jueves, 5 de diciembre de 2019





La pintura de
TANIA AVILA


Cuando la pintura recoge nuevos nombres, nace una esperanza, como los sueños que ya tienen horizonte. Así, Tania Avila llega con una propuesta plástica impregnada de ternura, síntesis de dos proyectos de acercamiento a la ilusión.

En esta pintora hay un contacto motivado por el amor a lo bello, pues bello es un paisaje, como lo es un muñeco, como lo es un caballo o lo es un ángel. Por cierto que las pinturas tienen el nivel de hallarse consagradas, porque están en la senda de una artista que pudo llegar a la meta del éxito.
El camino aún es largo, no obstante de haber indicios para encontrar el fin deseado. ¿Cómo crea la joven artista? Con elementos en que prima la idea, prima la originalidad y la carga emocional que hace posible exponer ternura, aún con equinos de tamaño grande

Las obras de Tania recogen el pensamiento finamente colorido por lesta experts creadora de imágenes, no siempre abastractas, todas conducidas desde el medio inspirador hasta el lugar en el que pinta la artista, cautivando, de tal manera, a quienes se acercan y admiran sus obras.

La percepción de los cuadros puede llegar al extremo de ver una superficie que no existe, que corresponde solamente al golpe visual que hace posible diferenciar la estructura de la obra. Esa apariencia de superficie enriquece la expresividad plástica de la imagen en un plano configurador de la composición. 

Da paso a crear diferencias entre determinadas obras plásticas, cuya primera impresión se detiene en lo aparentemente igual, no obstante de existir los acuerdos internos provocados por la pintora.`









Por tanto, la estructura artística tiende a ser una representación plana cuya capacidad impresiona, como si se tratara de relieves, aun sabiendo que la preferencia del artista es pintar sobre superficies lisas.

En estas fuentes excitantes, la luminosidad y la opacidad de la pintura de Tania, no dejan de sorprender, puesto que tanto la luz como la sombra son característica de las imágenes, dando lugar a un encantamiento diario, resultado del estímulo recogido por quienes tienen una peculiar manera de ver lo que no todos alcanzan a percibir. 

De esta manera asoma la razón para comprender la celosa mirada de esta creadora de preciosidad, admirada en sus obras plásticas.

Por consiguiente, la contemplación del artista hacia imágenes determinadas logra ser plasmada a través de los cautivantes trazos destinados a los lienzos, en los que se diseñan figuras bellas o se muestra una desolada expresión de tisteza. 

Las líneas rectas de una geometría caprichosa dan lugar a las expresiones plásticas coloreadas por el óleo. Aliente las ideas guiadas por la instalación de la luz, recurrente hacia las superficies cóncavas y convexas.

De esa manera la pintora crea las sensaciones táctiles de imágenes y todo aquello que inspira su labor. Es altamente positiva en la joven exponente de la plástica, utilizar los recursos adecuados a su labor, de modo que la materia puramente plástica no resulte alterada durante el manejo de los instrumentos de trabajo, pues la diversidad de ellos encaja en los propósitos de demostrada maestría, empleando, además, materiales adecuados como barnices y aceites, destinados a la permanencia de sus obras logradas en óleo. 

Es así que se da por resultado el equilibrio y sobriedad de los colores, no exentos de una admirable delicadeza en los trazos lineales.

El encumbramiento de su prestigio artístico va en paralelo con la sencillez propia de quien ya está en la cima de sus anhelos, firmamento de ensueños logrados al empuje de ideas tempranas que fueron tomando madurez en el tiempo.

Color y calor en una pintura nada problemática donde su perfil creativo está cerca de la abstracción, dentro de una opción figurativa. Es una paleta imaginativa con excelente manejo del color, ese que transporta la naturaleza sin adulterar la luz ni restar sombras.

Esas composiciones fuertemente construidas con la espontaneidad propia de su obra, entre real e imaginaria, lleva la vitalidad de la pintora que entrega su temperamento y formación al arte moderno boliviano.


Julio Ríos Calderón, es periodista, escritor y crítico de arte.