miércoles, 22 de diciembre de 2021

Lo BUENO Lo MALO Lo FEO / CINE


EL BUENO 

EL MALO

EL FEO


CLASICOS DEL CINE EN TIEMPOS DE

LA COVID - 19

Edición DVD


UNA PELÍCULA DE

Sergio Leone




PROTAGONISTAS

Clean Eastwook / Eli Wallach

Le Van Cleef


l buono, il brutto, il cattivo (en España, El bueno, el feo y el malo; en Hispanoamérica, El bueno, el malo y el feo) es una película del subgénero de spaghetti western estrenada en 1966 y coproducida entre Italia, España y Alemania. Fue dirigida por Sergio Leone y contó con las actuaciones de Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach. El guion fue escrito por el propio Leone con Agenori Incrocci, Furio Scarpelli y Luciano Vincenzoni. La fotografía es obra de Tonino Delli Colli, y la música fue compuesta por Ennio Morricone.

Es la tercera y última película de la llamada Trilogía del dólar; fue precedida por Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964) y La muerte tenía un precio / Por unos pocos dólares más (Per qualche dollaro in più, 1965). La trama gira en torno a dos pistoleros (el bueno y el feo) y un asesino, corrupto e inescrupuloso sargento del Ejército de La Unión de Estados Unidos convertido en pistolero (el malo) que luchan por encontrar un tesoro consistente en monedas de oro escondido durante la Guerra de Secesión (Guerra Civil estadounidense).

El bueno (Clint Eastwood) en el papel del Hombre sin nombre, apodado «Rubio» (Blondie); el malo (Lee Van Cleef), alias «Sentencia» (Sentenza en la versión italiana, Angel Eyes en la estadounidense, «Ojos de ángel» en la hispanoamericana); y el feo (Eli Wallach), alias «Tuco» y cuyo nombre completo es Tuco Benedicto Pacífico Juan María Ramírez, son, respectivamente, un cazarrecompensas, un asesino a sueldo que luego deviene en sargento del Norte sin escrúpulos y un ladrón. Se ubican en un ambiente del viejo oeste durante la Guerra de Secesión estadounidense.

Después de una descripción y situación de los personajes, así como otros eventos donde el Feo y el Bueno se conocen, el Feo lleva al Bueno a morir al desierto por venganza, y así se cruzan con una diligencia del Ejército del Sur en la cual un soldado moribundo da a conocer la localización de un tesoro en monedas de oro (200.000 dólares enterrados en una tumba) a cambio de agua, pero resulta que muere sin que ninguno de los dos tenga la información completa: al Feo le dijo el nombre del cementerio, «Sad Hill» (‘Loma triste’), y al Bueno le dijo el de la tumba donde estaba enterrado el tesoro.

Así —aunque peleados y cada uno con la mitad del secreto— vuelven a asociarse y emprenden rumbo al cementerio con la esperanza del oro. En el camino suceden varias complicaciones, incluido un encuentro con el Malo, del que logran escapar, y finalmente un duelo en triángulo en el círculo central empedrado del cementerio (sin precedentes hasta entonces en la historia del género) y que culmina entre el frenesí y la delirante música de Ennio Morricone con el tema llamado «El trío».

Las prácticas de la elección del reparto siguieron el sistema de filmar spaghetti westerns de alto presupuesto. Se suponía que una estrella extranjera procedente de Estados Unidos contribuiría al posible éxito de la película. De esta forma, el reparto protagónico quedó conformado de la siguiente manera:

Clint Eastwood como Rubio (el Hombre sin nombre): el bueno, un cazarrecompensas callado y confiado que se une a Tuco y Sentencia temporalmente para encontrar el oro enterrado.

Rubio y Tuco tienen una asociación ambivalente; Tuco conoce el nombre del cementerio donde se esconde el oro y Rubio sabe el nombre de la tumba donde está enterrado, lo que los obliga a trabajar juntos para encontrar el tesoro. A pesar de esta búsqueda codiciosa, la compasión de Rubio por los soldados moribundos en la caótica carnicería de la guerra es evidente, incluso consuela a uno a punto de morir cubriéndolo con su abrigo y dejándolo fumar su puro.

Lee Van Cleef como Ojos de Ángel o Sentencia: el malo, un mercenario despiadado y confiado que se complace en matar y siempre termina un trabajo por el que se le paga, generalmente a través del rastreo y asesinato.

Eli Wallach como Tuco (conocido como «la Rata» según Rubio): el feo, un bandido mexicano que habla rápido, cómicamente tonto pero también astuto, cauteloso, resistente e ingenioso, es buscado por las autoridades por un larga lista de delitos.

La imagen del protagonista, basada en la del personaje principal de la película Shane (1953), surgió y se formó en la primera película de la trilogía.​ Incluso antes del comienzo del trabajo en la Trilogía del dólar, en 1963, Leone consideraba a Henry Fonda como el Hombre sin nombre, pero entonces era un actor demasiado caro. En 1963, Clint Eastwood era un actor de pantalla de televisión poco conocido; protagonizó su primer proyecto serio, la serie de televisión Rawhide, en el papel del supervisor Rowdy Yates, donde vio a Leone.​

El propio Eastwood trajo los accesorios para el papel —botas, cinturón y potro— para las primeras audiciones de Por un puñado de dólares. Leone y su elector de vestuario, Carlo Simi, complementaron su apariencia con un poncho mexicano, una barba de dos días y un puro negro en la boca.8​ Eastwood le pareció al creador de la película en ese momento demasiado joven y «limpio» para su personaje. Se suponía que los ponchos y los puros le daban un aspecto más maduro y duro.5​

Lee Van Cleef aparece como el coronel Douglas Mortimer en la segunda entrega de la trilogía, Per qualche dollaro in più. «Su mirada quema agujeros a través de la pantalla», dijo Leone sobre él. Antes de filmar con el director italiano, Van Cleef era conocido como un actor de reparto que protagonizó varias producciones de televisión.  

Para el resto de papeles secundarios se contó con actores poco conocidos y no profesionales de diferentes países. Predominaron los italianos, pero también hubo representantes de España, Hungría y Canadá.

Muchos de ellos trabajaron con Leone durante mucho tiempo y protagonizaron películas anteriores a la trilogía, en particular Mario Brega, Luigi Pistilli y Benito Stefanelli. Entonces, Mario Brega, quien encarnó la vívida imagen del cabo Wallace, quien venció a Tuco, interpretó a bandidos en las dos películas anteriores. Ningún especialista profesional estuvo involucrado en la película y parte de esas tareas las realizaron actores secundarios como Stefanelli, Román Ariznavarreta, John Landis, Valentino Pelizzi y Fabio Testi.​

En 1964, United Artists adquirió los derechos de distribución de la primera película de la trilogía y expresó su voluntad de financiar la segunda, además de acordar los derechos de la tercera. Los planes estratégicos de la compañía cinematográfica se extendieron incluso a la posibilidad de crear una película replicada del pistolero sin nombre, a imagen y semejanza de James Bond.

A finales de 1965, Luciano Vincenzoni invitó a los vicepresidentes de United Artists, Ilya Lopert, Arnold y David Picker. El éxito de Per qualche dollaro in più incitó a producir la tercera película de la saga. Los ejecutivos del estudio, reunidos con el director Sergio Leone y el guionista y productor Alberto Grimaldi, confirmaron su disposición a firmar un contrato para la próxima película.

Leone y Vincenzoni viajaron a Estados Unidos para crear el guion. En la etapa preparatoria, Vincenzoni leyó muchos libros en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y se puso en contacto con los archivos. Algunas de sus indagaciones desconcertaron a los archiveros; rara vez alguien se refirió a los documentos sobre aquellas operaciones de la guerra civil, en la que perdieron los confederados.​

Leone se acercó al miembro del personal de la biblioteca para encontrar un vínculo a la batalla por la mina de oro de la guerra civil de Texas. El bibliotecario expresó sus dudas de que existieran, pero, para su propia sorpresa, encontró un vínculo con una verdadera escaramuza entre norteños y sureños.

Este hallazgo es una de las razones por la que los eventos de la campaña en Nuevo México sirvieron como base histórica para los eventos del guion.​ Leone revisó una gran cantidad de fotografías históricas y declaró: «Quería desacreditar los mitos y estereotipos sobre la guerra [...] para mostrar todo su absurdo». El guion original en italiano, principalmente redactado por Vincenzoni, se escribió en once días. Leone no quedó completamente satisfecho con el trabajo y sugirió a Vincenzoni al dúo de coautores compuesto por Furio Scarpelli y Agenore Incrocci.

Se suponía que debían finalizar el texto y agregar más humor a las líneas y diálogos, pero Leone describió su contribución como un «fracaso». En el texto final, casi nada quedó del trabajo del dúo, aunque se les incluyó en los créditos.​

Entonces Leone contrató a algunos escritores fantasma para más molienda, y Sergio Donati contribuyó de manera significativa. Al final del trabajo, el guion se tradujo al inglés para que los actores estadounidenses entendieran el texto.

Vincenzoni afirmó que no puso ninguna filosofía ni subtexto en la película y escribió el guion «descuidado».

Posteriormente, el escritor habló mal de su contribución a la Trilogía del dólar, considerando que su trabajo en colaboración con Pietro Germi era de mucha más calidad. Antes del inicio del rodaje, la relación entre Vincenzoni y Leone se volvió áspera, y el guionista no participó en el trabajo de la película, aunque visitó el set en varias ocasiones.

La autoría de la idea del guion siguió siendo controvertida;​ en sus memorias, Vincenzoni relata que, de hecho, se le ocurrió la historia principal sobre tres criminales que buscan oro, mientras que Sergio Leone en un entrevista no dijo nada sobre la contribución de Vincenzoni, solo menciona que se inspiró en la oportunidad de hacer una película cuya trama se desarrollará en el contexto de la guerra civil estadounidense.

Además, desde finales de la década de 1960, en sus entrevistas, Leone hablaba de una sola idea que conectaba todas las películas la trilogía.

Julio Ríos

Rada a través de un vestido verde transparente sin sostén y muy escotado con el torso y los pechos desnudos por debajo de la vaporosa prenda

No se puede hablar de western sin al menos mencionar a Sergio Leone, quien es tan imprescindible como su legado en el género. Llámese películas del oeste o también películas de vaqueros, pero la huella del cineasta, nacido en Roma, es imborrable en ese apartado cinematográfico como en la propia historia del cine, pero recibió un nombre distinto, el de spaghetti western, por tratarse de una producción italiana.

El Bueno, El Malo y El Feo, es la tercera parte de esa trilogía. Este filme suele ser considerado como el mejor de los tres y además es el único de ellos que ha llegado mucho más lejos en ese sentido, ya que suele ocupar mejores lugares en las listas y sitios como IMDb la ponen entre los primeros lugares de las mejores películas de todos los tiempos. Sin vacilación alguna que además es inmensamente popular, lo que se refleja su notoriedad y la preferencia del público por ella en 3 horas con 58 minutos de filmación.,  

Con ese título se hace alusión a los tres grandes protagonistas del relato: Clint Eastwood interpretó al hombre sin nombre, también conocido como Rubio o El Bueno, Lee Van Cleef tuvo el papel de El Malo, o Angel Eyes, y Eli Wallach hizo lo mismo con Tuco, a quien también se conoce como El Feo. El primero es un cazarrecompensas, el segundo es asesino a sueldo y el tercero es un ladrón y sus aventuras se cruzan en el viejo oeste durante la época de la Guerra Civil de Estados Unidos.

La trama de la historia es una parte elemental del cine de Leone, que consiste en la ambición por el dinero. En El Bueno, El Malo y El Feo, lo que importa es encontrar un botín sin que importe a quién hay que matar para lograrlo. La trama gira en torno a los tres pistoleros, quienes compiten entre sí para encontrar el oro perdido durante la guerra, en medio del caos que esta trae consigo, mientras participan en varios duelos en el camino. Lo que cuenta la historia es que Tuco es rescatado de tres cazarrecompensas por un vagabundo sin nombre a quien él se refiere como "Rubio", quien lo entrega al sheriff local para cobrar su recompensa de US$2 mil. Cuando Tuco está a punto de ser ejecutado, Rubio corta la soga de Tuco disparándole y lo libera. Los dos escapan a caballo y dividen la recompensa en un esquema lucrativo para que ambos puedan ganar dinero.

Luego intentan repetir el proceso en otra ciudad para poder cobrar otra recompensa. Rubio se cansa de las quejas de Tuco y lo abandona. Tuco logra llegar a una aldea y rastrea a Rubio a una ciudad ocupada por las tropas confederadas. Tuco planea obligarlo a ahorcarse, pero las fuerzas de la Unión bombardean la ciudad, permitiendo que Blondie escape. Después de encontrarlo, Tuco hace marchar a Rubio por un desierto hasta que se deshidrata. Mientras se prepara para dispararle, encuentra varios soldados muertos y uno de ellos le promete US$200 mil en oro confederado, que está enterrado en una tumba en el cementerio de Sad Hill. Tuco exige saber el nombre en la tumba, pero el soldado muere antes de poder decirle. Cuando regresa con agua, Rubio le cuenta que ese soldado (Bill Carson) se recuperó y le reveló la locación exacta del oro. 

El malo (Lee Van Cleef), entrevera por el servicio de un soplón, que Bill Carson el propietario del secreto de los millones, tiene una amante de nombre María, una prostituta, cuyo rol es protagonizado por la bella italiana Rada Rassinov  —quien ilustra esta crónica y permite entrever su sensualidad y generosa anatomía practivamente desnuda y exenta de prendas interiores, a través de un atuendo muy escotado y transparente, cuyo color verde trasluce la piel desnuda de la artista que luce la indumentaria sin sujetador y con el cuerpo desnudo por debajo—, quien es interceptada por el “malo” (Lee Van Cleff), quien espera su llegada después de que María estuvo entretenida por un grupo de aprovechadores que después de pasar un rato con ella, la bajan de la carroza tirándola al suelo.

María ingresa a su morada y escucha pronunciar su nombre. “Eres tu Bill”, exclama, y ese instante es empujada al suelo por “El malo”, quien interrumpe y le dice en tono vehemente: “Dónde esta Bill”, pregunta que María responde “quien es usted”. El malo con tono más enérgico le explica que él es quien hace las preguntas y le vuelve a reiterar, “Dónde está Bill Carson”. Ante el silencio, sopapea a María en la parte izquierda del rostro y ante la persistencia del silencio la vuelve a cachetear en la parte derecha de la cara. No hay respuesta, y “El malo”, la toma con su puño de la ligera prenda blanca que cubre sus pechos desnudos y la abofetea con violencia cuatro veces, no cansándose en cuestionar “dónde está”. María cae en la cama y exclama “basta”, convenciendo al “Feo”, que Carson está en plena guerra civil.

El Bueno, El Malo y El Feo, fue un éxito en taquilla en su lanzamiento y fue la cinta que le dio fama a Clint Eastwood, pero permanece sobre todo como el máximo referente en el western, así como de la filmografía de su director.  

Todavía parece un placer y un intento audaz y en gran medida exitoso de reformular las tradiciones del género de una manera nueva, a veces crítica, casi operística. Las películas siempre afirman ser icónicas, pero pocas pueden tener el título tan fácilmente como El Bueno, El Malo y El Feo de Sergio Leone.

El tercero de la serie de Clint Eastwood de westerns italianos, El Bueno, El Malo y El Feo es exactamente eso: una curiosa amalgama de lo visualmente impactante, lo dramáticamente débil y lo ofensivamente sádico. Aunque ordenado desde el principio, el enfrentamiento tripartito que culmina la película es tenso y completamente asombroso.

Cuando la banda sonora de Ennio Morricone comienza y la edición de Leone se une, nuestros problemas cotidianos se desvanecen como un vaquero cabalgando hacia la puesta del sol. La escena final en el cementerio de Sad Hill es un espectáculo fascinante, realizado por una edición brillante y realzada por el genio de la composición Ennio Morricone que define el género.

El uso liberal de Leone de tomas panorámicas junto con primeros planos extremos le da a la película una calidad épica que se corresponde con el alcance de una estructura narrativa que respira con un humor, tono y personalidad con caras inexpresivas.


By Julio Ríos

RADA'S NAKED BODY THROUGH THE VERY LOW-CUT TRANSPARENCY SHE WEARS WITH HER NAKED BODY UNDERNEATH

You can't talk about westerns without at least mentioning Sergio Leone, who is as indispensable as his legacy in the genre. Call them westerns or cowboy films, but the Rome-born filmmaker's imprint is indelible in that cinematic section as in the history of cinema itself, but it was given a different name, the spaghetti western, because it was an Italian production.

The Good, the Bad and the Ugly is the third part of this trilogy. This film is often considered to be the best of the three, and it is the only one of them that has gone much further in that sense, as it tends to rank higher on lists and sites like IMDb put it among the top of the best films of all time. Without any hesitation it is also immensely popular, which is reflected in its notoriety and the public's preference for it in 3 hours and 58 minutes of filming, 

The title refers to the three main protagonists of the story: Clint Eastwood played the man with no name, also known as Blondie or The Good, Lee Van Cleef played The Bad, or Angel Eyes, and Eli Wallach played Tuco, who is also known as The Ugly. The first is a bounty hunter, the second is a hired killer and the third is a thief and their adventures intersect in the Old West during the time of the American Civil War.

The plot of the story is an elemental part of Leone's cinema, which is about ambition for money. In The Good, The Bad and The Ugly, what matters is finding loot, no matter who you have to kill to get it. The plot revolves around the three gunslingers, who compete with each other to find the gold lost during the war, amidst the chaos it brings, while engaging in various duels along the way. The story goes that Tuco is rescued from three bounty hunters by an unnamed drifter he refers to as "Rubio", who delivers him to the local sheriff to collect his US$2,000 bounty. As Tuco is about to be executed, Rubio cuts Tuco's rope by shooting him and frees him. The two escape on horseback and split the bounty in a lucrative scheme so they can both make money.

They then try to repeat the process in another town so they can collect another bounty. Rubio tires of Tuco's complaints and abandons him. Tuco manages to reach a village and tracks Rubio to a town occupied by Confederate troops. Tuco plans to force him to hang himself, but Union forces bombard the town, allowing Blondie to escape. After finding him, Tuco marches Blondie through a desert until he is dehydrated. As he prepares to shoot him, he finds several dead soldiers and one of them promises him $200,000 in Confederate gold, which is buried in a grave in Sad Hill Cemetery. Tuco demands to know the name on the grave, but the soldier dies before he can tell him. 

When he returns with water, Rubio tells him that this soldier (Bill Carson) recovered and revealed the exact location of the gold.

The bad guy (Lee Van Cleef), through the service of a snitch, learns that Bill Carson, the owner of the secret of the millions, has a mistress named Maria, a prostitute, whose role is played by the beautiful Italian Rada Rassinov who illustrates this chronicle and gives a glimpse of her sensuality and generous anatomy, practically naked and free of undergarments, through a very low-cut and transparent garment, whose green colour reveals the naked skin of the artist who wears the garment without a bra and with her naked body underneath, she is intercepted by the "bad guy" (Lee Van Cleff), who awaits her arrival after Maria has been entertained by a group of profiteers who, after spending some time with her, pull her off the carriage and throw her to the ground.

Mary enters her abode and hears her name called out. "It's you Bill", she exclaims, and at that moment she is pushed to the ground by "The bad guy", who interrupts and says in a vehement tone: "Where is Bill", a question that Maria answers "who are you". The bad guy, in a more energetic tone, explains that he is the one asking the questions and repeats, "Where is Bill Carson". In the face of the silence, he slaps Maria on the left side of her face and, given the persistence of the silence, slaps her again on the right side of her face. There is no response, and "The Bad Guy" grabs her with his fist by the light white garment covering her bare breasts and slaps her violently four times, never tiring in questioning "where is he". Maria falls on the bed and exclaims "enough", convincing the "Ugly One" that Carson is in the middle of a civil war.

The Good, The Bad and The Ugly was a box-office hit on its release and was the film that made Clint Eastwood famous, but it remains above all the ultimate benchmark in the western as well as its director's filmography. 

It still seems a pleasure and a bold and largely successful attempt to reframe the traditions of the genre in a new, sometimes critical, almost operatic way. Films always claim to be iconic, but few can hold the title as easily as Sergio Leone's The Good, The Bad and The Ugly.

The third in Clint Eastwood's series of Italian westerns, The Good, The Bad and The Ugly is exactly that: a curious amalgam of the visually stunning, the dramatically weak and the offensively sadistic. Though tidy from the outset, the tripartite showdown that culminates the film is tense and utterly astonishing.

As Ennio Morricone's soundtrack kicks in and Leone's editing comes together, our everyday problems fade away like a cowboy riding off into the sunset. The final scene in Sad Hill Cemetery is a mesmerising spectacle, realised by brilliant editing and enhanced by Ennio Morricone's genre-defining compositional genius.

Leone's liberal use of panning shots coupled with extreme close-ups gives the film an epic quality that matches the scope of a narrative structure that breathes with humour, tone and personality with deadpan faces.

The Good, the Bad and the Ugly
Three men in Western outfits, displayed in three individual frames, stand sternly with guns in their hands. In Italian, the words "The Good", "The Bad", and "The Ugly" are respectively placed underneath each of the three men.
Theatrical release poster by Renato Casaro[1]
Directed bySergio Leone
Screenplay by
Story by
  • Luciano Vincenzoni
  • Sergio Leone
Produced byAlberto Grimaldi
Starring
CinematographyTonino Delli Colli
Edited by
Music byEnnio Morricone
Production
companies
Distributed byProduzioni Europee Associate
Release date
  • 23 December 1966
Running time
177 minutes[5]
CountryItaly[2][3][6][7]
Languages
Budget$1.2 million[5]
Box office$25.1 million[9]

 

Rada Rassinov, la bella italiana que cumple un rol secundario y en lo que hace a la película de corte vaquero, la única mujer que figura en el elenco. La apreciamos en sus mejores fotografías. La primera toma entrevera su cuerpo casi desnudo apenas cubierto por una suerte de túnica que arropa sus pechos desnudos.

La segunda foto, es otra toma de la bella artista desnuda y cubierta sutilmente por un manto blanco, y finalmente la tercera. Luce un muy escotado vestido de seda pesada, usándolo con el cuerpo desnudo por debajo.

Rada Rassimov (nacida Rada Đerasimović cirílico serbio: Рада Ђерасимовић) el 3 de marzo de 1941 en Trieste, Italia,) es una actriz italiana de origen serbio, que ha aparecido en el cine desde principios de los años 60 y en la televisión desde 1975.

Nacida de padres serbios, Velimir y Vera Đerasimović (de soltera Petrijević), asistió, junto con sus dos hermanos, a la escuela de gramática serbia Jovan Miletić de Trieste, donde su padre era decano y profesor desde 1927. Más tarde, fue a la universidad y tomó clases de interpretación con su hermano Ivan en Roma. Su carrera alcanzó su punto álgido en los años sesenta y setenta, aunque ha aparecido en el cine en fechas tan recientes como 2003. Quizá sea más conocida en el cine mundial por su aparición en el Spaghetti Western El bueno, el malo y el feo, de Sergio Leone, en 1966, en la que interpretó el papel de María, vencida por el mercenario Angel Eyes, de Lee Van Cleef.

Rada Rassinov, the Italian beauty who plays a supporting role and, as far as the cowboy film is concerned, the only woman in the cast. We see her in her best pictures. The first shot shows her almost naked body, barely covered by a sort of tunic that covers her naked breasts.

The second photo is another shot of the beautiful artist naked and subtly covered by a white cloak, and finally the third. She wears a very low-cut heavy silk dress, wearing it with her naked body underneath.

Rada Rassimov (born Rada Đerasimović Serbian Cyrillic: Рада Ђерасимовић) on 3 March 1941 in Trieste, Italy,) is an Italian actress of Serbian origin, who has appeared in film since the early 1960s and on television since 1975.

Born to Serbian parents, Velimir and Vera Đerasimović (née Petrijević), she attended, along with her two brothers, the Jovan Miletić Serbian grammar school in Trieste, where her father had been dean and teacher since 1927. Later, he went to university and took acting classes with his brother Ivan in Rome. Her career peaked in the 1960s and 1970s, although she has appeared in films as recently as 2003. She is perhaps best known in world cinema for her appearance in Sergio Leone's 1966 Spaghetti Western The Good, the Bad and the Ugly, in which she played the role of Maria, defeated by Lee Van Cleef's mercenary Angel Eyes.

Rada Rassimov
Rada Rassimov.jpg
Rada Rassimov in 1975
Born
Rada Đerasimović

3 March 1941 (age 80)
Trieste, Italy
OccupationActress
Years active1960s–present
Spouse(s)Gianni Musy
Children1
RelativesIvan Rassimov


Julio Ríos Calderón, nació en LA PAZ BOLIVIA, el 12 de julio de 1956. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudió en las universidades Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, Sucre y Universidad Católica San Pablo de La Paz. Hizo un diplomado en investigación periodística en la Universidad de la Jolla, en San Diego California USA. Ha sido Presidente y Director General CEO de la revista especializada en turismo GBT. Ha ganado el PREMIO INTERNACIONAL DE PERIODISMO MARRIOTT GOLDEN CIRCLE AWARD. Como periodista ha visitado 50 ciudades en Latinoamérica, Centroamérica, Norteamérica y Europa.  Es escritor, periodista, orador y crítico de arte. Es columnista del periódico PÁGINA SIETE de la ciudad de La Paz. Sus padres fueron Mario D. Ríos Gastelú, escritor y periodista orureño, y Elva Calderón de Ríos, profesora de lenguaje. Tiene un hijo Juan-Cristóbal Ríos, cineasta: escribió la película boliviana QUIEN MATÓ A LA LLAMITA BLANCA. Por otra parte, hizo estudios de filosofía contemporánea. En la actualidad se desempeña como consultor y asesor en proyectos de redacción. Ha escrito los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, (1986), la novela LA TRIADA DE LA MOSCA (Primera Edición 2008 y Segunda Edición 2016), EL ALTO PARA TODOS (2017), LA GENERACIÓN NINI en co-autoría con Alberto Liendo Romero (2023), UNA HISTORIA PARA CONTAR (2024).
 
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