La mujer en tiempos de
LA COVID – 19
PORTADORA DE VIDA
Guardían de la naturaleza humana
A pesar de nuestra vanidad intelectual, los hombres jamás entenderemos con exactitud todo lo que significa ser Mujer, menos lo que implica ser portadora de la vida y guardián de la auténtica naturaleza humana; difícilmente dejaremos de asombrarnos ante el misterio físico y espiritual más grande de todos. Ese excelso milagro natural que contiene y protege a la vida misma en sus propias entrañas, y que después sin egoísmo, sino como el acto más puro de amor, se desprende de dicha vida que con tanto fervor cuidó en su interior para permitir el nacimiento de un nuevo ser de la luz.
En el mundo, los ojos de las mujeres han traspasado más corazones de los que nunca lo harán las balas de la guerra entre Rusia y Ucrania. En Bolivia duele, amarga, advertir del vejamen que asoma en el escenario de la mujer. Está indeleble en la memoria, la misoginia que entreveró el partido de Gobierno y que se puso de relieve el 21 de de febrero de 2016, cuando el responsable de campaña por el “Sí”, en un recinto electoral de La Paz tuvo un intercambio de calificativos con la periodista de la red televisiva Bolivisión, Carola Castedo. La calificó como "delegada del No", "sinvergüenza" y le dijo que faltó a la democracia, por escuchar quejas de la población. Bolivia dijo “No”.
Arce Catacora, a quien la ex Presidenta Jeanine Añez, le otorgó el salvoconducto para que abandone la embajada de México, donde estaba asilado y sea tratado del cancer en el exterior, hoy al contrario la supuesta misoginia del MAS, sumado el odio, el resentimiento y la veganza, ordenó el apresamiento sin garantías constitucionales, violando el derecho a la presunción de inocencia, el debido proceso y el derecho a la defensa. Hoy el estado de salud de Añez es preocupante y las acciones continúan por el camino de la mentira y la humillación. Se impone que las mujeres sean merecedoras a una vida libre de violencia.
El Día Internacional de la Mujer (originalmente llamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora), se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, ONU. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
La lucha por la igualdad de género es constante. En la actualidad hay millones de mujeres discriminadas y maltratadas de forma física y emocional. A la semana el 67 por ciento del tiempo lo ocupan las mujeres en labores no remuneradas en el hogar, y el 31 por ciento se emplea en el mercado de trabajo. En contraste, los hombres dedican el 69 por ciento de su tiempo al campo laboral y el 28 por ciento a labores propias del hogar.
Pocos advirtieron –el más importante fue Gandhi–, la fuerza que ella siempre poseyó para el proceso de la evolución del trabajo en todos sus rubros. Sin embargo, el paso del tiempo nos ha enseñado muchas lecciones, con el resultado que este ser espiritual dotado de innata intuición, pudo erigirse en toda su relevancia gracias al auténtico valor que hoy ostenta.
Precursora de la reivindicación pedagógica, social y cultural, la maestra y poeta Adela Zamudio en su valerosa defensa de los derechos de las mujeres, reclamó la necesidad de introducir el laicismo en los programas académicos. Si Adela viviera y hubiera hecho extensivo su clamor en la defensa intransigente del ser a quien debemos la vida, hoy todos aplaudiríamos, ovacionando a miles de mujeres que se desempeñan con la mejor capacidad en el progreso de nuestra patria.
La grandeza de las mujeres es especial debido a que ella es la misma en todos los momentos. Hoy en día es una identificada Maestra. Capacita, instruye, orienta, enseña, sufre horarios a deshoras. Con ella se descorre un velo más de la historia de la humanidad. Se reconoce que controló el poder del silencio. Administró sabiamente sus talentos. Captó la esencia real de su angustia y gloriosa reivindicación.
No se olvide que el hombre está dirigido por la belleza y seducción femenina. Los hombres a quienes esto no sucede son hombres sin influencia. Para algunos escenarios, ayunos en todo, es un verdadero crimen el despilfarro que se hace del talento, la sensibilidad, la laboriosidad que encierra el alma y la mente de la mujer condenada al ostracismo, en su propio medio. Mientras la mujer no desarrolle en plenitud e independencia todas sus potencialidades, nuestras sociedades no saldrán de su atraso.
Gandhi mientras luchaba contra los británicos decía que la revolución más grande es la que cambian las mujeres en el sistema de vida. No se equivocó el apóstol hindú, pues a ellas debió en buen parte la independencia de la corona inglesa. Ellas ahora pueden contribuir a cambiar la suerte de los países machistas y construir un mundo de paz.
In spite of our intellectual vanity, we men will never understand exactly what it means to be a woman, let alone what it means to be the bearer of life and the guardian of authentic human nature; we will hardly cease to be amazed at the greatest physical and spiritual mystery of all. That sublime natural miracle which contains and protects life itself in its own womb, and then unselfishly, but as the purest act of love, detaches itself from that life which it so fervently nurtured within itself to allow the birth of a new being of light.
In the world, the eyes of women have pierced more hearts than the bullets of the Russian-Ukrainian war ever will. In Bolivia, it hurts, it is bitter to see the humiliation that is looming on the stage of women. It is indelible in the memory, the misogyny that the ruling party has been involved in and which was highlighted on 21 February 2016, when the head of the "Yes" campaign, in a polling station in La Paz, had an exchange of adjectives with the journalist of the Bolivisión television network, Carola Castedo. He called her a "delegate of the "No", a "scoundrel" and told her that she had failed to respect democracy by listening to complaints from the population. Bolivia said "No".
Arce Catacora, who was granted safe conduct by former President Jeanine Añez to leave the Mexican embassy, where he was in asylum and be treated for cancer abroad, today, on the contrary, the alleged misogyny of the MAS, added to hatred, resentment and veganza, ordered his arrest without constitutional guarantees, violating the right to the presumption of innocence, due process and the right to a defence. Today, Añez's state of health is worrying and the actions continue along the path of lies and humiliation. Women must be worthy of a life free of violence
International Women's Day (originally called International Working Women's Day) is celebrated on 8 March and is recognised by the United Nations (UN). This day commemorates women's struggle for equal participation with men in society and their full development as individuals.
The struggle for gender equality is an ongoing one. Today, millions of women are discriminated against and physically and emotionally abused. Sixty-seven percent of women's time each week is spent on unpaid work in the home, and 31 percent is spent in the labour market. In contrast, men spend 69 per cent of their time in the labour market and 28 per cent in housework.
The general condition for women to be successful is to seek a balance between professional and personal life, but also to be committed to a role as agents of change in our community. It is also important to dedicate part of their time to social service activities, altruistic activities, which in some way make a difference and solve pressing needs in the community where they live.
Few realised - the most important was Gandhi - the strength that she always possessed for the process of the evolution of work in all its aspects. However, the passage of time has taught us many lessons, with the result that this spiritual being endowed with innate intuition was able to rise to full relevance thanks to the true value she holds today.
A forerunner of pedagogical, social and cultural demands, the teacher and poet Adela Zamudio, in her courageous defence of women's rights, called for the need to introduce secularism into academic programmes. If Adela had lived and had extended her clamour in the intransigent defence of the being to whom we owe our life, today we would all be applauding, cheering thousands of women who work with the best of their ability in the progress of our country.
The greatness of women is special because she is the same at all times. Today she is an identified Maestra. She trains, instructs, orients, teaches, suffers unsociable schedules. With her, one more veil of human history is lifted. It is recognised that she controlled the power of silence. She managed her talents wisely. She captured the real essence of her anguish and glorious vindication.
Let it not be forgotten that men are driven by feminine beauty and seduction. Men to whom this does not happen are men without influence. For some scenarios, fast in everything, it is a real crime to squander the talent, the sensitivity, the industriousness of the ostracised woman's soul and mind in her own milieu. As long as women do not fully and independently develop all their potentialities, our societies will not emerge from their backwardness.
Gandhi, while fighting against the British, said that the greatest revolution is the one that changes the system of life through women. The Hindu apostle was not wrong, for it was to them that he owed much of his independence from the British crown. They can now help to change the fortunes of male chauvinist countries and build a world of peace.
Julio Ríos Calderón, es escritor y consultor
