miércoles, 3 de agosto de 2022

 


EL PIANO EN TIEMPOS DE

LA COVID – 19

El talento de

MARIANELA APARICIO

TCHAIKOVSKI EN LAS TECLAS

DE LA PIANISTA

Piotr Ilich nacfió en Vótkinsk el 25 de abril de 1840 y falleción en San Petersburgo, eo 6 de noviembre de 1893. Fue un compositor ruso del período del Romanticismo. Es autor de algunas de las obras de música clásica más famosas del repertorio actual, como los ballets El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces, la Obertura 1812, la obertura-fantasía Romeo y Julieta, el Primer concierto para piano, el Concierto para violín, sus sinfonías Cuarta, Quinta y Sexta y la ópera Eugenio Oneguin y La dama de picas.

Nacido en una familia de clase media, Chaikovski fue el segundo hijo de lliá Petróvich Chaikovski, su padre era director de una fábrica minera, sus padres eran aficionados a la música, la formación que recibió Chaikovski estaba dirigida a prepararle como funcionario, a pesar del interés musical que mostró.

En contra de los deseos de su familia, decidió seguir una carrera musical y en 1862 accedió al Conservatorio de San Petersburgo, graduándose en 1865. La formación que recibió, reglada y orientada a la música occidental, lo apartó del movimiento contemporáneo nacionalista personificado en el «Grupo de los Cinco» conformado por un grupo de jóvenes compositores rusos, con los cuales Chaikovski mantuvo una relación profesional y de amistad a lo largo de su carrera.

Mientras desarrollaba su estilo, Chaikovski escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por crisis personales y períodos de depresión.

Como factores que quizá contribuyeron a esto, pueden mencionarse su homosexualidad reprimida y el miedo a que se revelara su condición, su desastroso matrimonio que contrajo con Antonina Miliukova en 1877, que duró menos de un mes, y su asociación de catorce años con la rica viuda Nadezhda von Meck.

En medio de esta agitada vida personal, la reputación de Chaikovski aumentó; recibió honores por parte del zar, obtuvo una pensión vitalicia y fue alabado en las salas de conciertos de todo el mundo. Su repentina muerte a los cincuenta y tres años en el año 1893 suele atribuirse generalmente al cólera, pero algunos lo atribuyen a un suicidio.

A pesar de ser popular en todo el mundo, Chaikovski recibió a veces duras críticas por parte de críticos y compositores. Sin embargo, su reputación como compositor es hoy en día segura,​y ha desaparecido por completo el desdén con el que los críticos occidentales a principios y mediados del siglo XX catalogaban su música como vulgar y falta de pensamiento.

De hecho, Chaikovski está considerado actualmente como el más destacado músico de Rusia y una de las figuras más importantes de la cultura de ese país a lo largo de su historia.

De 1874 data la primera versión del Concierto N° 1 para piano y orquesta de Piotr Ilich Tchaikovski. A esa altura de su vida, 34 años, y pese a sus crisis nerviosas, Piotr ya se había consolidado definitivamente como compositor.

De modo que no le hicieron ninguna gracia los comentarios que recibió del virtuoso del teclado Nikolai Rubinstein cuando tocó ante él su primer concierto para piano. Nikolai era su amigo, era quien había acompañado al provinciano Piotr Ilich en sus primeros años en Moscú, mostrándole la ciudad y abriendo para él, posteriormente, muchas puertas difíciles de franquear.

Era navidad de 1874, y Piotr y Nikolai habían sido invitados a esperar al Papá Noel ruso en casa de un amigo común. Pero Nikolai había sugerido a Piotr que llevara su nueva partitura para que, camino a casa del amigo, pasaran al Conservatorio a examinar el concierto que acababa de terminar. Piotr accedió encantado pues deseaba escuchar la opinión de un virtuoso, conocer su parecer técnico sobre algunos pasajes muy arduos de la ejecución, que en ese momento los tenía y sigue teniendo.

Julio Ríos

Marianela Aparicio, deslumbra, embelesa a un público que aplaude a la talentosa y famosa pianista nacida en Cochabamba. La Orquesta Sinfónica de Santa Cruz de la Sierra, bajo la dirección del Maestro Rubén Silva y la destacada pianista, interpretan el Concierto para Piano y Orquesta No. 1 en si bemol menor Op. 23 de P.I. Tchaikovski.

Arranca el Allegro non troppo e molto maestoso,Allegro con spirito. El movimiento, inusualmente largo, que dura 20 minutos, lo abre toda la orquesta que, con elegancia y estilo, Silva la dirige, para luego entrar al tema principal llevado por las cuerdas acompañadas por los magníficos acordes de Marianela Aparicio, en su piano que ratifican cómo lo han hecho célebre al concierto completo.

El movimiento, una especie de duelo entre el piano y la orquesta, presenta considerables dificultades al solista, pero no para Aparicio, quien, con sorprendente dominio técnico, excelente digitación, seguridad, sentimiento y talento, permite transmitir el espíritu del compositor y sumergirse afanosa en la obra, siguiendo la línea sonora junto al director Rubén Silva.

Ahora viene el Andantino semplice, Prestissimo. Se inicia con un tema de gran delicadeza que expone primero la flauta siendo recogido luego por el piano de aparicio. Una parte central –prestissimo– sirve de contraste por su liviandad y su ritmo de tres cuartos.

Finalmente el Allegro con fuoco. Está construido sobre temas basados en danzas o ritmos populares rusos. El primer tema, rítmicamente, muestra un marcado carácter ruso. En la coda final vuelve a escucharse el primer tema, para conducir a un final fragoroso y de enorme vigor, algo efectista talvez, que exige Aparicio en el piano, la realización del célebre "pasaje de octavas" que como gran virtuosa logra tocarlo con éxito.

Concluye el concierto. Cada vez que la pianista Marianela Aparicio sube al escenario, asombra al público. Esta vez lo hizo con el Maestro Rubén Siolva y la Orquesta Sinfónica de Santa Cruz de la Sierra, para interpretar el Concierto para Piano Nº 1 de Tchaikovsky. Los aplausos ovacionaron a todo el auditorio que agotó las butacas.

Casi finalizando el concierto y con vehemente sentimiento, tanto el director, Silva, sosteniendo a la orquesta en un bravo final, Aparicio lo concluye poniendo en alto la figura de los difíciles acordes en una magistral y prolija interpretación que provoca, inclusive, a que Marianela levante el cuerpo de la silla y concluya a través de la señal de la batuta de Rubén Silva, tan famoso concierto. Se acerca a ella a Rubén, lo abraza, y luego saluda a la primer violín, mientras el público continúa aplaudiendo.

Marianela Iveliz Aparicio Yujra, es una artista muy talentosa. Mujer bella, una fotografía ilustra esta crónica, en la que se la aprecia vestida de rojo, a través de un elegante y muy escotado atuendo sobre piel desnuda sin sujetador, usando la prenda con el cuerpo desnudo por debajo.

Concertista de piano. Estudió en el Instituto ‘Laredo’ de Cochabamba. Fue becada por el gobierno francés para participar de dos festivales en las ciudades de Niza y París. Siguió con su formación en el Instituto Superior de Arte de La Habana, Cuba. También tomó clases con el maestro Antonio de Rocca, en Argentina, y con Emilio Aliss en Cochabamba. 

Trabaja, desde el año 2001, como coordinadora de cultura de la Universidad Privada Boliviana (UPB). Ha dado conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional.

El periodista Mario Ríos Gastelú (mi padre), tras escuchar uno de los discos grabado por la concertista, destacó: “Una buena grabación digna de coleccionistas. El nombre de Marianela se suma a otras figuras nuestras, muy queridas y muy respetadas: Javier Sanjinés y Ana María Vera”.

By Julio Ríos

THE PIANIST LOOKS ELEGANT AND VERY LOW-CUT THROUGHA BRA-LESS DRESS WITH BARE SKIN UNDERNEATH.

Marianela Aparicio, dazzles, enraptures an audience that applauds the talented and famous pianist born in Cochabamba. The Santa Cruz de la Sierra Symphony Orchestra, under the direction of Maestro Rubén Silva and the outstanding pianist, perform P.I. Tchaikovsky's Concerto for Piano and Orchestra No. 1 in B flat minor Op. 23.

The Allegro non troppo e molto maestoso, Allegro con spirito, begins. The unusually long movement, lasting 20 minutes, is opened by the full orchestra which, with elegance and style, Silva conducts, and then enters the main theme carried by the strings accompanied by the magnificent chords of Marianela Aparicio, on her piano, which ratify how they have made the whole concerto famous.

The movement, a kind of duel between piano and orchestra, presents considerable difficulties for the soloist, but not for Aparicio, who, with surprising technical mastery, excellent fingering, assurance, feeling and talent, allows the spirit of the composer to be transmitted and eagerly immerses herself in the work, following the sound line together with conductor Rubén Silva.

Now comes the Andantino semplice, Prestissimo. It begins with a theme of great delicacy, which is first introduced by the flute and then taken up by Aparicio's piano. A central part - prestissimo - serves as a contrast with its lightness and three-quarter rhythm.

Finally the Allegro con fuoco. It is built on themes based on Russian folk dances or rhythms. The first theme, rhythmically, shows a marked Russian character. In the final coda, the first theme is heard again, to lead to a final fragoroso and of enormous vigour, perhaps a little dramatic, which requires Aparicio on the piano, the performance of the famous "passage of octaves" which, as a great virtuoso, she manages to play with success.

The concert concludes. Every time the pianist Marianela Aparicio takes the stage, she amazes the audience. This time she did so with Maestro Rubén Siolva and the Santa Cruz de la Sierra Symphony Orchestra, to perform Tchaikovsky's Piano Concerto No. 1. The applause gave a standing ovation to the sold-out audience.

Almost at the end of the concert, and with vehement feeling, both the conductor, Silva, supporting the orchestra in a bravura finale, Aparicio concluded it by raising the figure of the difficult chords in a masterly and prolix interpretation which even provoked Marianela to raise her body from her chair and conclude, through the signal of Rubén Silva's baton, such a famous concerto. She approaches Rubén, embraces him, and then greets the first violin, while the audience continues to applaud.

Marianela Iveliz Aparicio Yujra, is a very talented artist. A beautiful woman, a photograph illustrates this chronicle, in which she can be seen dressed in red, in an elegant and very low-cut outfit over bare skin without a bra, wearing the garment with her naked body underneath.

Piano concert pianist. She studied at the 'Laredo' Institute in Cochabamba. She received a scholarship from the French government to participate in two festivals in the cities of Nice and Paris. She continued her training at the Instituto Superior de Arte in Havana, Cuba. She also took classes with the maestro Antonio de Rocca, in Argentina, and with Emilio Aliss in Cochabamba. Since 2001, she has worked as cultural coordinator of the Universidad Privada Boliviana (UPB). She has given concerts with the National Symphony Orchestra.

The journalist Mario Ríos Gastelú (my father), after listening to one of the discs recorded by the concert pianist, remarked: "A good recording worthy of collectors. Marianela's name joins other much loved and respected figures of ours: Javier Sanjinés and Ana María Vera".



Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudió en las universidades Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca y Católica de La Paz, y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).

© 2022. 

 

LA PERFECCIÓN ES UNA

CONSTANTE BÚSQUEDA SIN FIN 

“¡Que Pianista!, firme en su técnica con un toque profundo, de intensa sonoridad y de una expresividad desbordante pero siempre controlada”. | ALBERTO VILLALPANDO

 ENTREVISTA: Paula Muñoz Encinas / LOS TIEMPOS 

 COMENTARIOS: Julio Ríos Calderón

No se hizo pianista por casualidad. A Marianela Aparicio, el piano la enamoró desde que era una niña. Fue una determinación de vida y una exigencia personal que la obligan a entregarse con pasión desbordante y expresiva en cada concierto.

“El piano para mí fue siempre una cosa seria”, dice. Heredera de una tradición musical familiar y egresada del Instituto Eduardo Laredo, cimientos para comenzar a germinar su talento, ha sido solista de orquestas de renombre a nivel nacional e internacional.

Sus maestros, conocidos por su exigencia, la han encaminado para encontrar una personalidad propia como intérprete de un instrumento que requiere disciplina y, sobre todo, alma, porque en el escenario no todo es articulación.

Su repertorio es amplio, incluye obras de Bach, Mozart, Chopin, Ravel, Rachmaninoff, Hala, Tchaikovsky hasta Gershwin, entre muchos otros, y los ha presentado con éxito en escenarios de Bolivia, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil, México, Francia, Polonia, Bélgica, España e Italia.

A su retorno de su última gira por Europa donde ha ejecutado con orgullo la música de compositores bolivianos, parece alejarse un poco de los clásicos. Saca al aire libre su piano en Santa Cruz, donde radica hace casi seis años, para grabar una serie de 10 obrasque se encuentran en las redes sociales. El segundo video que lanza hoy, junto a la revista OH! es un tango brasileño de Ernesto Nazareth (Brasil) titulado “Escorregando”, en el que se aprecia su capacidad interpretativa y técnica.

Está cómoda en la piel en la que habita. Ha descubierto su singularidad más absoluta y su horizonte musical está claro. “Todavía hay mucho por hacer”.

¿Qué estilo o compositor te gusta más interpretar?

El estilo que va más con mi carácter es la música del período romántico yes conocido que tengo un crush con Rachamninoff.

¿Cuántas horas dedicas a tu profesión?

No las tengo contabilizadas y considerando que en nuestro país los artistas somos además nuestros propios gestores, productores y representantes, tendría que decirte que no sólo es el tiempo de ensayar, sino mucho tiempo de trabajo administrativo. Pero soy una persona muy disciplinada. Sumado al rol de esposa y madre, me siento muy completa.

¿Te invitan a giras internacionales o las buscas?

Es una mezcla de todo un poco, algunos conciertos surgen de invitaciones porque alguien me escuchó tocar o escuchó de mí, pero la planificación, la gestión y la creatividad son de vital importancia para sobrevivir como en cualquier profesión. Lo ideal es que todo artista trabaje con un representante, pero en Bolivia lo hacemos los artistas. Hay mucho campo cuando uno hace las cosas convencida y con pasión.

¿Existe capacidad de crítica en el público boliviano?

La fascinación por la música en nuestro país está en franco crecimiento y algunas personas son más conocedoras que otras. El verdadero objetivo de crear y hacer música es lograr una conexión con el público más allá del entendimiento consciente. Que te emocione, te seduzca, te envuelva. Ésa es la magia de la música, esa efímera pero estrecha relación público–intérprete.

¿Qué se entiende por perfección en el mundo del concertista es una de tus búsquedas?

Para mí es el balance perfecto entre una técnica sólida, impecable y una pasión y expresividad desbordantes. Es el balance perfecto donde no falla ni una sola nota, pero a pesar de ello eres capaz de transmitir y no te has convertido en una máquina. La perfección es una constante búsqueda sin fin.

¿En relación a la gira que recientemente realizaste, cuál fue la motivación y balance?

La motivación fue la difusión y promoción de música para piano de compositores bolivianos. Muy poco o nunca se realiza conciertos de piano completamente dedicados a música boliviana.

La idea nace a propósito de un encuentro con Teresa Rivera de Stahlie a mi retorno de Polonia quien tocó para mí la Toccata de la Lluvia de Viscarra Monje que forma parte de la Publicación Póstuma que hizo ella de su Obra. Y eso despertó en mí un especial interés en buscar repertorio y conocer más sobre nuestros compositores. 

Una cosa llevó a la otra y si bien ésta gira nació con la idea de hacer mitad del repertorio con música del repertorio universal y mitad con música boliviana, al ir buscando y encontrando música tan variada e interesante decidí encarar un programa completo de música boliviana titulándolo “Encuentro con la Música boliviana”.