemente artística más subestimada, considerando que la referencia sobre los artistas “naives” se han ampliado y profundizado.

Romina (ilustra esta crónica una foto suya vestida con un muy escotado top de rejilla transparente a través de la piel desnuda), es una mujer valiente y una defensora intransigente de los derechos de la mujer, como lo destaca la periodista argentina Mara Derni.

La esencia y el carácter del “naive” de Romina, contiene una significación social, psicológica e incluso terapéutica. No hay que olvidar que este estilo carece de teoría y, por consiguiente, no es académico. Si la artista renuncia a sus condiciones que esta pintura le impone, pone en peligro el clima específico de su arte.

Es importante significar que el término “naive”, procede en su parte intrínseca, del vocablo latino “nativus”, que significa “innato”, “natural”, “original”.

Si se analizan sus cuadros con suficiente detenimiento, y lo que más llama la atención son los ojos, bocas, vestimentas que tienen su propia existencia plástica, y los espacios por los que no guía la pintora.

En esta realidad, lo que Romina busca en el “naive” no es la maestría del acabado, sino más bien el grado de ingenuidad, del insospechado gozo infantil al descubrir cualquier alegoría del mundo. Hay riqueza de contrastes y un fresco colorido inconfundible que caracterizan los óleos de la artista.

Para Romina Lerda, pintar es sin vacilación, ingresar en un ambiente de felicidad. En este sentido, su pincelada es pasmosa. Parada en su caballete y con expresión de ternura, plasma en cada cuadro una imagen exenta de violencia o cualquier deformación, un arte que logra anunciar la vida, acompañado de una estela que conduce al estado de quietud y pasividad, vistos en sus cuadros.

El espíritu que hoy anima a Romina Lerda, halló de alguna manera la situación de una realidad que sólo los predestinados la merecen; concentrada con ojos fijos en su lienzo, al que acompaña sus herramientas; interesada en la interioridad y el contenido de la pintura, se pierde en el estilo particular del “naive”, que permite asegurar esa libertad del alma, que es la obra del arte, que no viene del cielo, sino que es algo se tendrá que crear.

By Julio Ríos C.

Romina Lerda, she puts with the brush supported by the spatula, a very particular line when producing canvases with naive images that spring from the emotional field of innocence and simplicity. She paints women with faces of peace, through the personal and spontaneous interpretation of this talented young artist.

Romina's page, plus the notes and comments about her work, allows us to observe with admiration the process of an entire evolution dedicated to the art scene, whose protagonist (Romina Lerda), is the possessor of a spirit that dwells deep within and that manifests itself in each painting that appears to our gaze.

The young Bolivian artist has managed to capture, with elegant colors, another scenario, different and novel, that allows us to glimpse a distance (rather a pause) of the loving and attractive faces, to enter an area where each image appears exquisitely elaborated. She is a master of nude expression; the images of her allow us to glimpse undressed skin with tenderness. She paints a sexy woman, sometimes with a very low-cut dress, other times with clothes that in her imagination dress her with the naked body underneath her.

His work gives free rein to his imagination and conceives other paintings: several women in different expressions, eyes, tattoos on women, virgins, saints and other paintings of his own creation provided with a variety of details, perhaps watermarks, structured by grouping contrasting surfaces and colors.

Romina, without a doubt of any kind, is in love with the eyes. She makes this sense of sight a variation in exposures, forms, details and more structures that impact the observer, to the point of making him lose all possible contact with the faded reality that surrounds him.

Romina, in this perspective. she takes the stress out of the world and takes it away from its overloaded anguish of over-existing. The "naive", by not being included in the swing of styles, manifests itself as an art subject to its own laws. It is not an art against the baroque, the classics, the moderns, the impressionists, etc. No. This is Romina's plot, eminently artistic, the most underestimated, considering that the reference to “naïve” artists has broadened and deepened.

Romina (this chronicle is illustrated by a photo of her dressed in a very low-cut transparent fishnet top through her bare skin), is a brave woman and an uncompromising defender of women's rights, as highlighted by the Argentine journalist Mara Derni.

The essence and character of Romina's "naive" contains a social, psychological and even therapeutic significance. It should not be forgotten that this style lacks theory and, therefore, is not academic. If the artist renounces the conditions of her that this painting imposes on her, she endangers the specific climate of her art. It is important to note that the term "naive" comes, in its intrinsic part, from the Latin word "nativus", which means "innate", "natural", "original". If her paintings are analyzed carefully enough, and what is most striking are the eyes, mouths, clothes that have their own plastic existence, and the spaces through which she does not guide the painter. In this reality, what Romina seeks in the "naive" is not the mastery of the finish, but rather the degree of ingenuity, of the unsuspected childish joy at discovering any allegory in the world. There is a wealth of contrasts and an unmistakable fresh color that characterize the artist's oil paintings.

For Romina Lerda, painting is without hesitation, entering an environment of happiness. In this sense, her brushwork is amazing. Standing at her easel and with an expression of tenderness, she captures in each painting an image free of violence or any deformation, an art that manages to announce life, accompanied by a wake that leads to the state of stillness and passivity, seen in her paintings.

The spirit that animates Romina Lerda today somehow found the situation of a reality that only the predestined deserve; concentrated with eyes fixed on her canvas, to which she accompanies her tools; interested in the interiority and content of painting, she gets lost in the particular style of the "naive", which allows to ensure that freedom of the soul, which is the work of art, which does not come from heaven, but is something that will have to be to create.

Por Júlio Ríos C.

Romina Lerda, com o pincel apoiado na espátula, coloca uma linha muito particular na produção de telas com imagens ingênuas que brotam do campo emocional da inocência e da simplicidade. Ela pinta mulheres com rostos de paz, através da interpretação pessoal e espontânea desta talentosa e jovem artista.

A página de Romina, somada às notas e comentários sobre sua obra, permite observar com admiração o processo de toda uma evolução dedicada à cena artística, cuja protagonista (Romina Lerda), possuidora de um espírito que habita no fundo e que se manifesta em cada pintura que aparece ao nosso olhar.

O jovem artista boliviano conseguiu capturar, com cores elegantes, outro cenário, diferente e inovador, que nos permite vislumbrar uma distância (mais uma pausa) dos rostos amorosos e atraentes, para entrar em uma área onde cada imagem aparece primorosamente elaborada. Ela é mestra na expressão do nu; as imagens nos permitem vislumbrar com ternura a pele despida. Ela pinta uma mulher sexy, ora com um vestido bem decotado, ora com roupas que em sua imaginação a vestem com seu corpo nu por baixo.

Sua obra dá asas à sua imaginação e concebe outras pinturas: várias mulheres em diferentes expressões, olhos, tatuagens em mulheres, virgens, santos e outras pinturas de sua própria criação providas de uma variedade de detalhes, talvez marcas d'água, estruturadas por agrupamento de superfícies contrastantes e cores.

Romina, sem dúvida, é apaixonada pelos olhos. Ele faz desse sentido da visão uma variação de exposições, formas, detalhes e mais estruturas que impactam o observador, a ponto de fazê-lo perder todo o contato possível com a realidade esmaecida que o cerca. Romina, nesta perspectiva. tira o estresse do mundo e o afasta de sua angústia sobrecarregada de superexistência. O "ingênuo", por não se inserir no balanço dos estilos, se manifesta como uma arte sujeita às suas próprias leis. Não é uma arte contra o barroco, os clássicos, os modernos, os impressionistas, etc. Não. Este é o enredo de Romina, eminentemente artístico, o mais subestimado, considerando que a referência a artistas “ingênuos” se ampliou e aprofundou.


Romina (essa crônica é ilustrada por uma foto dela vestida com um top de arrastão transparente muito decotado através de sua pele nua), é uma mulher corajosa e uma defensora intransigente dos direitos das mulheres, como destacou a jornalista argentina Mara Derni.

A essência e o caráter do "ingênuo" de Romina contém um significado social, psicológico e até terapêutico. Não se deve esquecer que este estilo carece de teoria e, portanto, não é acadêmico. Se a artista renuncia às condições que esta pintura lhe impõe, põe em causa o clima específico da sua arte.

É importante notar que o termo “ingênuo” vem, em sua parte intrínseca, da palavra latina “nativus”, que significa “inato”, “natural”, “original”.

Se suas pinturas forem analisadas com bastante atenção, o que mais chama a atenção são os olhos, bocas, roupas que têm existência plástica própria e os espaços pelos quais o pintor não se orienta.

Nessa realidade, o que Romina busca no "ingênuo" não é o domínio do acabamento, mas o grau de ingenuidade, da insuspeitada alegria infantil de descobrir qualquer alegoria no mundo. Há uma riqueza de contrastes e uma cor fresca inconfundível que caracterizam as pinturas a óleo do artista.

Para Romina Lerda, pintar é sem hesitação, entrar em um ambiente de felicidade. Nesse sentido, sua pincelada é incrível. De pé em seu cavalete e com expressão de ternura, ela capta em cada pintura uma imagem livre de violência ou qualquer deformação, uma arte que consegue anunciar a vida, acompanhada de um rastro que leva ao estado de quietude e passividade, visto em sua pinturas.

O espírito que hoje anima Romina Lerda encontrou de alguma forma a situação de uma realidade que só os predestinados merecem; concentrada com os olhos fixos em sua tela, que acompanha suas ferramentas; interessada pela interioridade e conteúdo da pintura, perde-se no estilo particular do "ingênuo", que permite assegurar aquela liberdade da alma, que é a obra de arte, que não vem do céu, mas é algo que terá de ser para criar.

 


Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación UCB y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).

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CONTRATAPA 

Mara Derni, es una periodista argentina, radicada en Buenos Aires. Escribe notas de diferente temática, habida cuenta de la versatilidad de la que es poseedora. Se desempeñó en el Grupo Editorial ATLANTIDA. Recuerdo la época de protagonismo en la línea de la revista. Desde Billiken, El Gráfico, Para ti (dónde escribió Derni), hasta otros medios de comunicación.

Fue Constancio C. Vigil, el fundador. Hombre de exquisita sensibilidad, creó para la niñez una literatura explicada en los libros titulados, “Los Chanchin”, “El Mono relojero”, “La hormiguita viajera”, entre otros. Pero su obra cumbre, algo así como una oración editada en páginas profundas, fue EL ERIAL.

Constancio Cecilio Vigil Olid (Rocha, Uruguay; 4 de septiembre de 1876, Buenos Aires; 24 de septiembre de 1954) fue un empresario, periodista y escritor uruguayo de literatura infantil con notable desarrollo en Argentina