Tarija en tiempos de la Covid
Julio Ríos Calderón
Página Siete, miércoles 13 de abril de 2022
Tarija
rinde el 15 de abril un homenaje a más de 200 años de la Batalla de la Tablada,
uno de los hitos más importantes de la historia boliviana, que se caracterizó
por el empleo de la modalidad de las guerrillas, y que en el sur tuvo como
líder a Eustaquio Moto Méndez, quien exaltó el afán de libertad y cuyos efectos
repercutieron en toda la región.
En
efecto, el 15 de abril de 1817 se libró una decisiva batalla, en el marco de la
guerra de la independencia, en los campos de La Tablada de Tolomosa. Los
“montoneros”, al mando de Eustaquio Méndez, derrotaron al Ejército realista.
Desde entonces se cuenta la vida en libertad de la antigua Villa de San
Bernardo de la Frontera de Tarixa.
Cabe
destacar la personalidad de Eustaquio Méndez, a quien por perder un brazo en un
accidente se le llamó El Moto Méndez. Con una sola mano manejaba hábilmente las
bridas de su caballo.
Tarija,
de corte andaluz, es tierra fecunda que asoma el rostro de una región que
destaca alegría y hospitalidad.
Es
conocido el piropo chapaco, regalado a las bellas tarijeñas, quienes al pasar
por la plaza Luis de Fuentes escuchan sonrientes la expresión “cantadita” de un
avispado tarijeño, que dice: “¡Bendita sea la oveja que le dio la lana a la sotana
del cura que te bautizó preciosa!”.
La
cueca tarijeña se distingue entre las demás por ser alegre y algo más rápida,
además de ser, en cuanto a música, la primera en utilizar el violín, dándole
así un sonido peculiar y único.
Tarija
fue cuna de los Presidentes de la República, Narciso Campero Leyes, Aniceto
Arce Ruiz y Víctor Paz Estenssoro, a quien Augusto Céspedes describe como “un
político de físico ni alto ni bajo, fisonomía fuerte sin ser dura, anteojos que
fundían los cristales con las pupilas agrandadas, y la solemne boca prognata de
antropoide, regocijo, regocijo de caricaturistas”.
Tarija
es también escenario de intelectuales como Óscar Alfaro, quien fue el más alto
poeta para niños de habla castellana. No existe precedencia de una poesía tan
honda y transparente a un tiempo como la que él fue desgranando día a día, al
oído de la infancia.
Tarija
es llamada por sus habitantes, quienes suelen usar la palabra chapaco como
sinónimo de tarijeño, la “chura tierra” (la hermosa tierra). Tarija ha tenido
en las últimas décadas un gran crecimiento económico gracias a los recursos
naturales, considerándose el segundo departamento con menos pobreza dentro de
Bolivia.
Tarija
aún conserva los holgados caserones, aquellas casas solariegas que acunaron a
ilustres ciudadanos; allí se conservan los zaguanes, los grandes patios y su
pozo segado al centro; corredores cubiertos de emparrados troncos leñosos, que
ponen de manifiesto los años que han pasado por ellos y más allá. En una
esquina brotan los parrales de deliciosas uvas que se apoyan en esferas de
carrizos.
Abracemos
al departamento de Tarija en su aniversario, expresando los versos de Tomás
O’Connor D'Arlach: “Tarijeños la fama pregona./Nuestra Gloria y heroico valor./
Bravos hijos de Méndez nos llaman./ De la Patria el orgullo y honor”.
JULIO
RÍOS CALDERÓN, es escritor y consultor