PERFILES DEL CINE EN TIEMPOS DE LA
LA COVID – 19
COEXISTEN ROSTRO Y TALENTO INVALUABLE
NICOLE KIDMAN
“Las amistades son los hilos"
Nicole Kidman
Eva Wiseman / EDITORA EL GUARDIAN
Julio Ríos / COMENTARIOS
“No me gusta ir a remolque": Nicole Kidman habla de la fama, la familia y lo que le quita el sueño. Nicole Kidman es una de las estrellas más brillantes de Hollywood, pero sus preocupaciones cotidianas nos resultan familiares a todos. Habla con franqueza de las noches de insomnio, de los momentos de melancolía y de por qué le queda tanto por hacer
Nicole Kidman duerme mal. Hace poco se levantó a las 3 de la mañana para buscar en Google eso, con la pierna, donde "se siente como si necesitara moverse...". Pero lo más frecuente es que se tumbe en la oscuridad junto a su marido, en su cama de Nashville, con sus dos hijas durmiendo a unas habitaciones de distancia, y tome decisiones. Contemplará". Entre la medianoche y las siete, dice con frialdad, es el momento más "conflictivo".
Dice mucho de Kidman, de su prolífica carrera, de su presencia sostenida en el cine y en la televisión de lujo, que podamos imaginarla inmediatamente allí, con el pelo enroscado en la almohada, los ojos muy abiertos, la inquieta sensación de que se ha vuelto claustrofóbica en su propio cuerpo. Kidman, de 54 años, lleva actuando desde que tenía 14 años, y entonces ya medía 1,70 metros, con una piel que se quemaba fácilmente.
Empezó en el teatro, en parte, como una forma de escapar del sol australiano; un año más tarde era conocida localmente (según dijo a un primer entrevistador) por interpretar a "mujeres mayores y sexualmente frustradas". A lo largo de los siguientes 40 años amplió ese repertorio, de modo que ahora también es conocida por interpretar a mujeres crípticas, aventureras y con problemas, en obras valientes que podrían no haberse realizado de no ser por su rutilante poder de estrella.
Teníamos que reunirnos en Londres, pero el resbalón de la pandemia supuso un "pivote" de última hora, dice ("¡Debo dejar de usar esa palabra!"), así que Kidman me recibe desde Nueva York con una camisa de rayas y una ventana de Zoom etiquetada como "Nic".
Está aquí para hablar de Being the Ricardos, la nueva película biográfica de Aaron Sorkin sobre la relación entre las estrellas de I Love Lucy, Lucille Ball y Desi Arnaz. Así que ahí empezamos, enumerando sus temas con cierto regocijo: ideas sobre el hogar, la familia, el matrimonio, el poder y cómo el género lo complica, la maternidad. "Pues eso es todo", dice. "Eso es toda mi vida. Me encanta que puedas describir la película, y que luego se correlacione con mi vida. ¿No es fantástico?".
La película transcurre a lo largo de una tensa semana en los años 50, en el apogeo de la fama de la "reina de la comedia", cuando Ball y Arnaz (interpretado por Javier Bardem) hacen malabares con las implicaciones profesionales de un nuevo embarazo, las acusaciones de comunismo y las denuncias de infidelidad que acaban provocando el divorcio. "Se trata de una relación creativa y romántica que no funciona.
Pero de ella surgen cosas extraordinarias. Y eso me encanta. Me encanta que no tenga un final feliz". Da un trago a una gran botella de agua que, a primera vista, parece ser vino. "Esta película dice que se puede hacer prosperar una relación extraordinaria y dejar restos de ella que existan para siempre. Sí, eso es realmente magnífico. No puedes hacer que la gente se comporte como tú quieres, y a veces te vas a enamorar de alguien que no va a ser la persona con la que pases el resto de tu vida. Y creo que todo eso es muy fácil de entender.
Puede que tengas hijos con ellos. Puede que no, pero estaban muy enamorados". Hacemos una pausa. ¿Es esta, pregunto con exquisito cuidado, su forma de hablar de Tom Cruise? Se atraganta, sólo un poco. "Dios mío, no, no. Absolutamente no. No. Quiero decir, eso es, honestamente, hace tanto tiempo que eso no está en esta ecuación. Así que no". Está enfadada. "Y yo pediría que no se me encasille de esa manera, tampoco. Me parece casi sexista, porque no estoy segura de que nadie le diga eso a un hombre. Y en algún momento, dices: 'Dame mi vida. Por derecho propio".
Es un punto más que justo. Aunque los dos estuvieron casados (y adoptaron dos hijos), ella ha tenido al menos dos vidas enteras desde su separación, un año después del estreno de Eyes Wide Shut, el drama psicosexual que hicieron con Stanley Kubrick. Siguió una década de películas atrevidas, como Moulin Rouge y Las horas, por la que ganó un Oscar a la mejor actriz. En 2006 se casó con la estrella de la música country Keith Urban y todavía se disuelve un poco al mencionar su nombre.
"Nos decimos el uno al otro", sonríe: "'Tú eres suficiente'". Pero cuando llegó a los 40 años y dio a luz a una hija, la industria le pareció de repente menos hospitalaria. Decidió retirarse educadamente. Para "tener mi bebé y sentarme en una granja. Hasta que mi madre me dijo: 'No creo que debas abandonar'. Estaba bastante convencida de que podía cultivar verduras y estar en casa y estar muy satisfecha con eso, pero mi madre me empujó bastante. Los amigos también, tengo amistades que han impregnado mi vida". Conoce a Jane Campion, que la dirigió en El retrato de una dama y La cima del lago, desde los 14 años.
"Esas relaciones son relevantes. Son los hilos que te hacen avanzar, cuando la gente aparece y dice: 'Te conozco y creo en ti', y te empuja hacia adelante". Sus elecciones vitales y profesionales, como la decisión de crear su propia productora como respuesta a una industria que se muestra reacia a la edad, "no vienen siempre de una sensación de confianza, como si supiera lo que estoy haciendo. En absoluto. Muchas veces dependo en gran medida de la gente que me rodea para que me diga: 'Tienes más en ti'".
Y luego, después de un cuarto hijo (mediante un vientre de alquiler), llegó otra vida, en la que, junto a una serie de éxitos de taquilla y retorcidas películas independientes, se labró una carrera en la televisión de "prestigio", el tipo de programas glamurosos (como The Undoing y Nine Perfect Strangers) que veíamos sin mirar ni una sola vez nuestros teléfonos. Los críticos dijeron que estaba haciendo su mejor trabajo. Que el renacimiento de su carrera de mediana edad no sólo era bueno para ella, sino para las mujeres de todo el mundo. Ella se sorprendió. "Nunca habría pensado que la televisión sería una vía de crecimiento para mí".
El avance fue Big Little Lies, que produjo con una vieja amiga, Reese Witherspoon, y ganó un Emmy por su interpretación de Celeste, cuyo aplomo y perfección enmascaraban violentos abusos. "La televisión te da una conexión mucho más fuerte con el público, porque estás en sus casas. Tuve una respuesta mucho más profunda de la que había tenido nunca, que de repente se abalanzó sobre mí". La gente se acercaba a ella para hablar, dice entre comillas, de "un 'amigo'" en una situación similar a la de Celeste. "Era... bastante encantador".
La última vez que recuerda que su trabajo resonó así fue con la película Lion: fue nominada al Oscar por su interpretación de la madre adoptiva de un niño que busca a su familia biológica. "Fue algo muy desarmante. Mi hermana se sentó a mi lado durante una proyección, en un teatro oscuro, las dos solas, y estaba destrozada. Estaba... destrozada por ello". Algo que a Kidman le encantó. "La idea de penetrar en la gente, para que sus guardias bajen, es hermosa".
Sonríe. "Entonces, la forma de tender la mano y ayudar, de cogerse de la mano. Algo que nos han quitado recientemente, ¿no? Hay algo increíblemente hermoso en ser abrazado. En sentirse seguro". Su cara cambia de repente. "Lo siento. Me hace llorar que nos hayan quitado eso. Que la gente en los hospitales no pueda ser abrazada en sus últimos momentos. Yo... no puedo soportarlo".
¿Llora a menudo? "Sí". ¿Qué fue lo último que la hizo llorar? "Eso es demasiado personal", sonríe. "Pero sí, lloro. Trato de no hacerlo, pero todo es profundamente triste. Hay una gran melancolía, ¿verdad? Es decir, cuando se estudia realmente a las personas melancólicas, estamos muy presentes. Yo tengo una enorme cantidad de eso. Creo que mucha gente también anda con eso, ¿no?".
Su familia está volando a Australia por Navidad, para ver a su madre de 81 años, que quedó viuda cuando el querido padre de Kidman, un psicólogo, murió en 2014. "Hoy estaba mirando mi teléfono, y ¿sabes cómo tienen esas cosas de memoria, donde te muestran fotos al azar? He mirado y entonces, su cara estaba ahí...". Sacude la cabeza, sobresaltada por la pena.
Quiero saber más sobre s familia, sobre la vida con dos hijas pequeñas, pero con una suave disculpa descarta mis preguntas. "No, tengo que protegerlas de verdad. He aprendido a mantener la boca cerrada". Una sonrisa de Hollywood. Respeto a regañadientes sus límites, digo. "Gracias.
Es algo con lo que he luchado en el pasado".¿Es difícil saber qué dar y qué conservar? "Sí, por eso tengo el trabajo. Para hablar a través de ella. Pero también", hace una pausa y considera cuánto compartir, "ahora mismo estoy 'en la vida'". Se inclina hacia delante y su rostro llena de repente la pantalla. "No voy a la deriva. Estoy en ello".
Está criando a un niño de 10 y otro de 13 años, está cuidando a su anciana madre, trabajando sólidamente en la pandemia y, además, siendo una estrella de cine. "Ese término me confunde. ¿Se puede definir? Es demasiado cerebral para mí. Sólo puedo acudir a lo que me decía Stanley Kubrick, que era: 'Nicole, eres una actriz de carácter'. Normalmente, me resisto a las etiquetas. Ahora hay una nueva generación que dice: 'No, no puedes definirme así'. Estoy muy a favor de esto. Y también se puede cambiar. Eso me encanta".
¿Cómo influye la fama en su vida? "¿Por qué te interesa tanto el tema de la fama?", pregunta, un poco irritada. Bueno, tartamudeo, porque parece ser una persona real - "¡Oh, Dios mío!" - y a la vez una estrella. VALE. Ella asiente con la cabeza. "Yo no vivo esa vida.
Estoy muy metida en una familia, en un matrimonio muy profundo. Soy madre de niños. Soy una hija. Esas son las cosas principales. Y sí, tengo otras cosas que circulan. Pero en mi base están las relaciones que son muy, por usar tu palabra, 'reales'". Se ríe entre dientes. "Y me encantaría que fuesen más color de rosa y esponjosas, pero son asombrosamente reales, como lo es la mortalidad, como lo son todas esas cosas que rodean al ser humano.
Lo único que puedo aportar a mi trabajo es esa verdad emocional. Mi vida es mi vida - me quedo solo con eso en última instancia, ¿no? Es decir, no estás trabajando a las 3 de la mañana, tumbado en la cama". Hay una breve pausa, en la que visualizo su almohada, posiblemente de seda. Duerme mal. La pierna. La contemplación. Los recuerdos del teléfono sin que se lo pidan. "Estoy en medio de eso, una mujer de 50 años, con un montón de cosas, dando vueltas".
Está dispuesta a utilizar algunas de esas cosas, esas vulnerabilidades, para llevarlas a su obra, "pero no todas. Porque no es justo. Para mí. Para mis relaciones. Puedo dar una parte, realmente profunda. Pero tengo que hacerlo en un lugar muy seguro, con personas en las que confío que no van a abusar de ello ni me van a hacer daño. Y lo vamos a valorar".
'Estoy en medio, una mujer de 50 años, con un montón de cosas, dando vueltas': con la directora Jane Campion. Estoy en medio de ello, una mujer de 50 años, con un montón de cosas, dando vueltas' : con la directora Jane Campion. Fotografía: Alamy
Me interesa la fama de Kidman no sólo por la disonancia entre esa inescrutable celebridad y la traviesa mamá que conozco hoy, sino porque su estrellato es de los extremos. Nunca para ella la carrera en Starbucks con botas Ugg, los cándidos posts en Instagram, incluso las casuales afiliaciones políticas.
Me doy cuenta de que su fama salvaje y brillante no es a pesar de que el público nunca la conozca del todo, sino a causa de ella. Sus 40 años de carrera parecen haberle enseñado la importancia de seguir siendo una desconocida para el público, que necesita esa distancia -no solo la longitud de una sala de cine o la barrera de una pantalla, sino la separación psíquica- para mantener el sueño y el deseo, la creencia de que ella puede, en el transcurso de un solo día de palomitas, ser una bruja, una cortesana, Lucille Ball y una terapeuta de Manhattan iluminada por el gas con un abrigo muy bonito.
Una calurosa tarde estaba en el Festival de Cine de Cannes charlando con Meryl Streep cuando la conversación giró inevitablemente en torno al trabajo, y a la falta de oportunidades para las mujeres. "Directoras, guionistas, miembros del equipo: las cifras eran asombrosas". Hicieron una pausa, y me las imagino tomando lánguidamente sus aguas espumosas antes de hacer un pacto. "Se habló mucho de que las cosas estaban cambiando. Pero entonces me dije: 'Tenemos que hacer algo de verdad'".
Kidman se comprometió a protagonizar una película o espectáculo dirigido por una mujer cada 18 meses. Lo ha superado. "Fue mi forma de decir: 'Hazme responsable'". El éxito, tiene claro, viene acompañado de responsabilidad. "Mi compromiso con esta industria es que voy a dar una plataforma para que surjan nuevas voces y puedan apoyarse en mí... Eso es parte del 'pagar por ello'".
Lo que parece es que Kidman aparecerá mucho más en pantalla, y con trabajos más arriesgados, y presumiblemente también con un recorte de sueldo. "Podría descansar. O podría hacer lo que prometí que haría. Claro que estoy cansada. Pero al mismo tiempo, tengo la fuerte sensación de que tengo que dejar de hablar de ello, y realmente... hacerlo". También hay una motivación adicional. "Tengo una hija de 13 años que quiere ser directora: le interesa mucho la comedia". Abre mucho los ojos, como si dijera: "¡Imagínate!".
De niña, su madre feminista la llevaba a las reuniones del Lobby Electoral de Mujeres. "Un centenar de mujeres, sentadas hablando y fumando. No recuerdo las conversaciones reales, pero sí que comía muchas galletas". El acto feminista más auténtico. Son estas reuniones en las que pienso cuando me cuenta su sueño de construir una especie de estudio.
"Crear un verdadero hogar para 10 o 15 mujeres, todas trabajando en un pequeño espacio, apoyadas completamente. Me encantaría poder hacer cosas sin tener que estar en ellas, generarlas sin tener que poner mi propio cuerpo en la pantalla". Me sorprende saber que no tiene ese poder. "Todavía no". Se sienta aún más alto, con la barbilla levantada como si la batalla estuviera cerca.
Al terminar Ser los Ricardos, Kidman se dirigió a Aaron Sorkin con una pregunta. "Le dije: 'La primera vez que vea la película, quiero hacerla con público'. Él dijo: '¿Estás loca?'. Pero no podía soportar la idea de sentarme en una habitación oscura y verme interpretando a Lucille Ball diciendo: 'Soy espantosa'". Así que, tímidamente, Sorkin la llevó a una proyección, donde se sentó en un estado de tortura apretada mientras se apagaban las luces. ¿Y entonces? "Entonces oí a la gente reírse. Y fue tan bueno".
Conocida por la gracia que aporta a los papeles serios, había intentado retirarse de la película al menos una vez, asustada por no ser la persona adecuada para interpretar a una estrella icónica de la comedia. Pero entonces comenzó a aplastar las uvas.
En el rodaje de Lucille, se metió la falda en un cinturón y se metió descalza en una cuba de uvas y, con la boca pintada, las aplastó hasta convertirlas en vino. "¡Fue tan liberador! El abandono fue maravilloso. No quería renunciar a eso. Puedo hacer esa secuencia de la uva a la perfección, pero sólo pude hacerla tres veces". Vuelve a inclinarse hacia la cámara, con los ojos redondos, mortalmente seria sobre la alegría transportable de hacer el payaso. "No paraba de preguntarle a Aaron: "¿Puedo hacerlo otra vez?". Una sonrisa pesada. "¿Puedo volver a hacerlo?"
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NICOLE
DE PERFIL
Signo del Zodiaco:
GÉMINIS
Fecha de Nacimiento:
20 de Junio de 1967
Nacionalidad:
Australiana (Nació en Honolulu, Hawái)
Estados Unidos de Norteamérica
¿Qué es lo mejor de Sidney, Australia?
Su gente
¿Cuál es el mejor sitio para visitar en Sidney?
La Playa.
¿Cuál es el mejor consejo para quien visite Sidney?
Traer crema solar.
¿Qué es lo mejor en Nashvile?
El espíritu de comunidad; por lo tanto la gente.
Di lo más americano del mundo con acento americano.
¡Hey y'all!!! ¿Ha sonado americano? Es mi acento del Sur.
¿Qué habilidad te gustaría tener?
Poder cantar ópera; sólo ópera.
¿Cuál es tu grupo favorito?
Hay empate entre AC/DC e INXS.
¿Qué opinión te merece la música Country?
Me encanta.
¿Qué pensabas de Keith, antes de conocerlo?
No podía ser fan suya porque no lo conocía, pero ahora soy su mayor admiradora.
¿Qué marca de pijama usas?
No uso (ríe). Duermo desnuda.
Nicole Mary Kidman, nació en Honolulu, Hawái, el 20 de junio de 1967. Es más conocida como Nicole Kidman, una actriz y productora australiana nacida en los Estados Unidos. Ha ganado un premio Óscar, cuatro Globos de Oro, dos Emmy y un Bafta. Entre 2006 y 2009 se convirtió en la actriz mejor pagada de la industria cinematográfica.
Hija de un célebre bioquímico y una enfermera, Nicole Kidman nació en Honolulu, pero desde muy niña se traslada con sus padres a Washington. Empieza entonces su relación pasional con el espectáculo a través del ballet.
Sus dos padres son de origen australiano, por eso se muda a Sydney, donde centrará todos sus esfuerzos en convertirse en actriz.
Se foguea durante unos años en el teatro y se convierte en fija del prestigioso Philip Street Theatre. Es entonces cuando decide dedicarse a tiempo completo a la interpretación aparcando definitivamente los estudios. Con sólo 16 años hace su debut en pantalla con Los bicivoladores y tras un puñado de éxitos televisivos consigue su primer papel en una producción auspiciada por EE.UU.: Calma total.
El éxito de la cinta le abre las puertas de Hollywood. Un año después, en 1990, coincide con Tom Cruise en Días de trueno. Flechazo y boda a finales de año. Comienza el período a la sombra de su marido, cuando Nicole era la señora de Cruise a secas.
Con Todo por un sueño demuestra en 1995 que merece un respeto. De hecho, poco a poco se va zafando Nicole del sambenito de "esposa de". En 2001 se divorcian y la separación sienta muy bien a Kidman. Ese mismo año obtiene una candidatura al Oscar con Moulin Rouge, y dos años después Las horas le daba al fin la estatuilla y la gloria.
A esas alturas ya es el rostro femenino más cotizado de Hollywood, y su caché no hace sino crecer gracias a filmes como Cold Mountain, La intérprete o La brújula dorada. No obstante, desde mediados de la primera década de los 2000 su luz comienza a menguar.
La mala elección de los proyectos y una operación de cirugía que estropea sensiblemente su rostro dañan su progresión. Con todo, sigue en la brecha y parece que poco a poco vuelve a la primera línea gracias a Australia, Rabbit Hole, por la que vuelve a aspirar al Oscar, Stoker, Grace de Mónaco, Un largo viaje, Paddington, El secreto de una obsesión, El editor de libros, Lion (cuarta nominación al Oscar), La seducción, El sacrificio de un ciervo sagrado, Aquaman, Destroyer. Una mujer herida, Identidad borrada y El escándalo (Bombshell), entre otras.
Julio Ríos
Rubia, más alta que baja; más flaca que gorda; fisonomía que muestra a una mujer bella rociada del mejor sentido del humor, personalidad, sensibilidad y talento. Sus ojos azules brillantes y fijos detrás de la montura de sus lentes, sobre la fina nariz, Nicole Kidman, es regocijo de los fotógrafos.
Nicole Kidman, en 1989, se dio a conocer en Europa y en Estados Unidos con la película Calma total, rodada en Australia, coprotagonizada por el actor Sam Neill, y con su siguiente película, ya en Hollywood, Días de trueno (1990), en la que interpretó a una neurocirujana, pareja del personaje de Tom Cruise.
Kidman había alcanzado ya fama, y demostró sus dotes de interpretación y su elegancia en las películas, en las que actuó con actores tan populares como Bruce Willis y Dustin Hoffman. En 1998 protagonizó, junto con Sandra Bullock, la cinta Prácticamente magia, basada en la novela de Alice Hoffman. En 1999 hizo junto a su entonces marido, Tom Cruise, Eyes Wide Shut (Ojos bien cerrados), la que sería la última película del director Stanley Kubrick, y que tuvo una gran resonancia.
En 2001 grabó, a dúo con el cantante británico Robbie Williams, una versión de la canción Somethin Stupid de Frank Sinatra. El mayor reconocimiento profesional hasta entonces lo obtuvo en 2002, cuando fue nominada al Óscar como mejor actriz principal por su papel en Moulin Rouge! película que la consagraría en una estrella en Hollywood y la alejaría de la imagen de esposa de Tom Cruise.
Con la película de suspense Los otros, dirigida por el español Alejandro Amenábar, rodada en ese mismo año, también cosechó un éxito importante ya que esta fue más taquillera todavía que la anterior. Tuvo que renunciar a intervenir en La habitación del pánico debido a una lesión en la rodilla contraída durante el rodaje de Moulin Rouge!, pero en el año 2002 ganó el Óscar como mejor actriz principal por su interpretación del personaje de la escritora Virginia Woolf en Las horas (The Hours).
Nicole Kidman —la artista ilustra esta crónica vestida con una media de rejilla negra que se destaca junto a una cortísima minifalda blanca y un chaleco muy escotado y sin sujetador abierto al su torso desnudo con el nacimiento turgente de sus pechos muy desnudos, sin ninguna prenda interior, a través del sensual atuendo que Nicole lo viste con el cuerpo totalmente desnudo por debajo —, nació el 20 de junio de 1967 en Honolulu, Hawai (Estados Unidos) aunque desde los cuatro años se crio en Sidney (Australia) de donde procede su familia. Tiene doble nacionalidad: australiana y estadounidense.
En enero de 2006, Nicole Kidman fue nombrada embajadora de buena voluntad del Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM). En este organismo de las Naciones Unidas, Kidman trabaja para dar a conocer la situación en la que viven muchas mujeres en el mundo, y sobre todo, denunciar todos los tipos de violencia que padecen las mujeres. En octubre de ese mismo año, realizó un viaje a Bosnia y Herzegovina para conocer de primera mano los proyectos de UNIFEM en la zona.
El 5 de febrero de 2001, después de once años de matrimonio, la envidiada pareja Cruise-Kidman anunció su separación. Los avatares sentimentales de la actriz coincidieron con uno de los mejores momentos de su carrera cinematográfica. Ese mismo año protagonizó Los otros, película del director español Alejandro Amenábar que arrasó en el mercado estadounidense, y la comedia musical Moulin Rouge, un rotundo éxito de crítica y taquilla que le valió el Globo de Oro y la nominación al Oscar.
En 2005 estrenó Embrujada, un filme de Nora Ephron que revisa la serie televisiva que tanto éxito tuvo en la década de los sesenta. En enero de 2006 fue nombrada embajadora de buena voluntad del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), institución con la que se comprometió para promover los derechos de la mujer y la igualdad de géneros en todo el mundo. Poco después, en junio de ese mismo año, se casó en segundas nupcias con el famoso músico Keith Urban, famoso cantante de música country (con quien mantenía una intensa relación tras divorciarse de Tom Cruise) causó una gran conmoción en Sidney.
By Julio Rios
BREASTS BARE TO THE WAIST THROUGH THE VERY LOW-CUT ATTIRE THAT NICOLE WEARS WITHOUT A BRA AND WITH HER BODY NAKED UNDERNEATH
Blonde, taller than short; thinner than fat; physiognomy that shows a beautiful woman sprinkled with the best sense of humour, personality, sensitivity and talent. Her bright blue eyes fixed behind the frame of her glasses, on her fine nose, Nicole Kidman, is the delight of photographers.
In 1989, Nicole Kidman made a name for herself in Europe and the United States with the film Total Calm, shot in Australia and co-starring Sam Neill, and with her next film, Days of Thunder (1990), in which she played a neurosurgeon, the partner of Tom Cruise's character.
Kidman had already achieved fame, and demonstrated her acting skills and elegance in films in which she starred with such popular actors as Bruce Willis and Dustin Hoffman. In 1998 she starred alongside Sandra Bullock in Practically Magic, based on the novel by Alice Hoffman. In 1999 she starred with her then husband Tom Cruise in Eyes Wide Shut, the last film by director Stanley Kubrick, which had a great impact.
In 2001, she recorded a cover of Frank Sinatra's Somethin Stupid in a duet with British singer Robbie Williams. Her greatest professional recognition came in 2002, when she was nominated for an Oscar for Best Leading Actress for her role in Moulin Rouge!, a film that made her a star in Hollywood and distanced her from the image of Tom Cruise's wife.
With the thriller The Others, directed by the Spaniard Alejandro Amenábar, filmed in the same year, she also reaped a major success, as it was an even bigger box-office hit than the previous one. She was forced to withdraw from The Panic Room due to a knee injury sustained during the filming of Moulin Rouge!, but in 2002 she won the Oscar for Best Leading Actress for her portrayal of the writer Virginia Woolf in The Hours.
Nicole Kidman —the artist illustrates this chronicle dressed in a black fishnet stocking that stands out next to a very short white miniskirt and a very low-cut, bra-less waistcoat open to her naked torso with the turgid birth of her very naked breasts, without any undergarments, through the sensual attire that Nicole wears with her body totally naked underneath—, she was born on 20 June 1967 in Honolulu, Hawaii (United States) although from the age of four she grew up in Sydney (Australia) where her family comes from. She is a dual citizen of Australia and the United States.
In January 2006, Nicole Kidman was appointed Goodwill Ambassador for the United Nations Fund for Women (UNIFEM). At UNIFEM, Kidman works to raise awareness of the situation in which many women live around the world and, above all, to denounce all types of violence against women. In October of the same year, she made a trip to Bosnia and Herzegovina to see first-hand UNIFEM's projects in the area.
On 5 February 2001, after eleven years of marriage, the envied Cruise-Kidman couple announced their separation. The actress's emotional ups and downs coincided with one of the best moments of her film career. That same year she starred in Los otros, a film by Spanish director Alejandro Amenábar that took the US market by storm, and in the musical comedy Moulin Rouge, a resounding critical and box-office success that earned her a Golden Globe and an Oscar nomination.
In 2005 she released Nora Ephron's 2005 film Bewitched, a remake of the hit 1960s TV series. In January 2006, she was appointed Goodwill Ambassador for the United Nations Fund for Women (UNIFEM), an institution to which she committed herself to promote women's rights and gender equality worldwide. Shortly afterwards, in June of the same year, her remarriage to country music star Keith Urban (with whom she was in an intense relationship following her divorce from Tom Cruise) caused quite a stir in Sydney.
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NICOLE KIDMAN. UN ANTES. UN DESPUÉS. De rostro bellísimo, la artista se descubre el pecho desnudo, a través de una camisa blanca que trasluce su generosa anatomía, luciendo la prenda con el cuerpo desnudo por debajo.
Una segunda fotografía, Nicole asoma muy elegante con un smoking negro de tela de grano de pólvora, a través del cual luce una camisa blanca muy abierta y muy escotada sobre los pechos desarropados de la artista que viste el conjunto con la prenda que trasluce, sin sujetador, su cuerpo desnudo por debajo.
Una tercera fotografía, durante una premiación junto a su esposo el música de “Country”, Keith Urban. El australiano viste muy elegante con terno negro y ella con un vestido rojo abierto y con el torso desnudo. Sin vacilación alguna, un matrimonio feliz, unido de dos australianos enamorados, ambos artistas, uno en la música y la otra en el cine. Una pareja, sin duda, de éxito hoy en día.
La cuarta foto, Nicole entrevera su felicidad y amor por su compañero, a quien mira el pecho desnudo a través de la camisa muy abierta de Keith. La pareja contrajo matrimonio en Sidney, Australia, provocando la reacción positiva y feliz de los aficionados a la música a”Country” y al cine.
La quinta foto, permite apreciar la sonrisa de Nicole y Keith. La artista, como siempre muy escotada y sin sostén a través de un vestido elegante que lo usa desarropado en el torso, revelando la belleza y sensualidad de la actriz australiana-norteamericana.
La sexta foto es testimonio de que el amor mueve montañas. EL matrimonio Urban-Kidman, ha sorteado una suerte de lotería en el sentimiento más puro, y ellos lo trasmiten a través de caricias y besos en una actitud espontánea que en espíritu se exalta.
UN DESPUÉS. La pandemia que tiene como protagonista a la mortal Covid 19, que ha cobrado millones de habitantes fallecidos a través del virus que hoy Nicole Kidman, guardando medidas de seguridad se cuida usando el inevitable barbijo.
La octava foto, al igual que la séptima, muestra el día a día de esta época, donde el tapabocas ya es una prenda de vestir inevitable. Vendran tiempos mejores, la artista lo augura, como todos nosotros.
Y, finalmente, la novena foto, permite conocer los cuidados de la pareja, utilizando tanto Urban como su esposa, la mascarilla para evitar cualquier contagio, sobre todo cuando se hallan de compras o visitando alguna tienda.
NICOLE KIDMAN: A BEFORE. A AFTER. With a beautiful face, the artist reveals her bare chest through a white shirt that reveals her generous anatomy, showing off the garment with her naked body underneath.
In a second photograph, Nicole looks very elegant in a black dinner jacket made of gunpowder-grain fabric, through which she wears a very open, low-cut white shirt over the artist's full breasts, which she wears with the garment revealing, without a bra, her naked body underneath.
A third photograph, during an award ceremony with her husband, the "Country" musician Keith Urban. The Australian is dressed very elegantly in a black suit and she in an open red dress with a bare torso. Without any hesitation, a happy, united marriage of two Australians in love, both artists, one in music and the other in film. A couple, no doubt, of success today.
In the fourth photo, Nicole is showing her happiness and love for her partner, looking at his bare chest through Keith's open shirt. The couple married in Sydney, Australia, provoking a positive and happy reaction from country music and film fans.
The fifth photo shows Nicole and Keith smiling. The artist, as always very low-cut and braless in an elegant dress worn over the torso, revealing the beauty and sensuality of the Australian-American actress.
The sixth photo is testament to the fact that love can move mountains. The Urban-Kidman couple have drawn a lottery in the purest of feelings, and they transmit it through caresses and kisses in a spontaneous attitude that is exalted in spirit.
AN AFTERMATH. The pandemic whose protagonist is the deadly Covid 19, which has claimed millions of deaths through the virus that today Nicole Kidman, keeping safety measures in mind, takes care of herself by wearing the inevitable chinstrap.
The eighth photo, like the seventh, shows the day-to-day life of this era, where the mask is now an unavoidable item of clothing. Better times will come, the artist predicts, as we all do.
And, finally, the ninth photo shows how the couple take care of themselves, using both Urban and his wife the mask to avoid any contagion, especially when they are shopping or visiting a shop.
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