Artistas plásticos en tiempos de
LA COVID – 19
La obra de
ÁNGELA MARIEL MARTÍNEZ
ARTISTA TALENTOSA
BELLA MODELO
ÁNGELA MARTÍNEZ BUSCA ABRIR
ESPACIOS PARA JOVENES ARTISTAS
Entrevista: JULIETA LLAVE (Pura Cepa)
Comentarios: JULIO RÍOS CALDERÓN
La artista plástica viene trabajando en cooperación con centros culturales para abrir espacios para jóvenes artistas de todo el país.
Ángela Martínez es una artista tarijeña cuyas obras han recorrido galerías de arte de todo el país. Ha expuesto en los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre, Oruro y su amada Tarija, lugar al que siempre retorna con nuevas iniciativas y proyectos.
En esta ocasión, asumiendo el rol de gestora cultural, Ángela busca abrir espacios de colaboración mutua entre centros culturales y jóvenes artistas del país para crear puentes de conexión y llevar el trabajo de los mismos más allá de los límites departamentales.
“Equinoccio de verano” es la primera exposición gestionada por la tarijeña, en la que se exhiben las obras de las artistas paceñas Lesly Molina y Alejandra Aliaga en la galería de arte de Casa CreArt. En entrevista con Pura Cepa, Ángela nos cuenta los pormenores del proyecto:
Pura Cepa (PC): Cuéntanos cómo nace esta iniciativa que propone crear lazos de cooperación
Ángela Martínez (AN): “La idea nace de querer apoyar a los estudiantes de Bellas Artes, no solamente de Tarija sino del interior del país como La Paz, donde viví cuatro años. He estudiado en dicha escuela y allí conocí a varios artistas que son muy buenos. Este proyecto busca aligerar las grandes dificultades que atravesamos los artistas para poder exponer.
Como artista he expuesto en diferentes partes de Bolivia y ¿qué es lo que pasa? Que tú tienes que pagar demasiado por exponer en una galería de arte. Muchas veces los artistas no tienen los medios económicos para poder acceder a estos espacios y hay mucho talento en todo el país. Eso es lo que quiero sacar a relucir. Hay un montón de artistas que tienen el talento y que necesitan ser apoyados. El proyecto trata de aportar con un granito de arena. Junto a ‘Casa Creart’, que nos brinda el espacio, queremos llevar este proyecto en conjunto. La cultura en Bolivia tiene cierto tipo de carencias y falencias”.
PC: ¿Qué otros desafíos enfrentan los artistas emergentes?
AM: “Uno de ellos es que, para exponer en una galería, tienes que tener antecedentes y presentar un currículo que señale los lugares en los que ya has expuesto y si no has expuesto anteriormente es muy difícil que te den un espacio. En Santa Cruz tienes que tener un currículo muy largo para poder acceder a una galería.
Desde mi punto de vista, de lo que yo he visto en La Paz, muchos artistas con un talento increíble, tienen mucho miedo de exponer, sumado a ello, no cuentan con los recursos económicos para acceder a los implementos que son acrílicos, oleos y otros materiales que son caros y representan una inversión.
Es muy difícil preparar una exposición de 30 cuadros porque eso significa que tienen que hacer una gran inversión. Esto se tiene que solucionar. Yo creo que uno de los factores es que haya un medio, no sé si interno o externo, de diferentes organizaciones para ayudar a los estudiantes a que puedan acceder a los materiales sin que les cueste tanto”.
PC: ¿Podrías hablarnos acerca de la evolución de tu trabajo?
AM: “Como artista con los años tu pintura va madurando, vas pintando diferente todos los años, a veces te enfrascas en un arquetipo, pero hoy por hoy estoy trabajando con mezclas, buscándome a mí misma, buscando mi propio yo, mi yo superior. Estoy abocándome a que mi pintura tenga un fin más supremo. Tengo ganas de que mi pintura tenga un propósito. Actualmente son más retratos, pero con una mezcla mía que es lo que he estado trabajando, con los siete colores que te ayudan a hacer una terapia alternativa. Llevo cuatro años en La Paz haciendo una terapia alternativa con colores para poder ayudar a la gente a que canalicen sus emociones con el arte”.
“Quiero que todo el año estemos trabajando con artistas, por lo menos dos cada mes”, explica Ángela. “Los artistas más que competir tenemos que ayudarnos entre nosotros”, asegura la tarijeña.
Angela Mariel Martínez, es una boliviana nacida en la ciudad de Tarija. Perseverante y constante, buscó siempre en todo orden de circunstancias el norte de la evolución y el éxito.
La primera faceta estuvo en el mundo del modelaje, la segunda en la presentación de noticias en la TV, radio y otros medios, y la tercera hoy definitiva, el trabajo en el profundo y espiritual contenido que depara el mundo apasionante del arte y la cultura.
En su gran trayectoria, no obstante su juventud, es posible destacar que ha hecho de todo, desde ser una Princesa del Carnaval de Tarija, ser comunicadora en los medios, actriz de teatro y artista plástica.
En la ciudad de La Paz, su aporte y su interés de sumergirse a profundidad en la cultura, la ha llevado a consolidar sus metas y exhibir su trascendental obra pictórica.
Las veladas y bohemias, muy particulares en La Paz, la han vinculado con el mundo del arte. Su presencia bien parecida y su físico cultivado, consecuencia del modelaje (la recuerdo con Chantele Sims), han permitido una apertura tendente a actualizar su libro de fotos.
Correspondió al artista gráfico de la fotografía, Álvaro Luksic, que hoy en día es uno de los profesionales de este arte que ha logrando experimentar nuevos rumbos en la apasionante tarea de ver a través del lente.
Angela Martínez, estudió arquitectura en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) de la ciudad de Tarija; tiene formación en artes y gramática en países como España y Francia, donde hizo cursos en la escuela de Bellas Artes.
Sus exposiciones de cuadros han ganado los espacios de las galerías de las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Tarija. Angela tiene proyectado ampliar su formación de artista en la escultura, un arte que complementa a la pintura.
Su camino por intermedio de los años, también la condujo a los medios de comunicación; fue productora independiente durante varias temporadas en distintas cadenas televisivas, departamentales y nacionales.
Sus exposiciones más importantes se llevaron a efecto en la galería de arte de la Casa de la Cultura, oportunidad en la que presentó la temática titulada “Cuerpos Ajenos”, esgrimiendo la técnica mixta, consistente en la combinación de acrílico, carboncillo y pastel. Inspirada en la belleza de los cuerpos femeninos, plasmo bellas imágenes en el lienzo.
En la reiteración de los propósitos de Angela, resulta importante su vinculación con la literatura. Ella anunció que en breve presentará un libro de poesía erótica.
Ángela Martínez, una multifacética modelo tarijeña –escribe Jannett Ortega–, en las páginas de cultura de PURA CEPA. Añade su evolución constante, irreverencia, carisma y bohemia.
Ángela Mariel Martínez es una tarijeña que no para de evolucionar. En su trayectoria es posible afirmar que ha hecho de todo, desde ser una Princesa del Carnaval Chapaco, a ser conductora de televisión, actriz de teatro, artista plástica y mucho más.
“Angie” como la llaman las personas más cercanas, estudió arquitectura en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), sin embargo su personalidad la ha llevado a explorar diversas áreas relacionadas siempre con el arte.
Ella tiene estudios en artes y gramática en España y Francia, realizó cursos en la escuela de Bellas Artes y sus exposiciones de pintura han estado en galerías de La Paz, Santa Cruz y Tarija. Entre sus próximas especialidades a explorar, está la escultura.
Actualmente radica en Tarija y su proyecto más reciente la ha devuelto a la televisión. Ella fue productora independiente durante varias temporadas en distintas cadenas televisivas, departamentales y nacionales, sin embargo nunca dejó de lado sus otras pasiones.
Provista de una personalidad extrovertida y bohemia, Ángela es una tarijeña muy conocida y apreciada a nivel nacional e incluso internacional por su faceta de artista. En cuanto a su vida personal, es madre de un bello niño que hoy por hoy es el eje de su vida. Angie tiene estudios en artes y gramática en España y Francia. La artista prepara un libro de poesía erótica: “Libertad con alas, pies de plomo, esta manía única de ser”.
RETROSPECTICA: Simpática y talentosa (destaca el periódico EL DEBER de Santa Cruz), Ángela Martínez, reina del Carnaval de Tarija en 2004, ahora brilla como artista plástica. Luego de mostrar su arte en Cochabamba, La Paz y Tarija, aterrizó en Santa Cruz para inaugurar su exposición, denominada El abandono de la ninfa.
Se trata de un compendio de 30 cuadros, abstractos, realistas y surrealistas, trabajados en acrílico, óleo y técnicas mixtas, que son expuestos en la Galería de Arte 21. La muestra fue inaugurada con un brindis, en presencia de 30 invitados, en su mayoría amigos, colegas y familiares de la artista que aplaudieron su don. Sus obras se verán hasta el 14 de noviembre.
Como modelo, Angela ganó la preferencia de quienes siguen de cerca esta actividad, Sin duda que fue la belleza con la que se identificó como factor primordial, aunque su selección del modelo siempre gozo de talento y naturalidad en la expresión corporal y facial, medidas antropométricas y condiciones específicas (talla, estatura, peso, complexión física) definidas profesionalmente.
En esta realidad Angela provocó que los artículos presentados resultasen atractivos, causando un determinado impacto en el comprador o target a quien se dirige la prenda o línea de productos, publicidad o campaña de comunicación de que se trate.
Existen distintas especialidades en el mundo del modelaje, siendo la pasarela y la fotografía los más importantes. En esta área Angela tuvo una trayectoria aplaudida, motivando que el mundo del espectáculo en las redes sociales, periódicos y revistas realcen la figura de esta bella mujer.
La Fotografía glamour, es otro cuadro que ganó Angela, donde enfatizó la idea de la modelo desde el punto de vista profesional. Aportó desde Tarija a una actividad en que el mundo mueve la naturalidad de una belleza y el perfeccionamiento adicional de prendas, accesorios y otros.
Los modelos con el correr del tiempo y la exaltación de la belleza la imagen, se han convertido en verdaderas celebridades que han adquirido fama mundial, tanto como los diseñadores de ropa.
Esta etapa ya concluyó, pues Angela esta aboca hoy en día en el arte plástico y la literatura. Mujer, madre y artista, completan la nueva trayectoria y dejan en el recuerdo, grabado además en las redes sociales, el quehacer de una hermosa modelo.
Por Julio Ríos
Ángela Mariel Martínez, es una maestra de la técnica abstracta y de las imágenes realistas y surrealistas. Revista de talento, su obra permite entrever diferentes temáticas trabajadas con microscópica meticulosidad, logrando la pintora ingresar en el examen sagaz de la conciencia creadora de la artista.
Pincel, espátula y paleta, asoman en sus manos para dar vida al lienzo. El valor de sus obras concretadas, sean ellas de característica utilitaria o artística, siempre entreveran la pasión, por tanto, su trabajo es una fuerza incontenible, a veces convertida en idea fija, dirigida a materializar las figuras con imágenes eróticas y llamativas, o las concebidas a través del pensamiento. Cadra cuadro revela el estimuló de la llama del ingenio, llega a transformar lo incierto en tangible, a riesgo de mantenerse en los límites de la utopía.
De esa manera, su mente de artista crea sus fantasías e ilumina su inteligencia hasta dar forma a imágenes atractivas, situándolas en un escenario real, lugar en el que cobran vida, al sólo trazo de pinceles manejados por hábiles manos, como una certificación de los alcances del arte.
Nadie que no sea admirador de un genio, puede imaginar una visita de la figura enigmática de un ídolo a una ciudad jamás conocida por él. Esa utópica posibilidad concentró la atención y el talento de Ángela en una manifestación de carga emocional destinada a la imagen en un mosaico, una tabla, una mesa.
Es así como la producción pictórica, fue dedicada íntegramente a evocar lo extraordinario de ella y que surge de la ilimitada admiración por lo genial. Por aquella hermosa obra que ella va poco a poco entregando a la humanidad. Por tanto, la práctica de Ángela Martínez, incubó la inusual idea de ubicar las imágenes en escenarios y objetos no convencionales en diferentes ciudades y escenarios, particularmente Santa Cruz y Tarija, de dónde ella se sumerge afanosa en una serie cromática de cíclicos episodios.
Hacemos una pausa y observamoa a la bella modelo. Ágela ilustra esta crónica a través de un sensual enterizo de tela floreada muy escotado que ella lo viste sin sujetador y el cuerpo desnudo por debajo. Es una mujer, sin vacilación, muy hermosa. Un encanto. Presencia de una extraordinaria madre que depierta ternura devoradora al sostener a su hija, Catalina, en sus brazos.
En un recorrido visual, seguimos la presencia de sus obras y su recorrido por su inspiración. Silencio y ruido, en medio de un espacio destinado a labores cotidianas con personajes envueltos en multicolores rostros, ojos, pestañas, siluetas, flores y ángeles. El trazo erótico del destino es increible, habida cuenta del tratamiento de la imagen que atrae y explica en un pincelazo casi naif con resultados francamente asombrosos.
Sin vacilación, alucinantes imágenes para una simbología del mayor talento, desplegada en una pintura enriquecida por las ideas de Ángela. Así logra su cometido. La luminosidad de un color y otro es dominante y contrasta con la delicadeza de los lienzos que se transmutan en imágenes de temática versátiles, destinadas a objetos transmisores de sentimientos alegres dirigidos al público que la admira.
Así como el bullicio y el movimiento festivo motivan una meditación frente a los cuadros, la meditación y la quietud despiertan un especial razonamiento capaz de encender la llama viva de la imaginación dirigida a otro horizonte, tal vez distante a la primigenia inspiración de Martínez. E brillante y destacado colorido de la imagen nos entrega un resultado inmerso en la obra a ser creada.
Frente al caballete de trabajo, que es la tabla, la mesa, un objeto, una pared, está la idea aún ya materializada. Está la atmósfera del universo del arte. La realidad de la plástica y la quimera de un modelo evocado en alas de la admiración personal.
Los pasajes de la vida de Ángela, las inquietudes artísticas y el gran escenario donde transcurre la visita imaginaria, se multiplican en sus obras, en una secuencia testimonial de trayectoria extraordinaria, no ajena al drama de la existencia.
El logro de Martínez surgido de la ilusión, en una gama de visiones perpetuadas en sus cuadros, se mantendrá indeleble, como la pestaña, nariz, cabello y labios pronunciados o cola del peinado de una dama que se muestra allanada de simpatía, sobre la cual descansan la paleta, los pinceles y otros instrumentos de trabajo de esta artista tarijeña.
La fuerza de la creación artística se hace contagiosa. Metamorfosis alimentada por las ideas y el fervor a los colores, pues pertenecemos a un escenario de realidades ávidas de ser pintadas. A veces preferimos sumarnos a los sueños de los artistas (cualquiera sea la especialidad) así todo repose en la imposibilidad de testimoniar las fantasías.
By Julio Ríos
Through a flowered and very low-cut jumpsuit with bare skin up to the waist, Angela dresses it without a bra and with the naked body underneath
Ángela Mariel Martínez is a master of abstract technique and realistic and surreal images. Magazine of talent, her work allows us to glimpse different themes worked with microscopic meticulousness, managing the painter to enter the sagacious examination of the creative conscience of the artist.
Brush, spatula and palette appear in her hands to give life to the canvas. The value of his concretized works, whether they are utilitarian or artistic, always hint at passion, therefore, his work is an irrepressible force, sometimes turned into a fixed idea, aimed at materializing figures with erotic and striking images, or conceived through thought.
Cadra painting reveals the stimulation of the flame of ingenuity, it manages to transform the uncertain into tangible, at the risk of remaining within the limits of utopia. In this way, his artist's mind creates his fantasies and illuminates his intelligence to give shape to attractive images, placing them on a real stage, a place where they come to life, with the mere stroke of brushes handled by skillful hands, as a certification of the scope of art. No one who is not an admirer of a genius can imagine a visit by the enigmatic figure of an idol to a city never known to him.
That utopian possibility focused Angela's attention and talent on a manifestation of emotional charge destined for the image in a mosaic, a board, a table. This is how her pictorial production was entirely dedicated to evoking the extraordinary in her and that arises from her unlimited admiration for her genius.
For that beautiful work that she is slowly delivering to humanity. Therefore, the practice of Ángela Martínez incubated the unusual idea of locating the images in unconventional settings and objects in different cities and settings, particularly Santa Cruz and Tarija, from where she eagerly immerses herself in a chromatic series of cyclical episodes.
We pause and observe the beautiful model. Ángela illustrates this chronicle through a sensual onesie made of flowery fabric with a very low neckline and bare skin up to the waist that she wears without a bra and her naked body underneath. She is a woman, without hesitation, very beautiful. A charm. Presence of an extraordinary mother who awakens devouring tenderness by holding her daughter, Catalina, in her arms.
In a visual journey, we follow the presence of her works and her journey through her inspiration. Silence and noise, in the middle of a space destined for daily tasks with characters wrapped in multicolored faces, eyes, eyelashes, silhouettes, flowers and angels. The erotic stroke of destiny is incredible, given the treatment of the image that she attracts and she explains in an almost naïve brushstroke with frankly amazing results. Without hesitation, amazing images for a symbology of the greatest talent, displayed in a painting enriched by Angela's ideas.
This is how she achieves her goal. The luminosity of one color and another is dominant and contrasts with the delicacy of the canvases that are transmuted into images with versatile themes, intended for objects that transmit joyful feelings to the admiring public.
Just as the bustle and the festive movement motivate a meditation in front of the paintings, the meditation and the stillness awaken a special reasoning capable of lighting the living flame of the imagination directed to another horizon, perhaps distant from the original inspiration of Martínez. The bright and outstanding color of the image gives us a result immersed in the work to be created. In front of the work easel, which is the board, the table, an object, a wall, the idea is still materialized.
There is the atmosphere of the art universe. The reality of plastic arts and the chimera of a model evoked on the wings of personal admiration. The passages of Angela's life, the artistic concerns and the great stage where the imaginary visit takes place, are multiplied in her works, in a testimonial sequence of extraordinary trajectory, not alien to the drama of existence. Martínez's achievement arising from illusion, in a range of visions perpetuated in his paintings, will remain indelible, such as the eyelash, nose, hair and pronounced lips or tail of the hairstyle of a lady who is flattened with sympathy, on which rest the palette, brushes and other work instruments of this artist from Tarija.
The force of artistic creation becomes contagious. Metamorphosis fueled by ideas and the fervor for colors, since we belong to a scene of realities eager to be painted. Sometimes we prefer to join the dreams of artists (whatever the specialty) so everything rests on the impossibility of witnessing the fantasies.
Por Júlio Ríos
Através de um macacão florido e decotado com pele nua até a cintura, Angela o veste sem sutiã e com o corpo nu por baixo
Ángela Mariel Martínez é mestre da técnica abstrata e das imagens realistas e surreais. Revista de talento, sua obra permite vislumbrar diferentes temas trabalhados com meticulosidade microscópica, conseguindo que a pintora entre no sagaz exame da consciência criativa da artista. Pincel, espátula e paleta aparecem em suas mãos para dar vida à tela.
O valor de suas obras concretizadas, sejam elas utilitárias ou artísticas, sempre apontam para a paixão, portanto, sua obra é uma força irreprimível, às vezes transformada em ideia fixa, destinada a materializar figuras com imagens eróticas e marcantes, ou concebida através do pensamento. A pintura de Cadra revela o estímulo da chama do engenho, consegue transformar o incerto em tangível, correndo o risco de permanecer nos limites da utopia.
Assim, sua mente de artista cria suas fantasias e ilumina sua inteligência para dar forma a imagens atraentes, colocando-as em um palco real, um lugar onde ganham vida, com o simples toque de pincéis manuseados por mãos hábeis, como uma certificação do alcance do art. Ninguém que não seja admirador de um gênio pode imaginar a visita da enigmática figura de um ídolo a uma cidade que nunca conheceu.
Essa possibilidade utópica concentrou a atenção e o talento de Ângela em uma manifestação de carga emocional destinada à imagem em um mosaico, um quadro, uma mesa. Foi assim que a produção pictórica se dedicou inteiramente a evocar o extraordinário dela e que nasce da admiração ilimitada pelos grandes. Por esse lindo trabalho que ela está entregando aos poucos para a humanidade. Portanto, a prática de Ángela Martínez incubou a ideia inusitada de localizar as imagens em cenários e objetos não convencionais em diferentes cidades e cenários, particularmente Santa Cruz e Tarija, de onde ela mergulha avidamente em uma série cromática de episódios cíclicos.
Paramos e observamos o belo modelo. Ángela ilustra esta crônica através de um macacão sensual feito de tecido florido com decote muito baixo e pele nua até a cintura que ela usa sem sutiã e seu corpo fica nu por baixo. Ela é uma mulher, sem hesitação, muito bonita. Um encanto. Presença de uma mãe extraordinária que desperta uma ternura devoradora segurando nos braços a filha, Catalina.
Em um passeio visual, acompanhamos a presença de suas obras e sua jornada pela inspiração. Silêncio e barulho, no meio de um espaço destinado a tarefas diárias com personagens envoltos em rostos multicoloridos, olhos, cílios, silhuetas, flores e anjos. A pincelada erótica do destino é incrível, dado o tratamento da imagem que atrai e explica em uma pincelada quase ingênua com resultados francamente surpreendentes. Sem hesitar, imagens surpreendentes para uma simbologia do maior talento, exibida em uma pintura enriquecida pelas ideias de Angela. É assim que ele atinge seu objetivo.
A luminosidade de uma cor e outra é dominante e contrasta com a delicadeza das telas que se transmutam em imagens com temas versáteis, destinadas a objetos que transmitem sentimentos alegres voltados ao público admirador. Assim como a agitação e o movimento festivo motivam uma meditação diante das pinturas, a meditação e a quietude despertam um raciocínio especial capaz de acender a chama viva da imaginação direcionada para outro horizonte, talvez distante da inspiração original de Martínez.
A cor brilhante e marcante da imagem nos dá um resultado imerso no trabalho a ser criado. Diante do cavalete de trabalho, que é o quadro, a mesa, um objeto, uma parede, a ideia ainda se materializa. Há a atmosfera do universo da arte. A realidade das artes plásticas e a quimera de uma modelo evocada nas asas da admiração pessoal. As passagens da vida de Ângela, as preocupações artísticas e o grande palco onde se realiza a visita imaginária, multiplicam-se nas suas obras, numa sequência testemunhal de percurso extraordinário, não alheio ao drama da existência.
O feito de Martínez decorrente da ilusão, em uma gama de visões perpetuadas em suas pinturas, permanecerá indelével, como os cílios, nariz, cabelos e lábios pronunciados ou cauda do penteado de uma dama que se achata com simpatia, sobre os quais repousa a paleta , pincéis e outros instrumentos de trabalho deste artista de Tarija. A força da criação artística torna-se contagiante. Metamorfose alimentada pelas ideias e pelo fervor pelas cores, pois pertencemos a um cenário de realidades ávidas de serem pintadas. Às vezes preferimos juntar os sonhos dos artistas (seja qual for a especialidade) para que tudo se apoie na impossibilidade de presenciar as fantasias.
Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudió en las universidades Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca y Católica de La Paz, y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).
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