TESTIMONIO AL
DÍA DEL MAESTRO
Apóstoles de la
ENSEÑANZA
ESCRIBE
JULIO RÍOS
AL MAESTRO
EN SU DÍA
El Día del Maestro es sinónimo del Día del Apóstol. La enseñanza, la
educación son una necesidad y una responsabilidad. Quien se inclina por la
docencia sabe de su generosa actividad de servicio. Es el que guía al
estudiante a quien provee de conocimientos. No deja de lado la parte afectiva e
inculca valores; los convierte en personas rociadas de ética profesional.
Mi homenaje a Nicolas
Fernández Naranjo, excelso orador, profesor en diferentes instancias, filósofo,
teólogo, literato, músico, escritor y poeta; lo recuerdo y lo refiero siempre,
como un gran humanista, intelectual y un maestro de la elocuencia. A Eduardo
Pérez Iribarne S.J. sacerdote y periodista, mi profesor de Seminario de Prensa
en la UCB, amigo y mentor. A Paola Carranza Bravo, docente en
la UCB, ingeniero en sistemas, titulada en la Escuela Militar de Ingeniería,
especializada en el área de inteligencia artificial, modelos matemáticos,
docente de la UCB. A Nicomedez Suárez profesor de literatura, escritor cruceño
y mi docente en la UCB. Fernando Cajías, historiador, abogado y amigo, docente
en la UMSA. A Jaime Escalante, el profesor estrella que nos enseñó a amar las
matemáticas. A Roberto Carranza Estívariz, fundador de las carreras de
matemáticas y estadística de la UMSA y académico de ciencias. A Roberto
Prudencio, profesor de historia de la UMSA, sus clases magistrales eran verdaderas
conferencias. A Nazario Tirado, mi profesor de Teoría de la Comunicación en la
UCB; un grande. A Ruben Belmonte, mi profesor de matemáticas en el colegio. A
María Eugenia García Moreno, Ph. Rectora de la UMSA, junto a Tito Valerio
Estévez Martini, Vicerrector, bioquímico, amigo y hermano. A Guillermo Mariaca,
profesor de literatura (UMSA), escritor y docente emérito. A Gonzalo Taboada,
exSecretario Ejecutivo del CEUB y exPresidente de la Academia de Ciencias,
amigo y hermano. A Enrique Ipiña, mi profesor de filosofía en el colegio,
exMinistro de educación en las buenas épocas, amigo y mentor. A Mario Frías, mi
profesor de Gramática y escritor, gracias a quien tengo buena ortografía. A
Julio Loayza, exDirector del Colegio Inglés Católico, amigo y hermano.
Ellos representan tres
generaciones en la docencia, y a todos tuve el privilegio de conocerlos y
ser su amigo.
El maestro es el que guía
al estudiante en el proceso de aprendizaje teniendo en cuenta sus conocimientos
previos, puntos de vista e intereses. Además, no deja de lado la parte afectiva
hacia el estudiante. Tiene en cuenta sus valores, ayudándolo a mejorarlos o a
construir unos nuevos y mejores para hacer de él una persona con ética
profesional y útil para la sociedad.
En consecuencia, el Día del
Maestro es una fecha especial, para celebrar un oficio donde el don de enseñar
se une para destacar la trascendencia de todo mentor de la educación para el
progreso de un país, que arranca con la preparación intelectual del alumno. En
esta fecha todos hacen un alto en sus labores habituales para rendir un
merecido homenaje al maestro, porque se lo refiere como al principal personaje
del gran cambio.
La lucha de todo maestro
descansa en la meta de alcanzar un propósito fundamental en la educación, donde
mucho tiene que ver el gobierno, el profesor y la comunidad.
No olvidemos que la escuela
es una continuidad de nuestro hogar, es de cierta forma la segunda casa de los
niños y jóvenes, por ello el vínculo que se crea entre el alumno y el maestro
puede ser tan fuerte y tan determinante para la formación de los ciudadanos.
No olvidemos que además de
enseñar contenidos académicos, el maestro educa, fomentando entre los
estudiantes valores y ayudándoles con su ejemplo a ser mejores personas. Un
maestro puede cambiar por completo el ambiente de un salón de clases,
convirtiéndose en un modelo a seguir por los estudiantes, siendo éste casi un
“héroe”.
La fecha es también un
recuerdo de lo que hicieron los maestros en todos los tiempos. Hoy en día,
siempre en pos de la actualización, hacen uso de la tecnología actual, que
permite un desarrollo integral de los alumnos. El referido apostolado supone
tener conciencia de que antes de pensar en intereses institucionales o
personales, se debe procesar el gran cambio del sistema educativo.
La sabiduría del maestro
descansa en su visión general de la vida. Valga la oportunidad para comprender
y trabajar por la gran unidad que debe darse entre la escuela, la universidad y
la comunidad, hacia una vía de integración.
Nicolás Fernández Naranjo,
fue un excelso orador, filósofo, teólogo, literato, músico, escritor y poeta.
Destacó por los idiomas que hablaba (era políglota). Su formación esotérica le
llevó a pertenecer a instituciones espirituales donde se constituyó en un
ejemplo y una referencia destacada.
Existe una importante
hermandad que lleva su nombre. Fue sacerdote y abandonó la Orden para consagrar
su vida a la enseñanza. Fue director del Coro Polifónico Nacional, y el único
intérprete del gran órgano de la Catedral de La Paz. Escribió el Diccionario de
bolivianismos, los Géneros Literarios, entre otros. Lo recuerdo y lo refiero
siempre, como un gran humanista, intelectual y un maestro de la elocuencia.
En 1924, bajo la
administración del presidente Bautista Saavedra, por Decreto Supremo del 24 de
mayo, fue declarado el 6 de junio Día del Maestro en Bolivia para hacer un
homenaje a todos los docentes del país. La fecha está asociada a dos hechos
importantes.
La primera, relacionada con
la fundación en 1909 en la capital del país de la primera Escuela Normal de
Profesores de la República “Mariscal Sucre”, durante la presidencia del general
Ismael Montes. Esta escuela fue un homenaje a los más de 200 años de la gesta
libertaria de 1809 en Chuquisaca.
La segunda coincide con la
fecha de nacimiento de Modesto Omiste Tinajeros, un pionero de la educación en
el país, considerado “padre de la educación boliviana”. Conocido como un
polifacético educador, fundó escuelas, fue diplomático y periodista. Algunos
escritores lo llamaron “el Sarmiento Boliviano”, por su consagración a la
enseñanza libre y la influencia que tuvo en la Ley de Libertad de Enseñanza,
aprobada el 22 de noviembre de 1872.
Aprender, investigar, comunicar e ilustrar, en búsqueda de la verdad, son cualidades inherentes a la persona, manifiestas cuando ejercita el don de enseñar. El trabajo de un maestro necesita de esfuerzo, paciencia, dedicación, compromiso y responsabilidad, para poder educar, formar y orientar a sus alumnos.
Nicolas Fernández Naranjo, sin vacilación fue un excelso orador, filósofo, teólogo, literato, músico, escritor y poeta. Destacó por los idiomas que hablaba (era políglota). Su formación esotérica le llevó a pertenecer a instituciones espirituales donde se constituyó en un ejemplo y una referencia destacada. Existe una importante hermandad que lleva su nombre. Fue sacerdote y abandonó la Orden para consagrar su vida a la enseñanza. Fue director del Coro Polifónico Nacional, y el único intérprete del gran órgano de la Catedral de La Paz. Escribió el Diccionario de bolivianismos, los Géneros Literarios, entre otros. Lo recuerdo y lo refiero siempre, como un gran humanista, intelectual y un maestro de la elocuencia.
LA MAESTRA SUSANA ALEJO
Amiga mía, la Lic. Susana Alejo, es una gran educadora. Mujer carismática y elegante. Nuestra amistad por FACEBOOK, ha permitido conocernos y saber de la obra plausible y encomiable, digna de estímulo y aplauso, que lleva a efecto en México.
Wilma Flores Luizaga: Docente en música del Colegio Alfa y Omega de Santa Cruz. Estudió licenciatura en Derecho en UAGRM de Santa Cruz.
Lic. MG. Oscar A. Heredia Vargas, RECTOR UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS, La Paz