Efeméride Chuquisaqueña en tiempos de
LA COVID - 19
SUCRE LA DULCE
ROSTROS Y MONUMENTOS
LA CIUDAD DE LOS
CUATRO NOMBRES
EL PRIMER GRITO LIBERTARIO
Existen en Bolivia ciudades que nos transmiten los rumores circundantes de más de cuatro siglos llegados hasta nuestros días en un abrir y cerrar de alas portadoras de las imágenes ya trazadas por la historia, el amor y la gratitud.
La nostalgia sacude nuestras entrañas y crea un silencio armonioso en
el que se anidan los recuerdos como murmullos retenidos tras lo majestuoso de
sus elevaciones o como un tamboreo en escala ascendente que rememora la epopeya
de tiempos gloriosos, evocados al paso del viento con soplos de miles de años.
Una de esas ciudades lleva el nombre glorioso de Sucre, levantada en la
legendaria Charcas y extendida por los tibios valles de la región mezoandina,
acariciada por la brisa del pampero.
Pueblo enarbolado de banderas revolucionarias que aún asoman en su
flamear la faz de su heroína Juana Azurduy de Padilla, cabalgando por
polvorientos caminos, luego de rescatar la cercenada cabeza del valiente
esposo, Manuel Ascencio Padilla, en la más patética imagen de heroísmo
contemplada con los ojos de horror nebuloso de los yamparáez.
Las otoñales páginas de la historia refrescan fechas y nombres: en 1540, Pedro de Ansúrez funda Chuquisaca. En 1552 tiene lugar la fundación del Obispado de La Plata.
En 1560 se edita en Valladolid la obra Arte y gramática
de la lengua quechua. En 1809 se registra la rebelión armada contra el dominio
español. En 1825 se proclama la independencia de Bolivia.
Pasó el tiempo y al llegar un nuevo aniversario de la justa libertaria en Chuquisaca, el pueblo enarboló banderas nacionales en celebración a los dos siglos de libertad. 200 años en pos del progreso.
El linaje de Sucre extendido
por los caserones de blancas fachadas. Su cultura, rememorando la cuna de
libertad y sabiduría desde los muros de una de las universidades más
prestigiosas de Bolivia, la Universidad Mayor Real y Pontificia de San
Francisco Xavier de Chuquisaca, donde se escucharon las primeras voces de
rebeldía.
Ya, en pleno siglo XXI, Sucre abre las ventanas de una ciudad moderna.
Edificada sobre la nostalgia de una arquitectura religiosa atrayente y
espiritual. Sus calles y avenidas abren espacios hasta donde convergen
historia, fantasía, duendes y amoríos.
Hoy es la modernidad la que asoma y embellece los alrededores de la Culta Charcas. Son los barrios aledaños los que le dan una nueva brisa de encanto. Imponente el Churuquella, en diálogo con el Sica Sica, velando por la ciudad.
Paola C. Velasco Gutiérrez
Vero Meiranz BIOTECNÓLOGA
Julio Ríos
La red FACEBOOK, permite mantener
contacto con amigos, amigas de siempre. Mi crónica está ilustrada con una
fotografía de Fátima Fraija, joven emprendedora, ejecutiva y una gran ciclista.
Rostros (Miss Chuquisaca y Señorita Chuquisaca) y monumentos, destacan a la
capital constitucional de Bolivia: Sucre, la dulce.
Libertad, libertad es el grito que
se escucha por doquier resonar de las grietas andinas al llano y del llano a
las ondas del mar. Una de las frases más simbólicas de la independencia
boliviana y justamente se encuentra incluida en el himno al departamento de
Chuquisaca que hoy festeja su efeméride.
La trayectoria histórica del
departamento de Chuquisaca, inspiró a poetas y músicos quienes glorificaron su
historia en un ámbito productivo conocido como CIUDAD DE LOS CUATRO NOMBRES:
Charcas universitaria, La Plata colonial, Chuquisaca legendaria y Sucre su
capital. Felicidades, progreso y muchos abrazos para mis amigas y amigos allí
conocidos
Visitar la capital de la
República es descubrir nuevos rincones, palpar su historia desde el silencio de
sus viejas construcciones. Es penetrar en la penumbra de sus colosales templos,
donde el recogimiento eleva oraciones ante imágenes divinas que fortalecen la
fe en una gigantesca exposición plástica, reveladora del talento de los
pintores, arquitectos y escultores surgidos en el Virreinato, en la Colonia y
en la República.
Historias sagradas, milagros
admitidos y leyendas que dieron solidez a un pueblo inmerso en una cultura
superior, recogida de las escuelas de Sevilla y Granada. Barroco, manierismo,
influencia flamenca, romanismo y arte moderno, sin olvidar las creaciones
indígenas, brillantes en su artesanía. Todo, en un despliegue de belleza
extendida por el centro de la ciudad, como si fuera un inmenso museo sacro de
pasado invencible.
Cargada de gloria está la Casa de
la Libertad, donde aún parecen departir las figuras emblemáticas de los Padres
de la Patria. El Palacio de Gobierno, La Glorieta con sus fantasmas y sus
oropeles aristocráticos y un Prado con la Corte Suprema de Justicia. A todo
ello se suman los edificios bancarios, los históricos colegios, los monumentos
a próceres de la Independencia y un señorial teatro. Sumar a todo aquello
plazas, parques y lugares de paseo es tener presente la visión de una ciudad
encantadora, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Lo dicho, y mucho más, es la tierra del Grito Libertario. Músicos y poetas le cantaron con encendida emoción, destinándole a la Capital de Bolivia los versos que dicen: “Charcas universitaria, La Plata colonial, Chuquisaca legendaria y Sucre su capital. Ciudad de los cuatro nombres, la más grande en nuestra historia”.
By Julio Ríos
FACES AND MONUMENTS
The FACEBOOK network allows us to keep in touch with friends, long-time friends. This chronicle is illustrated with a photograph of Fatima Fraija, young entrepreneur, executive and a great cyclist. Faces (Miss Chuquisaca and Miss Chuquisaca) and monuments, highlight the constitutional capital of Bolivia: Sucre, the sweet.
Liberty, liberty is the cry that can be heard everywhere resounding from the Andean crevices to the plains and from the plains to the waves of the sea. One of the most symbolic phrases of Bolivian independence and it is precisely included in the hymn of the department of Chuquisaca that today celebrates its anniversary.
The historical
trajectory of the department of Chuquisaca, inspired poets and musicians who
glorified its history in a productive area known as CITY OF FOUR NAMES:
university Charcas, colonial La Plata, legendary Chuquisaca and Sucre its
capital. Congratulations, progress and many hugs to my friends and
acquaintances there.
To visit the capital
of the Republic is to discover new corners, to feel its history from the
silence of its old buildings. It is to penetrate the shadows of its colossal
temples, where the recollection raises prayers before divine images that
strengthen the faith in a gigantic plastic exhibition, revealing the talent of
painters, architects and sculptors emerged in the Viceroyalty, in the Colony
and in the Republic.
Sacred stories, admitted
miracles and legends that gave solidity to a people immersed in a superior
culture, collected from the schools of Seville and Granada. Baroque, Mannerism,
Flemish influence, Romanism and modern art, without forgetting the indigenous
creations, brilliant in their craftsmanship. All in a display of beauty spread
throughout the center of the city, as if it were an immense sacred museum of an
invincible past.
The Casa de la
Libertad is loaded with glory, where the emblematic figures of the Fathers of
the Fatherland still seem to be conversing. The Government Palace, La Glorieta
with its ghosts and aristocratic tinsel and a Prado with the Supreme Court of
Justice. To all this we can add the bank buildings, the historical schools, the
monuments to the heroes of the Independence and a stately theater. To add to
all that squares, parks and places for strolling is to have in mind the vision
of a charming city, declared Cultural Patrimony of Humanity.
All this, and much more, is the land of the Libertarian Cry. Musicians and poets sang to it with burning emotion, dedicating to the Capital of Bolivia the verses that say: "University Charcas, colonial La Plata, legendary Chuquisaca and Sucre its capital. City of the four names, the greatest in our history".
Julio Ríos, es consultor, escritor y crítico de arte. Es autor de los libros DIECIOCHO CRÓNICAS Y UN RELATO, (1986), LA TRIADA DE LA MOSCA (2008), segunda edición: 2017. Su última obra es EL ALTO PARA TODOS. Ha publicado un número importante de artículos sobre arte, cultura, política y turismo. En su BLOG, publica reseñas y comentarios sobre músicos, escritores, artistas, junto a reflexiones y crónicas de opinión.
Juana
Azurduy, nacida en Sucre en 1780, fue una patriota del Alto Perú que luchó en las guerras de
independencia hispanoamericanas por la emancipación del Virreinato del Río de
la Plata contra la Monarquía española y asumió la comandancia de las guerras
que conformaron la luego denominada Republiqueta de La Laguna, por lo que su
memoria es honrada en Bolivia.