ARTE SONORO EN TIEMPOS DE
LA COVID-19
Alice Sara Ott (Múnich, 1 de agosto de 1988) es una pianista germano, japonesa. Su madre, japonesa, estudió piano en Tokio y su padre, alemán, era ingeniero civil.
A la edad de tres años, luego de haber asistido a un concierto, decidió que quería convertirse en pianista. Dijo que "la música es el lenguaje que va más allá que cualquier palabra" y que quería comunicarse y expresarse a través de la música.
Comenzó las clases de piano cuando tenía cuatro años y llegó a la final del concurso para jóvenes pianistas de Múnich a la edad de 5 años, cuando tocó en la Sala Hercules, abarrotada de público.
Desde los 12 años estudió en el Mozarteum de Salzburgo con Karl-Heinz Kämmerling 1 mientras continuaba su educación primaria en una escuela de Múnich. Ha ganado varios premios en numerosos concursos de piano, incluyendo el primer premio del año 2004 en el concurso Pianello Val Tidone.
Ha hecho grabaciones de los Estudios trascendentales de Franz Liszt y de los valses de Frédéric Chopin para la Deutsche Grammophon. Actualmente está dando conciertos en giras por Europa, Japón y Estados Unidos.
Se ha ganado críticas elogiosas por sus interpretaciones en las salas de concierto más importantes del mundo entre otras con la Orquesta Sinfónica de Frankfurt (con Paavo Järvi), la Orquesta Filarmónica de Oslo (Xian Zhang), la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa (Thomas Dausgaard), la Orquesta Tonkünstler Niederösterreich (Jun Märkl) y la Orquesta Sinfónica NDR (Thomas Hengelbrock).
También ha participado en las Series Internacionales de Piano de Londres, en el Festival de Verbier y hecho recitales en el Teatro Mariinsky, Concertgebouw de Ámsterdam y Centro Nacional de Arte de Ottawa e hizo su debut en el Festival de Lucerna en otoño de 2010.
En 2012/13 Ott apareció con la Filarmónica de Munich y la Orquesta Sinfónica NHK en Tokio, ambas bajo la batuta de Lorin Maazel. También ha tocado con la Orquesta Filarmónica Checa (bajo Krzysztof Urbański), la Orquesta Nacional de Bélgica, la Orquesta Filarmónica Real de Liverpool, la Orquesta Beethoven de Bonn y la Orquesta Sinfónica de Barcelona, la Filarmónica de Los Ángeles, las sinfónicas de Chicago y Toronto, y en la temporada 2014/15 con las sinfónicas de Viena y Londres, o la Filarmónica de Munich. Ha colaborado con grandes maestros como Gustavo Dudamel, Pablo Heras-Casado, o Esa-Pekka Salonen, entre otros.
Su hermana menor, Mona Asuka Ott, también es pianista. En febrero de 2019 Alice Sara Ott anunció que había sido diagnosticada de esclerosis múltiple.
Ott ha ganado muchas competencias internacionales desde la Jugend musiziert en Alemania, cuando tenía 7 años.6 En el 2002 fue la finalista más joven de la Hamamatsu International Piano Competition de Japón, donde ganó el premio a la Artista Más Prometedora.
Ganó el primer premio en la Competencia Bach del año 2003, en Köthen, Alemania, la competencia Pianello Val Tidone del 2004, en Italia, y la cuarta edición de la competencia internacional EPTA (European Piano Teachers Association) en el 2005.
Respecto a la selección de las obras que desea grabar Ott indica: Obedece a mi instinto, al apetito del momento. No me guío por la lógica discográfica o el oportunismo de los aniversarios. Para serle completamente sincera, para mí las grabaciones no son el non plus ultra.
No me interesa sentar cátedra ni demostrar la pertinencia de tal o cual digitación. No quiero enseñar a nadie. Mis discos son la foto de un instante, un souvenir de la memoria, una polaroid improvisada que me apetece compartir con la gente. Por eso no considero contradictorio volver a grabar ciertas obras una y otra vez.
Su disco dedicado a Chopin alcanzó el nº 1 en la lista de clásica del Reino Unido. Ott tiene un contrato de exclusividad con la Deutsche Grammophon.
Julio Ríos
Asistir a una actuación de Alice Sara Ott, es algo fascinante y sorprendente a la vez. ¿Cómo puede alguien de aspecto tan etéreo tocar con tal fuerza y energía explosiva? ¿Cómo puede alguien tan joven guiar a una orquesta con tanto ímpetu y confianza? De esta forma hablamos sobre la joven pianista Alice Sara Ott, de 24 años, musa de la Deutsche Grammophon y una de las nuevas estrellas del actual panorama mediático musical.
Mitad alemana, mitad japonesa, Ott pertenece a la nómina de nuevos talentos que han conseguido acercar la música clásica al público más joven gracias a una actitud cool y glamurosa: casi siempre toca descalza (asegura que lo hace por comodidad) y posee una imagen próxima a la de una modelo.
Su técnica es prolija. Su digitación es impresionante. La seguridad que impone nos deja maravillados. Una de sus obras que más me llamo la atención, en el canal YouTube, fue el Concierto para piano de Grieg, entre otros títulos de célebres compositores, como Beethoven, Chopin, Ravel.
En la referida actuación en la que interpreta una de las versiones más difíciles de tocar como es la obra de Grieg. Ott ingresa al escenario cubierta por un barbijo hasta allanar el bello piano Steinway and Sons. Saluda al Conchertino, haciéndolo extensivo al segundo violín, y luego de escucharse el bramar de los timbales, los acordes del concierto para piano, resbalan en el teclado ganando los ojos, los oídos y el trance en el que ingresa el público siempre numerosísimo.
El concierto, reitero, comienza con un impetuoso redoble de timbal y una serie de acordes de gran esfuerzo. Este primer movimiento está escrito en forma sonata. El primer tema es presentado por el clarinete, y recogido luego por el solista con numerosos embellecimientos; el segundo tema, encomendado a los violonchelos, es de inequívoco sabor noruego. Durante el amplio desarrollo, Ott tiene muchos momentos para lucir sus cualidades líricas y virtuosísticas, con una soberbia cadencia y bellísimos pasajes en los que comparte protagonismo con la flauta y la trompa.
El Adagio es hermoso, de carácter intimista y soñador. Prescinde de los metales, a excepción de las dos trompas. El delicado tema principal es expuesto por la cuerda en sordina y tomado después por el piano, que con sus trinos parece reflejar un estado de beatitud primaveral. Un pasaje de transición da paso al movimiento final.
Finalmente, el Allegro moderato molto e marcato, Quasi
presto, Andante maestoso, está construido sobre un tema de danza popular,
alegre y rítmica, que contrasta con un segundo tema de gran lirismo presentado
por la flauta. El concierto retoma el brío inicial y, tras la cadencia,
finaliza de manera majestuosa y brillante.
La presencia de Ott, asoma sensual, más la elegancia sutil que entrevera, permite apreciar el cuerpo desnudo de la pianista a través de vestidos muy escotados que los usa con la piel desnuda debajo. Es muy atractiva, carismática, pero por sobre todo una iluminada rociada de mucho talento.
Sin embargo, más allá del atractivo visual, la intérprete atrapa al público por su exquisita técnica y su arrolladora fuerza ante al piano. Varios directores y músicos de orquestas sinfónicas, tiene, hoy la oportunidad de disfrutar de su enorme talento en el concierto que les toca, acompañar a la virtuosa.
TALENT THAT ADORNS ITSELF WITH THE PRONOUNCED
OTTER NECKLINE WITH BARE SKIN UNDERNEATH
Attending a performance by Alice Sara Ott is both fascinating and surprising. How can someone so ethereal looking play with such strength and explosive energy? How can someone so young lead an orchestra with such drive and confidence? This is how we talk about the young pianist Alice Sara Ott, 24, muse of the Deutsche Grammophon and one of the new stars of today's music media.
Half German, half Japanese, Ott belongs to the list of new talents who have managed to bring classical music to a younger audience thanks to a cool and glamorous attitude: she almost always plays barefoot (she says she does it for comfort) and has an image close to that of a model.
Her technique is neat. Her fingering is impressive. The security he imposes leaves us amazed. One of her works that most caught my attention, on the YouTube channel, was Grieg's Piano Concerto, among other titles by famous composers such as Beethoven, Chopin, Ravel.
In the aforementioned performance he plays one of the most difficult versions to play as it is the work of Grieg. Ott enters the stage covered by a chinrill until he has smoothed out the beautiful Steinway and Sons piano. He greets the Conchertino, extending it to the second violin, and after hearing the roar of the timpani, the chords of the piano concerto slip off the keyboard, winning the eyes, ears and trance of the ever-increasing audience.
The concert, I reiterate, begins with an impetuous timpani roll and a series of chords of great effort. This first movement is written in sonata form. The first theme is presented by the clarinet, and then picked up by the soloist with numerous embellishments; the second theme, entrusted to the cellos, has an unmistakable Norwegian flavor. During the extensive development, Ott has many moments to show off his lyrical and virtuosic qualities, with a superb cadence and beautiful passages in which he shares protagonism with the flute and the horn.
The Adagio is beautiful, with an intimate and dreamy character. It dispenses with the brass, except for the two horns. The delicate main theme is exposed by the mute string and then taken up by the piano, which with its trills seems to reflect a state of springtime bliss. A transition passage gives way to the final movement.
Finally, the Allegro moderato molto e marcato, Quasi presto, Andante maestoso, is built on a theme of popular dance, joyful and rhythmic, which contrasts with a second theme of great lyricism presented by the flute. The concert takes up the initial brio and, after the cadence, ends majestically and brilliantly.
Ott's presence, which is sensual, plus the subtle elegance that she glimpses, allows us to appreciate the naked body of the pianist through very low-cut dresses that she wears under her naked skin. She's very attractive, charismatic, but above all, an illuminated spray of talent.
However, beyond the visual attraction, the performer captures the audience by her exquisite technique and her overwhelming strength before the piano. Several conductors and musicians of symphonic orchestras have, today, the opportunity to enjoy her enormous talent in the concert they play, accompanying the virtuoso.
Alice Sara Ott | ||
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Alice Sara Ott, en 2013 | ||
Información personal | ||
Nacimiento | 1 de agosto de 1988 (32 años) Múnich (República Federal de Alemania) | |
Nacionalidad | Alemana | |
Educación | ||
Educada en | Mozarteum | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pianista de música clásica | |
Género | Música clásica | |
Instrumento | Piano | |
Discográfica | Deutsche Grammophon | |
Firma | ||
Web | ||
Sitio web | ||
Julio Ríos, escritor, periodista y crítico de arte, en la actualidad se desempeña como consultor privado, asesor de seguros y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO (1986), la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera y segunda edición 2008 y 2017. EL ALTO PARA TODOS (2017), LA GENERACIÓN NINI en co-autoría con Alberto Liendo Romero (2023), UNA HISTORIA PARA CONTAR (2024).
Ha escrito desde
1975 hasta la fecha más de 15 mil artículos, entre editoriales, entrevistas,
análisis políticos, crítica de arte, filosofía, literatura y música. Es
columnista del periódico Página Siete de La Paz, Bolivia y crítico de arte. Ha
ganado premios como periodista, y ha visitado 50 ciudades en Latinoamérica,
Norteamérica y Europa. Dirige la publicación "Artistas en el pincel",
dedicada a pintores contemporáneos del mundo. Escribe comentarios sobre cine en
su Blog que se publican en su cuenta de Twitter. Su hijo Juan-Cristóbal Ríos
Violand, es cineasta y guionista de las películas: Quien mató a la llamita
blanca, Norte Estrecho junto a Omar Villarroel, y la Virginia de los bolivianos.
JULIO RÍOS, ES ESCRITOR Y CONSULTOR