TESTIMONIO EN TIEMPOS DE
LA COVID – 19
CERVANTES:
Mi caballo Rocinante hoy está en
FRANCIA mañana en POTOSÍ
TAN ANTIGUAMENTE
DULCE Y RICA
A la memoria de
Juan Quesada Valda
Luis Alemán Gárate
Gastón Caviedes
Potosí ―fundada como la Villa Imperial de Potosí― es nuestra ciudad y departamento hermano del sur de Bolivia, capital del departamento del mismo nombre y de la provincia de Tomás Frías. Se extiende a las faldas de una legendaria montaña llamada Cerro Rico (en quechua: Sumaq Urqu), en la que se situó la mina de plata más grande del mundo desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. Cada 10 de noviembre se recuerda el aniversario cívico del departamento de Potosí en homenaje a la gesta libertaria del 1810. Potosí conmemora el levantamiento de sus habitantes en armas y la toma de prisionero al gobernador español Francisco de Paula Sanz.
La historia del Potosí se remonta a mediados del siglo XV, cuando estuvo por estas tierras el inca Huayna Capac para combatir a los guaraníes. Parte de la historia nos relata el cronista potosino Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela (1674-1736), en su magnífica obra Historia de la Villa Imperial de Potosí y Anales de la Villa Imperial de Potosí.
El XI inca, hijo de Túpac Yupanqui, se llamó Huayna Cápac, que se interpreta Mancebo poderoso. Este fue aquel insigne en riquezas, de que puede causar admiración al mundo, que tuvo rimeros de oro y grandes montones de plata, pues como cuentan los cronistas Garcilaso de la Vega y el padre maestro fray Antonio de la Calancha con otros autores.
Admirado de su grandeza y hermosura dijo (hablando con los de su corte): «Este sin duda tendrá en sus entrañas mucha plata»; por lo cual mandó a sus vasallos que luego que llegasen a Ccolque Porco (que está distante de esta Villa siete leguas) volviesen, labrasen sus minas y le sacasen el rico metal.
Así lo hicieron, y habiendo traído sus instrumentos de pedernal y madera fuerte subieron al Cerro; y después de haber tanteado sus vetas, estando para comenzar a abrir sus venas, se oyó un espantoso estruendo que hizo estremecer todo el Cerro y tras esto fue oída una voz que dijo: «No saquéis la plata de este Cerro, porque es para otros dueños».
Asombrados los indios de oír estas razones desistieron del intento, volvieron a Porco, dijeron al rey lo que había sucedido; refiriendo el caso en su idioma, al llegar a la palabra del estruendo dijeron «Potocsi» que quiere decir dio un gran estruendo, y de aquí se derivó después (corrompiendo una letra) el nombre de Potosí.
Esto sucedió (según la más probable cuenta) 83 años antes que los españoles descubriesen este famoso Cerro, y desde aquel tiempo se llamó Potocsi. Antonio de Acosta en la Historia de Potosí le da otra etimología, añadiendo que no tan solamente por el suceso dicho se llamó Potocsi más también porque luego que se descubrió el Cerro lo nombraron los indios Orcco Poctocchi, que quiere decir cerro que brota plata.
Añade más este autor, diciendo que antes que el rey Huayna Ccápac viniese a esta provincia de Porco llamaban los indios al Cerro, Súmac Orcco, que significa hermoso cerro, por su hermosura exterior que, con más razón lo pudieran llamar así si vieran y sacaran la interior que tenía.
Más guardóla Dios para otros dueños, según se oyó en aquella voz que queda dicho, como lo cuentan el comentador Garcilaso de la Vega, el capitán Pedro Méndez, Bartolomé de Dueñas y Juan Sobrino.
Y es cosa para notar que viviendo los indios tan cercanos al Cerro y andando sobre él no llegasen a gozar de su riqueza ellos ni sus reyes, estando labrando poderosas minas en Porco y Andaccaua, que distan de esta Villa siete leguas. Sin embargo, como la divina voluntad se lo impedía, pudo sin duda estar seguro hasta que fue servida de darla a un tan indignadísimo monarca como el emperador Carlos V.
Otorgado por el Quinto Virrey del Perú el 2 de agosto de 1575 en Arequipa, después de haber visitado la Villa Imperial de Potosí, el actual escudo se vigenta a la dicha Villa y se le da por armas un escudo en campo amarillo, con dos castillos y dos leones y el toisón en el pecho de un águila imperial con dos cabezas cortadas y una corona en medio de las dichas dos cabezas y dos columnas imperiales a los lados de las dichas armas con una letra que dijese Plus Ultra y el dicho cerro rico de Potosí con un blasón a la redonda del escudo que dijese «Cesaris potentia=pro rexis prudentia=iste excelsus mons et argenteus=orbem debelare valent unive[r]sisunt», cuya traducción significa: Con el poder del César-por la prudencia del Rey-este excelso monte argento-dominar alcanza al universo.
Estos tres escudos, son la base histórica para constituir una representación simbólica de la realidad histórica y política de la Villa Imperial de Potosí. La ciudad desde sus orígenes tuvo tres escudos: el primero por el descubrimiento del Cerro Rico y la fundación de una nueva población; el segundo, por haber sido elevado el «asiento de minas» al rango de «villa imperial», y el tercero y definitivo, por haber sido ratificado el título de Villa Imperial en mérito al crecimiento de su población producido por el desarrollo económico minero y producción de plata.
Fue Carlos V quien puso óleo y crisma a la noble e histórica ciudad y fue el virrey Toledo, quien pregonó el dictado de «Villa Imperial, Fidelísima y Noble», y afianzó el escudo emblemático que debía perpetuar su blasón.
El escudo potosino viene a ser un símbolo colectivo, en una representación emblemática de la Villa Imperial de Potosí y evoca el glorioso recuerdo de su pasado. Ha resistido diferentes cambios, transformándose hasta el estado actual, resultado de un largo proceso histórico que comienza con el descubrimiento del Cerro Rico o Sumaj Orcko y con el reconocimiento oficial en junio del 2013 por el Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, a través de la Ordenanza Municipal No. 052/2013.
Alfredo La Placa, fue pintor potosino, precursor del arte abstracto en Bolivia. Junto con otros artistas forma parte de la llamada generación del 52, que introdujo en Bolivia el gusto por el arte abstracto.
María Jesús Orellanos Kukoc PSICÓLOGA POTOSINA
EL CUADRO DE MARÍA JESÚS
“Este fue el primer y el más especial de mis cuadros, siempre fui amante del arte, cuando mis ojos observaron este cuadro, fue amor a primera vista a este cerro rico plasmado en un óleo de mi bella Potosí dibujado por G. Céspedes”, expresa María Jesús Orellanos Kukoc.
“No dudé en adquirirlo, pensando en una realidad de exponer la historia de esta riqueza sin igual; al mismo tiempo recalcar que se refería a tan singular cerro como un magnífico escenario de abundancia de rico mineral con el que se podía construir un puente hasta España”, agrega María Jesús.
“Muchas personas desconocen, tradiciones y hechos que Potosí rocía, y hay que recapitular no sólo para nuestro orgullo local, sino también nacional”, puntualiza.
Karen Ceborga ECONOMISTA y MÚSICO
Maya Valencia EMPRESARIA CAFETALERA
Ana Paola Barrientos Seborga
ADMINISTRADORA DE EMPRESAS
Reggi Cervantes Seifert / Administradora de Empresas
ROSTRO, TALENTO Y SENSIBILIDAD. Gabriela Soleto, fue Miss Potosí el año 2017 y también representante de la belleza de la ciudad de Villazón, ciudad y municipio del sur de Bolivia, en el departamento de Potosí —capital de la provincia de Modesto Omiste—, sobre la orilla norte del río del mismo nombre.
Se conoce que Potosí nació como «asiento minero» sin un plan preestablecido, en un paraje de accidentada topografía; el fin, la explotación de los recursos naturales o yacimientos argentíferos del cerro rico.
Por el mes de septiembre de 1545, había en Potosí más de 170 españoles y 3000 indios. Un año después estaban edificadas 94 casas, para las cuales se les había señalado sitio en los parajes más secos «y así en espacio de 18 meses se hicieron más de 2500 casas para más de 14 000 personas que entre españoles e indios había».
Todos creyeron que sus riquezas, como las de otras minas, no fuesen permanentes, en menos de un quinquenio Potosí había crecido excesivamente, casi inmediatamente los pobladores pidieron a la corona convertirla en villa.
Reinaba por entonces Carlos I de España más conocido como Carlos V de Alemania. Siendo Emperador de Alemania, en 1516 al morir su abuelo Fernando el Católico adquirió el trono de España, su madre Juana de Castilla o «Juana la Loca» como así se la conocía, fue excluida de la sucesión por demencia.
La historia de Potosí no había nacido con los españoles. Tiempo antes de la Conquista, el inca Huayna Cápac había oído hablar a sus vasallos del Sumaj Orcko, el cerro hermoso, y por fin pudo verlo cuando se hizo llevar, enfermo, a las termas de Tarapaya.
Desde las chozas pajizas del pueblo de Cantumarca, los ojos del inca contemplaron por primera vez aquel cono perfecto que se alzaba, orgulloso, por entre las altas cumbres de las serranías. Quedó estupefacto.
Las infinitas tonalidades rojizas, la forma esbelta y el tamaño gigantesco del cerro siguieron siendo motivo de admiración y asombro en los tiempos siguientes. Pero el inca había sospechado que en sus entrañas debía albergar piedras preciosas y ricos metales, y había querido sumar nuevos adornos al Templo del Sol en el Cusco.
El oro y la plata que los incas arrancaban de las minas de Colque Porco y Andacaba no salían de los límites del reino: No servían para comerciar sino para adorar a los dioses.
Cuando los mineros indígenas clavaron sus pedernales en los filones de plata del cerro hermoso, una voz cavernosa los derribó. Era una voz fuerte como el trueno, que salía de las profundidades de aquellas brañas y decía, en quechua: «No es para ustedes, Dios reserva estas riquezas para los que venían del más allá». Los indios huyeron despavoridos y el inca abandonó el cerro. Antes, le cambió el nombre. El cerro pasó a llamarse Potojsi, que significa: «Truena, revienta, hace explosión». La historia inicial de la ciudad es una mezcla intrincada de hechos fantásticos como verídicos.
En 1545, el indio Huallpa corría tras las huellas de una llama fugitiva y se vio obligado a pasar la noche en el cerro. Para no morir de frío, hizo fuego. La fogata alumbró una hebra blanca y brillante. Era plata pura. Se desencadenó la avalancha española. El cerro, aparentemente, era tan rico en vetas de plata que la misma se encontraba a flor de tierra. El 1 de abril de aquel año, un grupo de españoles encabezados por el capitán Juan de Villarroel tomaron posesión del Cerro Rico, tras confirmar el hallazgo del pastor, e inmediatamente establecieron un poblado.
Según otra versión, los incas ya conocían la existencia de plata en el cerro, pero cuando el emperador inca intentó comenzar su explotación, fue expulsado mediante una estruendosa explosión (de donde deriva el nombre del lugar, «¡P'utuqsi!»), prohibiéndole extraer la plata, que estaba reservada «para los que vinieran después». Los historiadores ven en esta variante una deliberada influencia de los españoles en la leyenda, para legitimar sus labores en el cerro.
Lo cierto es que para 1560, tan solo veinticinco años después de su nacimiento, su población ya era de 50 000 habitantes, un quinto de ellos españoles.14 Inicialmente se constituyó como un asiento minero dependiente de la ciudad de La Plata (hoy Sucre) pero, tras una larga lucha por conseguir su autonomía, adquirió el rango de ciudad el 21 de noviembre de 1561 mediante una capitulación expedida por el entonces virrey del Perú Diego López de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva.
En 1573, un censo del virrey Francisco de Toledo dio 120 000 almas y el de 1611, 114 000 (65 000 indios y 35 000 blancos).
Mediante esa capitulación, la ciudad recibió el nombre de Villa Imperial de Potosí y adquirió el derecho a elegir a sus autoridades: «Queremos por hazer bien e merced al dho asiento de Potosi que sea villa e se llame e nombre la Villa Ymperial de Potossi exentándola y eximiéndola de la jurisdicción de la Ciudad de la Plata».
La inmensa riqueza del Cerro Rico y la intensa explotación a la que lo sometieron los españoles hicieron que la ciudad creciera de manera asombrosa.
En 1625 tenía ya una población de 160 000 habitantes, por encima de Sevilla. Su riqueza fue tan grande que en su monumental obra Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes menciona las minas de Potosí. También se acuñó el dicho español vale un Potosí, que significa que algo vale una fortuna.
A lo largo de los siglos, el Cerro Rico de Potosí gozó de fama continental y mundial por su explotación argentífera, y no podía faltar su complemento humano que fue Cantumarca, población nativa preincaica con 2500 habitantes en el inicio de la exploración minera, establecido a un cuarto de legua al oeste del Cerro Rico. Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela testimonia que originalmente se conocía como Ccantumarcani, que omitiendo las dos últimas letras se llamó después Cantumarca.
Garcilaso de la Vega (1609), nos expresa que Huayna Capac, hizo una visita por todas las tierras que gobernaba, aproximadamente en 1462 llegó por estas regiones, a la laguna de Tarapaya (que proviene de Ccarapaya que se interpreta como vieja desnuda), donde fue a bañarse y tomar un descanso de su largo viaje.
Entre este lugar y Cantumarca vislumbró el cerro, que en ese entonces era llamado Sumac Orcko por los pobladores, y admirado de su grandeza y hermosura, dijo:
«Esto sin duda tendrá en sus entrañas mucha plata» y mandó a sus vasallos que viniesen de Colque Porco a labrar el cerro.
Así lo hicieron; y habiendo traído sus instrumentos, subieron al cerro, registraron sus vetas y estando para comenzar el trabajo, oyeron un espantoso estruendo y una voz que dijo: «Pachacamac janac pachapac guaccaichan» (el señor lo guarda para otro que vendrá después).
El Padre Acosta, hace alusión este hecho señalando que «quisieron labrar aquellas minas, y oyeron ciertas voces que decían a los indios que no tocasen allí, que esta aquel cerro guardado para otros».
En el siglo XVIII, Arzans complementa con mayor profundidad, al manifestar que una voz sobrenatural habría tronado en el espacio advirtiendo: «No saquéis la plata de este Cerro, porque es para otros dueños»
En total había 2500 españoles y 150 extranjeros ―portugueses, alemanes, flamencos y neerlandeses― que se embarcan en un navío arrendado por Sebastián Neithard y Jacobo Welser, miembro de una familia de banqueros de Augsburgo.
Entre los viajeros había una veintena de nobles con título, dos o tres caballeros de una orden militar y algunos capitanes de los tercios de Italia, hijos de familias nobles y algunas mujeres, María Dávila, amante de Mendoza, Catalina Pérez, se embarcó en Tenerife, Elvira Pineda, Mari Sánchez y Catalina Vadillo.
Además de catorce monjes jerónimos y religiosos de la orden de la Merced, un médico, Hernando de Zamora y el hermano de Teresa de Ávila, Rodrigo de Cepeda que perdiera la vida poco después en el Paraguay.
Esta cifra de pasajeros no está confirmada por todos los historiadores, unos hablan de 1500 pasajeros y que una cierta cantidad de nobles acompañaron a Mendoza: 20 hidalgos, 4 alemanes, 4 ingleses, 5 franceses, 4 italianos y 33 portugueses.
Potosí fue testigo del nacimiento de Gesta Bárbara. Corría el año 1918 y un grupo de jóvenes intelectuales, creó este movimiento de características francamente sorprendentes. La bohemia literaria y periodística en Potosí adquirió resonancia nacional de 1918 adelante, al empuje de Carlos Medinaceli, José Enrique Viaña, Alberto Saavedra Nogales, María G. Gutiérrez, Armando Alba, Wálter Dalence, Fidel Rivas, Armando Palmero, Celestino López, Luis Subieta Sagárnaga y David Ríos Reinaga.
Por Julio Ríos Calderón
La leyenda de la Sierra de la Plata tuvo su origen en el Cerro Rico
de Potosí. El Rey Blanco fue el Inca Huayna Cápac. A comienzos del siglo XVI, Alejo
García, recorrió la región y descubrió sus riquezas. Los españoles apenas la
colonizaron de las costas panameñas y colombianas. Potosí, figura en uno de los libros más notables de la
humanidad, Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra. En una de sus
páginas se lee: "Mi caballo Rocinante, hoy está aquí, luego en Francia y
mañana en Potosí". Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad
por la UNESCO en 1987, siendo el primer reconocimiento oficial que hizo esta
organización internacional en Bolivia, debido a su aporte a la historia
universal y su atractivo arquitectónico y artístico. Es considerada como cuna
del barroco andino en Bolivia.
La riqueza del Cerro Rico y la explotación a la que la sometieron los
españoles hicieron que la ciudad creciera de manera asombrosa. En 1625 asomó
una población de 160 000 habitantes, por encima de Sevilla. Su fortuna fue
tan grandiosa que, en su inmortal novela, Miguel de Cervantes menciona las
minas de Potosí. También se acuñó aquello de “vale un Potosí”, que significa
que algo ostenta una caudal económico.
Esta ciudad creció al impulso de la plata colonial y
al estaño republicano. De ahí la profusión de iglesias, monasterios y templos,
de palacios y casonas con heráldicas que ostentaban el lujo y la prosperidad.
Cada callecita tiene una historia que contar. La Calle de las Siete Vueltas, la
Esquina del Ahorcado, la Calle de los Mercaderes. Las iglesias, con sus
fachadas barrocas y sus retablos a todo lujo, son la consecuencia directa, por
un lado, de la riqueza a manos llenas y, por otro, de la gigantesca afluencia
de almas necesitadas de consuelo espiritual.
A fines del siglo XVI, el Inca Huaina Cápac, señor del
imperio inca que se extendía desde Quito, Ecuador, hasta Chile, visitó al Sumaj
Orko —"cerro magnífico", en quechua—, y ordenó que se confeccionaran joyas de plata para su corte. Cuando
comenzaron a extraer el mineral de sus vetas, una voz estruendosa les conminó a
que se detuvieran: "No caven; no es para otros". Poco después los
primeros colonizadores españoles se asentaron al pie del cerro.
Una infinidad de museos guardan celosamente los
testimonios de aquellos siglos de la plata. La antigua Casa de la Moneda, posee
relevante fuerza evocadora. De sobria factura, contrastante con las otras
construcciones de la época, el llamado "Escorial Americano" sirvió de
fortaleza y prisión.
Ximena Maygua Venegas —la destacada personalidad potosina nacida en Tupiza y representante del certamen de belleza que la llevo a coronarse ilustra esta crónica, a través de un enterizo muy escotado con el torso del cuerpo desnudo por debajo—, fue elegida Miss Potosí. La foto fue tomada al interior de la Casa de la Moneda.
Potosí, se convirtió, en pleno siglo XVII, en la
ciudad más grande de América. El espíritu anfitrión de Potosí se demuestra
en su gente amable y hospitalaria. Su indumentaria puede distinguir la
composición étnica de sus habitantes: algunos despliegan sus atuendos típicos
de lana, que se remontan a la etapa precolombina; otros visten a la moderna,
por lo general, los criollos descendientes de españoles.
Potosí fue testigo del nacimiento de Gesta Bárbara. Corría el año 1918 y un
grupo de jóvenes intelectuales, creó este movimiento de características
francamente sorprendentes. La bohemia literaria y periodística en Potosí adquirió
resonancia nacional de 1918 adelante, al empuje de Carlos Medinaceli, José
Enrique Viaña, Alberto Saavedra Nogales, María G. Gutiérrez, Armando Alba,
Wálter Dalence, Fidel Rivas, Armando Palmero, Celestino López, Luis Subieta Sagárnaga
y David Ríos Reinaga, quienes en tenidas literarias de trasnoche, degustando
todos "Té con té", igual a una taza de té con su porción de singani
de uva de Camargo, repetido hasta llegar a los sueños de grandeza y gloria
literaria.
Críticos de realidad social boliviana, a partir de 1918 hasta 1925,
sembraron una semilla artística en Potosí, que floreció en décadas
subsiguientes en otras ciudades bolivianas. Era el deseo de los “bárbaros”
convertirse en conductores de su sociedad y de su época, su obra fue un caudal
de inspiración que fue imitada por sus connacionales. En 1922, Carlos Medinaceli se quejaba por la falta de cultura. Como
no existía ambiente para la cultura, (el intelectual) tiene que pugnar por
crearlo, por lo menos, prepararlo para los que vengan después. Este será el
móvil de los escritores Barbaros, esencialmente poetas. Los
integrantes de este cenáculo promovieron una escritura original, con mística
terraista, de poesía idílica y romántica, con marcada elegancia en su prosa
desde el prefacio de sus publicaciones.
Destaca su gastronomía, desde los postres coloniales, hasta la carta más
típica. Y qué decir de la gastronomía de Todo Santos: tahua tahuas, panecillos,
buñuelos y una variedad de productos exquisitos y simbólicos.
Efemérides para recordar el pentagrama de Humberto
Iporre Salinas: Potosino soy de la rica tierra/ Potosino soy de la tierra
buena, / Donde el indio toca su quena, / Donde el indio toca su quena. / Yo
canto esta canción, a la noble cuna, / Del bravo sin igual, Alonso de Ibáñez, /
Y a la tierra de los vicuñas, / Y a la tierra de los vicuñas.
By Julio Ríos Calderón
THROUGH THE VERY LOW-CUT BODYSUIT WITH NO BRA OR INNER GARMENT WITH THE
TORSO OF XIMENA'S NAKED BODY
The legend of the Sierra de la Plata had its origin in the Cerro Rico de
Potosi. The White King was the Inca Huayna Capac. At the beginning of the 16th
century, Alejo García traveled through the region and discovered its riches.
The Spaniards had barely colonized it from the Panamanian and Colombian coasts.
Potosí appears in one of the most remarkable books of humanity, Don Quixote by
Miguel de Cervantes Saavedra. One of its pages reads: "My horse Rocinante
is here today, then in France and tomorrow in Potosí". It was declared
Cultural Patrimony of Humanity by UNESCO in 1987, being the first official
recognition made by this international organization in Bolivia, due to its
contribution to universal history and its architectural and artistic
attractiveness. It is considered the cradle of Andean baroque in Bolivia.
The richness of Cerro Rico and the exploitation to which the Spaniards
subjected it made the city grow in an amazing way. In 1625 it had a population
of 160,000 inhabitants, more than that of Seville. Its fortune was so great
that, in his immortal novel, Miguel de Cervantes mentions the mines of Potosí.
It was also coined "worth a Potosi", which means that something has
an economic wealth.
This city grew on the impulse of colonial silver and republican tin. Hence
the profusion of churches, monasteries and temples, palaces and mansions with
heraldry that flaunted luxury and prosperity. Each little street has a story to
tell. The Calle de las Siete Vueltas, the Esquina del Ahorcado, the Calle de
los Mercaderes. The churches, with their baroque facades and luxurious
altarpieces, are the direct consequence, on the one hand, of the abundant wealth
and, on the other hand, of the gigantic influx of souls in need of spiritual
consolation.
At the end of the 16th century, the Inca Huaina Capac, lord of the Inca
empire that stretched from Quito, Ecuador, to Chile, visited the Sumaj Orko -
"magnificent mountain" in Quechua - and ordered silver jewelry to be
made for his court. When they began to extract the mineral from its veins, a
thunderous voice ordered them to stop: "Do not dig; it is not for
others". Soon after, the first Spanish colonists settled at the foot of
the hill.
An infinite number of museums jealously guard the testimonies of those
centuries of silver. The old Mint has a relevant evocative force. Of sober
construction, contrasting with the other buildings of the time, the so-called
"American Escorial" served as a fortress and prison.
Ximena Maygua Venegas -the outstanding personality from Potosí born in
Tupiza and representative of the beauty contest that led her to be crowned
illustrates this chronicle, through a very low-cut bodysuit over the same skin
without a bra and with the torso of the body naked underneath-, was elected
Miss Potosí. The photo was taken inside the Mint.
Potosí, in the middle of the 17th century, became the largest city in
America. Potosí's host spirit is demonstrated in its friendly and hospitable
people. Its clothing can distinguish the ethnic composition of its inhabitants:
some display their typical wool attire, which dates back to pre-Columbian
times; others dress in the modern style, usually Creoles of Spanish
descent.
Potosí witnessed the birth of Gesta Bárbara. It was 1918 and a group of
young intellectuals created this movement of frankly surprising
characteristics. The literary and journalistic bohemia in Potosi acquired
national resonance from 1918 onwards, at the push of Carlos Medinaceli, José
Enrique Viaña, Alberto Saavedra Nogales, María G. Gutiérrez, Armando Alba,
Wálter Dalence, Fidel Rivas, Armando Palmero, Celestino López, Luis Subieta
Sagárnaga and David Ríos Reinaga, who in late night literary gatherings,
tasting all "Tea with tea", equal to a cup of tea with its portion of
Camargo grape singani, repeated until reaching dreams of greatness and literary
glory.
Critics of Bolivian social reality, from 1918 to 1925, they sowed an
artistic seed in Potosi, which flourished in subsequent decades in other
Bolivian cities. It was the desire of the "barbarians" to become the
leaders of their society and of their time, their work was a source of inspiration
that was imitated by their fellow countrymen. In 1922, Carlos Medinaceli
complained about the lack of culture. Since there was no environment for
culture, (the intellectual) has to strive to create it, at least to prepare it
for those who come after him. This will be the motive of the Barbarian writers,
essentially poets. The members of this cenacle promoted an original writing,
with terraist mysticism, idyllic and romantic poetry, with marked elegance in
their prose from the preface of their publications.
Its gastronomy stands out, from the colonial desserts to the most typical
menu. And what to say about the gastronomy of Todo Santos: tahua tahuas, rolls,
fritters and a variety of exquisite and symbolic products.
Ephemeris to remember the pentagram of Humberto Iporre Salinas: Potosino
soy de la rica tierra/ Potosino soy de la tierra buena, / Donde el indio toca
su quena, / Donde el indio toca su quena. / Yo canto esta canción, a la noble
cuna, / Del bravo sin igual, Alonso de Ibáñez, / Y a la tierra de los vicuñas,
/ Y a la tierra de los vicuñas.
1. ¿Principal rasgo de tu carácter?
Resolutiva y positiva
2. ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
Inteligencia y que tenga sentido del humor
3. ¿Y en una mujer?
Valiente y de todo terreno
4. ¿Qué esperas de tus amigos?
Lealtad y poder contar con ellos en momentos difíciles
5. ¿Tu principal defecto?
Impaciente
6. ¿Tu ocupación favorita?
Crear ideas para la imagen de mi empresa y practicar deportes
7. ¿Tu ideal de felicidad?
La unión familiar y mi paz interior
8. ¿Cuál sería tu mayor desgracia?
Perder a un ser querido y una larga enfermedad
9. ¿Qué te gustaría ser?
Yo misma
10. ¿En qué país desearías vivir?
Bolivia. Es hermosa y diversa
11. ¿Tu color favorito?
Amarillo
12. ¿La flor que más le gusta?
Los tulipanes
13. ¿El pájaro que prefieres?
Sin duda el picaflor. Es tan pequeño y hace maravillas con la naturaleza
14. ¿Tus autores favoritos en prosa?
Isabel Allende
15. ¿Tus poetas?
Gabriela Mistral y Mario Benedetti
16. ¿Un héroe de ficción?
Xena
17. ¿Una heroína?
Juana Azurduy
18. ¿Tu músico favorito?
Cerati, un gran compositor que trascendió con su música por muchas generaciones
19. ¿Tu pintor preferido?
Miguel Angel. Van Gogh
20. ¿Tu héroe de la vida real?
Mi Padre
21. ¿Tu nombre favorito?
No tengo ninguno de mi preferencia
22. ¿Qué hábito ajeno no soportas?
La impuntualidad
23. ¿Qué es lo que más detestas?
La mentira y la injusticia
24. ¿Una figura histórica que te ponga mal?
Hitler: Un desequilibrado mental que llevó a su país a cometer horrendos crímenes
25. ¿Un hecho histórico de armas que admires?
La defensa de Boquerón
26. ¿Qué virtud desearías poseer?
Ser tolerante
27. ¿Cómo te gustaría morir?
Quedar dormida y en paz, rodeada de mi familia
28. ¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?
Soy muy activa y bromista
29. ¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?
La falta de voluntad
30. ¿Tienes un lema?
"Más vale tarde que nunca"
31. Signo del zodiaco.
Leo
32. Fecha de nacimiento.
17 de agosto
33. Tu familia más íntima la componen:
Mi esposo Javier, y mis hijos Ignacio, Andrea y Rafaél Peña y Lillo
34. ¿Cuál es tu ropa favorita?
Casual
35. ¿Qué usas para dormir
Pijama de seda
36. Potosí es para ti:
Historia y riqueza
(*)María José Orellanos Kukoc, empresaria y psicóloga, nació en Potosí, radica en Cochabamba. Está casada con Javier Peña y Lillo, destacado empresario, de cuya unión conyugal tiene tres hijos: Ignacio, músico y emprendedor, propietario de la empresa que comercializa los famosos puffs italianos; Andrea, estudia ingeniaría petrolera en la UPB; una alumna relevante en su carrera y Rafaél Peña y Lillo Orellanos, niño aún. María José, contribuyó a la realización de este reportaje.
Julio Ríos, licenciado en Ciencias de la Comunicación UCB y diplomado en investigación periodística por la Universidad de la Jolla, San Diego California USA, es escritor y crítico de arte. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Es director de RÍOS / ASESORES EN COMUNICACIÓN. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), y EL ALTO PARA TODOS (2017).
© 2022
Potosí Villa Imperial de Potosí | |||||||||
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Ciudad y municipio | |||||||||
Desde arriba y de izquierda a derecha: Vista panorámica de la Villa Imperial de Potosí, el Cerro Rico, calle típica de Potosí, la Catedral de la Villa Imperial de Potosí al fondo, el mascarón de la Casa de la Moneda de Bolivia y la Iglesia de San Francisco | |||||||||
| |||||||||
Otros nombres: «La villa Imperial» | |||||||||
Lema: “Vale un Potosí” | |||||||||
Localización de Potosí en Potosí | |||||||||
Localización de Potosí en Bolivia | |||||||||
Coordenadas | 19°35′21″S 65°45′12″O | ||||||||
Idioma oficial | Español | ||||||||
• Co-oficiales | Quechua | ||||||||
Entidad | Ciudad y municipio | ||||||||
• País | Bolivia | ||||||||
• Departamento | Potosí | ||||||||
• Provincia | Tomás Frías | ||||||||
Alcalde | Jhonny Llally (MCP) | ||||||||
Superficie | |||||||||
• Total | 53 km² | ||||||||
Altitud | |||||||||
• Media | 40901 m s. n. m. | ||||||||
• Máxima | 4782 m s. n. m. | ||||||||
• Mínima | 37752 m s. n. m. | ||||||||
Clima | Semiárido estepario frío BSk Árido templado y frío BWk | ||||||||
Población (2012) | Puesto 8 de 340.º | ||||||||
• Total | 189 652 hab.3 | ||||||||
• Densidad | 1,39 hab/km² | ||||||||
Gentilicio | Potosino, potosina | ||||||||
• Moneda | Boliviano | ||||||||
Huso horario | UTC -4 | ||||||||
Prefijo telefónico | 02 | ||||||||
Patrono(a) | Nuestra Señora de la Merced | ||||||||
Asentamiento y posesión del Cerro Rico | 1 de abril de 1545 (477 años) (por Juan de Villarroel y Diego Centeno)45678 | ||||||||
Sitio web oficial | |||||||||
Ciudad de Potosí | ||
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco | ||
Vista de la Torre de la Compañía. | ||
País | Bolivia | |
Datos generales | ||
Tipo | Cultural | |
Criterios | ii, iv, vi | |
Identificación | 420 | |
Región | América Latina y el Caribe | |
Inscripción | 1987 (XI sesión) | |
En peligro | desde 2014 | |
Sitio web oficial | ||